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Gogoan-por una memoria digna

~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.

Gogoan-por una memoria digna

Archivos de etiqueta: ETA

¿Para qué?

25 jueves May 2023

Posted by gogoanmemoria in convivencia

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20 de octubre de 2011, asesinato, candidaturas, Carlos García Juliá, democracia, derechos humanos, deslegitimar la violencia, elecciones democráticas, ETA, Falange, fascismo, Isabel Urkijo Azkarate, izquierda abertzale, Lourdes Oñederra Olaizola, lucha armada, matanza de Atocha, terrorismo, violencia

Somos plenamente conscientes de que nuestra democracia, como prácticamente todas las democracias del mundo, es imperfecta y de que quienes disfrutamos de sus virtudes tenemos la obligación de ser exigentes con ella, de no relajarnos con el “bienestar” que puede llegar a producirnos el creer que somos dueños de nuestro destino. Como no es así, consideramos absolutamente necesario mantener  el nivel de exigencia referido. Abandonarla sería precisamente renunciar a la democracia.

Años y años, pedimos a la izquierda abertzale y a ETA que abandonaran la violencia, el terrorismo, y que defendieran sus posiciones políticas a través de los cauces que ofrecía la democracia. Sí, la imperfecta, pero indudablemente más cercana a la perfección que el tratar de imponer un proyecto político a través del asesinato. Esto es una práctica que solo se puede identificar con modelos totalitarios, con el puro fascismo. Después de tantos años, ETA abandonó la “lucha armada”. Es posible que muchas personas que estén leyendo este artículo, penséis que no es el momento de valorar los motivos por los que lo hicieron, pero precisamente son estos motivos los que condicionan la actitud que está manteniendo la izquierda abertzale desde el 20 de octubre de 2011. No renunciaron a la violencia por convencimiento. Realmente fue una derrota. No les quedó más remedio que aceptar que sólo tenían la opción de abandonar la violencia o desaparecer del mapa. Francamente, una pena.

No renunciaron a la violencia por convencimiento

Y con ese sentimiento de derrota están haciendo su apuesta democrática. Entendemos que sea insufrible. Es difícil obviar con un simple comunicado de dos minutos de lectura: 50 años de asesinar, amenazar, extorsionar, secuestrar, destruir la convivencia en Euskal Herria –¿quién puede asumir eso como si nada?– y, también, de soportar torturas, atropellos y abusos. Hay mucho dolor detrás: sobre todo, el generado, sin lugar a dudas, pero también el soportado y ¿para qué?

Hay mucho dolor detrás: sobre todo, el generado, sin lugar a dudas, pero también el soportado y ¿para qué?

Esta es la pregunta que no quiere plantearse nadie en la izquierda abertzale: todo esto ¿para qué? Para los asesinos, para sus familias, para los torturados, para quienes perdieron su vida tratando de asesinar, para quienes han dejado 30 años entre barrotes… la respuesta es horrorosa, así que mejor obviar la pregunta y tirar para adelante como si no hubiera pasado nada: “todos hemos sufrido y hay que mirar hacia el futuro”; pero no es tan sencillo. Es inevitable, imprescindible revisar lo que hicimos, cuestionarlo, criticarlo –y no nos referimos solo al mundo de ETA– para iniciar un nuevo camino.

Es inevitable, imprescindible revisar lo que hicimos, cuestionarlo, criticarlo –y no nos referimos solo al mundo de ETA– para iniciar un nuevo camino

Sin embargo, la izquierda abertzale no está en esa onda. Quiere pasar página rápidamente y conquistar un goloso espacio político que quizás soñó, pero nunca consiguió, cuando utilizaba la violencia como herramienta de “hacer política”. Hoy, mayo de 2023, como en todas las elecciones anteriores, vuelve a incluir a exmiembros de ETA en las candidaturas. ¿No tienen más candidatos? Sin duda alguna, sí, pero descartan hacer autocrítica de lo que fueron esos casi 50 años de terrorismo. No les importan las críticas que están recibiendo. No les importa que su actitud, que podría calificarse como chulesca, beneficie a sus adversarios políticos. No les importa cargar con la responsabilidad de quienes asesinaron porque, en realidad, no han comenzado a andar –ni parece que lo tengan pensado– un camino que les lleve a renunciar a aquella violencia que los convirtió en lo peor de nuestra sociedad. En ocasiones, los han comparado con violadores y asesinos de mujeres: ¿qué parecería que otro partido presentara al asesino de una mujer, de su pareja? No les importa. Incluso, su actitud es idéntica a la que mantiene la Falange al presentar a Carlos García Juliá, autor de la matanza de Atocha, como cabeza de lista en Bilbao. No les importa. Se deben a quienes aún los consideran sus “héroes” y los siguen honrando.

no han comenzado a andar –ni parece que lo tengan pensado– un camino que les lleve a renunciar a aquella violencia que los convirtió en lo peor de nuestra sociedad

Han anunciado que los candidatos que directamente asesinaron van a renunciar a sus cargos en caso de que hubieran sido elegidos. ¿Pura estrategia? ¿Convicción? ¿Efectos de la presión social? Solo ellos lo saben. Lo que ya ha quedado claro es la nula voluntad de mirar hacia atrás con ojos críticos.

Hay un voto nacionalista de izquierda que actualmente está absorbiendo la izquierda abertzale. Sin embargo, ese voto no tendría que obviar esta vinculación que una y otra vez hacen con la violencia de ETA. De la misma manera, los partidos que les acompañan deberían ser más exigentes y críticos con estas estrategias legitimadoras de la violencia pasada.

los partidos que les acompañan deberían ser más exigentes y críticos con estas estrategias legitimadoras de la violencia pasada

Queda mucho camino por delante y mucho trabajo para continuar deslegitimando lo que nunca tuvo el menor atisbo de legitimidad: el uso de la violencia como herramienta política.

 

Isabel Urkijo Azkarate y Lourdes Oñederra Olaizola, miembros de ‘Gogoan, por una memoria digna’

 

Este artículo fue publicado en Noticias de Navarra y en Noticias de Gipuzkoa el 18 de mayo de 2023

«La asunción de mi responsabilidad» por Luis Carrasco

19 viernes May 2023

Posted by gogoanmemoria in Justifica restaurativa

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arrepentimiento, ciudadanía, culpa, daño injusto e irreparable, derecho a la vida, diálogo, ETA, fanatismo, Juan Mari Jauregui, justicia restaurativa, libertad, Luis Carrasco, Maixabel Lasa, mediación, odio, Olvido, perdón, sociedad, Universidad Francisco de Vitoria, Víctimas, verdad

Buenas tardes. Soy Luis Carrasco y fui miembro de la organización terrorista ETA.

Voy a leer lo que quiero decir con motivo de esta ocasión porque pienso que de esta manera seré capaz de plasmar con algo más de acierto y coherencia, todo lo que quiero comunicar en este momento a través de mis palabras.

Para empezar, y aunque sin duda no descubriré nada nuevo, me gustaría hacer brevemente algunas consideraciones relacionadas con la justicia restaurativa como herramienta de mediación, como espacio de justicia y de ventana a la verdad.

Quisiera señalarlas y significarlas para poner de relieve su alcance y su fuerza, y para destacar su potencial para facilitar el diálogo y por supuesto como eficaz herramienta de comunicación interpersonal, como instrumento sanador y pacificador. Valorar por ello sus bondades, sus propósitos y su finalidad.

Desde una perspectiva social, creo que este potencial para facilitar la comunicación, tiene además una importante proyección y papel resolutivo cuando va dirigido hacia las sociedades que han resultado gravemente dañadas como consecuencia de algún conflicto o violencia en cualquiera de sus posibles formas. Por ejemplo, cuando han sido objeto de ataques de índole terrorista como en el caso que nos ocupa y puedan idénticamente también, haber padecido enfrentamientos de carácter social y en consecuencia hayan visto quebrantadas, cuando no corrompidas sus más fundamentales normas de convivencia.

sociedades que se muestran en apariencia ajenas, de espaldas o instaladas en la indiferencia o en la desmemoria y que parecen haber dejado bajo un espeso manto de olvido las amenazas, las persecuciones, los asesinatos y un largo etcétera de sufrimientos padecidos por sus convecinos

Estas, así mismo, por distintas causas y de distinta complejidad suelen ser con frecuencia sociedades que se muestran en apariencia ajenas, de espaldas o instaladas en la indiferencia o en la desmemoria y que parecen haber dejado bajo un espeso manto de olvido las amenazas, las persecuciones, los asesinatos y un largo etcétera de sufrimientos padecidos por sus convecinos, siendo por lo tanto un escenario en el que cabría pensar que quedaría una reparación pendiente, un ámbito de actuación para la justicia restaurativa.

Son sociedades que, en su devenir, arrastran un daño latente, y que subyacen en ellas también a menudo un sinfín de heridas sin curar, lesiones y daños de carácter sociológico, con un prolongado y soterrado recorrido temporal, que atenazan y dificultan el diálogo

Son sociedades igualmente, en las que no resulta difícil advertir que en su devenir arrastran un daño latente, y que subyacen en ellas también a menudo un sinfín de heridas sin curar, lesiones y daños de carácter sociológico, con un prolongado y soterrado recorrido temporal, que atenazan y dificultan el diálogo; pero a los que en todo caso es necesario dirigir la mirada, prestar atención e invertir el esfuerzo de todas aquellas iniciativas que con carácter reparador puedan darle alguna respuesta dirigida a su sanación.

a la luz de la justicia y la verdad puedan contribuir a construir y apuntalar un relato de su pasado atendiendo a unos principios humanistas y éticos

Que libre de prejuicios y sin ambigüedades, a la luz de la justicia y la verdad puedan contribuir a construir y apuntalar un relato de su pasado atendiendo a unos principios humanistas y éticos desde los que esta misma sociedad pueda contemplar su historia y sobre los que pueda permitirse cimentar un futuro desde su propio seno, más sensible y amable hacia sí misma, pero sobre todo mas solidaria y empática hacia aquellas personas que sufrieron de manera directa los embates inmisericordes de quienes, como yo, se valieron de la barbarie y la violencia terrorista para ocasionar un daño injusto e irreparable.

