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Gogoan-por una memoria digna

~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.

Gogoan-por una memoria digna

Archivos de etiqueta: izquierda abertzale

20 de octubre: fin de 50 años de violencia y dolor

22 lunes Oct 2018

Posted by gogoanmemoria in Reflexiones

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Como ya comentamos en su día, la fecha clave del fin de ETA, que fue el fin de 50 de años de violencia y dolor, fue el 20 de octubre de 2011. En torno a esta fecha, este año, se han escrito algunos artículos de opinión que consideramos que pueden ser del interés de nuestr@s seguidores. Por lo tanto, os los dejamos aquí para que los podáis leer con detenimiento.


«Las paradojas del final» de Jesús Herrero Arranz, publicado en la revista Galde (septiembre, 2018). Un fino análisis de la escenificación utilizada por ETA, del papel de los autodenominados «facilitadores«, de la evolución del lenguaje de la izquierda abertzale, el camino que aún queda por recorrer, etc. para terminar con una mirada crítica sobre las interpretaciones que se están realizando sobre la aportación de Gesto por la Paz.

Algunos análisis actuales intentar reducir únicamente a Gesto por la Paz al plano de la ética, obviando sus aportaciones a la política pre-partidista, para diferenciarlo de otras organizaciones con otras aproximaciones ante el problema de la violencia. Estas y otras muchas cuestiones son las que tienen que ser analizadas con rigurosidad para construir y reivindicar la memoria de lo que nunca debió comenzar.

 


«Anomalías» de Fabián Laespada Martínez, publicado en El Correo (19 de octubre de 2018). Aborda lo que considera que es importante para avanzar: el reconocimiento de los errores cometidos como lo han hecho los pres@s de la llamada ‘Vía Nanclares‘. Y, en relación a la manifestación convocada por Sare, denuncia la doble moral que se tiene al juzgar unos delitos y otros, la exigencia de puesta en libertad a los pres@s y nula exigencia a estos sobre una revisión crítica de su pasado…

 

La cuestión es que convocan la enésima manifestación en favor de las presas y presos asesinos. La gente que piensa acudir ¿no tiene ninguna exigencia hacia los reclusos? ¿No les pueden sugerir que para cerrar heridas lo ideal es empezar a recorrer un itinerario de convivencia que supone pedir perdón por las atrocidades cometidas, intentar reparar, en alguna medida siquiera, los daños infligidos y contribuir en el esclarecimiento de los delitos no resueltos?

 


«Mientras alguien las recuerde, estarán entre nosotr@s» de Isabel Urkijo Azkarate, publicado en El Correo (20 de octubre de 2018). A partir de la finalización del ciclo de violencia y dolor que durante 50 años protagonizó la vida social y politica vasca, señala lo que queda avanzar en la reconstrucción de la convivencia. Antes de nada, tener muy presentes los errores que cometió toda la sociedad con las víctimas del terrorismo y de la violencia.

…aportar aquello que esté en nuestras manos para mitigar el dolor que aún perdura en las víctimas. Y lo hacemos, desde el convencimiento de que tenemos una deuda pendiente, una responsabilidad hacia ellas porque las víctimas fueron quienes recibieron la bala que la violencia y el terrorismo disparaban contra toda la sociedad a la que pretendían someter. No lo entendimos así. Incluso, les dimos la espalda y, de esta manera, las volvimos a victimizar. Esto, como sociedad, no lo podemos olvidar porque corremos el riesgo de volver a repetir las mismas ignominias. Es más, debemos tenerlo muy presente para desarrollar una ética social más sana que nos convierta a cada persona en seres resistentes al miedo y a los prejuicios, en defensores de la justicia y en convencidos practicantes de la empatía y la solidaridad. Solo si aprendemos de nuestros errores, podremos salvar la indignidad que la sociedad, salvo honrosas excepciones, manifestó con las víctimas del terrorismo y de la violencia.

 


 

Es posible que os hayáis sentido identificados con las palabras de Jesús Herrero Arranz, Fabián Laespada Martínez e Isabel Urkijo Azkarate. Si es así o si por el contrario discrepais, podéis dejar vuestros comentarios en el blog para compartirlos con el resto de seguidores. Muchas gracias.

 

 

Antonio Cedillo Toscano

15 sábado Sep 2018

Posted by gogoanmemoria in Víctimas

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Antonio Cedillo, asesinato, Ayuntamiento de Rentería, Bildu, convivencia, El País, ETA, izquierda abertzale, José Miguel Cedillo, Julen Mendoza, Julián Carmona Fernández, paz, Rentería, terrorismo, víctimas de ETA

Antonio era policía nacional nacido en Olivares, Sevilla, y destinado al País Vasco en los terribles «años de plomo». El 14 de septiembre de 1982 él y sus compañeros sufrieron una emboscada de un comando de ETA. Algunos de ellos, fueron asesinados en el acto. Antonio quedó malherido y consiguió andar unos metros en dirección a Rentería para pedir auxilio. Cayó al suelo y paró un vecino al que pidió que lo llevara a un hospital. 

Antonio entonces tenía 29 años, estaba casado con Dolores, de 25, y tenían un hijo de 3 años, José Miguel.

Muchos años más tarde de aquel día de septiembre de 1982, en Sevilla y casi por casaulidad, José Miguel leyó un libro en el que se relataba cómo había sido asesinado su padre.

Cuando el vecino bajaba al policía herido hacia el hospital, se encontró en medio de la carretera al comando de ETA. Le mandaron parar. Vieron que dentro iba Antonio herido y lo remataron con un tiro en la cabeza. 

36 años más tarde, José Miguel decidió que tenía que volver a aquel lugar en el que ETA asesinó a su padre y arruinó la vida de su madre y la suya propia. Quería recordarle, homenajearle, que su nombre se identificara con palabras como paz y convivencia.

Hoy, 15 de septiembre de 2018, José Miguel, con la colaboración del Ayuntamiento de Rentería regido por Julen Mendoza, de Bildu, ha cumplido ese deseo. En los jardines del restaurante Mugaritz se ha desarrollado este acto que reproducimos íntegramente.

