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Gogoan-por una memoria digna

~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.

Gogoan-por una memoria digna

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Abrazos y memoria

06 Jueves Ago 2020

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Tras un par de días intentándolo, hemos conseguido contactar con Kamchatka y nos han dado espacio para continuar el debate. Se lo agradecemos.

Cinco apuntes sobre los abrazos a Josu Urrutikoetxea y la memoria democrática vasca

 

1. El abrazo como punta de un iceberg político y ético

Estos días se ha desatado un considerable debate, a raíz de un abrazo en redes sociales, de Bildu para el dirigente de ETA, y en su día de Euskal Herritarrok, Josu Urrutikoetxea, y que ha contado con la aportación de un interesante artículo de Jonathan Martínez. En cambio ha pasado más desapercibido el mitin de campaña de Bildu, de hace pocas semanas, en el que se leyó, desde la propia tribuna, un mensaje suyo musicado de apoyo electoral (buscar en Twitter: Josu Urritikoetxeak hauteskunde).

Aunque algunos se pierden en disquisiciones, sobre si el gesto del abrazo se ha hecho por su enfermedad actual o por su papel en el final de ETA, conviene no perder la perspectiva. Prácticamente todos y cada uno de los presos oficialistas de ETA han tenido su reconocimiento y homenaje, desde hace décadas y hasta hoy. Sirva de ilustración sobre el carácter político, no familiar, de esos ritos martiriales, el vídeo recientemente visto en redes, el enésimo, firmado, como suele ser más habitual, por Sortu (buscar en twitter: Kepa del Hoyo preso politiko galdakaoztarra). Los consideran sus “gudaris”, hoy por hoy sin ánimo de revisión crítica. No hay más. Es lo que hay. Y mejor abordarlo así, sin camuflajes, trampas, ni auto-engaños.

2. Con los señores de la guerra y contra los soldados rasos ‘conversos’

Jose Antonio Urrutikoetxea ha sido uno de los más importantes dirigentes de ETA. Por cierto, no es un secreto que sus propios compañeros utilizaban con total normalidad “Ternera” para hablar de él, así que lo de ir estampando que eso denota argot policial supongo que será un cortafuegos tramposillo frente a las críticas.

Entiendo fácilmente que cualquier miembro de ETA mienta en un proceso penal. Entendía aún mejor cuando hace años se negaban a reconocer los “tribunales opresores” y directamente no testificaban en los juicios. Pero me cuesta más que a la hora del relato, en un artículo, se reivindique el debut con “participación indirecta” en el atentado contra Carrero Blanco (eso sí que será información policial, porque los militantes de ETA no suelen alardear de curriculum concreto), pero se eludan el resto de responsabilidades de un alto dirigente de ETA desde los 70, que estuvo en los preparativos de Argel (1989), en la comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco (1999), en la negociaciones de Suiza/Loiola (2006) y en la bajada final de persiana de Aiete/Noruega (2011). Y es que Carrero es el muerto número 8 de un listado total de 829.

Resulta llamativo cómo se pretende exculpar el “pasado militar” del Gran General, emplumando las decenas de barbaridades de su mandato ochentero (Ryan, Yoyes, Hipercor, niños de la casa cuartel de Zaragoza…) a los soldados rasos. ¿Dónde queda la modesta verdad que reivindicamos frente al Señor X del GAL?. Incluso se atreven a calificar como invectivas de un “converso” el testimonio contra él de uno de esos militantes de base. Vaya códigos militares gastan algunos.

3. ¿Hacedores de la paz o buscadores de una salida airosa?

Después de años de rechazo social mayoritario y continuas detenciones, ETA y la izquierda abertzale se encontraron, tras las ilegalizaciones, que desde algunas organizaciones rechazamos, con aquella oferta, que cuenta Zapatero y que verbalizó Rubalcaba, ¿votos o bombas?. Y es conocida la opción que tomaron Otegi y Urrutikoetxea.

Eguiguren recuperó hace un tiempo el concepto del artículo de Hans Magnus Enzensberger en 1989, “Los héroes de la retirada”. Pero el pensador alemán diferenció en aquel brillante texto sobre la complejidad política, entre los héroes y los epígonos de la retirada, matizando que “Los epígonos de la retirada se mueven por impulso ajeno. Obran bajo una presión que viene de abajo y de arriba. El verdadero héroe de la renuncia, en cambio, es él mismo, la fuerza motriz”. Ahí queda para la valoración del papel final jugado por ambas personalidades.

Y sí, en ese tránsito se toparon con Bateragune, aquel despropósito judicial, que ya en 2012 en el propio Tribunal Supremo salió adelante por solo 3 votos contra 2, y en el Tribunal Constitucional por 7 contra 5, en la penúltima disputa entre el derecho penal garantista y el autoritario, el del enemigo, que ha sacudido la lucha judicial contra ETA. Y cuyos daños no podrán compensar ya las correspondientes indemnizaciones.

También conste, para ponderar el pretendido carácter pacificador de los protagonistas del caso, que conviene escuchar a Arkaitz Rodriguez en una televisión venezolana, explicando por qué cambiaron de estrategia.

4- La fábula de los pintxos milagrosos de Aiete

La idea de dar una pista de aterrizaje, un puente de plata, a ETA y a Batasuna para acabar con 40 años de alternar política y métodos terroristas, su “bietan jarrai”, me pareció una salida razonable. Pero no poca gente se ha acabado creyendo que aquella escenificación fue la clave de la Paz.

Me unen lazos, de amistad y familiares, con los acompañantes, de Alternatiba y Eusko Alkartasuna, en aquella salida para ETA (Gernika, luego Bildu y Aiete). He compartido militancia política con Jonathan Martínez, en tiempos del ínclito Javier Madrazo, aun en orillas distintas. No tengo ninguna duda de su trayectoria, de todos ellos, contra la violencia de ETA y contra todas las violaciones de Derechos Humanos.

Pero me parece una osadía engañosa atribuirse algún tipo de papel decisivo por aquella operación bikini-flotador de 2009-2010. No, el final de la tragedia vasca no cayó milagrosamente por sus gestiones antes del cóctel palaciego internacional de Aiete. Alivia que no hubiera un final al estilo GRAPO o IRA Auténtico, cuando ya los últimos miembros activos de ETA se alojaban hasta en tiendas de campaña, y sus dirigentes no eran detenidos tras largos años, sino en semanas. Pero la estrategia político-militar sucumbió ante el triunfo de la deslegitimación social pacifista, dentro de la propia Euskal Herria, y por el colapso operativo de combinar violencia y política (mal que nos pese a los que rechazamos las ilegalizaciones).

5. Mas Gabriel Celaya y Martin Ugalde, que Negri, Zizek y compañia, para sembrar la memoria democrática vasca

Euskadi y Navarra afrontan ya sus diversas controversias políticas por fin en condiciones parecidas a otras tantas sociedades del entorno, con sus límites, urgencias y cotidianidades. Pero tantas décadas de violaciones de Derechos Humanos, años en los que se violentó la política, han dejado heridas y retos específicos.

Atender a las víctimas de la persecución de ETA, a las víctimas del “todo valía contra ETA” y contra quien anduviera cerca (BVE, GAL, torturas, atropellos judiciales…), restablecer un derecho penal garantista (sin imputaciones difusas, ni validez total a autoinculpaciones en sede policial) e impulsar una política penitenciaria humanitaria y una reinserción restaurativa de presos (ojalá muchos más abrazos como los de Maixabel Lasa con Ibon Etxezarreta)… sin duda quedan cosas importantes.

Y mientras tanto, a no dejarse impresionar por manifiestos-relatos movidos desde el aparato internacional de la izquierda abertzale, que recolectó a algunos intelectuales para proponerles un frívolo turismo de conflictos. Ese texto que Negri, Zizek y demás firmaron destacando de Urrutikotxea, el gran jefe de ETA durante 30 años, su “determinación y altura moral” y ser “promotor de una resolución justa y duradera”. Y es que hasta a sus hábiles redactores propagandistas, a veces, se les va la mano.

Para cultivar la memoria democrática vasca, mejor que la poca empática complacencia excesiva con victimarios orgullosos, sin autocrítica, creo más valioso acercarse al deslumbrante manifiesto de los 33, donde, entre otros gigantes de la cultura vasca, Gabriel Celaya y Martin Ugalde (primer Presidente de Egunkaria) advirtieron en 1980 de la gangrena moral que amenazaba a nuestra sociedad y que todavía tenemos pendiente curar bien. Que así sea.

 

Sabin Zubiri, miembro de Gogoan, por una memoria digna

 

 

“Líneas complejas, miradas parciales”

10 Domingo May 2020

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Dulce et decorum est pro patria mori decía el poeta latino Horacio. La hipocresía de ese “dulce y honroso es morir por la patria” la denunciaba Robert Owen en su poema The Old Lie (La vieja mentira) antes de morir él mismo en las trincheras de la Gran Guerra. Además, el reverso de ese morir por la patria ha sido históricamente el comprometido matar por la patria, y esa constatación nos lleva directamente a nuestro tema, la serie televisiva La línea invisible, recientemente emitida y que ha provocado un notable debate. La serie dirigida por Mariano Barroso consta de seis capítulos y cuenta con un excelente plantel de actores y actrices fundamentalmente catalanes y vascos. Recrea los primeros años de la historia de ETA y, más en concreto, las primeras muertes sobresalientes de esa historia, las del militante de ETA Txabi Etxebarrieta y el guardia civil José Antonio Pardines en junio de 1969, y la del policía y conocido torturador Melitón Manzanas unas semanas después.

Jose Antonio Pardines
Txabi Etxebarrieta
Melitón Manzanas

La serie, muy recomendable en mi opinión, ha recibido opiniones muy favorables y también, como no podía ser de otra manera, críticas negativas. Me interesa ahora referirme a estas últimas, en concreto a las escritas por Iñaki Egaña y Ramón Zallo en sendos periódicos de ámbito vasconavarro, Gara y Diario de Noticias de Navarra respectivamente. Creo que ambas merecen atención porque, en distinto grado, evidencian un tipo de pensamiento muy presente en la sociedad vasca, en particular en amplios sectores autoconsiderados de izquierda y progresistas. Para ambos autores la serie es burdamente maniquea, ridiculiza a los militantes etarras, blanquea a la dictadura franquista y a sus policías, en particular a Melitón Manzanas y, en consecuencia, falsea la realidad histórica. A partir de ahí, es justo reconocer las diferencias de tono y los matices entre una y otra valoración.

Iñaki Egaña

Iñaki Egaña, con notable trazo grueso, denuncia la, en su opinión, manipulación grosera de la serie, que abusaría de la ridiculización del mundo de ETA y de la presentación de mentiras intencionadas, como en el caso de la muerte de Etxebarrieta y, en general, de la difuminación del franquismo, que asimila, en un concepto que le es caro, al genocidio. En su valoración general, cae en el mismo maniqueísmo que denuncia, pues parece no haber margen entre su crítica radical y quienes aplauden la serie, que serían «quienes habitualmente siguen las directrices de Interior». Serie que, desliza, se habrá financiado con alguna versión actualizada de los fondos reservados y que se añadiría a una larga serie de títulos que participarían del relato único y de la negación del conflicto político.