Cuáles fueron las causas por las que termino dando un giro de 180º en mi trayectoria

Con frecuencia me suelen preguntar cuáles fueron las causas por las que termino dando un giro de 180º en mi trayectoria. Cuáles fueron las razones por las que termino desvinculándome de la organización terrorista ETA. Qué lo desencadena y de qué manera se fue fraguando todo ello en mi fuero interno. También me suelen preguntar por qué necesitaba encontrarme con Maixabel, pero lo cierto es que todas estas cuestiones van juntas, van hiladas y conforman un todo.

El encuentro restaurativo en el que participo con Maixabel me brinda la oportunidad de evaluar y asumir el alcance de mi responsabilidad, así como la de valorar la figura que cada cual encarna

El encuentro restaurativo en el que participo con Maixabel me brinda la oportunidad de evaluar y asumir el alcance de mi responsabilidad, así como la de valorar a través de su testimonio y a la luz de esta realidad incontrovertible la figura que cada cual encarna: por un lado, la de la víctima inocente objeto del delito, Juan Mari Jauregui, y todas las demás inocencias heridas, la de los familiares, la de los amigos… y, por otro, la del victimario autor del asesinato, quien quebranta, quien atropella derechos; es decir, la mía propia. Es pues un momento en el que cada cual queda fielmente retratado, ocupando en el relato de lo acontecido, aquel que la verdad reclama, su correspondiente lugar.

El encuentro con Maixabel es también para mí un momento de autoafirmación en relación a mi nuevo rumbo y, por lo tanto, también de alguna manera lo sella. Me permite caminar sobre estas certezas y consolidarlas.

había generado un dolor atroz y que en el transcurso de mi trayectoria criminal había sido responsable de injusticias de muy distinto orden

Al principio he de decir, que fundamentalmente se trataba de la necesidad de reconciliarme y de sentirme en paz conmigo mismo, de darme la oportunidad de vivir en coherencia con todos aquellos sentimientos que en aquellos momentos necesitaba canalizar, que iban abriéndose camino y cobrando forma en mi conciencia, porque cada día estaba más convencido y este era un sentimiento, una percepción que iba creciendo y adquiriendo cada vez más peso, de que había generado un dolor atroz y que en el transcurso de mi trayectoria criminal había sido responsable de injusticias de muy distinto orden. Pero que, en todo caso y en cualquiera de sus distintas variables, habían llegado muy lejos, porque fueron injusticias que generaron incontables daños y una multiplicidad de horribles heridas y desgarros que marcaron muchas vidas para siempre.

había destruido y lesionado no solo aquellas vidas, sino que también me había llevado por delante todas las relaciones humanas, todos los afectos que convergían en torno a aquellas

A la par, sentía que había destruido y lesionado no solo aquellas vidas, sino que también me había llevado por delante todas las relaciones humanas, todos los afectos que convergían en torno a aquellas, con el incalculable valor que a todo ello le era propio y que estas en sí mismas encerraban, y que lamentablemente lo había hecho de manera irreversible e irrecuperable.

el derecho a la vida es por definición el más esencial de los derechos, afín e inherente a la naturaleza de los seres humanos

Fueron injusticias que afectaron primero y en concreto a las personas a las que asesiné o que resultaron heridas en los atentados, por lo que se constituiría por así decirlo, en el peor y más injusto de los ataques, ya que el derecho a la vida es por definición el más esencial de los derechos, afín e inherente a la naturaleza de los seres humanos.

había atentado contra el derecho de las personas a vivir su ciudadanía en libertad

Y, en segundo lugar, pero también muy grave, que había atentado contra el derecho de las personas a vivir su ciudadanía en libertad, privando a muchas de ellas de este derecho entendido en su integridad, tan básico y tan fundamental en democracia, ya que también participé de la persecución, la coacción y la amenaza ejercida sobre el conjunto de todas ellas.

comencé a abrirme honestamente a la asunción de las responsabilidades … a fijarme en todo aquel tremendo sufrimiento que hasta entonces había permanecido velado por el odio y por un fanatismo revestido de gloria

Desde aquí y quizás como matriz o punto de partida, comencé a abrirme honestamente a la asunción de las responsabilidades que tal reflexión conllevaba, a contemplar desde aquella nueva mirada las heridas y el dolor de los otros, el de las víctimas, a fijarme en todo aquel tremendo sufrimiento que hasta entonces había permanecido velado por el odio y por un fanatismo revestido de gloria. Dejé sitio también a la culpa y al arrepentimiento, que no eran ni nada más, ni nada menos, que la íntima, sincera y profunda reflexión que me condujo al convencimiento de que lo que hice estuvo mal y de que fue a todas luces nefasto e injusto.

lo que hice estuvo mal y fue a todas luces nefasto e injusto

Me abracé también a la esperanza y la compasión en relación a todo ese dolor, que a partir de ese momento y de alguna manera también hice mío. Me propuse hallar en mí algún resto, algún vestigio de la persona que algún día fui, traté de encontrar y descubrir en mí, resortes que me sirvieran para delimitar desde aquellos momentos un antes y un después. Me atreví a pensar que podía dejar atrás el alineamiento a la doctrina sectaria que hasta entonces había asumido ciegamente como propia y por la que me había dejado asimilar hasta convertirme en aquella oscura y desdibujada versión de mí, en una sombra de lo que pude haber sido.

comenzar a desmontar todo mi argumentarío de subterfugios, falsas coartadas y pretextos de los que me había servido hasta aquellos momentos

Me propuse mirar a la verdad de frente. Y comenzar a desmontar todo mi argumentarío de subterfugios, falsas coartadas y pretextos de los que me había servido hasta aquellos momentos para poder sortear la asunción de mi intransferible responsabilidad personal y sus letales consecuencias. Dejar de lado aquellas burdas fábulas en las que me había escudado para no reconocerme como transgresor de derechos fundamentales, como perpetrador de injusticias y asesinatos. Me propuse cuestionarme todo el andamiaje ideológico que había levantado y que había sostenido durante largos años mis más fanáticos ideales. Decidí, por fin, enfrentar la crudeza de las consecuencias que de aquella trayectoria se derivaban.

Consecuentemente, se trataba de desandar el largo camino del odio que hube transitado hasta entonces, pues necesitaba escapar y dejar atrás la lógica de la violencia en la que había permanecido sumergido durante una larguísima parte de mi vida, y en la que huelga decir que ya desde un principio yo mismo fui quedando atrapado.

Estas fueron fundamentalmente las reflexiones que estaban tras esta profunda catarsis personal en la que entonces me debatía, tras este rotundo cambio en mi manera de pensar, de observarme y de mirar la realidad que hasta aquí me trajo; introspecciones que fueron fraguándose durante años y que la propiciaron, y en las que anidaban también las esperanzas de un volver a resurgir desde las cenizas, de un volver a reconstruir alguna certidumbre desde los deshechos de una vida a la que tiempo atrás yo mismo di fuego. De alumbrar alguna esperanza, desde aquel sumidero de sueños y desde aquella montaña de escombros en la que me hallaba y en la que finalmente sentía que se había convertido mi existencia.

entregados fanáticamente y con obstinación al absurdo de pensar que las vidas y los derechos de los otros tienen una categoría distinta, inferior y devaluada en relación a la de los nuestros olvidándose de que el valor de una vida no es cuantificable y que solo cabe decir que es intrínsecamente enorme y único

Todo ello me enfrentaba a los que hasta entonces habían sido mis compañeros: un entorno cercano y tóxico, que estaba por entonces lejos de simpatizar con estos postulados, con esta visión crítica y de condena de nuestro recorrido en común; personas que, al igual que yo hasta aquel momento, seguían asumiendo su papel de manera sectaria sin cuestionárselo, pero que, a diferencia de mí lo seguirían haciendo durante largo tiempo y quién sabe hasta cuándo. Que continuarían sine die dejándose arrastrar por las negruras ideológicas de su propia mentalidad, ante la indiferencia y abandono, por extraño que pueda parecer, incluso de sí mismos, entregados fanáticamente y con obstinación al absurdo de pensar que las vidas y los derechos de los otros tienen una categoría distinta, inferior y devaluada en relación a la de los nuestros, olvidándose de que el valor de una vida no es cuantificable y que solo cabe decir que es intrínsecamente enorme y único.

Necesitaba pedir perdón a Maixabel

Hay algo que sí que me gustaría también subrayar y recalcar en estas últimas palabras, pues me parecen también especialmente significativas, acerca de la razón por la que necesitaba pedir perdón a Maixabel. En primer lugar, porque participé en el asesinato de Juan Mari Jáuregui, la que fue su pareja, y en segundo lugar porque entendía que era de gran importancia pedir perdón, porque pensaba que en este gesto de desagravio como tal había una asunción explícita de mi responsabilidad sobre las causas de su sufrimiento, así como por el padecido por toda su familia. Un reconocimiento como causante del mismo, y un gesto también de carácter empático hacia todos ellos.

era de gran importancia pedir perdón, porque pensaba que en este gesto de desagravio como tal había una asunción explícita de mi responsabilidad sobre las causas de su sufrimiento

Luis Carrasco exmiembro de ETA. Participó, entre  otros, en el asesinato  de Juan Mari Jauregui


Intervención en las jornadas  sobre Justicia Restaurativa organizada por la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid) el 15 de marzo de 2023

Hasta siempre, Laura

09 lunes Ene 2023

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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Ana Rosa Gómez Moral, Bake Hitzak-Palabras de Paz, BVE, Día Internacional de Solidaridad con las Víctimas de la tortura, ETA, Francisco Tomás y Valiente, GAL, Gesto por la Paz, José Amedo, Juan Carlos García Goena, justicia, Laura Martín, Melchor Miralles, Memoria, Parlamento Vasco, solidaridad, terrorismo, Tribunal Supremo, Unidas Podemos, víctimas de la tortura, víctimas del GAL, víctimas del terrorismo, verdad

Ha empezado 2023 y quería comenzarlo recordando a una de las pérdidas más tristes del pasado año. Sí, tenía especial interés en que el primer post de 2023 fuera en memoria de una amiga, compañera por la paz y víctima del terrorismo, Laura Martín.

