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Gogoan-por una memoria digna

~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.

Gogoan-por una memoria digna

Archivos de etiqueta: Diario Vasco

‘Hasta que me mates’

10 lunes Oct 2022

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HASTA QUE ME MATES, Memorias de Rafaela Romero Pozo de Ana Erostarbe

Editorial Alberdania

 

 

 

 

Con paciencia, Ana Erostarbe ha dado forma escrita a las largas conversaciones mantenidas con la militante socialista Rafaela Romero. Conversaciones en las que Rafaela le ha contado su vida y le ha hecho partícipe de su forma de observar algunos aspectos del mundo que nos rodea.

No es una vida cualquiera: comienza con una infancia anegada por el agua de un pozo oscuro de maltrato familiar, y acaba, de momento, tras muchos años de vivir escoltada por las amenazas de ETA, en un puesto de relevancia política en la Diputación de Gipuzkoa.

El maltrato familiar sigue siendo un tema tabú, aunque en los últimos años se están publicando, contados por sus propios protagonistas, diferentes libros que abordan de forma cruda el tema: Rhodes (Instrumental), Camille Kouchner (La familia grande), Valèrie Bacot (Tout le monde le savait), Vanesa Springora (El consentimiento), etc., por citar algunos. El maltrato a los niños es también tema central del trabajo de Armengou y Belis (Los internados del miedo).

Porque Rafaela Romero fue una niña y una adolescente maltratada de forma sistemática por su padre («el Domingo») y sus abuelos paternos. Ella y el resto de su familia: gritos, golpes, terror, violaciones a su madre delante de los niños. Así, durante una veintena larga de años. Hasta que Rafaela se enfrentó a tortas con su padre, y su madre pudo por fin divorciarse. Una liberación para todos: borrón y cuenta nueva. En los socialistas de Mondragón encontró su tabla de salvación.

Es un libro valiente, seco, sobrecogedor, sincero, no hay medias tintas. A mí me ha impresionado ese testimonio tan personal de alguien que ha tenido que sobrevivir como malamente ha podido: desnudar tu alma de ese modo requiere de una valentía enorme. Lo vivido en la familia es un ejemplo de machismo y de maltrato de libro. Porque el tema sigue siendo tabú: los vecinos no oímos ni vemos lo que pasa, aunque oímos y vemos perfectamente lo que pasa. Todo debe quedar en la familia: los trapos sucios se lavan en casa. Silencio espeso.

Llevar la sangre de alguien que es capaz de tanta maldad me produce una vergüenza enorme

Y las consecuencias, claro: «Mi padre nos destrozó la vida. Nos la destrozaron». Rafaela lo tiene muy asumido: «Llevar la sangre de alguien que es capaz de tanta maldad me produce una vergüenza enorme». La revictimización, como si ella fuera responsable de algo. Aunque con arrestos para afrontar la realidad: «[Mi padre] no tiene ninguna enfermedad mental. No es ningún pobre loco. No lo es, no. Solo es un machista desgraciado y una mala persona». Utiliza el presente, su padre vive. Y todo esto solo puede ocurrir con el silencio propio y ajeno, con cómplices externos que miran a otro lado.

Rafaela nace en Quintana de la Serena, en Badajoz, en un ambiente retratado en afirmaciones crudas: «Aquí lo que tiene que hacer mi hijo con la zorra de tu hija es coger una silla y romperle la cabeza». No parecen expresiones propias de un abuelo.

…no tiene ninguna enfermedad mental. No es ningún pobre loco. No lo es, no. Solo es un machista desgraciado y una mala persona

La familia, ella un bebé, acuciada por problemas económicos, emigra a Mondragón en los años 70: allá hay trabajo.

Mondragón es ese pueblo de dos países a ojos del emigrante, cuidadosamente separado de los autóctonos. Sin encaje posible. Así lo percibe Rafaela. No basta con el malvivir del piso arrendado. Hay que añadir los abusos sexuales del maestro, y el juicio de alguna compañera de clase: sus compañeros de pupitre emigrantes eran «perros españoles» que habían venido «a comer la comida de los vascos». Unos ladrones. Siente un ambiente hostil en el que se quiere aniquilar al diferente. Y una palabra que define su maltrecho estado de ánimo, con su autoestima por los suelos: SOLEDAD.