Ramón Zallo

La crítica de Ramón Zallo parece, en principio, más elaborada y más matizada. En primer lugar, no deja de elogiar la factura de la serie, según él bellamente contada. No obstante, la conclusión es igualmente rotunda: la serie no ayuda a entender nuestra historia, sino que la embarra (al igual que la novela Patria) y, en el fondo, es reaccionaria. A ello contribuirían desde la tergiversación de la historia de aquellos primeros años de ETA, la edulcoración de la dictadura franquista y en especial de sus policías, y la presentación distorsionada de Etxebarrieta. La serie sería particularmente reaccionaria al presentar de forma determinista una continuidad entre aquella ETA, amparada en el legítimo principio de resistencia (se remite incluso a Francisco de Vitoria) y la de las décadas siguientes.

Frente a ambas críticas, y otras posibles, yo comenzaría por recordar que estamos ante una obra de ficción. Santiago de Pablo, colega de la UPV/EHU y él mismo destacado estudioso sobre cine e historia, también en el caso de ETA, lo destacaba recientemente y se remitía a Rosenstone y al concepto de “invención adecuada” para encuadrar la serie y aquilatar las posibles valoraciones.

Más allá de la discusión sobre aspectos concretos de la reconstrucción histórica de la serie, tema importante, pero que merecería otro espacio, quisiera referirme en primer lugar a dos cuestiones que ambos críticos pasan por alto y que considero de particular interés.

La primera hace referencia a un tema central en la serie, esto es, a la decisión de matar que se supone que toman los militantes de ETA en un momento dado y que realmente supone un hito en la historia de la organización y, por extensión, en nuestra historia reciente. Creo que, acostumbrados en las últimas décadas, hasta épocas relativamente recientes, al cómputo regular de asesinatos a manos de ETA y, en mucha menor medida, del GAL y otros grupos, hemos banalizado, y muchos han aceptado casi como normal, ese acto trascendental que supone el que alguien decida que tiene derecho, en aras de un bien superior, a quitarle la vida a otro ser humano. En mi opinión, ese punto es de una enorme trascendencia y una serie de detalles en la serie, por ejemplo, alrededor del asesinato de Pardines, se entienden directamente relacionados con el trauma que implica ese paso. Así, cabe interpretar el tema de las anfetaminas y la actitud de Etxebarrieta frente a Pardines y su histérica reacción posterior al asesinato, no tanto como una frivolización y una ridiculización del personaje, sino como un reflejo del impacto que en cualquiera puede tener la conciencia de haber decidido la posibilidad de matar a alguien y de enfrentarse a la realidad de llevarlo a cabo. Tiendo a pensar que, salvo para los psicópatas (y supongo que habrá un porcentaje -no desdeñable- en las organizaciones terroristas), la posibilidad de matar a alguien debe suponer un trauma profundo, incluso si se justifica la acción por una razón política de orden absoluto y superior.

Tiene esto que ver con el segundo ángulo de crítica que me parece importante analizar. Se trata del supuesto blanqueamiento en la serie del franquismo y, en particular, de los policías, y más en concreto todavía, de Melitón Manzanas.

En mi opinión, la serie tiene la virtud de presentar a estos individuos no solo como agentes de la represión de una Estado dictatorial (Pardines, ciertamente, como agente de Tráfico), sino también como personas con una familia, unas relaciones, un entorno más allá de su función represora. Creo que este es un aspecto esencial a la hora de entender a las víctimas, ausente tradicionalmente en la visión más convencional de la izquierda sobre la violencia política y sus consecuencias. Poner nombre y apellidos a las víctimas, conocer su entorno, pensar en quienes son irremisiblemente golpeados por su pérdida ayuda a subrayar las consecuencias irremediables de toda muerte. Y lo controvertido de un personaje como Melitón Manzanas es que reúne la paradójica condición de victimario y víctima. Y en cuanto a su supuesto blanqueamiento, sorprende que alguien de quien se espera un juicio más sutil diga que es presentado en la serie casi con un reflejo simpático. Un tipo cínico, arrogante, hipócrita en el ámbito familiar, a quien se le ve torturar, ¿puede caer simpático? ¿Hace falta que aparezca cubierto de sangre y ensañándose con su víctima para que lo rechacemos? Creo que no. El problema es que su condición de torturador aparece acompañada de otros elementos que simplemente lo hacen más humano (no mejor), pues dichos elementos no difuminan lo inaceptable de su actividad, pero hacen su figura más compleja, como la de cualquier ser humano.

Dos apuntes adicionales. Se dice también que se naturaliza la dictadura porque, entre otras razones, se ve una sociedad alegre en el parque de Igueldo. Yo he estado en el parque de atracciones de Igueldo a mediados de los años sesenta y realmente allí la gente pretendía disfrutar. El franquismo fue una dictadura implacable, pero en los años sesenta también había espacios de ocio que la sociedad aprovechaba. La burbuja en la que hemos vivido durante mucho tiempo los militantes de la izquierda más radical quizá no nos dejaba ver un mundo en el que, junto a las negruras que distinguíamos y denunciábamos con justeza, había más realidades. Se denuncia igualmente como algo anacrónico y abiertamente reaccionario la pretensión de continuidad que la serie establece entre aquella ETA y la de décadas posteriores, esta sí, aparentemente, más rechazable. Habría que decir que esa continuidad la reivindican la propia ETA y la izquierda abertzale, al haber convertido a Txabi Etxebarrieta en un mártir, símbolo de la lucha de liberación de Euskal Herria. Por otra parte, la continuidad viene dada por la decisión de convertirse en una organización armada que, pese a las presuntas buenas intenciones iniciales y como se confirma en otras experiencias históricas, acaba finalmente convertida en una organización terrorista. Ese es el tema que ofrece mayor interés para el debate, el hecho, en principio negado por la evidencia histórica, de que una organización que opta por la lucha armada pueda superar el militarismo, el sectarismo, su estructura forzosamente antidemocrática y, en definitiva, su deriva terrorista.

En fin, no creo que la serie apueste por el relato único y por la negación del conflicto. Al contrario, pienso que, desde la ficción, aporta elementos de reflexión muy interesantes para abordar la progresiva elaboración de ese necesario relato. Y lo hace con un ángulo novedoso y sugerente, abandonando la épica y centrándose en la complejidad poliédrica de las personas concretas.

 


Antonio Duplá Ansuategui, historiador y miembro de Gogoan, por una memoria digna

Este artículo ha sido publicado en Naiz y en una versión más corta en Diario de Noticias de Navarra,

“Memoria pacifista de Gipuzkoa”, GRACIAS

15 Viernes Nov 2019

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Nos encontramos en los últimos días de la campaña que iniciamos en septiembre con objeto de conseguir financiación para el proyecto “Memoria pacifista de Gipuzkoa“. Como sabéis, con este proyecto queremos recopilar testimonios de personas que en Gipuzkoa salieron a la calle para pedir la paz, para denunciar el uso de la violencia -de la de ETA, de la ilegítima del Estado, de la de otras organizaciones terroristas como GAL, Batallón Vasco Español, etc.-, para detener la barbarie que convulsionó nuestro país, la convivencia, nuestras vidas… incluso aunque hubiera gente que prefiriera mirar hacia otro lado.

Proiektu honekin, Gipuzkoan kalera bakea eskatzeko atera zirenen lekukotasunak bildu nahi ditugu

ETA ha desaparecido y ahora nos toca mirar hacia atrás a analizar lo que fueron aquellos 50 años de terrorismo y violencia, de crueldad y dolor infinitos. Sí, estamos en tiempo de memoria. Es necesario no olvidar, tener muy presente lo ocurrido, mirar el pasado con ojos críticos y aprender de él y, sobre todo, enseñar de él a quienes nos sucedan.

 

La memoria es una herramienta de aprendizaje. Jamás se debería utilizar como un arma arrojadiza “contra el otro”, no. Pero no nos engañemos, la memoria de lo ocurrido, la construcción de la memoria colectiva de lo vivido estos 50 años de terrorismo y violencia, debe escocernos porque sólo será válida si es una revisión crítica de lo que hicimos personal y colectivamente.

Oroimena azkura emateko moduko irakas-tresna izan behar da; izan ere, egindakoaren berrikuste kritikoa gauzatzeko baino ez du balioko

Con este proyecto, queremos recopilar los testimonios de estas personas de Tolosa, de Beasain, de Ataun y de otros muchos pueblos que abandonaron la “comodidad” del anonimato y salieron a la calle, antes sus vecinxs, para pedir la paz.

Tolosa
Beasain
Ataun

 

GRACIAS a todas estas personas que permitieron que hoy disfrutemos de esta paz.

ESKERRIK ASKO gaur bakeaz gozatzeko aukera eman diguten pertsona guztiei.

Gracias a quienes habéis hecho una aportación para que este proyecto salga adelante y a hagáis vuestra aportación en estos últimos días y permitáis que alcancemos el óptimo.

Gracias a quienes con vuestros vídeos habéis permitido que difundamos el proyecto por las redes sociales (Maixabel Lasa, Alberto Muñagorri, Eider Huertas, Pello Azpiazu, Itziar Zubia, Patxi Elola, Gorka Landaburu, Lourdes Oñederra, Joxan Rekondo, Eugenio Ariztimuño y Alberto Garín)

Aún puedes ayudarnos 👇

http://goteo.cc/pacifismogipuzkoa

Si tienes alguna duda que resolver, nos puedes llamar al 622136642. Estaremos a tu entera disposición.

Gogoan, por una memoria digna

02 Sábado Mar 2019

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20190302-RP Pamplona

Rueda de prensa de Gogoan en Pamplona

Quiénes somos

Gogoan, por una memoria digna lo conformamos un grupo de hombres y mujeres de la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral Navarra que compartimos una inquietud por las graves vulneraciones de los derechos humanos acaecidas en los últimos 50 años y por el relato que se construya sobre este periodo de la historia.

20190302-RP BIlbao

Rueda de prensa de Gogoan en Bilbao

[Más abajo está la versión en euskera y un video de la rueda de prensa de Bilbao]

Qué objetivos nos hemos marcado

Nuestro compromiso vital nos lleva a marcarnos unos objetivos en este contexto de post-violencia en el que necesariamente hay que elaborar un relato sobre lo ocurrido y construir una memoria sanadora para nuestra sociedad.

Nuestros objetivos son:

 Deslegitimar la violencia

ETA no supuso una violencia de respuesta ante la dictadura: de hecho, la mayor parte de sus víctimas, el 94%, fueron asesinadas en democracia.  Que ETA naciera en un contexto concreto como la dictadura, no justifica su trayectoria.

Anexo-4 19800724-La Gaceta1
Anexo-6 19790730-Hoja del lunes1 Madrid
Anexo-6 19800202-La Gaceta1 Ispaster

La existencia de ETA y la responsabilidad de sus actuaciones solo competen a sus miembros, quienes libremente decidieron optar por el uso de la violencia.