Confieso que la noticia de la muerte de Laura Martín el pasado 15 de octubre, me llenó de tristeza, de mucha tristeza. No me esperaba su muerte. Hacía tiempo que no había coincidido con ella y la comunicación entre nosotras no era regular, pero… ambas sabíamos lo que habíamos compartido.

Le conocí hace casi 30 años, en el otoño de 1993 concretamente, cuando Ana Rosa Gómez Moral y yo nos fuimos a entrevistarle a Hendaya para la revista de Gesto por la Paz, Bake Hitzak-Palabras de Paz. En aquel tiempo, poco se sabía de su vida y de la tristeza que arrastraba desde que unos desalmados decidieron asesinar a Juan Carlos García Goena, su pareja y padre de sus hijas. ¿Por qué?

De aquella entrevista, Ana escribió unas cartas imaginarias que se publicaron en el número 7 de Bake Hitzak-Palabras de Paz que me gustaría recordar aquí.

Carta imaginaria de Juan Carlos a un amigo de Tolosa

Carta imaginaria de Laura al mismo amigo de Tolosa

Siempre les he contado la verdad aunque a veces es muy difícil explicar a una criatura lo que ningún adulto sería capaz de comprender

Después de aquella entrevista, compartí con Laura Martin otros momentos, algunos de ellos bastante especiales. Recuerdo un día que me llamó y me pidió que le acompañara a una entrevista que iba a tener con José Amedo en un hotel de Bilbao. Aquel encuentro lo había organizado Melchor Miralles y Laura estaba muy nerviosa. Necesitaba un apoyo y me llamó. ¿Cómo no iba a estar nerviosa si se iba a enfrentar a una de las pocas personas que, de haber tenido un poco de piedad y humanidad, le habría explicado lo que Laura llevaba esperando cada día de su vida desde el 24 de julio de 1987: conocer la verdad, saber qué ocurrió, por qué, quiénes…? Nada: Amedo se llevó una vez más la verdad para su casa.

Solo concibo el arrepentimiento si hay un sincero acercamiento al desastre que has originado, al dolor que has generado. Sin embargo, Amedo no tuvo un ápice de compasión con Laura.

Tiempo más tarde, el 30 de marzo de 1996, Laura se sumó al acto de solidaridad hacia las víctimas del GAL que organizó Gesto por la Paz en Bayona. Recuerdo perfectamente que la pancarta solo decía JUSTICIA. Era lo que pedíamos: JUSTICIA para las víctimas del GAL.

Fue indignante cómo nos recibió un grupo de simpatizantes de ETA. Los insultos, los huevazos, el acoso, la carga de violencia en sus gritos, en sus actitudes, etc. ya eran métodos conocidos que practicaban semanalmente contra la gente de Gesto por la Paz que pedíamos la libertad de las personas secuestradas, pero aquella falta de respeto tan enorme que mostraron hacia las víctimas del GAL para las que pedíamos Justicia, y más concretamente, hacia Laura Martín, fue insufrible.

Laura no quiso dejar el nombre de Juan Carlos ni la flor que le correspondía por temor a que, luego, fuera pisoteada por los amigos de ETA.

La siguiente vez que coincidimos fue en 1997, en el acto en el que Gesto por la Paz organizó una protesta ante el Tribunal Supremo en Madrid: pedíamos que se desclasificaran «los papeles del CESID» con objeto de poder conocer la Verdad y que se hiciera Justicia sobre determinados asesinatos, entre otros, el de Juan Carlos.

Por circunstancias de la vida, en aquel acto coincidieron el hijo de un hombre recientemente asesinado por ETA, Tomás y Valiente, y Laura Martín. No sé lo que se dijeron, pero doy fe de que pasaron un largo rato compartiendo todo aquello que les unía: ser víctimas de una injusticia enorme.

La última vez que vi a Laura fue en el Parlamento vasco en 2019, cuando se debatía la propuesta de Unidas Podemos sobre el Día Internacional de Solidaridad con las Víctimas de la Tortura.

Noticias de Gipuzkoa, 2019

Hacía muchos años que no le veía, pero estaba igual. Seguía luciendo aquella sonrisa triste con la que siempre la vi.

Efectivamente, Laura siempre arrastró un punto de tristeza. Tantos años reclamando en todas las ventanillas, de todas las maneras, por todos los medios… la VERDAD y JUSTICIA y recibir tan poco, tiene que ser absolutamente desesperante. Ahí demostró Laura su gran fortaleza. Nunca se rindió. Siempre peleó y peleó por conocer la verdad y que se hiciera justicia por aquel asesinato de 1987 que le partió la vida de una manera absolutamente cruel.

Luchó por conocer la verdad del GAL, luchó contra un Estado traidor a sí mismo que encubrió -cuando no organizó directamente- determinado terrorismo, luchó contra la hipocresía de quienes se solidarizaban con las víctimas del terrorismo, pero solo del terrorismo de ETA, tratándola a ella como si fuera casi una cómplice del terror, y luchó contra quienes utilizaban el terrorismo para tratar de conseguir unos fines políticos. Para todas las víctimas, fueran de ETA, del GAL, del BVE o del propio Estado, Laura tuvo no solo comprensión y sincera solidaridad, sino que no tuvo ningún reparo en movilizarse contra lo que no tenía cabida: la falta de respeto a la vida de cualquier ser humano.

Ver pasar el 2022 sin recordar a Laura y lo que ella nos enseñó a todxs no sería justo. Por eso quiero dejar aquí estas palabras y el firme compromiso de que no abandonaremos el trabajo por la MEMORIA, por la VERDAD y por la JUSTICIA.


Mila esker Laura!
Isabel Urkijo Azkarate

 

 

ETAko preso batzuen hirugarren graduari buruzko iruzurra

30 viernes Dic 2022

Posted by gogoanmemoria in presos

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7/2003 Legea, Antton Lopez Kubati, Auzitegi Nazionala, AVT, biktimak, EPPK, ETA, ETAko presoak, Etxera bidea gertu, hirugarren gradu, Joseba Azkarraga, manifestazioa, Yoyes

Datorren urtarrilaren 7an Sarek, ETAko presoen aldeko taldeak, “Etxera bidea gertu” lelopean egingo duen manifestazioaren inguruko gogoetak

Gaur egun Espainian ETAko 170 preso geratzen dira gutxi gorabehera (EPPKko 160, ATAko 5, Langraitz bideko 2 eta inolako lotura gabeko beste batzuk); Frantzian, berriz, 13 (EPPKko 12 eta ATAko 1). 2011n, ETAk bere amaiera onartu zuenean, ETAko 700 preso zeuden [AVT -Asociación de Víctimas del Terrorismo– eta Etxeraten datuak].

Justifikaziorik gabeko urruntze-politika amaituta, ETAko presoen inguruko eztabaida hirugarren gradura iristearen inguruan ardaztu da gaur egun. Gradu horrek, ohiko erregimenean, egunero kalera irteteko –gaua kartzelan igaroz– edo erdi-askatasuneko erregimen ezberdinetarako aukera ematen du.

Horretaz gain, ETAko presoen aldeko kolektiboek bi lege-erreforma eskatzen dituzte; bata Frantzian betetako espetxealdiaren atzeraeraginezko zenbaketari buruzkoa (ETAko 50 presori eragingo liekena) eta, bestea, zigorrak osorik betetzeko 7/2003 Legeari buruzkoa, askatasun-gabetzearen gehieneko muga efektiboa 40 urtera arte igo zuena. Hala ere, une honetan lehentasuna hirugarren graduak lortzean dute finkatuta.

2018-2021 aldian, Barne Ministerioak 28 hirugarren gradu aitortu zizkien ETAko presoei eta Eusko Jaurlaritzak 2022an, espetxeen eskumena gauzatzen hasi zenetik, 33 hirugarren gradu eman dizkio kolektibo horri

2018-2021 aldian, Barne Ministerioak 28 hirugarren gradu aitortu zizkien ETAko presoei. Era berean, Eusko Jaurlaritzak 2022an, espetxeen eskumena gauzatzen hasi zenetik, 33 hirugarren gradu eman dizkio kolektibo horri (14 irmoak, 6 judizialki baliogabetuak eta 13 errekurtso-ebazpenaren zain) [AVTren datuak].