Siente un ambiente hostil en el que se quiere aniquilar al diferente. Y una palabra que define su maltrecho estado de ánimo, con su autoestima por los suelos: SOLEDAD.

El libro, de una gran frescura, está medianamente estructurado, aunque esa misma forma de concebirlo, casi como unos apuntes, lo acerca aún más al lector. Tres temas centrales van sacudiendo las páginas a medida que se entrecruzan los comentarios:

  • Niñez y adolescencia machacada, universidad a base de becas (hay que salir de esta situación como se pueda), pobreza en la familia, acercamiento a los socialistas (que ayudan, de paso, a sobrellevar el divorcio de los padres), trabajo en un despacho de abogados durante años.
  • Participación plena en la política, con puestos institucionales de distinto nivel, encuentro con Jesús Eguiguren, miedo y zozobra como víctima de persecución en tiempos de ETA.
  • Reflexiones personales más generales sobre esas cuestiones políticas y de convivencia que tanto nos han preocupado, la disolución de ETA y el papel jugado por Eguiguren, con un costo personal y familiar enorme.

La política se convierte en una ventana que se abre en ese «ambiente pesado y sofocante». La política habla de justicia, de derechos.

En ese cuestionamiento interno, la política juega un papel central, como motor ideológico primero, y medio de vida, después. La política se convierte en una ventana que se abre en ese «ambiente pesado y sofocante». La política habla de justicia, de derechos. A ojos de Rafaela, es «un medio para mejorar la vida de las personas».

Ella reivindica el papel de la política y de los políticos, únicos garantes de la democracia en un país. De ideología profundamente socialista, la política le abre la puerta también a otra forma de vivir. Pero lo vive de forma muy personal, porque «la lealtad a una misma es la más importante de todas». Descubre enseguida los costes personales que ello supone: a las primeras de cambio, justo estaba comenzando, recibe un escupitajo en la cara en un bar. Esto está lleno de valientes. Luego, las amenazas, el miedo, el señalamiento que se extiende al resto de la familia, las bombas que van matando amigos y conocidos, los escoltas que acaban asaltando sin querer tu propia intimidad. Una sociedad que se deshace. Las víctimas, abandonadas y olvidadas, quienes peor lo pasan. Mientras se jaleaba a los asesinos.

Luego, las amenazas, el miedo, el señalamiento que se extiende al resto de la familia, las bombas que van matando amigos y conocidos, los escoltas que acaban asaltando sin querer tu propia intimidad

No faltan críticas, inmisericordes con Vox, duras contra una derecha que se supone debería ser más homologable con la europea, aunque salva siempre a personas concretas aplicando un enorme sentido común. Y critica a Herri Batasuna, por supuesto, adueñada de espacios que correspondían a todos. En un terreno más opinable, critica también con libertad, huyendo de servilismos, determinadas actuaciones de los socialistas, personales y grupales, y todo el período oscuro de la actuación de los grupos terroristas de extrema derecha, así como las torturas y la política de dispersión. Critica, es lo esperable, determinadas actuaciones del nacionalismo vasco. Se muestra firme partidaria de gobiernos de coalición.

El fin de ETA se debió a quienes resistieron, a quienes se jugaron la vida por sus ideales, a jueces, policías, a periodistas que no callaron. A quienes escribieron y hablaron. Y se centra con una defensa cerrada en el papel jugado de manera muy personal por Jesús Eguiguren, quien durante años fue tejiendo relaciones con Otegi que al final resultaron centrales, a juicio de Rafaela, para que ETA decidiera disolverse. Un proceso vivido en soledad.