La violencia de ETA generó un embrutecimiento entre quienes la defendieron, generando una cultura de la violencia y del odio muy intensa.

Así pues, es imprescindible realizar un profundo trabajo de deslegitimación de la violencia que, por una parte, reafirme de manera definitiva que la violencia ejercida, además de un error, fue injusta. Sus víctimas no eran merecedoras de semejante castigo. No existía ninguna justificación para ello. Y, por otra parte y no menos importante, es ineludible contrarrestar los dañinos efectos que esa cultura de violencia ha generado en un importante sector de la sociedad. Esta parte de la sociedad que, en muchos lugares, ha justificado y empleado la amenaza de la violencia y una crueldad insufrible contra sus propios vecinos, debe realizar el tránsito hacia el funcionamiento democrático y asumir las actitudes y los valores de respeto y tolerancia que son propios de esa forma de organizarnos. Eso implica no idealizar a quienes ocasionaron ese dolor.

ongi etorri

El Mundo

Por esa razón resultan inaceptables los recibimientos públicos a los miembros de ETA. Estos actos públicos no solo humillan a las víctimas; sino que para todos nosotros y nosotras significan el reconocimiento a unas personas por su actividad terrorista, no por otra causa. Y esto solo se puede interpretar como un aplauso a la violencia que es absolutamente inaceptable.

La actitud positiva que esperamos de quienes han apoyado la violencia es que cesen este tipo de actos públicos y, de los presos de ETA, que realicen una autocrítica sin peros, no condicionada, sin más matices que la cercanía al dolor generado.

Partiendo de que toda práctica terrorista es absolutamente ilegítima y condenable, consideramos que existe una diferencia nítida entre el terrorismo de ETA y el terrorismo de otros grupos como el GAL, el BVE, la Triple A, etc. Hacia estos últimos, no hubo un apoyo público significativo a sus criminales actuaciones. Más bien, lo contrario. La inmensa mayoría de sus asesinatos tuvo una respuesta de condena en la calle. Lo mismo ocurrió con los excesos que cometieron las fuerzas de seguridad especialmente en los años de la Transición.

19810217-La Gaceta Jose Arregui

Hecha esta apreciación, queremos señalar que otra forma de deslegitimar la violencia es persiguiéndola, investigando los crímenes, y condenando a los culpables. Por desgracia, hay carencias muy llamativas en lo que se refiere a los casos de esta violencia ejercida por otros grupos terroristas y a las actuaciones ilegitimas y desproporcionadas de las fuerzas de seguridad. Paradójicamente, muchas de sus víctimas no tuvieron nada que ver con el terrorismo de ETA. En este sentido, consideramos que es necesario que haya un cambio de actitud y que, desde el Estado, se cumpla con las obligaciones y se aplique la justicia obligatoria y, sobre todo, la justicia que necesitan las víctimas.

 

Reivindicar una memoria digna

Como se ha visto, el final de ETA ha significado el final de la violencia asesina y de la amenaza, pero ahora queda elaborar una memoria digna. Y con “memoria digna” nos referimos a que se conozca el máximo de verdad posible de lo ocurrido como un derecho que asiste a las víctimas y a toda la sociedad. Como dice Reyes Mate “la memoria es la lectura moral del pasado guiada por la búsqueda de la verdad y la justicia”. Pero no se trata solo de conocer datos y agolparlos en volúmenes de libros y listados interminables, sino que es imprescindible hacer una lectura crítica de lo ocurrido porque corremos el riesgo de no aprender de nuestros errores y continuar arrastrándolos.

Creemos que es elemental desnudar a la violencia de cualquier lectura épica con la que a menudo se ha tratado de revestirla. Por eso decimos no a un relato que justifica, bajo el eufemismo del conflicto, tanto dolor.

19830505-La Gaceta Santutxu

Hay que marcar nítidamente un antes y un después. Y a ese después, solo hay que llevar la dignidad de las víctimas, la firme convicción de que la violencia solo aporta dolor y más dolor y que es inválida para construir nada positivo porque siempre parte de una injusticia contra un ser humano.

En esta reivindicación de una memoria digna es imprescindible identificar y distinguir claramente las responsabilidades. De la misma manera que es imprescindible definir quién es y quién no es una víctima. Esta violencia, fundamentalmente la violencia terrorista de ETA, ha generado mucho sufrimiento, pero siempre debemos diferenciar nítidamente la figura de la víctima porque pone en evidencia la injusticia de todo lo ocurrido. Las víctimas son las trágicas destinatarias de la más grave vulneración de los Derechos Humanos, el asesinato. Tratar de equiparar sufrimientos secundarios con el asesinato de un ser humano denota una perversión moral inasumible.  Solo a partir del reconocimiento, sin matices, sin compensaciones,  de la gravedad de los injustos asesinatos, podremos identificar y reconocer otros sufrimientos que generó esta violencia.

 

Cuáles son nuestras referencias

Para Gogoan, por una memoria digna hay unas referencias claras por la importancia y actualidad de su mensaje y por la validez del mismo para el futuro:

victimas_eraikiz

  • La asociación de víctimas Eraikiz. El mensaje que lanza a la sociedad es extremadamente valioso. En él pide que no olvidemos el pasado como antídoto para evitar un futuro con violencia, reclama una autocrítica del pasado, rechaza cualquier justificación de la violencia, pide respeto a la pluralidad de la sociedad, exige que reconozcamos la pluralidad de las víctimas y que eliminemos estereotipos equivocados, que nos acerquemos a las víctimas con respeto y afecto, que dialoguemos y nos impliquemos en la construcción de la convivencia.
  • La reflexión de los presos y presas de la llamada Vía Nanclares. Como llevamos repitiendo desde el inicio, es necesaria una reconstrucción de la convivencia dañada por la perversidad de 50 años de violencia. En este sentido, la recuperación para la sociedad de los ejecutores -que no únicos responsables- de esa violencia, la recuperación social de quienes han asesinado, es un gran éxito y un paso definitivo hacia esa convivencia recompuesta.

El PaísLos miembros de la Vía Nanclares realizaron una revisión crítica de su actuación y, desde Gogoan, aplaudimos esa actitud constructiva y positiva para toda la sociedad y criticamos a quienes pusieron trabas a aquella iniciativa y a quienes hoy en día marginan estas actitudes.

  • Los encuentros restaurativos entre víctimas y victimarios, partiendo siempre de la total libertad individual para participar en ellos. Este diálogo, siempre duro para sus protagonistas, ha permitido a los victimarios poner en práctica el reconocimiento del daño causado, no en genérico, sino expresado personalmente a quienes directamente lo sufrieron.

GxP

  • La actuación de los grupos pacifistas, entre los que destacamos a la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria. Su mensaje, basado en principios éticos y pre-partidistas, de deslegitimación de la violencia y de construcción de la memoria siguen teniendo plena vigencia en la actualidad.

Probablemente, las referencias mencionadas sean lo más positivo que se pueda extraer de todo este periodo de violencia y algo de lo que podemos seguir aprendiendo. Y esa precisamente quiere ser hoy nuestra aportación social: revisar de manera crítica nuestro pasado reciente es la única forma de poder cerrar este capítulo de la historia.

Reivindicamos una memoria digna.


GOGOAN, por una memoria digna elkartearen AURKEZPENerako PRENTSAURREA

Nor garen

Gogoan, oroimen duinaren alde, Euskal Autonomia Erkidegoko eta Nafarroako Foru Erkidegoko gizon-emakume talde batek osatzen dugu. Aldez edo moldez, Giza Eskubideen defentsaren alde,  euskal gizartearen aniztasuna balioetsiz, helburu politikoak lortzeko bide baketsu eta demokratikoaren defentsan eta biktimenganako elkartasunaren alde aritu gara aspaldidanik. Horrez guztiaz gain eta aurrera begira, gure izenak dioen bezala, indarkeria politikoaren ondoren oroimen duinari eutsi nahi diogu.

Zeintzuk diren gure helburuak

Indarkeria-ondoko garai honetan ezinbestekoa gertatzen zaigu helburu batzuk azpimarratzea, gertatutakoaz kontakizun zintzoa egin eta gure gizartearentzako sendagarria izan daitekeen oroimena landu behar baita.

Hona hemen zein diren gure helburuak:

  • Indarkeria deslegitimatzea

ETA ez zen diktadurari emandako erantzun bortitza izan: bere biktima gehienak, %94 hain zuzen, frankismoa amaitu ondoren egin zituen. ETA diktadurapean sortu izanak ez du bere ibilbidea justifikatzen. ETA existitzea eta bere ekintzen erantzukizuna bere kideei baino ez dagozkie , beraiek erabaki baitzuten indarkeriaren bidea hartzea, ez beste inork. Gainera, ETAren indarkeria horrek jende askoren gogortze eta muturreratzea ekarri zuen, batez ere bere defendatzaileena eta, hartara, gorroto eta bortizkeriaren kultura gorpuztuz joan zen eurengan.

Anexo-6 19800202-La Gaceta1 Ispaster
Anexo-6 19790730-Hoja del lunes1 Madrid
Anexo-4 19800724-La Gaceta1

Beraz, ezinbestekoa zaigu indarkeriaren deslegitimazioan lan handia egitea, erabili zuten indarkeria hori bidegabea izateaz gain, huts galanta ere izan zela aitortzen hasiz. Biktima haiek ez zuten horrelako zigorrik merezi izan, ez baitzegoen inolako justifikaziorik. Beste alde batetik, indarkeriaren kultura honek gure gizartearen kolektibo batean zer-nolako kalteak eragin dituen ere aztertu eta baliogabetu beharra dago. Gizarte zati horrek, askotan, euren auzokoen kontra mehatxua eta krudelkeria erabili eta justifikatu ditu gogotik. Beraz, gure ustez indarkerian ibilitako pertsona horiek demokraziarako bidean jarri behar dira, baita demokraziaren errespetu eta tolerantziazko balore zein jarrerak jaso ere. Jakina, horrek eskutik

ongi etorri

El Mundo

dakar min hura eragin zutenen aldeko inolako idealizaziorik ez egitea. Orobat, ETAkideei ongietorri publikoak egiteari guztiz onartezina deritzogu. Ekitaldi publiko hauek biktimei kalte eta oinazea eragiten die, eta guri geuri ere mingarria egiten zaigu, omendutako horien ekintza terroristak ontzat ematen direlako. Hori guztia, azken batean, indarkeriaren aldeko txaloa baizik ez da eta, hartara, guztiz onartezina gertatzen zaigu.

Jendaurreko ekitaldi hauek lehenbailehen desagertzea espero dugu, baita ETAko presoek ezbairik gabeko autokritika egitea ere, sortu duten mina benetan eta sakonki aitortuz.

Jarduera terrorista oro guztiz arbuiagarria eta legez kanpokoa dela oinarritzat hartuta, ETAren eta beste talde batzuen terrorismoa (GAL, BVE, TRIPLE A, etabar) desberdina dela uste dugu. Azken hauek ez zuten inolako onespen herritarrik izan; alderantziz, herritarren gaitzespen borobila baizik ez zuten lortu. Terrorismo mota horrek eragindako erailketek erreakzio nabarmenak izan zituzten kalean. Trantsizio garaian segurtasun indarrek eragindako gehiegikeriekin ere gauza bera gertatu zen.