Fiskaltzak inpugnatzen badu, hirugarren graduko sailkapena berrikuspen judizialera ezarrita dago, arrazoi humanitarioetan oinarritua izan (gaixotasun sendaezina), zein presoaren birgizarteratzeranzko bilakaera egokian oinarritua izan. Adierazitako datuek hirugarren graduko sailkapena ETAko preso kopuru aski handi batek lortu dutela erakusten dute, bai Ministerioaren esku zegoenean, bai Eusko Jaurlaritzaren esku dagoenetik. Batzuek espetxe-tratamendu hori lortu dute, beste batzuek, aldiz, ez. Hala ere, zalantzarik gabe, balorazio desberdinak daude Tratamendu-batzordeen artean, eta Auzitegi Nazionaleko fiskalen eta epaileen artean.

hirugarren graduko sailkapena ETAko preso kopuru aski handi batek lortu dute

Gogoratu behar dugu terrorismo delituetan, espetxe legeak (LOGPen 72. artikulua) hirugarren graduaz eta baldintzapeko askatasunaz gozatzeko, presoak helburu eta bitarteko terroristak alde batera utzi dituela argi eta garbi adierazteaz gain, agintariekin modu aktiboan lankidetzan jardutea eskatzen duela. Aipatutakoa, biolentziaren uztea eta delitu jardueren gaitzespena jasotzen duen berariazko adierazpen baten bitartez egiazta dezake, bere delituen biktimei barkamena eskatzearekin batera, bai eta txosten teknikoen bidez egiaztatuta presoa ez dagoela lotuta erakunde terroristarekin ez eta haren inguruko elkarte edo kolektibo ilegalen inguru eta jarduerekin, eta egiaztaturik agintariekiko lankidetza .

espetxe legeak hirugarren graduaz eta baldintzapeko askatasunaz gozatzeko, presoak helburu eta bitarteko terroristak alde batera utzi dituela argi eta garbi adierazteaz gain, agintariekin modu aktiboan lankidetzan jardutea eskatzen duela

Eztabaida honetan iruzur lotsagabez betetako jarrerak daudela esan genezake, azaleratu beharrekoak. Hamarkada luzez burdin eskuz eta kanporaketa bitartez ezker abertzaleak presoei gradu aurrerapenetarako betoa ezarri ondoren (espetxeratzeak beharrik gabe luzatuz), 2017an EPPK-k estrategia aldatu zuen, baina muga onartezin bat ezarriz.

 

Izan ere, Antton Lopez «Kubati» Sortuko presoen gaiko arduradun eta Yoyes hil zuenak, eta Joseba Azkarraga Sareko bozeramaileak honako hau adierazi zuten: «preso bakoitzak bere bidea egingo du bere egoeran aurrera egin eta hobetzeko, beti ere damurik edo-eta salaketarik ez dagoen bitartean».

preso bakoitzak bere bidea egingo du bere egoeran aurrera egin eta hobetzeko, beti ere damurik edo-eta salaketarik ez dagoen bitartean

Horregatik, gai hauetaz arduratzen diren ezker abertzaleko erakundeei orain ETAko preso guztiak “birgizarteratze errestauratiboa” onartzen ari direla entzutea, kontuan hartuta bozeramaileek publikoki inposatu dutela egindako bidegabekeriaren aitortza marra gorri gaindiezin bezela ETAko presoentzat eta Langraitz bideko preso disidenteak mespretxatu dituztela hori egiteagatik, kontraesanduna eta engainagarria da, gauza bat eta kontrakoa baieztatzen baitute. “Barkamen” edo “damu” hitzek, konnotazioei buruzko zalantzez haratago, ez egin izana nahi izatea esan nahi dute; egindakoaren bidegabekeria aitortzea esan nahi dute, eragindako kaltearen balorazio etikoa, alegia kaltea eragin izanaren aitorpen hutsetik askoz haratago doan zerbait. Eragindako kaltea bidegabea eta justifikaziorik gabea izan zela esateak bai izan dezake eragin sendagarria biktima zein gizarte osoarentzat.

bozeramaileek publikoki inposatu dutela egindako bidegabekeriaren aitortza marra gorri gaindiezin bezela ETAko presoentzat

ETAko hainbat presoren birgizarteratze prozesuei buruzko iruzur hau Sortuk kontakizun eta memoriaren inguruan duen funtsezko jarreraren logikan kokatzen da, hiru estrategiatan hedatuz:

  1. ETAko presoek eta haiei euskarri soziopolitikoa eman zieten eta ematen dietenek biolentziaren injustizia eta hamarkada luzeetan bultzatu zuten “bietan jarrai” estrategiaren okerra aitortuz edozein keinu publiko egin dezaten saihestea.
  2. «Kontakizun guztiak baliozkoak dira» delakoarekin laino etiko erlatibista bat zabaltzea, terrorismoaren deslegitimazioa dakarren zoru etiko demokratikoa neutralizatu nahian merkantzia matxuratu horren bidez.
  3. Eta, bitartean, bere kontakizun epiko-martirologikoa hainbat proiektu memorialistiko sektariorekin erreproduzitzea, espazio publikoa delitu oso larriengatik zigortutako presoen argazkiz eta horma-irudiz josiz, Euskal Herriko ehunka lekutan ikus dezakegun bezala.

aldi berean, ETAko preso guztiak eragindako bidegabekeria aitortuz birgizarteratze errestauratiboan pausoak ematen ari direla saldu nahi izatea, adimenaren aurkako iraina da, zintzotasun eskasa erakusten duena

ETAren eta ezker abertzalearen kontakizuna defendatzea jarrera politiko historikoa da, etikoki izugarria, oinarrizko askatasunek babestua hala ere. Baina, aldi berean, ETAko preso guztiak eragindako bidegabekeria aitortuz birgizarteratze errestauratiboan pausoak ematen ari direla saldu nahi izatea, adimenaren aurkako iraina da, zintzotasun eskasa erakusten duena. Batzuek bai (utz iezaiezue beren bide etikoa egiten eta adierazpen askatasuna eman), baina beste askok, Sorturi lotutako ezker abertzaleak barne, oraingoz, ez. Eta batzuk oraindik beren indarkeria justifikatzen duten kontakizunak zuzentzeko ez daudenez, baztertu dezatela gutxienez tranpa eta amarru biktimistaren erabilera.

Gogoan, por una memoria digna

La impostura sobre el tercer grado de algunos presos de ETA

30 viernes Dic 2022

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Reflexiones ante la manifestación de Sare, colectivo de apoyo a los presos de ETA, el próximo 7 de enero bajo el lema “Cerca el camino a casa”

Hoy quedan aproximadamente 170 presos de ETA en España (160 EPPK, 5 ATA, 2 Vía Nanclares y algunos no vinculados) y 13 en Francia (12 del EPPK y 1 ATA). Cuando ETA asumió su final, en 2011, había 700 presos de ETA [Datos de AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) y Etxerat].

Terminada ya la injustificada política de alejamiento, el debate penitenciario sobre los presos de ETA se está centrando ahora en el acceso al tercer grado, una clasificación que permite, en su régimen normal, salir diariamente a la calle, pernoctando en la cárcel, o regímenes de algo más o algo menos de semilibertad.

Además, desde los colectivos de apoyo a los presos de ETA se piden dos reformas legales, una relativa al cómputo retroactivo del tiempo de prisión cumplido en Francia (que afectaría a 50 presos de ETA) y, otra, sobre la Ley 7/2003 para el cumplimiento íntegro de penas, que elevó hasta 40 años el límite máximo efectivo en privación de libertad. Pero ahora mismo su prioridad está fijada en la concesión de los terceros grados.

En el período 2018-2021 el Ministerio de Interior reconoció 28 terceros grados a presos de ETA. Asimismo el Gobierno Vasco en 2022, desde que empezó a ejercer la competencia de prisiones, ha concedido 33 terceros grados a este colectivo (14 firmes, 6 revocados judicialmente y 13 pendientes de resolución de recurso) [Datos AVT].

En el período 2018-2021 el Ministerio de Interior reconoció 28 terceros grados a presos de ETA y el Gobierno Vasco en 2022, cuando empezó a ejercer la competencia de prisiones, ha concedido 33 terceros grados a este colectivo

La clasificación en tercer grado está sometida a revisión judicial, si la impugna la fiscalía, tanto cuando se ha basado en razones humanitarias (enfermedad incurable), como cuando se fundamenta en la evolución favorable del preso hacia la reinserción. Los datos apuntados reflejan que no pocos presos de ETA han conseguido la clasificación en tercer grado, tanto cuando éstos dependían del Ministerio, como cuando lo hacen del Gobierno Vasco. Nos encontramos con que algunos sí han alcanzado este tratamiento penitenciario y, en cambio, otros no. Aunque sin duda hay valoraciones distintas entre las Juntas de tratamiento, y entre fiscales y jueces de la Audiencia Nacional.

no pocos presos de ETA han conseguido la clasificación en tercer grado

Hay que recordar que en delitos de terrorismo, la ley penitenciaria (artículo 72 LOGP) exige que para el acceso al tercer grado y a la libertad condicional las personas presas muestren signos inequívocos de haber abandonado los fines y los medios terroristas, y además hayan colaborado activamente con las autoridades, lo que podrá acreditarse mediante una declaración expresa de repudio de sus actividades delictivas y de abandono de la violencia y una petición expresa de perdón a las víctimas de su delito, así como por los informes técnicos que acrediten que el preso está realmente desvinculado de la organización terrorista y del entorno y actividades de asociaciones y colectivos ilegales que la rodean y su colaboración con las autoridades.

la ley penitenciaria exige que para el acceso al tercer grado y a la libertad condicional las personas presas muestren signos inequívocos de haber abandonado los fines y los medios terroristas, y además hayan colaborado activamente con las autoridades y una petición expresa de perdón a las víctimas de su delito, así como por los informes técnicos que acrediten que el preso está realmente desvinculado de la organización terrorista y del entorno

Pero en este debate nos parece que hay posiciones llenas de impostura desvergonzada, que hay que poner sobre la mesa. Después de décadas en las que la izquierda abertzale vetó a los presos, con mano de hierro y expulsiones, la petición de progresiones de grado (alargando innecesariamente los encarcelamientos), en 2017 el EPPK cambió de estrategia, pero imponiendo un límite inaceptable.