Diario Vasco

Es un capítulo que me ha llamado la atención. No solo porque desvela datos subterráneos desconocidos (al menos para mí) de aquellos años, sino porque el final de ETA supuso la debacle anímica y personal de Eguiguren, a quien los socialistas habían apartado ya del tema: esa misma noche acabó en el hospital tras una explosión personal y un ataque de ansiedad que lo precipitó durante años a una depresión que Rafaela Romero y la familia, con ayuda de especialistas, atendieron como pudieron: «Jesús dejó de ser él mismo durante largo tiempo». En su opinión, la sociedad ha sido muy desagradecida con Eguiguren.

el final de ETA supuso la debacle anímica y personal de Eguiguren. Esa misma noche acabó en el hospital tras una explosión personal y un ataque de ansiedad que lo precipitó durante años a una depresión

Se refiere de pasada a las reuniones de Loiola, y no cita los movimientos sociales contra ETA -como Gesto por la Paz-, a mi modo de ver, tuvieron capital importancia en el cambio del posicionamiento social. Sí habla, muy poco, de algunas manifestaciones. Toda esta parte está salpicada de comentarios realizados con mucha libertad sobre cuestiones diversas que necesariamente mueven a la reflexión. Son una muestra de cómo las mismas situaciones pueden terminar siendo vistas de manera diversa, aun cuando haya coincidencia compartida en los propósitos finales.

Critica con vehemencia el papel de la iglesia en el tema de abusos sexuales, también al actual Papa por no hacer nada en ese tema, y manifiesta que ha «estado mucho tiempo enfadada con Dios, hasta que dejé de creer en él». Esto, por supuesto pertenece al ámbito privado de cada cual. Lo traigo a colación porque me ha llamado la atención su boda celebrada en una iglesia, así como la primera comunión de su hija.

Creo que Ana Erostarbe ha hecho un gran trabajo, creo que Rafaela Romero merece nuestro reconocimiento, y creo que Alberdania ha acertado.

Acto de presentación del libro «Hasta que me mates»

Eskerrik asko!

Pello Salaburu Etxeberria, miembro de Gogoan, por una memoria digna

 

‘GESTO’ en #70SSIFF

25 domingo Sep 2022

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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'Gesto', 70SSIFF, Berria, COPE, crowdfunding, derechos humanos, Diario de Navarra, Diario de Noticias, Diario Vasco, El Correo, el deber de memoria, El diario.es, ETA, ETB, Fernando Velázquez, Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián, Fundación Goteo, GAL, Gesto por la Paz, Goteo, Isabel Urkijo, Manuel Reyes Mate, Memoria, movilización social, Noticias de Gipuzkoa, pacifismo vasco, pandemia, Radio Popular de Bilbao, Siglo XXI, Tele Norte, terrorismo, Víctimas, Xuban Intxausti, Zinemaldia

A pesar de la pandemia, de los escasos recursos, de las limitaciones de todo tipo, después de tantos años preparándolo, conseguimos hacer el documental ‘GESTO‘.

Agradecimiento

Lo primero que queremos trasmitir con este post es agradecimiento a los cientos de personas que hicieron posible este proyecto. Nos referimos a quienes fueron las auténticas protagonistas del documental, las personas que formaron parte de Gesto por la Paz. Y nos referimos a quienes colaboraron con sus donativos en la campaña de crowdfunding que desarrollamos en 2019 (y que hemos tenido que volver a abrir en este link para sufragar los gastos adicionales).

Crowdfunding ‘GESTO‘

Sólo gracias a su ayuda conseguimos iniciar ‘GESTO‘ y ahora conseguiremos terminarlo.

No ha sido fácil, pero ha sido un producto «muy de Gesto»: con pocos recursos, pero con el convencimiento de que era imprescindible hacer este documental, nos hemos entregado en cuerpo y alma al trabajo. Mucha ilusión, sí, pero no podemos negar que, en ocasiones, también sentimos vértigo, mucho vértigo. ¿Sería el resultado final el que nos gustaría?

Como dice Xuban Intxausti, el director de ‘GESTO‘, un documental no termina hasta que lo dejas. Efectivamente, siempre hay algo que se puede cambiar, que se puede matizar, que se puede añadir o quitar, que… pero para el 17 de septiembre de 2022 estuvo preparado el documental que presentamos al mundo en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Mejor entorno, imposible.