19810217-La Gaceta Jose Arregui

Gauzak honela, indarkeria deslegitimatzeko beste modu batzuk ere badirela oroitarazi nahi dugu: erailketak ikertu, indarkeria bera jazarri eta errudunak kondenatu, besteak beste. Zoritxarrez, aipatu ditugun bigarren multzoko talde horiek eragindako neurriz eta legez kanpoko indarkeriaz egin diren ikerketetan hutsune nabarmenak daude oraindik. Kontrakoa badirudi ere, honelako biktima askok ez zeukaten zerikusirik ETAren indarkeriarekin. Hori dela eta,  Estatuak aldatu beharko luke bere ikuspuntua, eta bere eginkizuna bete beharko luke justiziarekin lankidetzan eta, batez ere, biktima horien erreparazioa sustatuz

  • Oroimen duina aldarri gisa

Denok ikusi dugu ETAren amaierak indarkeria hiltzailearen eta mehatxuaren amaiera ekarri dituela; beraz, oroimen duina gauzatzeko garaia da. Eta zera adierazi nahi dugu zorioneko “oroimen duin” horrekin: gertatutakoaren egia guztioi ezagutarazi, gure eskubidea baita. Reyes Materen hitzekin bat gatoz: “oroimena gertatu zaigunaren irakurraldi morala da, egia eta justizia abiapuntutzat hartuta”.  Baina kontua ez da bakarrik datuak ezagutu, zerrendatu eta liburuetan gorde, ez; beharrezkoa da irakurraldi kritiko bat egitea eta geure egitea. Hori egin ezean, agian berriz egin genitzake errakuntza horiek

Indarkeria biluztu egin behar dugu, behinola jantzitako epika hori erantzi. Hortaz, gure ezetza ematen diogu, gatazkaren eufemismoaz mozorroturik, hori guztia justifikatu nahi duen kontakizunari.

19830505-La Gaceta Santutxu

Argi eta garbi bereizi behar ditugu lehena eta geroa. Geroaldi horretara biktimen duintasuna baino ez dugu eraman behar. Gainera, uste osoa dugu indarkeria oinazea baino ez dela izan, eta ez duela balio etorkizuna eraikitzeko, gizakiari eragindako bidegabekeria batetik abiatzen baita.

Oroimen duina aldarrikatzean, erantzukizunak zuzen identifikatu eta diskriminatu behar ditugu. Era berean, ondo baino hobeto definituko dugu nor den biktima eta nor ez. Indarkeria horrek, ETArenak gehienbat, sekulako sufrimendua sortu du. Hartara, zuzen bereizi behar dugu biktimaren figura, horrek argi erakusten baitu gertatutakoaren bidegabekeria. Biktimok Giza Eskubideen urraketarik latzenaren eramaileak dira: erailketarenak. Bigarren mailako pairamenak eta gizaki baten erailketaren parean jartzea perbertsio onartezina da. Hilketa horiek guztiz bidegabeak izan zirela irmo eta ñabardurarik gabe adierazi behar da; horren ondoren letorke biolentziak eragindako beste sufrimenduak finkatu eta aitortu ahal izatea

 

Zeintzuk diren gure erreferenteak

Gogoan, oroimen duinaren alde elkarteak talde eta ekimen batzuk ditu eredu, euren mezuagatik edota etorkizunari begirako balioagatik:

victimas_eraikiz

  • Eraikiz izeneko biktimen elkartea. Gizartera helarazitako mezua guztiz baliotsua da. Berton esaten dute indarkeriarik gabeko etorkizuna eraikiko badugu, lehenaldia ezin dugula ahaztu; lehenaldiaren autokritika eskatzen dute; indarkeriaren aldeko ezein aitzakia arbuiatu egiten dute; gizartearen aniztasuna onartu eta okerreko estereotipoak baztertu eta biktimen aniztasuna aitortu behar dugula,. Biktimenganako begirunezko hurbilketa eskatzen dute eta elkarbizitzan inplika gaitezen.
  • Langraitzeko Bidea izeneko presoen hausnarketa. Hasieratik esan bezala, indarkeriaz jositako 50 urte igaro ondoren, elkarbizitza berreraiki behar dugu. Ildo honetan, hiltzaileen berreskuratze soziala arrakasta handia da, eta, hartara, elkarbizitzaranzko urrats sendoa. Langraitzeko kide hauek egindakoaren berrikuspen kritikoa egin zuten eta Gogoanekook gizarte osoarentzat ona den jarrera horrekiko atxikimendua erakutsi nahi dugu, baita ekimen horri eragozpenak jarri zizkienei kritika egin ere.
El País

Jose Ignacio Pikabea Burunza

  • Biktima eta biktimagileen arteko topaketa eraikitzaileak. Askatasun osoz parte hartu bazuten ere, oso gogorrak izan ziren guztientzat. Alabaina, solasaldi horiek hiltzaileei ikusarazi  diete zer-nolako kalte eta mina eragin zuten biktimengan eta, ondorioz, eurenganako errekonozimendua adierazi ahal izan diete.

Dilo con tu silencio

  • Talde bakezaleen jarduerak, Bakearen aldeko Koordinakundea-Gesto por la Pazena bereziki aipatuz. Haien mezua, betiere printzipio etiko eta prepolitikoetan oinarritua, bortxakeria deslegitimatu eta memoria eraiki nahi duena, inoiz bezain indartsu ageri da gaur egun.

Ziur aski, goian aipatutako eredu horiek indarkeria sasoi horretako konturik positiboena dira eta beraiengandik ikasten jarraituko dugu. Horrexek, hain zuzen, izan nahi du gure ekarpen soziala; kapitulu hau behar bezala itxiko badugu, gertatu zaigunaren sustraietara joan beharko dugu, mingarria suertatu badaiteke ere. Ez da beste biderik

Eskerrik asko,

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“Herenegun”

18 Domingo Nov 2018

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actuaciones desproporcionadas de las fuerzas de seguridad, Acuerdo de Aiete, Acuerdo de Lizarra-Garazi, agresiones, asesinato, autovía de Leizarán, BVE, concentraciones pacifistas, Coodinadora Lurraldea, deslegitimación de la violencia, Diputación Foral de Gipuzkoa, dolor generado, El Correo, El País, elkarri, ETA, Euskalduna, Fabio Moreno, Fernando Mugica, funerales, GAL, Gesto por la Paz, Gregorio Ordoñez, Herenegun, Herri 2000 Eliza, Herri Batasuna, iglesia vasca. José María Setién, insumisión, izquierda abertzale, José Edmundo Casañ, José María Aldaya, Joseba Eceolaza, Juan Mari Jauregi, Julio Iglesias Zamora, la mili con los milis, La SER, lazo azul, manifestaciones, mediadores internacionales, Memoria, Noticias de Navarra, Ortega Lara, Pacto de Ajuria Enea, respuesta social a la violencia, secuestros, T-4, tregua, Víctimas

Aportaciones de Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun elaborado por el Gobierno Vasco

 

Presentamos las aportaciones que ha realizado Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun en la confianza de que sirvan para mejorar dicho programa.

Antes de presentar las reflexiones, queremos comentar un aspecto que nos parece importante: no cuestionamos los hechos expuestos -ocurrieron, sí-; sin embargo, a nadie se le escapa que su ubicación en el relato, la intensidad de unos frente a otros, las deliberadas ausencias, los tiempos, etc. son determinantes para crear un relato con una mirada determinada o justo con la contraria. Por este motivo, consideramos que es necesario pulir gran parte de ese tratamiento añadido.

Comentarios sobre el programa educativo Herenegun

Nuestros comentarios se van a centrar fundamentalmente en el material audiovisual. Consideramos que precisan cambios sustanciales:

  • El papel de la Iglesia ha sido mucho más importante que el que transmiten los videos. Si bien es verdad que mucha gente de iglesia ha trabajado duramente por la paz en Euskadi, se debe reflejar que ha habido bastantes curas profundamente implicados en la actividad de ETA y muchos que se han identificado de forma pública (cartas, artículos de opinión, sermones, manifestaciones, etc.) con la izquierda abertzale que han apoyado el terrorismo. Su peso ha ido disminuyendo de forma pareja a la secularización de la sociedad, más que por un abandono consciente de posturas identificadas con quienes estaban causando un grave daño a la sociedad.

  • El papel de la universidad, desde un doble punto de vista: en los 60 y 70, la universidad fue un hervidero de ideas y movilizaciones, al tiempo que grandes sectores pedían la creación de una universidad pública (hubo que esperar hasta 1968); más tarde muchos universitarios alzaron con fuerza su voz contra las actividades de ETA, a la par que otros apoyaron el terrorismo.

 

Comentarios más concretos sobre diferentes cuestiones planteadas en los capítulos del audiovisual

 

  • Hay un enfoque erróneo de lo que fue el Acuerdo de Ajuria Enea, ya que no se le da la importancia y carga institucional que tuvo y lo que supuso de marginación a ETA y Batasuna. No se explica bien. Además, se firmó en enero de 1988; esto es, en la década anterior.

Transcurridos casi once años desde las primeras elecciones democráticas, el terrorismo es un fenómeno que persiste entre nosotros. Su erradicación sigue siendo hoy, por tanto, un objetivo común fundamental de la acción de todas las instituciones y fuerzas democráticas.

El combate contra el terrorismo es, por encima de todo, el combate de la razón frente a la sinrazón, de la vida frente a la muerte, de la libertad frente a la imposición. Es, en consecuencia, el esfuerzo por hacer prevalecer los principios éticos en que se asienta la convivencia en una sociedad civilizada ante quienes lo niegan.

Pacto de Ajuria Enea, 1998. El Mundo

  • Elkarri no fue una organización por un acuerdo por la paz, sino “por el diálogo y el acuerdo“; esto es, trabajaba en la búsqueda de un acuerdo político que pudiera satisfacer los deseos de ETA y así obtener la paz. Se supedita la política a las reivindicaciones de la violencia y se ofrece en el envoltorio democrático del referéndum o consulta.
Elkarri, 1994
Elkarri, 1995. Paul Rios
Elkarri, 1995
Elkarri 2012. Gorka Espiau
Elkarri 2012

Por otro lado, esta organización aparece con un protagonismo excesivo. No se dice cuál fue su origen: un movimiento ecologista (Coordinadora Lurraldea) que quería influir el trazado de la Autovía de Leitzaran, cercano a HB y dirigido por un concejal de esa formación que nunca condenó ningún ataque de ETA, aunque hubiera asesinados en su mismo municipio, Tolosa. Ni siquiera cuando ETA intervino directamente en la autovía. [José Edmundo Casañ fue asesinado por ETA el 4 de marzo de 1991]

La firma del acuerdo con el presidente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, que atentaba de forma directa contra las reglas del juego democrático (pues fue el resultado de una imposición desde fuera de las instituciones elegidas) se presentó como un éxito y un ensayo general. En efecto, lo fue… para HB y quienes dirigían la Coordinadora.