Y es que Antton Lopez «Kubati», responsable de presos de Sortu y quién mató a Yoyes, y Joseba Azkarraga, portavoz de Sare, manifestaron: «cada preso debe actuar de manera individual en la búsqueda de avanzar y mejorar su propia situación con las líneas infranqueables de no arrepentimiento y no delación»

la izquierda abertzale vetó a los presos, con mano de hierro y expulsiones, la petición de progresiones de grado, alargando innecesariamente los encarcelamientos

sus portavoces han impuesto públicamente que el reconocimiento de la injusticia cometida es una línea roja infranqueable para los presos de ETA

Por eso, tener que escuchar ahora a las organizaciones de la izquierda abertzale encargadas de estos temas, que todos los presos de ETA están asumiendo la “reinserción restaurativa”, cuando sus portavoces han impuesto públicamente que el reconocimiento de la injusticia cometida es una línea roja infranqueable para los presos de ETA, y han despreciado a los presos disidentes de la vía Nanclares por hacerlo, resulta contradictorio y engañoso, al afirmar una cosa y la contraria. Más allá de las dudas sobre sus connotaciones, las palabras “perdón” o “arrepentimiento”, significan desear no haberlo hecho; significan reconocer la injusticia de lo hecho, una valoración ética del daño causado, lo cual es diferente del mero reconocimiento de haber causado un daño. Decir que el daño causado fue injusto e injustificado es algo que sí puede tener efecto reparador para las víctimas y para el conjunto de la sociedad.

las palabras “perdón” o “arrepentimiento”, significan desear no haberlo hecho; significan reconocer la injusticia de lo hecho, una valoración ética del daño causado, lo cual es diferente del mero reconocimiento de haber causado un daño.

Esta impostura sobre los procesos de reinserción de ciertos presos de ETA se enmarca en la posición de fondo de Sortu en cuanto al relato y la memoria, desplegada mediante tres estrategias:

  1. Evitar a toda costa que los presos de ETA y quienes les dieron y les dan soporte sociopolítico hagan público cualquier gesto de reconocimiento de la injusticia de la violencia y del «bietan jarrai» que promovieron durante décadas.
  2. Extender una viscosa niebla ética relativista con el «todos los relatos son válidos», una mercancía averiada que pretende neutralizar el suelo ético democrático deslegitimador del terrorismo.
  3. Y mientras tanto, reproducir su relato épico-martirológico con distintos proyectos memorialísticos sectarios, y hegemonizando el espacio público con fotos y murales de presos condenados por gravísimos delitos, como sigue sucediendo en cientos de lugares del país.

pretender a la vez vender que todos los presos de ETA están transitando la reinserción restaurativa, reconociendo la injusticia provocada, es un insulto a la inteligencia, que muestra una escasa honestidad

Defender el relato de ETA y de la izquierda abertzale es una histórica posición política, éticamente brutal, aunque amparada por las libertades fundamentales. Pero pretender a la vez vender que todos los presos de ETA están transitando la reinserción restaurativa, reconociendo la injusticia provocada, es un insulto a la inteligencia, que muestra una escasa honestidad. Hay unos que sí (dejadles recorrer su propio camino ético y permitidles su libertad de expresión sin líneas rojas); pero otros muchos, y el conjunto de la izquierda abertzale vinculada a Sortu, por el momento, no. Y ya que algunos no están todavía para rectificar los relatos justificadores de su violencia, que al menos abandonen el uso de la trampa y el engaño victimista.

Gogoan, por una memoria digna

Datorren urtean ere Azaroaren 25eko manifestazioan egongo naiz

06 martes Dic 2022

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Ana Vidal Abarca, AVT, Axun Lasa, Azaroak 25, Berria, Conchi Fernández, Consuelo Ordoñez, COVITE, Cristina Cuesta, emakumeen kontrako indarkeria, ETA, Fundación Fernando Buesa, Fundación Miguel Angel Blanco, GAL, Maider García, Maite Leanizbarrutia Biritxinaga, Maixabel Lasa, Marta Buesa, Natividad Rodríguez, Pili Zabala, Sara Buesa

Zoritxarrez; konzientziak esnatzen joan gaitezkeen arren, inertziak eusten, berdintasunean hezten eta diskriminazio eza lortzeko pausuak ematen, zaila egiten zaidalako emakumeen aurkako indarkeria matxistarik gabeko gizartea eta mundua imajinatzea. Eta helburu hauek lortze aldera eta mundu zuzenago batera iristeko feminismoa ezinbestekoa dela deritzot.

Nire ustez borroka hau bide baketsuetatik igarota burutu behar da nahitaez, eta mugimendu feministari dagokionez horrela izaten da normalean: feministek deitutako manifestazioak baketsuak izaten dira. Ni neu Azaroak 25, emakumeen kontrako indarkeriaren aurkako egunak indarkeriarik ezera narama derrigorrez, eta honek indarkeria ez erabiltzeaz gain, gutxienez indarkeria ez zuritzea ekarri beharko luke berarekin.

Ostiralean Gasteizen ospatu zen manifestazioan horrelako oihuak entzuten ziren: “jasotzen duzun diruarekin hil-bukaerara ez iristea da terrorismoa” edo hainbestetan entzutea egokitu zaigun “zuek faxistak, zarete terroristak”. Terrorismoa ez da edozer gauza

Indarkeria erauzteko eta zilegitasuna kentzeko ezinbestekoa da indarkeriaz ari garenean kontzeptuak ondo bereizteko ahalegina egitea eta zehatzak izatea, eta nire aburuz Azaroaren 25koa bezalako manifetazioetan jaurtitzen diren kontsigna batzuekin ez da horrela gertatzen, eta honek ez dio inolako mesederik egiten mugimendu feministari. Ostiralean Gasteizen ospatu zen manifestazioan horrelako oihuak entzuten ziren: “jasotzen duzun diruarekin hil-bukaerara ez iristea da terrorismoa” edo hainbestetan entzutea egokitu zaigun “zuek faxistak, zarete terroristak”. Terrorismoa ez da edozer gauza, eta duen larritasunagatik terrorismoarekin alderatu daitekeena gizon batzuek emakumeei eragiten dieten indarkeria da: herio- mehatxuak botatzea, emakumeak ikaratzea eta askatasuna kentzea, sexu-erasoak burutzea edo emakumeak akabatzea. Hil-bukaerara ez iristea ez da terrorismoa; sekulako harlauza da emakume eta familia askorentzat, errotik aldatu beharreko egitura-injustizia baten ondorioa, baina ez da terrorismoa. Bestalde, faxismoaren ondorio kaltegarrietaz ohartaraztea eta salatzea eta faxismoari aurre egitea oso beharrezkoa da, hala ere azken urteotan Euskadin eskuin muturreko aurpegi ezagunenak ez dira terroristak izan, biktimak baizik, ETAren herio-mehatxuaren menpe bizi behar izan dutelako urteetan zehar. Azaroaren 25eko manifestazio baten terrorismoaren aurkako kontsignak jaurtitzea erabakitzen bada, hitz egin dezagun ETAz, salatu dezagun zer izan den ETA gizarte honentzat, zeren eta berea hemen jasan behar izan dugun terrorismo bakarra izan ez den arren, urteetan zehar gehien iraun duena izan da, biktima gehien eragin dituena eta gure gizartearen baloreak eta bizikidetza larriki hondatu dituena.

Eta guzti honekin lotuta, mugimendu feministak urtero antolatzen dituen ekitaldi jendetsuetan emakume eta emakume-talde ugariri ahotsa ematen zaien arren, ETAko kide izateagatik preso dauden emakumeak barne, oraindik orain ez dago mikrofonorik ETAren biktima izan diren emakumeentzat, inoiz ez dira aintzat hartzen zoritxarrez. Eta nik aldarrikatu nahi dut Gasteizen eta Euskadin terrorismoaren biktima izan diren emakume ugari dagoela, anitzak, konprometituak, gizarte honentzat ezinbestekoa den lekukotasuna eta arrazoibidea emateko gai direnak, bai mugimendu feministak bai gainontzeko eragile eta elkarteek entzun eta aitortu beharko genituzkeenak. Hor dago Ana María Vidal Abarca gasteiztarraren historia, AVT Terrorismoaren Biktimen Elkartearen sortzaileetako bat. Elkarte hau terrorismoaren berunezko urteetan sortu zen eta atentatuen ostean guztiz babesgabe geratzen ziren biktimei -gehienak emakumeak- laguntza emateko sortu zen. Fernando Buesa Blanco Fundaziora hurbiltzen bagara bertan Fernando Buesaren alarguna den Natividad Rodríguez eta euren alabak, Marta eta Sara aurkituko ditugu, urteetan zehar ezin ordainduzko lana burutzen ari direnak gizarte honentzat onenak diren baloreetan sakonduz. GALen biktima diren Maider García Martín, Pili Zabala eta Axun Lasaren lekukotasunak eta hitzak ere entzun beharrekoak dira, behar-beharrezkoak. COVITEn Consuelo Ordóñez, Conchi Fernández bezalako biktimen laguntzarekin terrorismoaren biktima guztien memoriaren argia piztuta mantentzen ahalegintzen direnak, egunero egunero sekulako lana eginez. Cristina Cuesta, biktimen eskubideen aldarrikapenean eta bakearen aldeko lanean aintzindaria, gaur egun Miguel Angel Blanco Fundazioaren zuzendaria. Eta azkenik Maixabel Lasa, Eusko Jaurlaritzaren Biktimen Arretarako Bulegoaren zuzendaria izan zena, eta gaur egun bakearen aldeko eta indarkeriari zilegitasuna kentzeko ekintzailea dena. Guzti hauek eta beste askok indarkeriaren eta mendekuaren euste-hormarena egin dute eta zeukaten onena eman zuten eta ematen ari dira nahiz eta beraiek hauts eginda utzi zituen eraso anker eta bidegabea jaso. Euskal Herriko mugimendu feministak biktima hauek publikoki aitortu beharko lituzke.