Xuban Intxausti e Isabel Urkijo

Es justo reconocer el trabajo de este equipo que, durante meses, se coordinó y conjuntó perfectamente, pero es especialmente reseñable la profesionalidad del director. Xuban no perteneció a Gesto por la Paz y, en cuanto se le presentó el encargo, actuó como esponja. Se empapó de todo lo que había sido la asociación pacifista y, como dice Isabel Urkijo, se enamoró, quedó cautivado de la labor de Gesto por la Paz. Esto sólo puede ocurrir si nos acercamos a ‘GESTO‘ abandonando todos los prejuicios que atan nuestra mente y secuestran nuestra libertad de pensamiento.

Uno de los elementos más relevantes del documental fue la banda sonora de Fernando Velázquez, un exitoso compositor musical que fue de Gesto por la Paz y quiso preparar la banda sonora de ‘GESTO‘. Todo un honor.

 

Imprescindible

Efectivamente, desde que en 2016 creamos ‘Gogoan, por una memoria digna‘, uno de los proyectos estrella que teníamos en mente era realizar un documental sobre Gesto por la Paz. El documental, un audiovisual, era y es la herramienta perfecta para llegar a donde queríamos llegar.

En muchas ocasiones se ha dicho que este documental es un reconocimiento a quienes hicieron posible Gesto por la Paz. Es posible que lo sea pero, en primer lugar, no olvidemos que quienes formaron esta organización lo hicieron, porque era lo que pensaban que tenían que hacer; era su compromiso con la sociedad, con el futuro, con la convivencia, con el respeto al derecho a la vida, con la defensa de la pluralidad, un compromiso ético admirable. No eran víctimas. Eran una parte de la ciudadanía que se atrevió a denunciar que el rey iba desnudo, que matar estaba mal, que ni ETA ni el GAL… nos representaban, que quienes asesinaban lo hacían por su voluntad, no obligados por nada ni por nadie y que sólo generaban dolor y sufrimiento.

Y, en segundo lugar, nos gustaría manifestar por qué pensamos que ‘GESTO’ es una herramienta imprescindible. Un documental así es una valiosa herramienta de memoria, pero siguiendo a Manuel Reyes Mate -«el deber de memoria»-, afirmamos que la memoria no es un elemento del pasado, sino una herramienta fundamental para construir el futuro.

En este sentido, creamos ‘GESTO‘ para que las generaciones venideras, las que no han conocido nada de lo ocurrido, las que se han sumado al rápido pasar página que pretende dejar tapado todo en el cajón de la historia -que, luego, ya se verá quién y cómo se escribe- para que esa juventud tome como referencia este movimiento pacifista absolutamente genuino y rompedor que fue capaz de cambiar la mirada de la sociedad vasca hacia la violencia. Un movimiento del que se puede aprender que hay otra forma de mejorar la sociedad y que se puede hacer renunciando a la violencia y agarrándose a la tolerancia, al respeto por el diferente, a la obediencia a los derechos de las personas, a la veneración por el diálogo. Se pudo, se consiguió y se puede.

Nos gustaría que Gesto por la Paz fuera un referente para el futuro de nuestra sociedad.

 

Zinemaldia

Cuando aún estábamos trabajando la post-producción, y no precisamente los últimos pasos, uno de los primeros objetivos que nos marcamos fue presentar el documental en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. No era fácil porque trabajábamos a contrarreloj y no era fácil porque sabíamos que «el tema» nunca había sido «cómodo». Sí, Gesto por la Paz no fue una organización cómoda ni para quienes sujetaban la pancarta porque ya quedaban señalados para siempre en una sociedad que no se atrevía a cuestionar la violencia, no fuera a ser que se cuestionaran también algunas ideas (nacionalistas, de izquierdas…). Error. Y no fue nada cómoda para quienes pasaban sin siquiera mirar a quienes se manifestaban contra la violencia. ¿Por qué no les miraban? ¿Era indiferencia? Es posible que, en parte, fuera indiferencia, sí, pero también había mucho de esa incomodidad de quien sabe que también debería estar tras esa pancarta que pedía paz y libertad.