Manifestación en defensa de las instituciones democráticas sobre la autovía de Leizarán.

Ese origen es muy importante para entender el papel que la organización jugó en años posteriores. Nada de esto aparece en los documentos.

  • Manifestación Gesto por la Paz, 1993

    Se presenta a Elkarri como otro movimiento para la paz, cosa que no es cierta, similar en cierto modo a Gesto por la Paz, y la importancia de esta organización queda absolutamente diluida en el único video en el que aparece -1’18”-, cuando Gesto por la Paz, a diferencia de Elkarri, fue un movimiento desprovisto de connotaciones políticas, y que aglutinó a todos quienes estuviesen en contra de acciones terroristas. Todo esto debería de quedar muy claro si queremos ofrecer a los jóvenes una información ajustada a la realidad.

  • Firmantes Acuerdo de Lizarra. 1998

    Hay un salto abrupto entre la detención de la cúpula de HB y el Acuerdo de Lizarra, que se describe como un acuerdo de paz: “Los participantes de Lizarra Garazi querían abrir un proceso de Paz en Euskadi”. Que se sepa, se trataba de un acuerdo político, con un objetivo político: obrando de esa manera se confiaba en que ETA dejaría de “tener sentido”. De hecho, la clave de bóveda del acuerdo de Lizarra es la vinculación entre violencia y política. De esto no se dice nada.

Acuerdo firmado el 12 de septiembre de 1998 en la localidad de Lizarra, ratificado posteriormente en Donibane Garazi, por fuerzas políticas sindicales y sociales que reconocían Euskal Herria como marco de decisión, para delinear un proceso de solución política al conflicto vasco-español-francés.

Por Iñaki Egaña

  • Manifestación Julio Iglesias Zamora, 11 de septiembre de 1993

    Se echa de menos, y mucho, un tratamiento específico de los secuestros. En los 90 hubo cuatro secuestros muy largos y con una contestación ciudadana como nunca antes se había conocido, con manifestaciones multitudinarias, artículos en prensa, concentraciones, implicación coordinada de la élite social y de ciudadanía anónima, tomas de posición… El secuestro de Ortega Lara merece 16 segundos, frente a 1’50” la primera manifestación de Elkarri. En estas campañas contra los secuestros, el papel desempañado por Gesto por la Paz fue fundamental ya que lideró todo el movimiento ciudadano. Pero todo eso se olvida: como ya habían sacado a esos pacifistas en el capítulo anterior, en este no había que hacerlo.

    Concentraciones José María Aldaya, 1995

Por cierto, el secuestro de Aldaya que aparece sin que la actitud agresiva de los contramanifestantes merezca comentario alguno, sucedió en la década de los 90.

 

  • Aparece la socialización del sufrimiento, pero sin la fuerza necesaria. Unas imágenes de archivo no penetran en lo que aquello significó para amplios sectores de la sociedad. Aquella estrategia fue un ataque directo a la gente (o a propiedades públicas que usaba la ciudadanía). Eso no se puede transmitir solo con la imagen de un autobús ardiendo. Afectó a miles de personas, muchas de ellas corrieron grave peligro. Había zonas a las que daba miedo ir; verdaderos territorios prohibidos por peligrosos para muchas personas. En ellos, durante años, unos pocos -la izquierda abertzale-, decidían lo que se podía o no se podía hacer. Nada de eso aparece.

Campaña contra el lazo azul

La izquierda abertzale actuó siempre como un entorno opositor, al margen de que su partido, Herri Batasuna, gobernara en determinados lugares. Y esta izquierda abertzale apoyó el ataque sistemático contra el que pensase diferente, se enfrentó con manifestantes pacifistas impidiendo concentraciones o agrediendo directamente a los manifestantes… Nada, no aparece nada de todo esto.

 

  • La actividad de ETA queda reflejada en frías estadísticas: tantos muertos aquel año, tantos heridos, fotos de periódicos…, como si fuesen accidentes de tráfico. Necesaria, pero fría, incapaz de transmitir lo que muchas víctimas vivieron. No se habla con un mínimo de garra de los enormes sufrimientos de las víctimas: los funerales en soledad, casi en la clandestinidad; persecución de familias que han perdido un miembro (negando el saludo, haciendo manifestaciones en la puerta, pintadas…); ataques hasta en las tumbas o en los monolitos de recuerdo a la víctima; familias de guardias civiles que vuelven al pueblo en absoluta soledad… Por otra parte, los chivatos no existen; tampoco las bienvenidas como héroes a los que salen de la cárcel… No hay sentimiento alguno. Tampoco hay estadística capaz de reflejar eso.
Monolito Fernando Mugica
Monolito Juan Marí Jauregi
Lápida Gregorio Ordoñez

  • Tornillo arrojado contra pacifistas, 1995

    Tampoco aparece el papel que durante años han jugado la Ertzaintza y los jueces, salvo que sea para detener a manifestantes de la izquierda abertzale, o cuando son atacados en fiestas. Pero nada se dice sobre su papel separando manifestaciones: una autorizada y la otra convocada con el objetivo de impedir que los primeros se manifestasen. Esto ocurrió durante algún tiempo: las directrices que recibía la Ertzaintza parecían no distinguir entre “buenos” y “malos” y, mientras, los jueces miraron hacia otro lado. Nada de esto aparece.

 

  • Aparecen varias víctimas en los videos. Casi todas ellas han dado pasos para acercarse de algún modo a los asesinos, protagonizando los llamados encuentros restaurativos o participando en encuentros con víctimas causadas por otros terrorismos, acudiendo a centros educativos, etc. Se trata de una actitud ejemplar en el camino hacia la paz que reconocemos, admiramos y consideramos que tiene que ser referente, pero debe decirse que estamos hablando de una minoría absoluta, de una excepción. Hay miles de otras víctimas que no han tomado ese camino y a las que tampoco podemos pedir que lo hagan. El respeto debe ser absoluto. Pero su elección les ha llevado a una vida más solitaria, más oscura, más apartada, seguramente mucho más traumática. Estas víctimas no existen, no aparecen para nada en los documentales. Pero ahí están. Y son muchos miles.
1976 funeral atentado ETA
1980 funeral atentado BVE
1991 funeral atentado ETA

  • Aparece el movimiento de los insumisos en contra del servicio militar (nada menos 2’30”). Fue importante, y está bien que se cite en un material de este tipo. Pero se le concede una importancia excesiva. Además, ¿qué tenía que ver aquello con el tema central, más allá de que muchas personas fueran insumisas y de la izquierda abertzale al mismo tiempo y pintaban “la mili con los milis”?

 

  • Se ensalza el papel de los enviados internacionales, como si el cerco al que la policía y jueces habían sometido al entorno etarra no hubiera existido o como si el mundo de la política y gran parte de la sociedad no les hubiera democráticamente acorralado. Esto no se refleja ni se explica, y fue, en nuestra opinión, la clave de la renuncia a seguir pegando tiros: estaban moral y materialmente exhaustos, muertos. En realidad, el montaje de Aiete se organizó, con ETA ya casi desaparecida, para que ese mundo no se sintiese “ofendido”, pero la realidad es que habrían seguido con su actitud si no les hubieran detenido tres cúpulas en un solo año. De hecho, la tregua de la T-4 se vino abajo porque esta gente seguía convencida del acuerdo político para dejar las armas.

Mediadores internacionales. Aiete, 2011

En resumen, es fundamental para quien no lo ha vivido de cerca que se refleje que ETA abandonó las armas por cuasi-rendición. Habría que usar esa palabra, rendición, porque es la que con más fidelidad refleja lo ocurrido, pero si aún no nos atrevemos a decirlo, el documental, al menos, debería reflejar con claridad que ETA entregó las armas; no dijo nada ni solicitó nada a cambio (porque tampoco tenía fuerza alguna para hacerlo); dio publicidad a unas excusas muy light, pero excusas en definitiva, y echó la persiana sin nada en su haber, salvo todo el sufrimiento causado. Esto hay que contarlo. Porque en el documental se da a entender que con la escenificación de Aiete, los facilitadores convencieron a los etarras de que eso de matar ya no se llevaba y estos, bonachones y campechanos, decidieron hacerles caso. Las cosas no fueron así.

 

  • La sociedad vasca tiene una deuda con todas las personas que lucharon democráticamente contra el entramado etarra y se la jugaron deteniendo comandos y poniéndoles contra las cuerdas.

 

En general, visto el material, se constata lo siguiente:

Faltan testimonios de personas del colectivo más acribillado por ETA: familiares de guardias civiles, policías y militares asesinados por ETA. Son el colectivo más numeroso de muertos (506 personas) y no se ve a nadie decir nada. La balanza siempre es injusta, pero en este caso es brutalmente desequilibrada. Eso sí, una persona que se traslada en bus a ver a su familiar etarra preso muy lejos habla de su sufrimiento. ¿Por qué no se ha entrevistado al guardia civil Antonio Moreno, padre del niño Fabio, y sí a cuatro mujeres de trabajadores de Euskalduna -2’43”-?

Creemos que los documentos no reflejan ni de cerca que el dolor generado en esta tierra ha sido tremendamente cruel e injusto para con las víctimas de ETA, del GAL y de los grupos organizados por la extrema derecha; igualmente, para las víctimas de actuaciones policiales indebidas, desproporcionadas e injustas. Y todo ese dolor (el de los asesinatos) no es comparable con el de una novia que tiene que hacer cada mes 2.000 kilómetros para ver a su novio etarra. No es lo mismo. Y es muy importante no frivolizar sobre lo que son violaciones de derechos humanos, porque es distinto quedarte sin micrófono a quedarte sin padre. Lo primero tiene remedio y lo segundo, no. Y esto no se refleja de ninguna manera en los materiales didácticos.

Toda actuación policial que aparece en los documentales se reduce a mera brutalidad policial.

Nos parece un material excesivo en duración: hay que ser más claro, directo y objetivo: datos (Historia) y testimonios (Memoria), pero con la graduación e intensidad del tamaño de las violencias vividas, de los dolores sufridos y de las aportaciones para la paz realizadas.

Queda muy corta la parte dedicada a la respuesta social y pacífica a la violencia, que fue muy meritoria creando sensibilidad y conciencia pacifista. Además, los miembros de esos grupos aguantaron desplantes, humillaciones y ataques de la izquierda abertzale en numerosas concentraciones ¿De eso, es decir, de la intransigencia y de la imposición por la fuerza no hay que hablarles a los jóvenes?

Sugerencias

Para terminar, aportamos algunas sugerencias que se nos ocurren como mejor manera de abordar este material y sería siguiendo estas claves:

  1. Deslegitimación total de la violencia
  2. No ha existido ninguna justificación para esa violencia
  3. El único logro de la violencia ha sido el daño irreparable generado a sus víctimas

Por esta razón,  el enfoque se debería centrar en:

  • Mostrar la realidad de todas las víctimas.
  • No realizar interpretaciones de la historia

 

___________________________________

Nota final: Se señala la duración de algunas escenas. Solo a título orientativo. Unos segundos de una imagen hablan a veces con más claridad que unos minutos de explicaciones. Pero los que hemos señalado revelan también algo sobre la filosofía en la que estos documentales se asientan.