Posteriormente, se ha plantado un olivo de 200 años cerca de un roble antiguo como símbolo de unión de Andalucía y el País Vasco.

Mugaritz, plantan el olivo

María Dolores Cedillo Toscano, hermana de Antonio

Julián Carmona Fernández era compañero y amigo de Antonio y de los otros policías asesinados. Al día siguiente, mientras esperaba el servicio que le habían encomendado -acompañar a los cuerpos de sus compañeros a sus localidades de origen- cogió un arma y se disparó en la cabeza.

Así lo relató El País. Julián nunca aparecerá en ningún listado como víctima del terrorismo.


«Mientras alguien las recuerde, estarán entre nosotros»

No hay balas de olvido

11 martes Sep 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria, Víctimas

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Hoy hace 32 años que el miembro de ETA, Antton López Ruiz, alias Kubati, asesinó en una plaza de Ordizia a Dolores González Katarain, Yoyes, ex miembro de la organización terrorista que optó por abandonarla. Como se puede ver en la imágen, esta es la interpretación que ETA y sus seguidores hicieron de aquella decisión.

Fue un asesinato que impactó a toda la sociedad y que retumbó en los cimientos de la propia izquierda abertzale y de muchas personas que, hasta la fecha, habían manifestado cierta simpatía «por la causa» o se habían mostrado un tanto «indiferentes». Otros cogieron el testigo de la rebeldía y ya no lo soltaron.

  • «Ex militantes de ETA apoyan a Imanol Larzabal tras las amenazas sufridas por parte de ETA» El País
  • «Imanol Larzabal» El País
  • «Todos contra el miedo» ABC

En 1996, en plena época de secuestros y con un importante acoso a todas aquellas personas que cuestionaran a ETA, se cumplía el décimo aniversario del asesinato de Yoyes y su familia y amig@s le rindieron un homenaje en Ordizia. Además de aquel acto público, editaron el libro «Yoyes, 1986-1996» en el que se recogían escritos de diversas personas; unas cercanas a la víctima, otras simplemente comprometidas con la libertad y la paz en Euskal Herria.

En el número 22 de la revista de Gesto por la Paz, Bake Hitzak-Palabras de Paz, además de incluir una reseña del libro, reprodujo un artículo escrito por Ana Rosa Gómez Moral con motivo de este décimo aniversario que queremos recuperar aquí.

A Yoyes
Si hubiera un arma que matara la memoria, no habría víctimas. Pero aún no se ha inventado nada que dispare el olvido. Es más, cuando alguien mata, no hace más que propagar el recuerdo de su víctima. De hecho, mis propias palabras son una prueba de esa contradicción entre el deseo de aniquilar y el efecto no buscado que difunde la memoria de la víctima, porque la existencia de Yoyes, para mi hasta entonces difuminada en esas siglas que la mataron, se asomó a mi vida justo el día de su asesinato.
Quienes la conocieron no podrán eludir el recuerdo de una vivencia o de un sentimiento en aquellos lugares donde los compartieron con ella. Los rastros de esas experiencias estarán prendidos como girones de tela ondeando al viento que volverán a ver cada vez que pasen por allí. También en mi memoria, hay una plaza de Ordizia que siempre tendrá la mancha de su sangre, una sábana blanca y un tractor. Y fue, precisamente, la plasticidad y el impacto de esa muerte violenta el pistoletazo de salida que despertara mi curiosidad por su vida, justo en el momento en que yo empezaba a hacerme las mismas preguntas que, luego, descubriría que ella ya se había formulado mucho antes, un momento que aún perdura, porque trataba de explicarme lo de entonces y lo de ahora que, al fin y al cabo, son lo mismo, puesto que los une un hilo invisible que, como aquel que sirve de trampa mortal al pez, no se ve, pero acaba desgarrándonos por dentro. Aquel momento es siempre, porque no hay nada que no haya ocurrido ya, ni nada que no vaya a seguir ocurriendo después en el mismo o en cualquier otro lugar.
Más tarde, con el libro de su vida en las manos, supe también que hay memorias que se aprenden. Yo leía como si anduviera con un vaso rebosante de cuyo contenido no debía derramarse ni una gota. Su voz escrita se convertía, a veces, en el mar oído desde lejos, grave, serio y profundo, mientras que, en otras ocasiones, el agua salada sonaba enérgica, ágil e indómita, como si me hubiera acercado a una orilla de acantilados.
Ahora sé que las ruinas de su existencia recobraban vida a través de la memoria compartida y sé, también, que su historia ocupa una parcela de mis propios recuerdos. Sin embargo, aunque llegué a familiarizarme con los nombres, los lugares y los hechos que formaron parte de su vida, todos ellos resultaban anecdóticos frente al espíritu de esa inmensa tarea que, según destilaban sus palabras, se había auto impuesto y que consistía en vivir conscientemente la vida en lugar de dejar que fuera la vida misma la que arrollara implacablemente su existencia.
El recuerdo de ese compromiso supremo, el compromiso consigo misma, es el que mantiene vivas su libertad y su rebeldía, y el que va a procurar que no permitamos
que nuestros sueños se conviertan en inútiles embarcaciones luchando por deshacer-los nudos que los atan al puerto de la indolencia.
Una vez que hemos participado de la memoria de alguien, la hemos hecho, de alguna manera, nuestra. De esa forma, el compromiso consigo misma, la libertad y la rebeldía de Yoyes forman parte de los nuestros. Por eso, no hay balas contra la memoria ni tiempo que pueda hacer amarillear los recuerdos que compartimos.

 

 

 

CONTRA LOS FANATISMOS

03 lunes Sep 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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CONTRA LOS FANATISMOS, EDUCACIÓN EN VALORES, MEMORIA Y ESCUCHA-SOLIDARIDAD CON LAS VÍCTIMAS

La Vanguardia, 2017

Hace un año el terrorismo yihadista cometió una masacre en Barcelona y Cambrils. Era agosto, mucha gente estaba de vacaciones y una enorme tristeza nos ensombreció los corazones y aquel verano de 2017. Aún no estaban cerradas las heridas que nos provocó el terrorismo de ETA, ya que nuestra bestia se pasó varias décadas dando zarpazos; a veces mató, otras malhirió, otras aterrorizó… Mucha gente a su alrededor se dedicó a echar vinagre en las heridas, a ignorar que hubiera víctimas o a vivir como si no existieran. Y salió al escenario la otra bestia, la yihadista.