‘GESTO‘ en el Festival Internacional de cine de San Sebastián 

Han pasado nueve años desde que Gesto por la Paz se despidió de la sociedad vasca y las miradas a esta organización van cambiando: lo que hace 20 años despreciaban, hoy tienen en consideración, cuando no en estima. El hecho es que el Festival de Cine de San Sebastián no sólo aceptó el documental ‘GESTO‘ en la sección de Cine Vasco, sino que fue elegido para concurso.

El trato que hemos recibido del Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián ha sido exquisito.

Finalmente, ‘GESTO‘ no ha recibido ningún premio, pero el simple hecho de haber podido estar en el festival e incluso de «haber competido» ya es un privilegio. Gracias #70SSIFF por haber reconocido, no sólo el trabajo de Xuban Intxausti que ha sido muy bueno, sino, sobre todo, los casi 30 años de lucha por la paz de ‘GESTO‘. Y, además, la participación en Zinemaldia ha sido un altavoz para el documental. La presencia en medios de comunicación ha sido abundante.

Aquí os dejamos algunas de las entrevistas que han realizado el director y las personas protagonistas del documental:

  • El Correo, 27 de agosto
  • El Diario.es, 1 de septiembre
  • Diario de Navarra, 1 de septiembre
  • Diario de Noticias, 13 de septiembre
  • Siglo XXI, 13 de septiembre
  • El Correo, 15 de septiembre
  • Diario Vasco, 16 de septiembre
  • TeleNorte, 16 de septiembre
  • Berria, 18 de septiembre
  • Zinemaldia, 18 de septiembre
  • Noticias de Gipuzkoa, 18 de septiembre
  • Diario Vasco, 19 de septiembre
  • Radio Popular de Bilbao, 21 de septiembre: Jesus Herrero 
  • ETB, 22 de septiembre: Xuban Intxausti
  • COPE, 23 de septiembre: Isabel Urkijo y Xuban Intxausti
  • Noticias de Navarra, 25 de septiembre

Nos gustaría terminar insistiendo en dos cuestiones:

  1. Quienes tengan la oportunidad de ver ‘GESTO‘ que, por favor, dejan en la puerta del cine todos los prejuicios que nos han contaminado y nos siguen contaminando aún. Solo con un corazón y una mente libre de ellos podremos apreciar el valor de las cosas.
  2. Que nos ayudéis a difundir el documental. Presentarlo en el Zinemaldi no significa necesariamente que las distribuidoras nos lo quiten de las manos. No ha sido así. Por ello, tendremos que ofrecerlo en cada pueblo, en cada ciudad, en cada rincón para que todo el mundo tenga oportunidad de conocer ese trabajo. Aquí tienes el link de la campaña de crowdfundig que estamos haciendo con la Fundación Goteo.

COLABORA EN LA CAMPAÑA DE CROWDFUNDING PARA ‘GESTO’

Comentarios: deja tu comentario sobre ‘GESTO‘

Carta de Eskolunbe Mesperuza Rotger en El Correo 22-09-22

«Los parias de la tierra»

12 martes Abr 2022

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Aunque tienen diferencias evidentes, ETA intentó emular al IRA en algunos de sus peores atropellos. En ocasiones, de aquella copia salió una versión chapucera del terrorismo que, sin embargo, añadió más drama al asunto. En 1993, tras la Declaración de Downing Street que se leería a posteriori como el prólogo del proceso de paz, hubo diecisiete meses de tregua que el IRA rompió con un atentado en el barrio financiero de Canary Wharf, en Londres. La negociación estaba estancada y el IRA pretendió demostrar su fuerza así, con una potente bomba. Murieron dos personas, Inam Bashir y John Jeffries.

 

ETA hizo prácticamente lo mismo en la tregua del 2006, que rompió con un atentado en la terminal 4 del aeropuerto de Barajas al colocar una furgoneta bomba en el aparcamiento. La fecha, un concurrido 30 de diciembre. En esa ocasión murieron dos hombres ecuatorianos que, por no tener, no tenían ni un sitio para dormir dignamente, ya que habían pasado la noche en sus respectivos coches. Diego Armando Estacio había nacido en el barrio marginal de Machala, en Ecuador, en una casa con ladrillos desnudos y agujeros en las ventanas.