15 de noviembre de 2018


 

Estas han sido las aportaciones realizadas por Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun. No queremos finalizar esta aportación, sin incluir uno de los artículos más sensatos que, según nuestro parecer, se han publicado sobre este tema:

“Paisaje moral” de Joseba Eceolaza publicado el 17 de noviembre en Noticias de Navarra.

 

 

Los pasos de la Memoria

08 Jueves Nov 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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Alfonso Alonso, Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, CCAA, Diario Vasco, Eneko Goia, ETA, GAL, Gesto por la Paz, Los Pasos de la Memoria, Memoria, Pacifismo, Partido Popular, PNV, PP, silencio, víctimas de abusos de las fuerzas de seguridad, víctimas de la violencia, víctimas del terrorismo

Eneko Goia, alcalde de Donostia-San Sebastián por el PNV, ha anunciado que recordará a las 128 víctimas del terrorismo y de los abusos policiales (107 asesinadas por ETA y CCAA, cuatro por el GAL, 11 por la violencia policial y seis de autoría desconocida) que se produjeron en esta capital durante los años de violencia y terror, a través de unas placas que se pondrán en los lugares donde fueron asesinadas.

Sin duda alguna, quiere ser escrupulosamente cuidadoso. Ha adelantado que consultará cada placa con la familia de cada víctima y que solo se colocará con su consentimiento. Añade que la iniciativa “no tiene caducidad” ya que “los allegados pueden cambiar de opinión, de forma que si ahora no quieren ningún recuerdo y en el futuro sí, tengan la posibilidad de que se coloque la placa más tarde”. Más en El Diario Vasco 

No es una iniciativa novedosa porque ya el 12 de marzo de 2007, Alfonso Alonso, alcalde de Vitoria-Gasteiz por el Partido Popular, hizo pública la decisión de colocar unas placas incrustadas en el suelo con el nombre de las personas asesinadas entre el 5 de marzo de 1978 y el 22 de octubre del 2000. En estas placas, solo aparece el nombre de la víctima, la fecha en la que fue asesinada y una cita de un pensador como Gandhi, Octavio Paz, Camus, Asimov…

Hasta hoy, no había cundido el ejemplo de Alonso en los ayuntamientos de las otras capitales. Sin embargo, la ciudadanía sí dio pasos firmes hacia la memoria. Este fue el caso de la organización pacifista Gesto por la Paz que en 2010 realizó un emotivo acto en Bilbao, Los Pasos de la Memoria, al que los medios llamaron “La ruta del dolor en Bilbao”, “La huella de la bala y la bomba en Bilbao”, “Pintadas contra el olvido”… [Dossier de prensa de aquel acto]

Desde diferentes puntos de Bilbao, grupos de pacifistas recorrieron los distintos lugares donde el terrorismo había usurpado la vida de vecin@s de la localidad; vecin@s de toda condición social, laboral…


En cada lugar donde se pintaba el nombre y la fecha de su asesinato, le leían las circunstancias en las que se habían producido aquel horror que nunca tenía que haber ocurrido y se guardaba un minuto de silencio.


Y aquellas columnas de pacifistas convergieron en el Parque de Doña Casilda donde leyeron los nombres de cada una de las personas asesinadas y pusieron una flor sobre sus nombres.


Quienes tuvieron la oportunidad de vivir aquel acto -pacifistas y víctimas que componían las columnas- lo recordarán. De nuevo, Gesto por la Paz fue pionera en el trabajo por la memoria.

MINA (dolor) -DOLUMINA (duelo) BAKEMINA (ansia de paz)

27 Jueves Sep 2018

Posted by gogoanmemoria in Víctimas

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El Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia se presentó a la ciudadanía bilbaina el 16 de octubre de 2017. En aquel momento, manifestó el objetivo para el que se había creado:

“El objetivo prioritario es convertirse en el lugar de encuentro y colaboración para acompañar las políticas públicas municipales en relación con las víctimas del terrorismo y violencia, con la finalidad de trabajar y acordar actuaciones y programas que ayuden a profundizar en los valores del respeto y la convivencia“

y los compromisos que adquiría:

“reconocer a las víctimas, propiciar el diálogo con las víctimas, y entre ellas, en la búsqueda de un consenso social y político amplio, y colaborar con las instituciones públicas para seguir desarrollando un marco legal que reconozca y ampare a todas las víctimas del terrorismo y la violencia.”

La siguiente ocasión en la que el Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia se manifestó en público fue el 25 de abril cuando presentó en el Azkuna Zentroa unas jornadas que se desarrollarían por los distintos distritos de Bilbao en las que participarían de manera destacada las víctimas del terrorismo y de la violencia de Bilbao.

https://euskalpmdeushd-vh.akamaihd.net/multimediahd/videos/2018/04/25/2279355/20180425_22385424_0011176544_004_001_BIDEO_TOPAKE.mp4

 


MINA (dolor) -DOLUMINA (duelo) BAKEMINA (ansia de paz), testimonios del dolor en Bilbao

El pasado lunes, 24 de septiembre, se llevó a cabo la primera jornada en el Centro Municipal de Castaños dirigida por dos de los miembros del Foro, Isabel Urkijo Azkarate y Angel Mari Unzueta y que contó con la participación de las víctimas Inés Nuñez De la Parte, Abel Uceda y Arantza Puelles. En la fotografía posan con el presidente del Foro, el Alcalde Juan Mari Aburto.

presentación del acto

“El 20 de octubre de 2011 ocurrió uno de los hechos más relevantes de la historia reciente del País Vasco: ETA dejó su actividad. Esto supuso el fin del ciclo de violencia y terror iniciado hacía 50 años y cuya máxima responsable fue ETA, pero donde otras organizaciones terroristas como el GAL o el Batallón Vasco Español, también contribuyeron a generar terror y dolor. Y no podemos olvidar los abusos policiales de muy graves consecuencias.

Aquel 20 de octubre, miles de personas dejaron de sufrir la violencia de persecución que soportaban desde hacía mucho tiempo. Aquel día, aún sin saberlo, potenciales víctimas de ETA, recuperaron su vida. Y aquel día, la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca, ganó en libertad.

Quizás porque estábamos acostumbrados a que las manifestaciones solo fueran de protesta o de duelo, no se convocaron manifestaciones de alegría, salvo alguna excepción, pero la liberación que todos y todas sentimos se palpaba en cada mirada, en cada sonrisa…

La verdad es que también aquel día y los posteriores mucha gente nos preguntábamos “¿y ahora qué?”  o, peor, “y todo esto ¿por qué?, ¿para qué?“. Cualquiera de las respuestas que pudiéramos ofrecer a quienes han sufrido la violencia más directamente, difícilmente llenaría el vacío que deja la absoluta incomprensión de lo ocurrido, el vacío por no encontrar ninguna explicación de por qué tuvieron que sufrir lo que sufrieron.

Muy posiblemente, salvando las distancias, un vacío similar estén sintiendo los familiares de miembros de ETA que han muerto en sus llamadas “ekintzas” o los presos de ETA y sus familias. “¿Todo para qué?“, pero estos sí fueron responsables de lo ocurrido porque libremente optaron por usar la violencia contra otros seres humanos, mientras que sus víctimas, las víctimas de todos los terrorismos y abusos de la autoridad, éstas fueron objeto de una terrible injusticia, porque todo aquello fue absolutamente injusto.

En este momento estamos en el “¿Y ahora qué?” y ese es el reto que queremos afrontar desde el Foro.

Mina, dolumina, bake-mina… Indarkeriak eragindako minak, doluaren bidea eginez eta eraginez, bake-mina, hau da, bakearen egarria asetzen lagundu dezakela eta, Eusko Jaurlaritzaren proposamenari jarraituz, herri batzuetan –kasu honetan, Bilbon– bakearen eta bizikidetzaren aldeko foroak sortu dira, indarkeria jokoz kanpo uzteko eta herritar guztien arteko elkartasuna sendotzeko.

De esta manera, el 16 de octubre de 2017 se presentó el Foro Bilbao para la Paz y Convivencia con el objeto de que nunca más se repita nada similar. Aprobamos un Plan de actuación con la finalidad de difundir entre toda la sociedad bilbaína lo ocurrido y de potenciar el reconocimiento del daño causado con el fin último de mejorar la deteriorada convivencia, siempre desde una firma deslegitimación de la violencia.

Así, nos comprometimos a:

  • Reconocer a las víctimas en su pluralidad y con el respeto que se merecen. Hau da, biktima guztiak aintzat hartzea, eta zor jaken duintasunez eta justiziaz tratatzea.
  • Propiciar el diálogo con ellas y entre ellas en búsqueda del consenso necesario para afianzar la paz y mejorar la convivencia. Elkarrizketa bultzatzea, bake eta bizikidetzarako bide nagusi bezala.
  • Buscar el completo reconocimiento y amparo a todas las víctimas del terrorismo y la violencia. Indarkeriaren era guztietako biktimen babesa bilatzea.

Y marcamos nuestro objetivo en trabajar y acordar actuaciones y programas que ayuden a profundizar en los valores del respeto y la convivencia en el municipio.

Este foro lo componemos el Alcalde como Presidente, familiares de víctimas (Dori Monasterio, Manu Cabacas y Fina Liceranzu, José Goikoetxea, Mari Jose Aguirre, Inés Núñez, Javier Batarrita, Abel Uceda, Belén Mentxaka, Conchi Fernandez, Carmen Francia y Edurne Brouard), representantes de los grupos municipales del Ayuntamiento y cuatro personas designadas por el alcalde por su experiencia con víctimas, Ramón Mugica, Maitane Etxebarria y, nosotros, Isabel Urkijo y yo, Angel Mari Unzueta.”

El video sobre otras experiencias

Seguidamente se proyectó un video que es un extracto del documental “Mujeres en construcción” de Maite Ibáñez y Begoña  Atín (2011) y del documental sobre la iniciativa de la anterior Dirección de Víctimas del Gobierno Vasco, Glencree. Tanto “Mujeres en construcción” como el reportaje de ETB sobre Glencree son documentales muy recomendables.

Charla con las víctimas

Posteriormente, se acercaron a la mesa las tres víctimas participantes, Inés, Abel y Arantza, y, a través de unas sencillas preguntas, fueron expresando el dolor que habían sentido, la insolidaridad de gente que creían tener cerca, el concepto de justicia, la necesidad de sentir el calor social, el ultraje que sienten con los homenajes llamados “ongi etorri” a los presos de ETA cuando vuelven a sus pueblos…

Ha pasado tiempo, pero sin duda alguna esas heridas siguen supurando. Posiblemente desearán olvidarlo todo, dejar de sentirse víctimas, recuperar la normalidad de la que aquella tragedia les sacó… pero es evidente que falta tiempo y que la sociedad tiene una deuda con ellas.


La próxima jornada será el 3 de octubre a las 19’30 h. en el Centro Municipal de Basurto (c/ Zankoeta, 1).