Entre nosotr@s había personas que nunca se habían sentido objetivo de ETA y en consecuencia nunca hablaron, ni la criticaron, ni se solidarizaron con sus víctimas, ni dijeron ‘no en mi nombre’… De alzar la voz lo harían contra la policía, contra las torturas, contra la dispersión, contra el estado opresor… Asumían las cuatro consignas de la autodenominada ‘izquierda abertzale’ aunque no fueran más allá en sus planteamientos, pasando por alto la violencia de ETA y sus consecuencias. Ese era su recorrido.

La Vanguardia, 2017

Pero llegaron los atentados de Barcelona y Cambrils, y sintieron que podían ser víctimas del monstruo yihadista, y salieron de sus bocas palabras que nunca se habían verbalizado antes en relación a otros atentados terroristas igual de crueles y sanguinarios: ‘Esperemos que controlen la situación’, ‘a ver si les pillan’, ‘qué fuerte lo que está pasando’ y al final la situación se controló, y se ‘abatió’ a los terroristas, y casi nadie dijo nada, ni se criticó a la policía, ni se hicieron pintadas ni homenajes en favor de los terroristas muertos. Todo esto junto con las declaraciones de vari@s líderes de la autodenominada izquierda abertzale condenando los atentados, solidarizándose con las víctimas y con el pueblo catalán, y, deseosos de ponerse en la pancarta en contra de ‘ese otro’ terrorismo, me removieron por dentro y me inspiraron para escribir este texto en mi muro de Facebook.

YOYES, ZER EGIN DEUTSUE?’ – ‘YOYES, QUÉ TE HAN HECHO?

El País

La primera pintada disonante que veía desde la ventana de mi casa de Mallabia fue, ‘Yoyes, zer egin deutsue?’ Permaneció allí durante años, hasta que derribaron el muro en el que estaba escrita.

Dejando al lado la propaganda electoral, nunca antes había visto en mi pueblo una pintada o un cartel que no proviniera de la autodenominada ‘izquierda abertzale’. Pocos años después, muy cerca de donde se ubicaba el muro comenzamos a concentrarnos pacíficamente los y las mallabitarras de Gesto Por la Paz – Euskal Herriko Bakearen Aldeko Koordinakundea. Entonces éramos nosotros y nosotras la ‘nota disonante’, la pancarta que molestaba, aunque simplemente dijera ‘Bakearen alde – Por la Paz’.

Gesto por la Paz, 1995

Fueron más de 20 años concentrándonos en Ermua y Mallabia; salíamos cada vez que ETA mataba, también por los atentados del GAL y cada vez que se producía una muerte en este contexto de violencia; nos concentramos para exigir la libertad de Julio Iglesias Zamora, José Mari Aldaia, Cosme Delclaux y José Antonio Ortega Lara, portamos en nuestro pecho el lazo azul que simbolizaba la ‘A’ de ASKATASUNA – libertad para los secuestrados-, aguantamos estoicamente las contramanifestaciones, las amenazas y los insultos; nos echamos a la calle y vivimos con especial dolor e intensidad el cruel secuestro y posterior asesinato del ermuarra Miguel Ángel Blanco, un chico de nuestra edad al que conocíamos de vista porque muy a menudo coincidíamos con él y su novia en los bares de Ermua; denunciamos el terrorismo de estado, pedimos el acercamiento de los presos, exigimos una y otra vez el respeto de los derechos humanos para todas las personas y denunciamos la tortura, incidimos en la necesidad de educar para la paz y la tolerancia, denunciamos la crueldad de la violencia de persecución y nos solidarizamos con tantas y tantas víctimas, vecinos y vecinas que no podían hacer una vida normal y tenían que protegerse día a día…

El Correo, 2002

Hemos convivido con esto gran parte de nuestra vida. El terrorismo ha matado a cerca de 1.000 personas, mucha gente ha quedado rota por dentro y por fuera; la mayoría son víctimas de ETA, pero también hay otras víctimas de otras violencias que han sufrido mucho…

Estamos mejor que hace 10 años, eso es verdad, pero hay gente y colectivos interesados en pasar página, en olvidar, en repartir las culpas y se acabó.

Eso no puede quedar así, hay que grabar en la memoria todo lo que ocurrió para que no se vuelva a repetir, hay que seguir deslegitimando toda aquella violencia, hay que devolver la dignidad a todas las víctimas, desde los guardias civiles a los concejales, pasando por los asesinados por el terrorismo de estado o víctimas de actuaciones desproporcionadas o abusos policiales, hay que seguir exigiendo verdad, justicia y reparación para ellas.

Gesto por la Paz, 2010

Tiene que quedar claro que, en aras a imponer su proyecto totalitario, un@s cuant@s se han dedicado a sembrar el odio y a socializar el sufrimiento, socializando también a la juventud en el ejercicio de la violencia. Sin ningún escrúpulo captaron jóvenes para militar en ETA o ejercer la kale borroka arruinando su propia vida y haciendo imposible la vida a los demás o simplemente asesinándoles. Por tanto, aunque no bajemos la guardia y sigamos exigiendo al estado que respete los derechos humanos y que acerque a l@s pres@s hay que recordar lo obvio: ETA es la responsable de que cientos de jóvenes cogieran las armas y de que much@s de ell@s acabaran en la cárcel: ETA es la responsable de que haya pres@s de ETA.

Esto nos ha pasado hace muy poquito. Hay gente que nunca se ha solidarizado con la mayoría de las víctimas, que nunca ha hecho un mínimo ejercicio de empatía, o lo que es peor aún, personas que han justificado y legitimado toda esta violencia.