Eta mobilizazio feministei dagokionez, nik eskertuko nuke bertan adierazten diren kontsignak ahal denik eta emakume gehienek partekatzekoak bezalakoak izatea, eta hori lortzea posible ez balitz hobe isiltasunean joango bagina. Hala ere, datorren urtean ere Azaroaren 25eko manifestazioan egoten saiatuko naiz.

Mila esker zuen konpromisoagatik eta egiten duzuen lan handi eta etengabeagatik.


Artikulo hau Berria egunkarian argitaratu da

Maite Leanizbarrutia Biritxinaga, Gogoan, por una memoria digna partaidea

‘Érase una vez en Euskadi’

30 miércoles Nov 2022

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Arón Piper, Érase una vez en Euskadi, desempleo, drogas, ETA, izquierda abertzale, Josean Bengoetxea, La línea invisible, Maixabel, maketo, Manu Gómez, Netflix, Patria, Premios Goya, Ruth Díaz, Sergio Campo, terrorismo, VIH, violencia, xenofobia, Yon González, Zinexit

Recientemente, se ha proyectado en Zinexit, la XII Muestra de Cine y Derechos Humanos, el primer largometraje del director gipuzkoano Manu Gómez, Érase una vez en Euskadi. Se trata de una película con mucho de autobiográfica en la que retrata el devenir de una cuadrilla de chavales en los años ochenta en un pequeño pueblo. Un verano inolvidable para los cuatro por muy diferentes motivos.

Como contexto y subtexto se hace presente de forma permanente la durísima realidad social de aquellos años: el desempleo, las drogas, el VIH-Sida… y también ETA y su entorno social. Una violencia que llega a empaparlo todo, pero sin tomar el protagonismo del filme en ningún momento. Y quizás este sea uno de sus aciertos. No se trata de la enésima película sobre la violencia. No. Simplemente es el asfixiante paisaje en el que se desarrollan cuatro infancias.

 …la durísima realidad social de aquellos años: el desempleo, las drogas, el VIH-Sida… y también ETA y su entorno social. Una violencia que llega a empaparlo todo

En este sentido, la película defraudará a unos y a otros. A quienes esperan otro Patria, la Línea invisible o Maixabel. Porque no hay un posicionamiento militante del director en su obra. Como tampoco hay atisbo de ninguna ambigüedad que sirva de vía de escape a quienes de un modo u otro aún hoy quieran desdibujar o redibujar el horror del terrorismo. Curiosamente es precisamente la neutralidad al retratar todo ello lo que no deja al espectador más opción que considerarlo injustificable.

es precisamente la neutralidad al retratar todo ello lo que no deja al espectador más opción que considerarlo injustificable

Quizás no hace falta la coincidencia generacional o geográfica con el director y lo narrado, para anticipar la veracidad de lo que se describe.

  • Que ETA tuvo un respaldo social que la permitió perpetuarse décadas como excepción violenta vasca en el contexto europeo.
  • Que hubo (y hay) una cultura de la violencia en la que se reproducen los antivalores más viles.
  • Que hubo (y pervive) una exaltación como héroes de quienes asesinaron cobardemente a otros vecinos y vecinas.
  • Que hubo silencio (auto)impuesto hasta que movimientos sociales como Gesto por la paz ocuparon el espacio público.
  • Y que también hubo mucho de banalización del terror en su vertiente de kale borroka.

Por cierto, impresiona la crudeza con la que se muestran las actitudes y comportamientos xenófobos que se emplearon contra los trabajadores y trabajadoras que vinieron de otros puntos de la geografía española a trabajar a Euskadi. Los maquetos. Impacta ver incluso como en ese afán natural por integrarse se producen fenómenos del peor y más triste asimilacionismo: lograr la aceptación social a través de un impostado aprendizaje del euskera, de vestir una txapela, de apoyar una concentración de la izquierda abertzale o hasta enrolarse en ETA. Habrá quien crea que es una exageración, pero ahí están casos tan verídicos como los de Kepa (Pedro) del Hoyo, Domingo Troitiño, José Manuel Valdueza, José Luis Martín Carmona o Iñaki de Juana Chaos.

impresiona la crudeza con la que se muestran las actitudes y comportamientos xenófobos que se emplearon contra los trabajadores y trabajadoras que vinieron de otros puntos de la geografía española a trabajar a Euskadi

Sin embargo, quedarse con esto, sería perderse lo principal. Aunque trascurran entre calles llenas de pintadas, carteles y grito de consignas, durante hora y media se nos cuentan las vivencias de cuatro chicos que ese verano viven su primer amor, juegan hasta agotarse, callejean, se frustran en un deporte que les apasiona, sueñan con irse de vacaciones, se emocionan con la compra de un vídeo Beta en casa o abren los ojos a un mundo de adultos más gris y oscuro que el lluvioso cielo de ese agosto. Y ahí, en esa infancia feliz y divertida, al tiempo que precaria y convulsa, es donde está el corazón de la película. Porque este filme habla más de las penurias de la clase obrera que de los años de plomo.

Y ahí, en esa infancia feliz y divertida, al tiempo que precaria y convulsa, es donde está el corazón de la película. Porque este filme habla más de las penurias de la clase obrera que de los años de plomo

En todo caso, independientemente de lo que cada cual quiera pensar, merece la pena ver la película por la interpretación de estos cuatro jóvenes actores, acompañados por Arón Piper, Josean Bengoetxea, Ruth Díaz o Yon González, por algunos diálogos impagables, por las 22 nominaciones a los premios Goya y porque está bien accesible en Netflix.

Sergio Campo, miembro de Gogoan, por una memoria digna

‘Hasta que me mates’

10 lunes Oct 2022

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HASTA QUE ME MATES, Memorias de Rafaela Romero Pozo de Ana Erostarbe

Editorial Alberdania

 

 

 

 

Con paciencia, Ana Erostarbe ha dado forma escrita a las largas conversaciones mantenidas con la militante socialista Rafaela Romero. Conversaciones en las que Rafaela le ha contado su vida y le ha hecho partícipe de su forma de observar algunos aspectos del mundo que nos rodea.

No es una vida cualquiera: comienza con una infancia anegada por el agua de un pozo oscuro de maltrato familiar, y acaba, de momento, tras muchos años de vivir escoltada por las amenazas de ETA, en un puesto de relevancia política en la Diputación de Gipuzkoa.

El maltrato familiar sigue siendo un tema tabú, aunque en los últimos años se están publicando, contados por sus propios protagonistas, diferentes libros que abordan de forma cruda el tema: Rhodes (Instrumental), Camille Kouchner (La familia grande), Valèrie Bacot (Tout le monde le savait), Vanesa Springora (El consentimiento), etc., por citar algunos. El maltrato a los niños es también tema central del trabajo de Armengou y Belis (Los internados del miedo).

Porque Rafaela Romero fue una niña y una adolescente maltratada de forma sistemática por su padre («el Domingo») y sus abuelos paternos. Ella y el resto de su familia: gritos, golpes, terror, violaciones a su madre delante de los niños. Así, durante una veintena larga de años. Hasta que Rafaela se enfrentó a tortas con su padre, y su madre pudo por fin divorciarse. Una liberación para todos: borrón y cuenta nueva. En los socialistas de Mondragón encontró su tabla de salvación.

Es un libro valiente, seco, sobrecogedor, sincero, no hay medias tintas. A mí me ha impresionado ese testimonio tan personal de alguien que ha tenido que sobrevivir como malamente ha podido: desnudar tu alma de ese modo requiere de una valentía enorme. Lo vivido en la familia es un ejemplo de machismo y de maltrato de libro. Porque el tema sigue siendo tabú: los vecinos no oímos ni vemos lo que pasa, aunque oímos y vemos perfectamente lo que pasa. Todo debe quedar en la familia: los trapos sucios se lavan en casa. Silencio espeso.

Llevar la sangre de alguien que es capaz de tanta maldad me produce una vergüenza enorme

Y las consecuencias, claro: «Mi padre nos destrozó la vida. Nos la destrozaron». Rafaela lo tiene muy asumido: «Llevar la sangre de alguien que es capaz de tanta maldad me produce una vergüenza enorme». La revictimización, como si ella fuera responsable de algo. Aunque con arrestos para afrontar la realidad: «[Mi padre] no tiene ninguna enfermedad mental. No es ningún pobre loco. No lo es, no. Solo es un machista desgraciado y una mala persona». Utiliza el presente, su padre vive. Y todo esto solo puede ocurrir con el silencio propio y ajeno, con cómplices externos que miran a otro lado.

Rafaela nace en Quintana de la Serena, en Badajoz, en un ambiente retratado en afirmaciones crudas: «Aquí lo que tiene que hacer mi hijo con la zorra de tu hija es coger una silla y romperle la cabeza». No parecen expresiones propias de un abuelo.

…no tiene ninguna enfermedad mental. No es ningún pobre loco. No lo es, no. Solo es un machista desgraciado y una mala persona

La familia, ella un bebé, acuciada por problemas económicos, emigra a Mondragón en los años 70: allá hay trabajo.

Mondragón es ese pueblo de dos países a ojos del emigrante, cuidadosamente separado de los autóctonos. Sin encaje posible. Así lo percibe Rafaela. No basta con el malvivir del piso arrendado. Hay que añadir los abusos sexuales del maestro, y el juicio de alguna compañera de clase: sus compañeros de pupitre emigrantes eran «perros españoles» que habían venido «a comer la comida de los vascos». Unos ladrones. Siente un ambiente hostil en el que se quiere aniquilar al diferente. Y una palabra que define su maltrecho estado de ánimo, con su autoestima por los suelos: SOLEDAD.

Siente un ambiente hostil en el que se quiere aniquilar al diferente. Y una palabra que define su maltrecho estado de ánimo, con su autoestima por los suelos: SOLEDAD.