Carlos Alonso Palate fue la otra víctima que murió bajo los escombros de ese pulso sangriento que ETA diseñó. Carlos era de un pueblo de los Alpes ecuatorianos, lleno de polvo y rodeado de piedras. Picaihua se llama. Su madre viajó hasta Madrid para identificar el cuerpo de su hijo. Era la primera vez que salía de su pueblo porque, pobre hasta las cachas, era Carlos quien alimentaba a toda su familia.

En su delirio, el IRA trató además de imponer una especie de seguridad pública propia. Para ese trabajo, al que se dedicaron con mano dura, actuaban contra los robos y el consumo drogas. Pero, violentos como eran, el exceso solía imponerse a su orden.

Juzgaban como lo hacían los Tribunales Militares del franquismo: ellos eran los jueces, marcaban las normas a seguir, no cabían pruebas contrarias ni existía un esfuerzo probatorio, no había posibilidad de recurso y, por supuesto, la sentencia estaba decidida de antemano

Y, aunque las dos organizaciones tienen diferencias evidentes, en esto ETA tampoco fue muy original. En su particular estrategia de seguridad pública, se dedicó a matar a personas a las que acusaba, en la mayoría de las ocasiones sin fundamento, de chivatos o traficantes. Así fue engordando la lista de damnificados por su locura. Juzgaban como lo hacían los Tribunales Militares del franquismo: ellos eran los jueces, marcaban las normas a seguir, no cabían pruebas contrarias ni existía un esfuerzo probatorio, no había posibilidad de recurso y, por supuesto, la sentencia estaba decidida de antemano. Alguien era chivato, policía secreta o camello que colaboraba con la Guardia Civil porque ETA lo decidía, y nada más.

En 1973, ETA mató a los jóvenes gallegos Fernando Quiroga, José Humberto Fouz y Jorge Juan García porque estando en San Juan de Luz los confundieron con policías. Sus cuerpos, 48 años después, aún están desaparecidos.

En 1981, otros tres chicos jóvenes que iban vendiendo libros a domicilio en Tolosa, Pedro Conrado Martínez Castaños, Juan Manuel Martínez Castaños e Ignacio Ibarguchi, fueron asesinados al ser confundidos también con policías.

Al panadero gallego que vivía en Rentería, Cándido Cuña le intentaron matar dos veces: una en 1979 y otra en 1983. La acusación no podía ser más estrambótica: vender pan a la Guardia Civil. A Luis Domínguez Jiménez lo mataron en Bergara en 1980 por ser “amigo de guardias civiles”. En 1983, en Irún, asesinan a Lorenzo Mendizábal porque en su carnicería compraban guardias civiles. Ramón Díaz fue asesinado con una bomba lapa puesta en su humilde Ford Orion en el año 2001 porque era cocinero en la comandancia de Marina, nada más, solo por eso.

Ramón Díaz fue asesinado con una bomba lapa puesta en su humilde Ford Orion en el año 2001 porque era cocinero en la comandancia de Marina

El pueblo guipuzcoano de Pasajes es oscuro y lluvioso, hecho de inmigración y marineros. En 1985, Ángel Facal, Gelín, con 42 años, iba todas las tardes a comerse un bocadillo a un bar decadente del pueblo. Se quedaba fuera porque aprovechaba para liarse un porro y fumárselo. Delgado, con el pelo desarreglado y barba larga, Ángel caminaba por el pueblo arrastrando los pies porque su dependencia a las drogas le pesaba más que la lluvia que caía incesante. A eso se dedicaba, a encontrar algo de dinero para comprarse el bocadillo y el hachís para el día, aunque en los últimos tiempos se había pasado al caballo. El 26 de febrero, Idoia López Riaño, La tigresa, le pegó un tiro en la cabeza. Gelín ya no volvería a ese bar a comer ese bocadillo porque ETA le había acusado de ser un instrumento de la represión del Estado opresor, a él, que no tenía ni para merendar en un bar viejo de su pueblo.

Cuanto más absurda era la acusación, más miedo se generaba y más intimidatorio se volvía el ambiente. El terror actúa como un disolvente de la libertad porque en el miedo, en la cabeza gacha, es donde crece con comodidad. Esos asesinatos de gente común buscaban precisamente eso, que todos fuéramos cobardes porque la pistola y la lengua acusatoria podían apuntarte en cualquier momento.