Ahora que todos y todas somos objetivo del terrorismo yihadista, se escuchan voces que salen de bocas que nunca hablaron, se siente cierta preocupación por parte de personas que nunca se preocuparon porque su vecin@ tuviera que ir escoltado. Quien hacía discursos que contextualizaban el terror de ETA despreciando a su propio pueblo, se esmera en solidarizarse con el pueblo catalán tras los atentados de agosto.

Europa Press, 2017

Mirémonos al espejo, con honradez y valentía. ¿Realmente hay que pasar página y vivir como si nada de esto nos hubiera pasado? ¿Hay que tragar y callar para siempre? Es eso justo? ¿Qué futuro nos espera si no nos vacunamos contra este cáncer de violencia, indolencia e intolerancia? La memoria puede ser una buena vacuna para nuestra sociedad. Y no podemos olvidarnos de las víctimas. Pongámonos en su piel. ¿No querríamos que se reconociera nuestro dolor, recibir el calor de la sociedad? ¿No nos gustaría que se hiciera justicia? Os animo a escuchar a las víctimas. Hay muchos testimonios grabados: os humanizarán y os enriquecerán, os sorprenderán. Merece la pena escucharles, y es lo mínimo que podemos hacer por ellas.

Gesto por la Paz, 2000

Maite Leanizbarrutia Biritxinaga

Los presos y presas de ETA (3)

01 viernes Jun 2018

Posted by gogoanmemoria in presos, Sin categoría

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En el primero de la serie, ya explicamos nuestro apoyo al acercamiento de los presos y presas. En el segundo, recordamos el trabajo realizado por Gesto por la Paz y Denon Artean-Paz y Reconciliación en relación a la reinserción y expusimos a grandes rasgos los posicionamientos del Estado, de la izquierda abertzale, de la sociedad y de algunas organizaciones sociales como Elkarri o la AVT (Asociación de Víctimas del terrorismo).

En este tercer y último capítulo de la serie, queremos referirnos a un tema que nos parece clave para que un preso inicie un proceso de reinserción: el reconocimiento del daño causado. Recuperamos los criterios que apuntaron las dos organizaciones pacifistas y comprobamos que:

a) Desvinculación de la organización armada. Resulta necesaria una renuncia explícita a cualquier estrategia basada en el ejercicio de la violencia. Ya no hay ninguna organización de la que desvincularse, por lo que, 30 años más tarde, este paso ya no es necesario.

Eusko Lege Biltzarra-Parlamento vasco

b) Acatamiento de las reglas y principios básicos democráticos. Condición indispensable para una pesona que ha optado por defender un posicionamiento político a través de la violencia, lo que significa terminar con la vida de otros seres humanos.

En el último de ETA se decía: «ETA no tiene miedo alguno a ese escenario democrático«. Posteriormente, marcan la hoja de ruta que actualmente están siguiendo: «el principal reto será construir un proceso como pueblo que tenga como ejes la acumulación de fuerzas, la activación popular y los acuerdos entre diferentes, tanto para abordar las consecuencias del conflicto como para abordar su raíz política e histórica. Materializar el derecho a decidir para lograr el reconocimiento nacional será clave«.

c) Reconocimiento del daño causado. Y aquí está otro elemento clave que últimamente está siendo un tanto… banalizado.

En primer lugar, en el comunicado de ETA en abril: «Somos conscientes de que en este largo periodo de lucha armada hemos provocado mucho dolor, incluidos muchos daños que no tienen solución. Queremos mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que han causado las acciones de ETA, en la medida que han resultado damnificados por el conflicto. Lo sentimos de veras (…) 

¿Se puede reconocer el daño causado sin asumir la responsabilidad de las acciones? Esto se deduce de la expresión «han resultado damnificados por el conflicto» como si el conflicto pusiera bombas o pegara tiros; en lugar de decir «han sido víctimas de la violencia de ETA».

A consecuencia de errores o de decisiones erróneas, ETA ha provocado también víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria como fuera de ella. Sabemos que, obligados por las necesidades de todo tipo de la lucha armada, nuestra actuación ha perjudicado a ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna. También hemos provocado graves daños que no tienen vuelta atrás. A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón.» 

Sí, ETA pide perdón a la inmensa minoría de las víctimas que causó, pero se vuelven a esconder: «obligados por las necesidades de todo tipo de lucha armada» como si, después de 50 años de violencia, no fueran conscientes de que utilizar la violencia significa inevitablemente crear víctimas, las buscadas y las no buscadas; y, sobre todo, como si utilizar la violencia no hubiera sido una decisión tomada con absoluta libertad por cada uno de los miembros de ETA.

¿Puede un preso de ETA iniciar un proceso de reinserción sin reconocer la responsabilidad de sus acciones que fueron fruto de una decisión libremente tomada como fue ingresar en la organización terrorista y asesinar a personas? No vale es esconderse tras las siglas de la organización. Cada persona tiene que asumir la responsabilidad de sus acciones. 

Gesto por la Paz y Denon Artean, Paz y Reconciliación defendieron que el tercer criterio, el reconocimiento del daño causado, era «un principio ético general que indudablemente debe ser tenido en cuenta en sus aspectos de autocrítica hacia lo causado, tanto en su dimensión social como en la humana.»

Algo muy similar a esta propuesta lanzada hace 30 años, es el proceso que han experimentado presos de ETA como Carmen Guisasola, Joseba Urrusolo Sistiaga y el resto del grupo de la «vía Nanclares«. Este grupo participó en los encuentros restaurativos organizados por la Dirección de Atención a Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco dirigida por Maixabel Lasa, Txema Urkijo y Jaime Arrese y que contaron con la inestimable ayuda de Esther Pascual. 

Reproducimos parte de la entrevista que Antonio Duplá le hizo a Esther Pascual en la revista Galde (2015), entrevista que animamos a que sea leída:

¿Cómo alguien que ha matado, y lo ha justificado y se ha justificado a sí mismo, puede convertirse en “agente de paz”, en términos de Reyes Mate?