El libro, de una gran frescura, está medianamente estructurado, aunque esa misma forma de concebirlo, casi como unos apuntes, lo acerca aún más al lector. Tres temas centrales van sacudiendo las páginas a medida que se entrecruzan los comentarios:

  • Niñez y adolescencia machacada, universidad a base de becas (hay que salir de esta situación como se pueda), pobreza en la familia, acercamiento a los socialistas (que ayudan, de paso, a sobrellevar el divorcio de los padres), trabajo en un despacho de abogados durante años.
  • Participación plena en la política, con puestos institucionales de distinto nivel, encuentro con Jesús Eguiguren, miedo y zozobra como víctima de persecución en tiempos de ETA.
  • Reflexiones personales más generales sobre esas cuestiones políticas y de convivencia que tanto nos han preocupado, la disolución de ETA y el papel jugado por Eguiguren, con un costo personal y familiar enorme.

La política se convierte en una ventana que se abre en ese «ambiente pesado y sofocante». La política habla de justicia, de derechos.

En ese cuestionamiento interno, la política juega un papel central, como motor ideológico primero, y medio de vida, después. La política se convierte en una ventana que se abre en ese «ambiente pesado y sofocante». La política habla de justicia, de derechos. A ojos de Rafaela, es «un medio para mejorar la vida de las personas».

Ella reivindica el papel de la política y de los políticos, únicos garantes de la democracia en un país. De ideología profundamente socialista, la política le abre la puerta también a otra forma de vivir. Pero lo vive de forma muy personal, porque «la lealtad a una misma es la más importante de todas». Descubre enseguida los costes personales que ello supone: a las primeras de cambio, justo estaba comenzando, recibe un escupitajo en la cara en un bar. Esto está lleno de valientes. Luego, las amenazas, el miedo, el señalamiento que se extiende al resto de la familia, las bombas que van matando amigos y conocidos, los escoltas que acaban asaltando sin querer tu propia intimidad. Una sociedad que se deshace. Las víctimas, abandonadas y olvidadas, quienes peor lo pasan. Mientras se jaleaba a los asesinos.

Luego, las amenazas, el miedo, el señalamiento que se extiende al resto de la familia, las bombas que van matando amigos y conocidos, los escoltas que acaban asaltando sin querer tu propia intimidad

No faltan críticas, inmisericordes con Vox, duras contra una derecha que se supone debería ser más homologable con la europea, aunque salva siempre a personas concretas aplicando un enorme sentido común. Y critica a Herri Batasuna, por supuesto, adueñada de espacios que correspondían a todos. En un terreno más opinable, critica también con libertad, huyendo de servilismos, determinadas actuaciones de los socialistas, personales y grupales, y todo el período oscuro de la actuación de los grupos terroristas de extrema derecha, así como las torturas y la política de dispersión. Critica, es lo esperable, determinadas actuaciones del nacionalismo vasco. Se muestra firme partidaria de gobiernos de coalición.

El fin de ETA se debió a quienes resistieron, a quienes se jugaron la vida por sus ideales, a jueces, policías, a periodistas que no callaron. A quienes escribieron y hablaron. Y se centra con una defensa cerrada en el papel jugado de manera muy personal por Jesús Eguiguren, quien durante años fue tejiendo relaciones con Otegi que al final resultaron centrales, a juicio de Rafaela, para que ETA decidiera disolverse. Un proceso vivido en soledad.

Diario Vasco

Es un capítulo que me ha llamado la atención. No solo porque desvela datos subterráneos desconocidos (al menos para mí) de aquellos años, sino porque el final de ETA supuso la debacle anímica y personal de Eguiguren, a quien los socialistas habían apartado ya del tema: esa misma noche acabó en el hospital tras una explosión personal y un ataque de ansiedad que lo precipitó durante años a una depresión que Rafaela Romero y la familia, con ayuda de especialistas, atendieron como pudieron: «Jesús dejó de ser él mismo durante largo tiempo». En su opinión, la sociedad ha sido muy desagradecida con Eguiguren.

el final de ETA supuso la debacle anímica y personal de Eguiguren. Esa misma noche acabó en el hospital tras una explosión personal y un ataque de ansiedad que lo precipitó durante años a una depresión

Se refiere de pasada a las reuniones de Loiola, y no cita los movimientos sociales contra ETA -como Gesto por la Paz-, a mi modo de ver, tuvieron capital importancia en el cambio del posicionamiento social. Sí habla, muy poco, de algunas manifestaciones. Toda esta parte está salpicada de comentarios realizados con mucha libertad sobre cuestiones diversas que necesariamente mueven a la reflexión. Son una muestra de cómo las mismas situaciones pueden terminar siendo vistas de manera diversa, aun cuando haya coincidencia compartida en los propósitos finales.

Critica con vehemencia el papel de la iglesia en el tema de abusos sexuales, también al actual Papa por no hacer nada en ese tema, y manifiesta que ha «estado mucho tiempo enfadada con Dios, hasta que dejé de creer en él». Esto, por supuesto pertenece al ámbito privado de cada cual. Lo traigo a colación porque me ha llamado la atención su boda celebrada en una iglesia, así como la primera comunión de su hija.

Creo que Ana Erostarbe ha hecho un gran trabajo, creo que Rafaela Romero merece nuestro reconocimiento, y creo que Alberdania ha acertado.

Acto de presentación del libro «Hasta que me mates»

Eskerrik asko!

Pello Salaburu Etxeberria, miembro de Gogoan, por una memoria digna

 

Todos los futuros ganados

03 lunes Oct 2022

Posted by gogoanmemoria in convivencia

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Hace unas semanas, tuve la oportunidad de asistir a la presentación del libro “Todos los futuros perdidos” publicado por la editorial Plaza Janés en la Universidad de Deusto (Bilbao). El libro lo guardaré siempre con mucho cariño porque está firmado por los tres protagonistas del mismo: Lourdes Pérez Rebollar, Eduardo Madina y Borja Semper, personas por las que sentía un gran respeto ya antes y ahora, tras la lectura de este interesante libro, más aún.


“Esa memoria ha sido convocada aquí, en este caserón donde solo parece caber la felicidad epidérmica de los placeres pequeños, pero sobre el que aún planean, como sobre todos nosotros, los fantasmas de lo vivido, de lo sufrido y de lo que todavía resta por contar. De los secretos ocultos bajo la alfombra. De las ventanas cerradas durante tanto tiempo. De todos los futuros perdidos que han dejado tras de sí el reguero de lo irrecuperable, de lo que pudo ser y ETA no permitió que fuera”

Esta es una parte del epílogo que nos regala Lourdes Pérez Rebollar en este libro y del que se extrae el título del mismo, un epílogo que no tiene desperdicio. Sólo por él, ya merecería la pena leer el libro. Pero es que, además, Eduardo Madina y Borja Semper nos ofrecen una serie de confesiones y reflexiones que a todas luces resultan muy interesantes.

Un dúo disímil

Los dos protagonistas principales, Borja y Eduardo tienen perfiles distintos, pero coinciden en varios aspectos claves en su vida. Quizás el más anecdótico es que nacieron con un día de diferencia, pero les une muy desde las entrañas el hecho de que ETA tratara de terminar con sus vidas cuando contaban 22 y 26 años, respectivamente. ¿Cómo se ve la vida si con esas edades tienes que asumir que cuando sales cada día de tu casa no sabes si volverás a ella? Sin duda alguna, esto te tiene que convertir en alguien especial, diferente.

          

También tienen en común que ambos fueron políticos en los que mucha gente confiaba como el perfecto relevo para una política nueva en unos partidos quizás excesivamente rígidos y antiguos, pero… abandonaron, no la Política, pero sí la política partidista que, en ocasiones, se convierte en mezquina y pobre. Lo dieron todo y, en unos años, eligieron marcharse.

Adolescencias de plomo

El libro tiene dos partes diferenciadas: en una primera se realiza una reflexión sobre sus vivencias personales, aquellas que vivieron rozando la muerte y que sin duda perfilaron su vida y la de sus seres más queridos. Tremendos episodios en los que abundan reflexiones sobre su implicación en la política, sobre el sentido y sinsentido de lo que les tocó vivir y cómo lo fueron asimilando; sobre cómo viven la identidad propia y la identidad con el entorno. Reflexiones y confesiones realmente interesantes.

“Estas páginas charlan sobre el miedo, y mucho. Sobre la culpa y sobre el odio. Sobre el perdón, la ira, la frustración y la rabia. Sustantivos tan grandes como oscuros pronunciados, no obstante, sin amargura ni rencor. Sí con el orgullo del compromiso personal, con la satisfacción moral del superviviente”.

La memoria de la verdad

En una segunda parte del libro, lo personal deja paso a un análisis político de temas que fueron y son claves como la justicia, la libertad, las elecciones con la amenaza de ETA, la lucha antiterrorista, el pacifismo, la Vía Nanclares, Miguel Ángel Blanco, la convivencia en Euskadi, los ongi etorris, el reconocimiento a las víctimas… Se podrá o no compartir su visión sobre cada uno de los temas mencionados, pero no abusan de los tópicos y cada reflexión te invita a repensar la cuestión.

El 20 de octubre de 2011, principio y final

El libro empieza y termina con esta inolvidable fecha. He de decir que no comparto la alegría que dice Eduardo Madina que sintió el 20 de octubre de 2011, cuando ETA anunció que abandonaba la “lucha armada”. Ni la sentí, ni la percibí a mi alrededor, ni siquiera en la sociedad esa alegría.

Gesto por la Paz fue probablemente la única organización que públicamente ‘celebró’ el final de ETA.

Confieso que la mezcla de alegría y profunda tristeza se mezclaron tanto que no sabría identificar bien lo que sentí. Ahora bien, comparto que aquel día sí marcó un antes y un después para toda la sociedad vasca y, muy especialmente, para quienes habían sido víctimas de tanta violencia y para quienes continuaban siéndolo.