Cuanto más absurda era la acusación, más miedo se generaba y más intimidatorio se volvía el ambiente.

Así que, entre acusaciones de tráfico de drogas y chivateo que estiraron hasta el infinito, ETA aplicó su propia justicia popular a docenas de personas. Una actitud que a veces escondía una chapuza evidente y otras, el ánimo de ejercer un control social dictatorial. Porque también los parias de la tierra estuvieron bajo el yugo de ETA.

 

Escrito por Joseba Eceolaza, miembro de Gogoan por una memoria digna

Este artículo ha sido publicado en Diario de Navarra, Diario de Noticias, El Correo y Diario Vasco.

De políticas penitenciarias

05 viernes Nov 2021

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convivencia, desarme de ETA, Diario Vasco, dispersión de presos, El Correo, Foro Social, izquierda abertzale, Joseba Azkarraga, política penitenciaria, presos de ETA, reconocimiento del daño causado, SARE, Sortu, vía Nanclares

La situación de los presos de ETA está muy presente en determinados ámbitos que se esfuerzan mucho en no dejarlos en el olvido y en denunciar la situación en la que viven que califican de injusta.

Bien, pues a propósito de los presos, hemos querido rescatar el artículo que escribió un ex preso de ETA, Joseba Urrosolo Sistiaga, en 2020 en el periódico El Diario Vasco y en El Correo donde nos ofrece un punto de vista crítico con quienes aparentemente más están haciendo por los presos.

Para los suscriptores a este medio: El Correo


“Están a otra cosa”

Hace más de 10 años que algunos presos comenzamos a dar pasos en lo que luego se conoció como Vía Nanclares. Era un marco que facilitaba la aplicación de la legalidad penitenciaria en los casos en los que había un desmarque de la actividad de ETA, un reconocimiento del daño causado y la solicitud de traslado a la cárcel de Nanclares. Todo esto estaba prohibido dentro de la política penitenciaria que la Izquierda Abertzale imponía a sus presos.

qué difícil se hacía plantear algo tan evidente como que ETA debía desaparecer, que el final de ETA debía estar acompañado de una reflexión necesariamente crítica de nuestro pasado

Después incluso de desperdiciar toda posibilidad de un final negociado o acordado, qué difícil se hacía plantear algo tan evidente como que ETA debía desaparecer, que el final de ETA debía estar acompañado de una reflexión necesariamente crítica de nuestro pasado. Qué difícil cuando los comisarios políticos salían constantemente en los medios de comunicación asegurando que era imposible que ETA desapareciera mientras hubiera presos en las cárceles. Desperdiciaron 8 años alargando gratuitamente el desarme y la desaparición de ETA. Con mucha pompa y escenificación para su parroquia y decepción para quienes esperaban algo más que ayudara a cerrar heridas y recuperar la convivencia.

Y así siguen. Como si no fueran conscientes de la difícil situación en la que les han dejado abandonados, siguen tratando de afrontar el tema de los presos desde los fuegos de artificio, mareando la perdiz, sin ir al fondo del problema. Para ello se ponen en marcha toda una serie de movidas como Sare, Foro Social… controlados por SORTU, por militantes de SORTU, cuyo único objetivo es escenificar que se dan pequeños pasos, que se hacen cositas. Parece que tiran del carro, pero tan despacito que frenan la corriente positiva que hay en la sociedad para superar los errores del pasado.

Joseba Azkarraga en nombre de SARE, frivolizaba sobre los resultados de la política de dispersión de la que él mismo fue parte. Decía que no se consiguió que los presos se alejaran de ETA, que no hubo desertores salvo unos pocos casos (…) Ni fuimos tan pocos en tantos años, ni era la dispersión sino la discrepancia la que nos alejaba de ETA, ni se puede obviar la presión social que se ejercía sobre presos y familiares, y el costo que tuvo

En un reciente escrito, Joseba Azkarraga en nombre de SARE, frivolizaba sobre los resultados de la política de dispersión de la que él mismo fue parte. Decía que no se consiguió que los presos se alejaran de ETA, que no hubo desertores salvo unos pocos casos. Todo muy épico, hasta hablar de deserción, cuando la realidad es que han tenido que hacer desaparecer a ETA, “porque les sobraba y estorbaba”, entregaron las armas a la policía y están solicitando a nivel individual un tratamiento como presos comunes.