Pues porque hace falta mucho valor para reconocer el mal que has causado, querer asumirlo, mirar a la persona a la que has herido o arrebatado a su ser querido, mirarle a los ojos y decirle: aquí estoy, dispuesto a explicarte o aclararte lo que necesites, a escucharte y escuchar todos tus reproches,  a pedirte perdón. Alguien que hace eso, por supuesto que puede convertirse en un agente de paz, en el sentido de que puede “contagiar” a otras personas a que hagan lo mismo, de manera que se contribuya a una pacificación social. Para las víctimas es doloroso que salgan los etarras orgullosos de su pasado y de su lucha, mientras que les reconforta saber que también hay ex-terroristas que salen arrepentidos y con ganas de contribuir a la paz. Eso les convierte en agentes de paz. Y al decir arrepentido nunca me refiero a humillado. Son cosas distintas. Nelson Mandela es un gran ejemplo de todo esto.

Por desgracia, estas iniciativas tan positivas fueron bloqueadas y anuladas.

Las personas presas durante los largos años de pena que tienen por cumplir, pueden elegir entre seguir la opción de la «vía Nanclares» y optar por la reinserción o tomárselo con la calma de Bildu que, unos días más tarde del acto de Cambó, rechazó firmar una declaración institucional en el Parlamento vasco porque «hoy por hoy es imposible alcanzar un acuerdo unánime en esta materia».

Este era soméramente el contenido de la declaración:

  • Alivio compartido con la sociedad ante la desaparición de ETA
  • Compromiso inequívoco por alcanzar la verdad, justicia y reparación que reclaman las víctimas del terrorismo
  • Petición a los presos de la banda que asuman la injusticia de sus actos para acogerse a beneficios penitenciarios.
  • Apuesta por construir una memoria compartida basada en el rechazo público a cualquier tipo de violencia, su legitimación y justificación.

El camino se conoce. Es cosa de tiempo y, desde luego, la izquierda abertzale parece no tener ninguna prisa.


Estas mismas reflexiones se podían dirigir a miembros de otros grupos terroristas que actuaron en Euskal Herria, sin embargo, es muy posible que no permanezca ninguno en la cárcel, bien porque fueron juzgados hace ya muchos años y ya han cumplido las condenas o bien porque nunca fueron juzgados.

En este sentido, queremos hacer referencia a un informe de la Dirección de Atención a Víctimas del terrorismo del Gobierno Vasco encabezada por Maixabel Lasa: «se contabilizaron 74 actos terroristas de los grupos parapoliciales y de extrema derecha en el País Vasco en esa época, con un balance de 66 muertos. Los asesinatos del otro terrorismo fueron reivindicados por los GAL (24), Batallón Vasco Español (18), la Triple A (8), Grupos Antiterroristas Españoles (6) y otros. Sólo en 17 casos se llegó a una sentencia firme. El resto jamás se aclaró.» (El País, 21 de marzo de 2010) Esto es, solo se esclarecieron el 23% de los casos.


 

Los presos y presas de ETA (2)

28 lunes May 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria, presos, Sin categoría

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Uxue Barkos e Iñigo Urkullu

Y retomando parte de lo que se escribió y se dijo en torno a la declaración de disolución de ETA, recordamos que el Lehendakari Iñigo Urkullu y la presidenta de Navarra Uxue Barkos pidieron al Gobierno español el acercamiento de los presos y emplazaron a estos a “desarrollar las vías legales penitenciarias sobre la base de los principios de individualización, reconocimiento de daño causado y reinserción”.

¡Refresquemos la memoria!

La reinserción: el Estado y ETA

La reinserción de pres@s siempre ha sido una cuestión muy delicada por no decir directamente polémica. Por una parte, estaba la Administración, el Estado, que a pesar de tener recogido en la Constitución ese derecho y de haberlo incorporado a la Ley Orgánica General Penitenciaria que en su preámbulo dice: ‘La finalidad fundamental que doctrina y legislación atribuyen en la actualidad a las penas y medidas de privación de libertad es la prevención especial, entendida como reeducación y reinserción social de los condenados’, salvo en momentos muy determinados, siempre ha sido reticente a propiciar el uso de este derecho.

Por otra parte, estaba ETA y la izquierda abertzale que siempre se posicionaron absolutamente en contra de que ‘sus presos’ optaran por iniciar un proceso de reinserción. Para la izquierda abertzale, la reinserción era sinónimo de traición a la causa; de ahí, que se trabajara cuanto fuera necesario para mantener la férrea unidad a la que estaba sometido el ‘colectivo de presos vascos’. Esta unidad era muy importante, mucho más que su ubicación geográfica; de hecho, mientras los presos de ETA estuvieron concentrados en la cárcel de Herrera de la Mancha y desde la izquierda abertzale se organizaban autobuses y autobuses de futuros votantes y fieles seguidores hasta… la cárcel o hasta la muerte, no había demasiadas quejas respecto a la lejanía de aquel centro penitenciario. Fue la dispersión de los presos a lo que se temía más. Y se la temía porque podía significar una activación de procesos de reinserción y, sí, la reinserción era la mayor enemiga para la izquierda abertzale dentro y fuera de las cárceles porque podría suponer el debilitamiento de la causa.

Yoyes

La prueba más cruel con la que demostraron su temor a la reinserción fue el asesinato de Dolores González Katarain, Yoyes, el 10 de septiembre de 1986: «Asesinada en Ordizia la ex dirigente ‘etarra’ ‘Yoyes’ un año después de acogerse a la reinserción» (El País). Aquella ejecución ante su hijo de tres años, significó mucho más que lo que ETA pretendía y, en nada tiempo, se organizaron manifestaciones públicas contra el terror con el que ETA pretendía someter a toda la sociedad. Como dijo un periodista de La Vanguardia:

«ETA mató con una pistola a su antigua dirigente, pero erró el tiro: Yoyes, más que en un ejemplo de ETA, se convirtió en un mito contra ETA, al difundirse su pensamiento contra el «militarismo de corte fascista» en el que había caído la banda y arremeter contra los «payasos» de su entorno político que solo aplaudían atentados y más muertes. Así, Yoyes pasó a convertirse en la voz de la conciencia de una sociedad vasca que comenzó a abrir los ojos a lo que verdaderamente era ETA («la hidra sangrienta que nos atenaza», escribió) y todo empezó a cambiar en Euskadi.«

Concierto «Contra el miedo», noviembre de 1989

Aquella ejecución, no sólo creó en Yoyes un mito contra ETA; sino que también creó un mito contra el miedo personalizado en Imanol Larzabal quien, desde entonces hasta su muerte lejos de Euskal Herria, sufrió una persecución implacable.

