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ETA, GAL, izquierda abertzale, Macarena Olona, Meritxel Batet, Partido Popular, PSOE, tortura, VOX
No recuerdo muchas ocasiones en las que haya presenciado una intervención que destile tanto odio y ausencia de empatía como la de Macarena Olona en el Congreso; es de esas actuaciones que te revuelven las tripas, cómo alguien puede reirse así del sufrimiento ajeno, en este caso de los torturados. Es totalmente incomprensible que Meritxel Batet, Presidenta del Congreso, no le interrumpiera retirándole la palabra o que ningún juez abriera diligencias al respecto.

Gesto por la Paz, 2008
Desgraciadamente, gracias a la comprensión y ceguera del PP, entre otros factores, VOX, partido que apoya este tipo de actitudes, tiene demasiado apoyo y fuerza en España.
Paradójicamente, me parece que uno de los mayores beneficiarios de esta situación es la rebautizada izquierda independentista, la izquierda abertzale de toda la vida; podríamos decir que para la izquierda española esta rebautizada izquierda independentista es el bueno de la película, porque está haciendo lo que se habría tenido que hacer desde hace muchos años: política.
Desde la izquierda española no se le da la debida importancia a la falta de autocrítica respecto a su pasado reciente de la izquierda abertzale
Desde la izquierda española no se le da la debida importancia a la falta de autocrítica respecto a su pasado reciente de la izquierda abertzale. Es posible que el PSOE persiga una estrategia de olvido respecto a una necesaria autocrítica propia en relación al GAL. Sea así o no, me da la sensación de que la izquierda abertzale está jugando a ganar tiempo, a que la sociedad se olvide de que tienen pendiente dicha autocrítica, en definitiva, a que desaparezca esa exigencia en la sociedad.
En Euskal Herria la respuesta a Olona, afortunadamente, ha sido diferente, con un posicionamiento muy mayoritario de crítica. Aun así, esta unanimidad proviene de posicionamientos muy diversos; por un lado, están los que consideran que torturar es tan inadmisible como los asesinatos de ETA, que creo son mayoría; por otra parte están los que han mantenido y siguen manteniendo una postura acrítica hacia ETA. Es difícil de entender cómo estos últimos, considerando inaceptable la intervención de Olona, pueden tener un posicionamiento neutro, cuando no favorable, a la trayectoria de ETA.
Esta visión parcial se da todavía hoy en día en un amplio espectro de nuestra sociedad, un espectro que al mismo tiempo que identifica rápidamente el fascismo exterior es incapaz de reconocer el propio.
Xabier Mugarza Ayastuy, miembre de Gogoan, por una memoria digna
Artículo publicado en Goienkaria