Y termina Lourdes así:

Con la incomprensión natural del que disfruta de un país que ha sepultado la violencia para siempre y no concibe otra cosa que convivir respetándose en libertad. Con la libertad de todos los futuros ganados.

 

Tras su lectura, solo puedo decir GRACIAS y de esta manera me uno al agradecimiento final del libro:

“Gracias a todas aquellas personas que superaron el miedo para que hoy podamos afrontar el futuro en Paz y Libertad”

Isabel Urkijo Azkarate, miembro de Gogoan, por una memoria digna

‘GESTO’ en #70SSIFF

25 domingo Sep 2022

Posted by gogoanmemoria in Memoria

≈ 7 comentarios

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'Gesto', 70SSIFF, Berria, COPE, crowdfunding, derechos humanos, Diario de Navarra, Diario de Noticias, Diario Vasco, El Correo, el deber de memoria, El diario.es, ETA, ETB, Fernando Velázquez, Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián, Fundación Goteo, GAL, Gesto por la Paz, Goteo, Isabel Urkijo, Manuel Reyes Mate, Memoria, movilización social, Noticias de Gipuzkoa, pacifismo vasco, pandemia, Radio Popular de Bilbao, Siglo XXI, Tele Norte, terrorismo, Víctimas, Xuban Intxausti, Zinemaldia

A pesar de la pandemia, de los escasos recursos, de las limitaciones de todo tipo, después de tantos años preparándolo, conseguimos hacer el documental ‘GESTO‘.

Agradecimiento

Lo primero que queremos trasmitir con este post es agradecimiento a los cientos de personas que hicieron posible este proyecto. Nos referimos a quienes fueron las auténticas protagonistas del documental, las personas que formaron parte de Gesto por la Paz. Y nos referimos a quienes colaboraron con sus donativos en la campaña de crowdfunding que desarrollamos en 2019 (y que hemos tenido que volver a abrir en este link para sufragar los gastos adicionales).

Crowdfunding ‘GESTO‘

Sólo gracias a su ayuda conseguimos iniciar ‘GESTO‘ y ahora conseguiremos terminarlo.

No ha sido fácil, pero ha sido un producto «muy de Gesto»: con pocos recursos, pero con el convencimiento de que era imprescindible hacer este documental, nos hemos entregado en cuerpo y alma al trabajo. Mucha ilusión, sí, pero no podemos negar que, en ocasiones, también sentimos vértigo, mucho vértigo. ¿Sería el resultado final el que nos gustaría?

Como dice Xuban Intxausti, el director de ‘GESTO‘, un documental no termina hasta que lo dejas. Efectivamente, siempre hay algo que se puede cambiar, que se puede matizar, que se puede añadir o quitar, que… pero para el 17 de septiembre de 2022 estuvo preparado el documental que presentamos al mundo en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Mejor entorno, imposible.

Xuban Intxausti e Isabel Urkijo

Es justo reconocer el trabajo de este equipo que, durante meses, se coordinó y conjuntó perfectamente, pero es especialmente reseñable la profesionalidad del director. Xuban no perteneció a Gesto por la Paz y, en cuanto se le presentó el encargo, actuó como esponja. Se empapó de todo lo que había sido la asociación pacifista y, como dice Isabel Urkijo, se enamoró, quedó cautivado de la labor de Gesto por la Paz. Esto sólo puede ocurrir si nos acercamos a ‘GESTO‘ abandonando todos los prejuicios que atan nuestra mente y secuestran nuestra libertad de pensamiento.

Uno de los elementos más relevantes del documental fue la banda sonora de Fernando Velázquez, un exitoso compositor musical que fue de Gesto por la Paz y quiso preparar la banda sonora de ‘GESTO‘. Todo un honor.

 

Imprescindible

Efectivamente, desde que en 2016 creamos ‘Gogoan, por una memoria digna‘, uno de los proyectos estrella que teníamos en mente era realizar un documental sobre Gesto por la Paz. El documental, un audiovisual, era y es la herramienta perfecta para llegar a donde queríamos llegar.

En muchas ocasiones se ha dicho que este documental es un reconocimiento a quienes hicieron posible Gesto por la Paz. Es posible que lo sea pero, en primer lugar, no olvidemos que quienes formaron esta organización lo hicieron, porque era lo que pensaban que tenían que hacer; era su compromiso con la sociedad, con el futuro, con la convivencia, con el respeto al derecho a la vida, con la defensa de la pluralidad, un compromiso ético admirable. No eran víctimas. Eran una parte de la ciudadanía que se atrevió a denunciar que el rey iba desnudo, que matar estaba mal, que ni ETA ni el GAL… nos representaban, que quienes asesinaban lo hacían por su voluntad, no obligados por nada ni por nadie y que sólo generaban dolor y sufrimiento.

Y, en segundo lugar, nos gustaría manifestar por qué pensamos que ‘GESTO’ es una herramienta imprescindible. Un documental así es una valiosa herramienta de memoria, pero siguiendo a Manuel Reyes Mate -«el deber de memoria»-, afirmamos que la memoria no es un elemento del pasado, sino una herramienta fundamental para construir el futuro.

En este sentido, creamos ‘GESTO‘ para que las generaciones venideras, las que no han conocido nada de lo ocurrido, las que se han sumado al rápido pasar página que pretende dejar tapado todo en el cajón de la historia -que, luego, ya se verá quién y cómo se escribe- para que esa juventud tome como referencia este movimiento pacifista absolutamente genuino y rompedor que fue capaz de cambiar la mirada de la sociedad vasca hacia la violencia. Un movimiento del que se puede aprender que hay otra forma de mejorar la sociedad y que se puede hacer renunciando a la violencia y agarrándose a la tolerancia, al respeto por el diferente, a la obediencia a los derechos de las personas, a la veneración por el diálogo. Se pudo, se consiguió y se puede.

Nos gustaría que Gesto por la Paz fuera un referente para el futuro de nuestra sociedad.

 

Zinemaldia

Cuando aún estábamos trabajando la post-producción, y no precisamente los últimos pasos, uno de los primeros objetivos que nos marcamos fue presentar el documental en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. No era fácil porque trabajábamos a contrarreloj y no era fácil porque sabíamos que «el tema» nunca había sido «cómodo». Sí, Gesto por la Paz no fue una organización cómoda ni para quienes sujetaban la pancarta porque ya quedaban señalados para siempre en una sociedad que no se atrevía a cuestionar la violencia, no fuera a ser que se cuestionaran también algunas ideas (nacionalistas, de izquierdas…). Error. Y no fue nada cómoda para quienes pasaban sin siquiera mirar a quienes se manifestaban contra la violencia. ¿Por qué no les miraban? ¿Era indiferencia? Es posible que, en parte, fuera indiferencia, sí, pero también había mucho de esa incomodidad de quien sabe que también debería estar tras esa pancarta que pedía paz y libertad.

‘GESTO‘ en el Festival Internacional de cine de San Sebastián 

Han pasado nueve años desde que Gesto por la Paz se despidió de la sociedad vasca y las miradas a esta organización van cambiando: lo que hace 20 años despreciaban, hoy tienen en consideración, cuando no en estima. El hecho es que el Festival de Cine de San Sebastián no sólo aceptó el documental ‘GESTO‘ en la sección de Cine Vasco, sino que fue elegido para concurso.

El trato que hemos recibido del Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián ha sido exquisito.

Finalmente, ‘GESTO‘ no ha recibido ningún premio, pero el simple hecho de haber podido estar en el festival e incluso de «haber competido» ya es un privilegio. Gracias #70SSIFF por haber reconocido, no sólo el trabajo de Xuban Intxausti que ha sido muy bueno, sino, sobre todo, los casi 30 años de lucha por la paz de ‘GESTO‘. Y, además, la participación en Zinemaldia ha sido un altavoz para el documental. La presencia en medios de comunicación ha sido abundante.

Aquí os dejamos algunas de las entrevistas que han realizado el director y las personas protagonistas del documental:

  • El Correo, 27 de agosto
  • El Diario.es, 1 de septiembre
  • Diario de Navarra, 1 de septiembre
  • Diario de Noticias, 13 de septiembre
  • Siglo XXI, 13 de septiembre
  • El Correo, 15 de septiembre
  • Diario Vasco, 16 de septiembre
  • TeleNorte, 16 de septiembre
  • Berria, 18 de septiembre
  • Zinemaldia, 18 de septiembre
  • Noticias de Gipuzkoa, 18 de septiembre
  • Diario Vasco, 19 de septiembre
  • Radio Popular de Bilbao, 21 de septiembre: Jesus Herrero 
  • ETB, 22 de septiembre: Xuban Intxausti
  • COPE, 23 de septiembre: Isabel Urkijo y Xuban Intxausti
  • Noticias de Navarra, 25 de septiembre

Nos gustaría terminar insistiendo en dos cuestiones:

  1. Quienes tengan la oportunidad de ver ‘GESTO‘ que, por favor, dejan en la puerta del cine todos los prejuicios que nos han contaminado y nos siguen contaminando aún. Solo con un corazón y una mente libre de ellos podremos apreciar el valor de las cosas.
  2. Que nos ayudéis a difundir el documental. Presentarlo en el Zinemaldi no significa necesariamente que las distribuidoras nos lo quiten de las manos. No ha sido así. Por ello, tendremos que ofrecerlo en cada pueblo, en cada ciudad, en cada rincón para que todo el mundo tenga oportunidad de conocer ese trabajo. Aquí tienes el link de la campaña de crowdfundig que estamos haciendo con la Fundación Goteo.

COLABORA EN LA CAMPAÑA DE CROWDFUNDING PARA ‘GESTO’

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Carta de Eskolunbe Mesperuza Rotger en El Correo 22-09-22

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