30 años después de asesinar a Yoyes [¡Cuántos años perdidos y cuántas vidas arrebatadas en ese tiempo!] la situación ha cambiado de manera radical y en abril de 2016 leímos esto: «El etarra que mató a ‘Yoyes’ por reinsertarse pide ahora a los presos que sigan el ejemplo de su víctima» (El Correo). Por arte de birlibirloque, la reinserción dejara de ser maldita, para convertirse en el único camino a seguir para todo el colectivo de presos de ETA.

La reinserción y la sociedad

En 1992, Isidro Etxabe y Josu Urrutia también desafiaron a la banda y, a pesar de las amenazas de los abogados de la izquierda abertzale -‘Abogados de HB dicen a Etxabe que «ni por el forro de los cojones» le tolerarán romper ETA‘ (El País), optaron por la reinserción. Con el precedente de Yoyes, el paso que estaban dando estas dos personas se convirtió en un foco de especial interés para la sociedad vasca en general.

Es verdad que aparecieron pintadas amenazantes hacia Etxabe y Urrutia, pero también se vieron pintadas como estas:


La reinserción era un derecho de la persona presa y, a la vez, uno de los objetivos del sistema penitenciario, pero estaba absolutamente anulada por los intereses de unos y de otros. ¿Qué pensaba o hacía la sociedad al respecto?

En esta época, las organizaciones pacifistas Gesto por la Paz y Denon Artean-Paz y Reconciliación ya reflexionaban sobre la reinserción de los presos y el 28 de marzo de 1994 en una rueda de prensa ofrecieron su análisis sobre la REINSERCIÓN.

Este documento tiene que ser leído teniendo en cuenta que fue escrito hace 24 años y precisamente la avanzada edad del mismo es lo que le otorga más valor aún porque sus reflexiones fueron sabias y valientes y, hoy día, siguen teniendo la misma vigencia que cuando las hicieron públicas.

En el documento se apuntaban tres criterios para iniciar el proceso de reinserción:

a) Desvinculación de la organización armada. Resulta necesaria una renuncia explícita a cualquier estrategia basada en el ejercicio de la violencia.
b) Acatamiento de las reglas y principios básicos democráticos.
c) Reconocimiento del daño causado. Se trata de un principio ético general que indudablemente debe ser tenido en cuenta en sus aspectos de autocrítica hacia lo causado, tanto en su dimensión social como en la humana.

¿Hoy en día la mayoria de los presos de ETA cumplirían estas condiciones? Lo dejamos para más adelante, pero antes de terminar, vamos a ver qué pensaba la sociedad mientras estas dos organizaciones pacifistas lanzaban estas ‘condiciones’ sobre la reinserción.

  • En 1992, el Diario Vasco recogió un estudio realizado en Gipuzkoa sobre la opinión de la sociedad en relación a las medidas de reinserción:
    • el 33% de los entrevistados era partidario de que se cumplieran las condenas
    • el 33% era partidario de que se intentara aplicar medidas de reinserción a todos los presos
    • el 24’9% era partidario de que las medidas de reinserción solo se aplicaran a aquellas personas presas que no tenían delitos de sangre.

Aquí se puede leer el reportaje «Apoyo matizado a la reinserción y respaldo significativo al cumplimiento de las condenas«.

  • La izquierda abertzale siguió y sigue empecinada en que la alternativa al cumplimiento íntegro de las penas no tiene que ser una solución individual, sino colectiva.
  • La AVT: 
  • Y Elkarri:  ya que elkarri argumentaba que «la salida de los presos será más bien una consecuencia del acuerdo logrado» [leer noticia entera]

Continuará.

Los presos y presas de ETA (1)

24 jueves May 2018

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Cuando se montó todo este teatro del «fin de ETA», hubo un periodista, al parecer experto en todo este asunto (violencia, víctimas, diálogo, presos… de todo), que sugirió que este anuncio del final era necesario para posibilitar una vía de salida (se supone que no literal) a los presos de ETA. Y es que realmente, la situación de los miembros de ETA que han entrado hace poco a la cárcel con unas condenas de ‘agarrate’ es dura de digerir. ETA ha desaparecido incluso y ellos tienen por delante más de 20 años para pagar su «metedura de pata». Y no sólo están en el desamparo de la organización, es que dentro de poco, estarán también en el olvido de la mayoría de quienes hasta hace no mucho les jaleaban en multitudinarias manifestaciones y les animaban a liberar la patria.

En la llamada declaración de Arnaga ya apuntaban que «Aún están por resolver asuntos importantes, como el de los presos y las personas que se encuentran huídas, y hacen falta esfuerzos duraderos para llegar a una total normalización de la vida cotidiana y política en la región.» Y tan sonora declaración enseguida tuvo eco en las calles de la región:

¡Pura normalización!

Y por si a alguien le había quedado alguna duda de que las cosas a partir de ahora serían diferentes, enseguida recuperan los sprys de antaño para escribir estas cosas en las paredes de un frontón utilizado fundamentalmente por niños y jóvenes:

Por suerte, no todas las personas entienden los discursos, las declaraciones, los acuerdos… justo, justo al revés. No. Hay quien los capta rápidamente y, de esta manera, el Lehendakari Iñigo Urkullu y la presidenta de Navarra Uxue Barkos, además de trabajar en el desarrollo de políticas conjuntas de memoria y convivencia, pidieron al Gobierno español que se adaptara al «nuevo» contexto y propusieron el acercamiento de los presos.