 

Memorias del terrorismo en España

26 Miércoles Sep 2018

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Este es el nuevo libro que ha presentado Raúl López Romo con el prólogo de Florencio Domínguez, historiador y director del Centro Memorial de Víctimas del terrorismo, respectivamente.

Son 65 relatos cortos escritos por familiares de “víctimas, por profesionales de diversos campos y por activistas“. Diferentes miradas que, como dice Stefan Zweig, ayudan a reconstruir la “atmósfera espiritual” de una  época. “Esta no se encuentra sedimentada en los acontecimientos oficiales, sino más bien en pequeños episodios personales“.

Como no puede ser de otra manera, los relatos son muy diversos y plurales y van desde el minucioso estudio del catedrático de Historia Comtemporánea de la UPV-EHU, Antonio Rivera, sobre los Comándos Autónomos Anticapitalistas hasta el sencillo relato del asesor de la Secretaria General de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Enrique Ullibarriarana. Por esta razón, hemos seleccionado frases de algunos de estos relatos.

Joseba Arregui en relación al Pacto de Lizarra:

Implicaba asumir que para conseguir la paz era preciso conceder a ETA la realización de su proyecto nacionalista radical bajo la argucia de que era mayoritario en la sociedad vasca

El de Cristina Cuesta, hija de Enrique Cuesta asesinado por los Comándos Autónomos Anticapitalistas en 1982, es uno de los relatos más recomendables. Narra cómo fueron los primeros pasos de la Asociación por la Paz de Euskal Herria en 1986, cuando se concentraron por primera vez por el asesinato de Manuel Fuentes Pedreira tras la pancarta “Basta ya. Nuestro pueblo quiere paz“.

Nos comprometimos a convocar concentraciones silenciosas tras el asesinato o la muerte violenta de un ser humano, independientemente del grupo terrorista que actuara, la profesión de la víctima, su ideología, su procedencia o cualquier otra circunstancia. Nos centrábamos en la irreparable pérdida humana.

Nació una nueva manera de mirar y de actuar ante la realidad de sufrimiento y de miedo que nos rodeaba, en la que las víctimas se hacían presentes y tímidamente empezaban a alzar la voz, incluso en silencio.

Roberto Manrique, víctima del atentado de Hipercor (ETA, 1987), dice esto sobre la actuación de la Justicia, según el juicio por su atentado:

Del enorme número de personas con seres queridos asesinados o de la extensa relación de heridos solo iban a aportar su testimonio dos: una herida grave que, al ser extranjera y no dominar el idioma excusó su asistencia, y uno de los heridos más leves del atentado. Cuando pregunté la razón para esa pantomina, me explicaron que habia sido una elección por sorteo. ¿Sorteo? ¿La justicia escuchaba la voz, el dolor y la experiencia de las víctimas a través de un sorteo? ¿solo iban a escuchar a dos?. Salí del juicio con la impresión de que la víctima era quien menos importaba a la justicia, que éramos la inoportunidad personificada.

Consuelo Ordoñez, hermana de Gregorio Ordóñez asesinato por ETA en 1995, dice esto:

Al final, no fue ETA quien de forma directa me explusó del País Vasco, sino mis propios conciudadanos que colocaron su miedo al ostracismo social un peldaño por encima de su dignidad.

Y también sobre la actitud de los vecinos y vecinos habla Mari Carmen Hernández, viuda de Jesús Mari Pedrosa asesinado por ETA n el 2000:

Sientes el vacío de la gente que, por miedo o porque no le afectaba de cerca, pasaba de ello. Vecinos, personas que te dejan de hablar, de saludar. Gente que has conocido de toda la vida y se manifestaba debajo de casa. ¡Es muy triste!

Santos Santamaría es el padre de Santos Santamaría Avendaño, mosso d’escuadra asesinado por ETA en 2001, dice:

No necesitamos homenajes porque sabemos que solo hemos sido el instrumento del terrorista para crear terror a la sociedad. Simples instrumentos. La única víctima real ha sido y es la sociedad. Pero la sociedad es cómoda, hasta el punto de acceder a cualquier arreglo cobarde solo por aquello de ‘para que a mí no me toque’.

Joxan Rekondo, ex alcalde de Hernani y víctima de la violencia de persecución durante muchos años, escribe:

Me atrevo a decir que difícilmente podrá regenerarse la convivencia entre vascos sin sanar los daños que la intimidación y el terror han provocado durante todo este tiempo en todas las dimensiones de la vida social.

Zarautz, 2000 Gesto por la Paz

Gloria Vázquez, concejala del Ayuntamiento de Zarautz y también víctima de la violencia de persecución, nos cuenta:

Algunos amigos me reprocharon que hubiera asumido un cargo público que implicara escolta teniendo hijos. Como si yo estuviera poniendo en riesgo a mis hijos. Era una de las perversidades del terrorismo y de sus seguidores, que pretendían traspasar la responsabilidad de lo que pudiera ocurrir a los propios amenazados. Y lo conseguían

Gorka Angulo, periodista del Centro Memorial de las Víctimas del terrorismo, finaliza su relato de esta manera:

Cuando una sociedad, una generación, ha tenido el terrorismo en la puerta de la casa y esto solo ha concienciado y movilizado a una ínfima parte de sus integrantes, solo se puede pensar que el miedo y la cobarcia moral han hecho más daño que los propios terroristas. Si siendo más jóvenes fallaron la ética y la moral, que siendo más mayores no falle la memoria

A este relato le sigue el de Iñaki Arana, hijo de Liborio Arana asesinado por los GAE (Grupos Armados Españoles) en 1980. Iñaki describe la sencillez de su padre, el lechero de Alonsotegi, el tremendo golpe que causó en la familia el asesinato del padre y el maltrato que sufrieron por parte de la policía que no mostró ningún interés por investigar el caso. Motivado por querer conocer la verdad, Iñaki se hizo ertzaina, pero esto también trajo consecuencias: la madre recibió cartas amenazadoras que decían:

Los otros han matado a tu marido, pero nosotros te vamos a matar a los hijos por ser ertzainas

1991. Concentración de Gesto por la Paz ante la Audiencia Nacional. Javier Madrazo, Pedro MIguel Urzainki, Ignacio Urrutia, José Luis Navarro y Txema Urkijo

Finalmente, conviene destacar el relato de Txema Urkijo quien fue primero Director de Derechos Humanos en el Gobierno Vasco y, posteriormente con tres lehendakaris diferentes, trabajó en la Dirección de Atención a Víctimas con Maixabel Lasa. En su relato se puede hacer un perfecto seguimiento de los pasos que fue dando en Gobierno Vasco en relación a las víctimas; primero con las víctimas de ETA y, posteriormente, con las víctimas de otros grupos terroristas como GAL, BVE, etc. Os invitamos a leer con atención su relato completo: “Breve memoria de un esfuerzo institucional”

Como es normal, quedan muchas más cosas en el tintero por lo que recomendamos la lectura de este libro.

CONTRA LOS FANATISMOS

03 Lunes Sep 2018

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CONTRA LOS FANATISMOS, EDUCACIÓN EN VALORES, MEMORIA Y ESCUCHA-SOLIDARIDAD CON LAS VÍCTIMAS

La Vanguardia, 2017

Hace un año el terrorismo yihadista cometió una masacre en Barcelona y Cambrils. Era agosto, mucha gente estaba de vacaciones y una enorme tristeza nos ensombreció los corazones y aquel verano de 2017. Aún no estaban cerradas las heridas que nos provocó el terrorismo de ETA, ya que nuestra bestia se pasó varias décadas dando zarpazos; a veces mató, otras malhirió, otras aterrorizó… Mucha gente a su alrededor se dedicó a echar vinagre en las heridas, a ignorar que hubiera víctimas o a vivir como si no existieran. Y salió al escenario la otra bestia, la yihadista.

Entre nosotr@s había personas que nunca se habían sentido objetivo de ETA y en consecuencia nunca hablaron, ni la criticaron, ni se solidarizaron con sus víctimas, ni dijeron ‘no en mi nombre’… De alzar la voz lo harían contra la policía, contra las torturas, contra la dispersión, contra el estado opresor… Asumían las cuatro consignas de la autodenominada ‘izquierda abertzale’ aunque no fueran más allá en sus planteamientos, pasando por alto la violencia de ETA y sus consecuencias. Ese era su recorrido.

La Vanguardia, 2017

Pero llegaron los atentados de Barcelona y Cambrils, y sintieron que podían ser víctimas del monstruo yihadista, y salieron de sus bocas palabras que nunca se habían verbalizado antes en relación a otros atentados terroristas igual de crueles y sanguinarios: ‘Esperemos que controlen la situación’, ‘a ver si les pillan’, ‘qué fuerte lo que está pasando’ y al final la situación se controló, y se ‘abatió’ a los terroristas, y casi nadie dijo nada, ni se criticó a la policía, ni se hicieron pintadas ni homenajes en favor de los terroristas muertos. Todo esto junto con las declaraciones de vari@s líderes de la autodenominada izquierda abertzale condenando los atentados, solidarizándose con las víctimas y con el pueblo catalán, y, deseosos de ponerse en la pancarta en contra de ‘ese otro’ terrorismo, me removieron por dentro y me inspiraron para escribir este texto en mi muro de Facebook.

YOYES, ZER EGIN DEUTSUE?’ – ‘YOYES, QUÉ TE HAN HECHO?

El País

La primera pintada disonante que veía desde la ventana de mi casa de Mallabia fue, ‘Yoyes, zer egin deutsue?’ Permaneció allí durante años, hasta que derribaron el muro en el que estaba escrita.

Dejando al lado la propaganda electoral, nunca antes había visto en mi pueblo una pintada o un cartel que no proviniera de la autodenominada ‘izquierda abertzale’. Pocos años después, muy cerca de donde se ubicaba el muro comenzamos a concentrarnos pacíficamente los y las mallabitarras de Gesto Por la Paz – Euskal Herriko Bakearen Aldeko Koordinakundea. Entonces éramos nosotros y nosotras la ‘nota disonante’, la pancarta que molestaba, aunque simplemente dijera ‘Bakearen alde – Por la Paz’.

Gesto por la Paz, 1995

Fueron más de 20 años concentrándonos en Ermua y Mallabia; salíamos cada vez que ETA mataba, también por los atentados del GAL y cada vez que se producía una muerte en este contexto de violencia; nos concentramos para exigir la libertad de Julio Iglesias Zamora, José Mari Aldaia, Cosme Delclaux y José Antonio Ortega Lara, portamos en nuestro pecho el lazo azul que simbolizaba la ‘A’ de ASKATASUNA – libertad para los secuestrados-, aguantamos estoicamente las contramanifestaciones, las amenazas y los insultos; nos echamos a la calle y vivimos con especial dolor e intensidad el cruel secuestro y posterior asesinato del ermuarra Miguel Ángel Blanco, un chico de nuestra edad al que conocíamos de vista porque muy a menudo coincidíamos con él y su novia en los bares de Ermua; denunciamos el terrorismo de estado, pedimos el acercamiento de los presos, exigimos una y otra vez el respeto de los derechos humanos para todas las personas y denunciamos la tortura, incidimos en la necesidad de educar para la paz y la tolerancia, denunciamos la crueldad de la violencia de persecución y nos solidarizamos con tantas y tantas víctimas, vecinos y vecinas que no podían hacer una vida normal y tenían que protegerse día a día…

El Correo, 2002

Hemos convivido con esto gran parte de nuestra vida. El terrorismo ha matado a cerca de 1.000 personas, mucha gente ha quedado rota por dentro y por fuera; la mayoría son víctimas de ETA, pero también hay otras víctimas de otras violencias que han sufrido mucho…

Estamos mejor que hace 10 años, eso es verdad, pero hay gente y colectivos interesados en pasar página, en olvidar, en repartir las culpas y se acabó.