Sobre el acercamiento de presos y presas

Javi Madrazo, Iñigo Urkullu y Joseba Egibar en el acto de Gesto por la Paz por el acercamiento de presos

Resulta difícil entender que a día de hoy, aún haya presos de ETA que estén sufriendo este castigo añadido que es el de cumplir la condena a 800 km de su lugar de, llamémoslo, «residencia habitual» y que haya quien defienda este castigo añadido. Si en algún momento el alejamiento tuvo una explicación, que no justificación, hoy en día carecen de peso esas argumentaciones que trataban de contextualizar los cientos de kilómetros que obligan a hacer a sus familiares y amigos/as.

En 1994, Gesto por la Paz acuñó el término «acercamiento» de presos frente al alejamiento diseñado por instituciones penitenciarias y frente a la batalla contra la dispersión de la izquierda abertzale. Gesto lo defendió en solitario y, durante años, salió a la calle con esta reivindicación.

Aquellos argumentos de 1996 a favor del acercamiento siguen siendo válidos para hoy mismo. Y la excusa de la existencia de ETA, ya no tiene sentido; entonces, ¿a qué estamos esperando?


Una vez más, Gesto tenía razón

22 de febrero

22 jueves Feb 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria, Víctimas

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22 de febrero, Aitor Guenaga, Andoain, Antonio Fraguas, consejero, Día Internacional de la Tolerancia, ETA, etarras, Fernando Buesa, Forges, Fundación Fernando Buesa, Gesto por la Paz, Hablo luego existo, Hitz egiten dut beraz banaiz, homenajes, In Memoriam, intolerancia, izquierda abertzale, Jorge Díez, Joseba Pagazaurtundua, libertad, Radio Euskadi, Sara Buesa, tolerancia, totalitarismo, vicelehendakari, Victoria Camps

Pin de Forges hecho para Gesto por la Paz, 1996

Hoy, 22 de febrero, ha muerto Antonio Fraguas, Forges. Y su muerte, trae a la memoria el pin que hizo para Gesto por la Paz en 1996. Los jóvenes universitarios de esta organización le pidieron uno de sus famosos «bocadillos» con el texto «Hablo, luego existo / Hitz egiten dut, beraz banaiz» para realizar un acto el 16 de noviembre, Día Internacional de la Tolerancia.

1996. Gesto por la Paz

La falta de libertad y de tolerancia que se vivía en Euskal Herria en aquellos años era tremenda y había que seguir estando en la calle para reivindicarlas.

Gracias Forges porque de alguna manera contribuiste a reducir el totalitarismo violento que campaba por las calles de Euskadi.

Este 22 de febrero también tiene un significado especial para mucha gente. Este día del año 2000, ETA asesinó a Fernando Buesa, ex Vicelehendakari, ex Consejero de Educación y un brillante político tan defensor del diálogo y del acuerdo como contrario al uso de la violencia y enemigo de la intolerancia. En el mismo atentado, también fue asesinado su escolta Jorge Díez.

Fundación Fernando Buesa

Como todos los años desde su asesinato, la Fundación Fernando Buesa celebra hoy a las 20’00 h. el acto In Memoriam en Vitoria-Gasteiz. Este año el acto se llamará «Significar. Significado. Significarse» e intervendrán Sara Buesa y Victoria Camps. Sin falta, asistiremos para reconocer la figura de Fernando Buesa, para manifestar nuestra solidaridad con sus allegados y para mantener viva la memoria de lo que no debemos olvidar.

Y difícilmente se podrá olvidar el acto que se celebró el domingo, 18 de febrero en Andoain donde un grupo de personas recibió y homenajeó a dos personas que necesariamente participaron en el asesinato de un vecino de la localidad, Joseba Pagazaurtundua.

Foto de Naiz

Hoy mismo decía Aitor Guenaga en una tertulia de Radio Euskadi que era un claro acto de involución de la izquierda abertzale. ¿Involución? Es posible, pero lo que sí es, es una evidencia de la no-evolución que tiene que hacer la izquierda abertzale. Ese acto fue otra vergüenza moral para esta sociedad.

¡Ningún reconocimiento para quienes asesinaban a quienes no pensaban como ellos porque ellos fueron la máxima representación de la intolerancia!

Vida, memoria y futuro

08 miércoles Nov 2017

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Antonio Moreno, Arantxa Asla, Arantza Asla, banda terrorista, ETA, Fabio Moreno, futuro, Iñigo Lidón, izquierda abertzale, Jordi Lidón, José María Lidón, justicia, Marisa Galarraga, negociación, reconocimiento, víctimas del terrorismo

La vida, implacable, continúa hacia delante. Impúdica e irremediable, tira del carro con fuerza sin mirar atrás, sin contar con quienes se quedaron prematuramente en el borde Lidon familiadel camino. Dentro del carro seguimos casi todos, incluso aquellos que un tiempo atrás se dedicaron a defenestrar con su pólvora y sus pretextos a muchos de nosotros. Dicen que lo importante es el futuro, que dejemos en paz la historia y sus despojos. Pero yo no puedo porque me despojaron del bueno de José Mari y nos dejaron heridos, muy heridos, especialmente a Marisa, Iñigo y Jordi. Nos despojaron de Fabio, una criatura de dos años, y sus padresFM prensa Arantxa y Antonio quedaron absolutamente desolados. Todo eso fue un día como hoy, 7 de noviembre. Recuerdo las declaraciones de esos que hoy día, montados en el mismo carro,  nos conminan a no regodearnos en el pasado, como si nos gustara remover aquel horror: «No permitiremos que se utilice ese dolor para la realización de denuncias hipócritas por parte de quienes tienen la responsabilidad de estar prolongando el sufrimiento de este pueblo». Y a continuación reclamaban  la negociación con ETA. Todo esto sucedió hace unos pocos años. La historia -los hechos y su relato objetivo- nos ayuda a reforzar la memoria, esa experiencia vital que habita en cada persona. Esa memoria nos lleva necesariamente al reconocimiento de la injusticia padecida por todas las víctimas, pero este reconocimiento debe ser otorgado por unanimidad social. Todas y todos sin excepción.