Eso no puede quedar así, hay que grabar en la memoria todo lo que ocurrió para que no se vuelva a repetir, hay que seguir deslegitimando toda aquella violencia, hay que devolver la dignidad a todas las víctimas, desde los guardias civiles a los concejales, pasando por los asesinados por el terrorismo de estado o víctimas de actuaciones desproporcionadas o abusos policiales, hay que seguir exigiendo verdad, justicia y reparación para ellas.

Gesto por la Paz, 2010

Tiene que quedar claro que, en aras a imponer su proyecto totalitario, un@s cuant@s se han dedicado a sembrar el odio y a socializar el sufrimiento, socializando también a la juventud en el ejercicio de la violencia. Sin ningún escrúpulo captaron jóvenes para militar en ETA o ejercer la kale borroka arruinando su propia vida y haciendo imposible la vida a los demás o simplemente asesinándoles. Por tanto, aunque no bajemos la guardia y sigamos exigiendo al estado que respete los derechos humanos y que acerque a l@s pres@s hay que recordar lo obvio: ETA es la responsable de que cientos de jóvenes cogieran las armas y de que much@s de ell@s acabaran en la cárcel: ETA es la responsable de que haya pres@s de ETA.

Esto nos ha pasado hace muy poquito. Hay gente que nunca se ha solidarizado con la mayoría de las víctimas, que nunca ha hecho un mínimo ejercicio de empatía, o lo que es peor aún, personas que han justificado y legitimado toda esta violencia.

Ahora que todos y todas somos objetivo del terrorismo yihadista, se escuchan voces que salen de bocas que nunca hablaron, se siente cierta preocupación por parte de personas que nunca se preocuparon porque su vecin@ tuviera que ir escoltado. Quien hacía discursos que contextualizaban el terror de ETA despreciando a su propio pueblo, se esmera en solidarizarse con el pueblo catalán tras los atentados de agosto.

Europa Press, 2017

Mirémonos al espejo, con honradez y valentía. ¿Realmente hay que pasar página y vivir como si nada de esto nos hubiera pasado? ¿Hay que tragar y callar para siempre? Es eso justo? ¿Qué futuro nos espera si no nos vacunamos contra este cáncer de violencia, indolencia e intolerancia? La memoria puede ser una buena vacuna para nuestra sociedad. Y no podemos olvidarnos de las víctimas. Pongámonos en su piel. ¿No querríamos que se reconociera nuestro dolor, recibir el calor de la sociedad? ¿No nos gustaría que se hiciera justicia? Os animo a escuchar a las víctimas. Hay muchos testimonios grabados: os humanizarán y os enriquecerán, os sorprenderán. Merece la pena escucharles, y es lo mínimo que podemos hacer por ellas.

Gesto por la Paz, 2000

Maite Leanizbarrutia Biritxinaga

Los presos y presas de ETA (3)

01 Viernes Jun 2018

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En el primero de la serie, ya explicamos nuestro apoyo al acercamiento de los presos y presas. En el segundo, recordamos el trabajo realizado por Gesto por la Paz y Denon Artean-Paz y Reconciliación en relación a la reinserción y expusimos a grandes rasgos los posicionamientos del Estado, de la izquierda abertzale, de la sociedad y de algunas organizaciones sociales como Elkarri o la AVT (Asociación de Víctimas del terrorismo).

En este tercer y último capítulo de la serie, queremos referirnos a un tema que nos parece clave para que un preso inicie un proceso de reinserción: el reconocimiento del daño causado. Recuperamos los criterios que apuntaron las dos organizaciones pacifistas y comprobamos que:

a) Desvinculación de la organización armada. Resulta necesaria una renuncia explícita a cualquier estrategia basada en el ejercicio de la violencia. Ya no hay ninguna organización de la que desvincularse, por lo que, 30 años más tarde, este paso ya no es necesario.

Eusko Lege Biltzarra-Parlamento vasco

b) Acatamiento de las reglas y principios básicos democráticos. Condición indispensable para una pesona que ha optado por defender un posicionamiento político a través de la violencia, lo que significa terminar con la vida de otros seres humanos.

En el último de ETA se decía: “ETA no tiene miedo alguno a ese escenario democrático“. Posteriormente, marcan la hoja de ruta que actualmente están siguiendo: “el principal reto será construir un proceso como pueblo que tenga como ejes la acumulación de fuerzas, la activación popular y los acuerdos entre diferentes, tanto para abordar las consecuencias del conflicto como para abordar su raíz política e histórica. Materializar el derecho a decidir para lograr el reconocimiento nacional será clave“.

c) Reconocimiento del daño causado. Y aquí está otro elemento clave que últimamente está siendo un tanto… banalizado.

En primer lugar, en el comunicado de ETA en abril: “Somos conscientes de que en este largo periodo de lucha armada hemos provocado mucho dolor, incluidos muchos daños que no tienen solución. Queremos mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que han causado las acciones de ETA, en la medida que han resultado damnificados por el conflicto. Lo sentimos de veras (…) 

¿Se puede reconocer el daño causado sin asumir la responsabilidad de las acciones? Esto se deduce de la expresión “han resultado damnificados por el conflicto” como si el conflicto pusiera bombas o pegara tiros; en lugar de decir “han sido víctimas de la violencia de ETA”.

A consecuencia de errores o de decisiones erróneas, ETA ha provocado también víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria como fuera de ella. Sabemos que, obligados por las necesidades de todo tipo de la lucha armada, nuestra actuación ha perjudicado a ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna. También hemos provocado graves daños que no tienen vuelta atrás. A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón.” 

Sí, ETA pide perdón a la inmensa minoría de las víctimas que causó, pero se vuelven a esconder: “obligados por las necesidades de todo tipo de lucha armada” como si, después de 50 años de violencia, no fueran conscientes de que utilizar la violencia significa inevitablemente crear víctimas, las buscadas y las no buscadas; y, sobre todo, como si utilizar la violencia no hubiera sido una decisión tomada con absoluta libertad por cada uno de los miembros de ETA.

¿Puede un preso de ETA iniciar un proceso de reinserción sin reconocer la responsabilidad de sus acciones que fueron fruto de una decisión libremente tomada como fue ingresar en la organización terrorista y asesinar a personas? No vale es esconderse tras las siglas de la organización. Cada persona tiene que asumir la responsabilidad de sus acciones. 

Gesto por la Paz y Denon Artean, Paz y Reconciliación defendieron que el tercer criterio, el reconocimiento del daño causado, era “un principio ético general que indudablemente debe ser tenido en cuenta en sus aspectos de autocrítica hacia lo causado, tanto en su dimensión social como en la humana.”

Algo muy similar a esta propuesta lanzada hace 30 años, es el proceso que han experimentado presos de ETA como Carmen Guisasola, Joseba Urrusolo Sistiaga y el resto del grupo de la “vía Nanclares“. Este grupo participó en los encuentros restaurativos organizados por la Dirección de Atención a Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco dirigida por Maixabel Lasa, Txema Urkijo y Jaime Arrese y que contaron con la inestimable ayuda de Esther Pascual. 

Reproducimos parte de la entrevista que Antonio Duplá le hizo a Esther Pascual en la revista Galde (2015), entrevista que animamos a que sea leída:

¿Cómo alguien que ha matado, y lo ha justificado y se ha justificado a sí mismo, puede convertirse en “agente de paz”, en términos de Reyes Mate?

Pues porque hace falta mucho valor para reconocer el mal que has causado, querer asumirlo, mirar a la persona a la que has herido o arrebatado a su ser querido, mirarle a los ojos y decirle: aquí estoy, dispuesto a explicarte o aclararte lo que necesites, a escucharte y escuchar todos tus reproches,  a pedirte perdón. Alguien que hace eso, por supuesto que puede convertirse en un agente de paz, en el sentido de que puede “contagiar” a otras personas a que hagan lo mismo, de manera que se contribuya a una pacificación social. Para las víctimas es doloroso que salgan los etarras orgullosos de su pasado y de su lucha, mientras que les reconforta saber que también hay ex-terroristas que salen arrepentidos y con ganas de contribuir a la paz. Eso les convierte en agentes de paz. Y al decir arrepentido nunca me refiero a humillado. Son cosas distintas. Nelson Mandela es un gran ejemplo de todo esto.

Por desgracia, estas iniciativas tan positivas fueron bloqueadas y anuladas.

Las personas presas durante los largos años de pena que tienen por cumplir, pueden elegir entre seguir la opción de la “vía Nanclares” y optar por la reinserción o tomárselo con la calma de Bildu que, unos días más tarde del acto de Cambó, rechazó firmar una declaración institucional en el Parlamento vasco porque “hoy por hoy es imposible alcanzar un acuerdo unánime en esta materia”.

Este era soméramente el contenido de la declaración:

  • Alivio compartido con la sociedad ante la desaparición de ETA
  • Compromiso inequívoco por alcanzar la verdad, justicia y reparación que reclaman las víctimas del terrorismo
  • Petición a los presos de la banda que asuman la injusticia de sus actos para acogerse a beneficios penitenciarios.
  • Apuesta por construir una memoria compartida basada en el rechazo público a cualquier tipo de violencia, su legitimación y justificación.

El camino se conoce. Es cosa de tiempo y, desde luego, la izquierda abertzale parece no tener ninguna prisa.


Estas mismas reflexiones se podían dirigir a miembros de otros grupos terroristas que actuaron en Euskal Herria, sin embargo, es muy posible que no permanezca ninguno en la cárcel, bien porque fueron juzgados hace ya muchos años y ya han cumplido las condenas o bien porque nunca fueron juzgados.

En este sentido, queremos hacer referencia a un informe de la Dirección de Atención a Víctimas del terrorismo del Gobierno Vasco encabezada por Maixabel Lasa: “se contabilizaron 74 actos terroristas de los grupos parapoliciales y de extrema derecha en el País Vasco en esa época, con un balance de 66 muertos. Los asesinatos del otro terrorismo fueron reivindicados por los GAL (24), Batallón Vasco Español (18), la Triple A (8), Grupos Antiterroristas Españoles (6) y otros. Sólo en 17 casos se llegó a una sentencia firme. El resto jamás se aclaró.” (El País, 21 de marzo de 2010) Esto es, solo se esclarecieron el 23% de los casos.


 

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