Fabio Moreno
Lidon1

Sin embargo, faltan voces que se alcen en contra de la violencia y terror ejercido por ETA. Mientras no tengan la suficiente valentía de reconocer el error de haber apoyado a la banda terrorista y de haber justificado aquellos crímenes, el futuro ideal seguirá lejos, esperando una revisión y reparación. El futuro sólo nos permitirá acercarnos si tenemos el  pasado razonablemente resuelto. Yo creo que no hay proyecto de país medianamente digerible si a él nos quieren llevar líderes ensangrentados y olvidadizos de su pasado. Hoy, como otros tantos y tantos del calendario, es un día para el recuerdo, el reconocimiento y el abrazo cercano a quienes más sufrieron injustamente. Vaya, pues, un cariñoso abrazo para Marisa y sus ya cuatro hijos, así como para Antonio, Arantxa, Alex y Marco. No os olvidamos

Fabián Laespada

Guerra sucia II

27 martes Jun 2017

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Alonsótegui, asesinatos, Baiona, Bar Aldana, Batallón Vasco Español, Constitución española, desamparo, ETA, GAL, Gesto por la Paz, Guerra sucia, incontrolados, indemnizar, Informe Foronda, Instituto Valentín de Foronda, izquierda abertzale, Josu Muguruza, Juan Carlos García Goena, Ley 29/2011, Ley 32/1999, Luis Aizpiolea, Maixabel Lasa, Mariano Rajoy, Oficina de Víctimas del terrorismo del Gobierno Vasco, Pili Zabala, reacción social, Santiago Brouard, Triple A, Txema Urkijo, Víctimas colaterales, Xabier Galdeano

19950506-Donostia

«Si la democracia mata, la democracia muere – Inork ez du erahiltzerik eskubiderik. Estatuak ere ez» Gesto por la Paz. Donostia, 5 de mayo de 1995

Antes de aprobar la Constitución española de 1978, la extrema derecha, la Triple A y el Batallón Vasco Español (BVE), en relación al ‘caso vasco’ asesinaron a 10 personas. Durante los primeros años de democracia hasta 1989, el BVE, ‘incontrolados’ y el GAL asesinaron a 64 personas. De todas ellas, solo 32 eran militantes de ETA o simpatizantes de la izquierda abertzale.

Juan Carlos García Goena

Juan Carlos García Goena víctima de los GAL

El resto, esto es, las otras 32 personas asesinadas, no tenían absolutamente nada que ver con ese mundo al que, supuestamente, pretendían atemorizar. Estos casos de ‘víctimas colaterales’, o no se sabe bien cómo calificarlas, lo describe bien Luis Azpiolea en el artículo «Las otras víctimas» basado en el informe de la Oficina de Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, que encabezaban Maixabel Lasa y Txema Urkijo.

Si cualquier asesinato es un drama tremendo, el absoluto desamparo en el que quedaban muchas de estas víctimas cuyos casos ni siquiera se investigaban, lo convertía en una tragedia de proporciones absolutamente inasumibles.

Los asesinatos cometidos por estos grupos terroristas provocaron una diferente reacción social según fuera la relación de la víctima con la izquierda abertzale, fundamentalmente, o la proximidad de aquella a su entorno inmediato, como es el caso del Bar Aldana en Alonsótegi. Aquí se puede ver algunas de las diferentes reacciones que causaron estos asesinatos:

  • Atentado en el Bar Aldana de Alonsotegi, 20/01/1980: 19800122-ABC, 19800120-El Correo
  • Atentado en Bilbao, 23/07/1980: 19800726-ABC, 19800726-El Correo Amezola1
  • Asesinato de Santiago Brouard, 20/11/1984: 19841123-El País, 19801123-El Correo Santi Brouard1
  • Asesinato de Xabier Galdeano, 30/05/1985: 19850331-El País
  • Asesinato de Josu Muguruza, 20/11/1989: 19891123-El Correo Josu Muguruza1, 19891122-El País

Tanto las de la izquierda abertzale como las consideradas ‘daños colaterales’ de la guerra sucia fueron las grandes olvidadas de las instituciones hasta que llegó la Ley 32/1999 de Solidaridad con las víctimas del terrorismo que se reconocía a todas las víctimas por igual.

Pili Zabala

Pili Zabala se emociona durante su intervención en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco

Esto fue así, hasta que en 2011 el Gobierno de Rajoy promulgó la Ley 29/2011. En ella se dicen cosas interesantes como que «Los poderes públicos garantizarán en este sentido y en el ámbito de sus competencias que no se produzcan situaciones injustas o de desamparo hacia las víctimas. Concretamente, trabajarán para impedir la impunidad de los crímenes terroristas en cualquiera de sus manifestaciones y velarán para que los terroristas cumplan íntegramente sus penas.» Sin embargo, en el caso de los asesinatos de los GAL, no parece que se está trabajando con ahínco por esclarecer la verdad –Guerra sucia I– y respecto a las víctimas, parece que quedan en un cierto desamparo: «La Justicia rechaza indemnizar a las víctimas de los GAL si han delinquido«.

Compartimos una de las conclusiones del Informe Foronda del Instituto de Historia Social Valentín de Foronda: «La consideración social de las víctimas del terrorismo ha evolucionado de la indiferencia al compromiso público. Ellas, injustamente olvidadas durante largo tiempo, son el testimonio explícito del intento de imponer un proyecto político por la fuerza. Es inapropiado establecer diferencias categóricas entre las víctimas de los diferentes terrorismos, del mismo modo que no debe laminarse moralmente a estas últimas equiparándolas con, como hemos señalado en el anterior punto, las víctimas de su propia violencia cuyo sufrimiento puede ser el mismo, pero cuya significación política es diferente. La reivindicación de las víctimas de todos los terrorismos incluye ciertos casos en las que las mismas fueron víctimas y victimarios a la vez: torturadores del franquismo o militantes de organizaciones terrorista. Pero no se reivindica su pasado, sino la injusticia de su asesinato.»

19960330-Baiona02

Acto de Gesto por la Paz por las víctimas del GAL. Baiona, 30 de marzo de 1996

 

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