Como para frivolizar con ese tema. Además, ni fuimos tan pocos en tantos años, ni era la dispersión sino la discrepancia la que nos alejaba de ETA, ni se puede obviar la presión social que se ejercía sobre presos y familiares, y el costo que tuvo, para evitar que el preso decidiera por sí mismo sobre los beneficios penitenciarios a los que tenía derecho.

Ahora, a los que siguen en la cárcel les dicen que ánimo, que sigan fuertes, que ya no es un deshonor solicitar el cambio de grado, ni trabajar en la cárcel, ni salir de permiso, que lo intenten, que ya no tendrán que soportar los insultos, las campañas de desprestigio y el acoso social que el entorno de la Izquierda Abertzale sometía a los que lo hacían.

Pero no les facilitan lo imprescindible. Porque, como decían los responsables del tema de presos en SORTU, “ellos están a otra cosa”. De momento, a evitar lo fundamental: la reflexión crítica y ética sobre todo el sufrimiento injusto que causamos desde el mundo de ETA. Y no solo los militantes de ETA. Algún día afrontarán esa responsabilidad, siempre demasiado tarde.

Ellos están a otra cosa. De momento, a evitar lo fundamental: la reflexión crítica y ética sobre todo el sufrimiento injusto que causamos desde el mundo de ETA. Y no solo los militantes de ETA.

Joseba Urrosolo Sistiaga, ex preso de ETA y miembro del grupo de la llamada Vía Nanclares

Sobre la nueva versión de ‘Herenegun’

19 jueves Dic 2019

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acercamiento de presos, astilleros Euskalduna, atentados, Conferencia de Aiete, Coordinadora Lurraldea, Diario Vasco, elkarri, ETA, euskera, franquismo, Gesto por la Paz, Glencree, HB, Herenegun, insumisión, izquierda abertzale, Koldo Mitxelena, movilización social, Pilar Zubiarrain, ponencia Oldartzen, reinserción de presos, secuestros, separación de conflictos, vía Nanclares, violencia de persecución, yihadismo

En relación a los materiales didácticos Herenegun, tras la modificación realizada ante las distintas quejas de diversos colectivos, desde Gogoan por una memoria digna deseamos manifestar que el material presentado supone una mejora sustancial con respecto a la primera versión.

Sin embargo, al margen de algunas afirmaciones tan precisas como inexactas (ni Koldo Mitxelena presentó en Arantzazu “las bases de un nuevo euskera”, ni es cierto tampoco, dicho con esa rotundidad, que “el euskera estaba prohibido”) queremos hacer algunas observaciones que pensamos pueden contribuir a mejorar el material presentado.

[Aquí puedes ver los nuevos vídeos de Herenegun: «Así son los nuevos videos de Herenegun» Diario Vasco]

 

 

 

Ausencia del papel de la izquierda abertzale

La primera y fundamental es la ausencia del papel de la izquierda abertzale en toda esta historia de violencia. Es verdad que los partidos políticos no tienen un papel protagonista en los vídeos, pero en el caso de la izquierda abertzale, ocultar su papel protagonista es desvirtuar la realidad.

A ETA le hubiera sido complicado subsistir sin el apoyo de una parte de la población, la aglutinada en torno a la autodenominada izquierda abertzale. El apoyo de esa parte de la población, citado en los vídeos, pero sin añadir más explicaciones, diluye por completo responsabilidades de actores centrales que han condicionado por completo esta historia. ETA secuestraba y mataba, sí, pero era alentada por estos sectores que organizaban manifestaciones, jaleaban sus acciones y extendían el sufrimiento atacando comercios, quemando autobuses y amenazando de forma directa a quien no comulgase con ellos: “Hoy tú de negro, mañana tu familia”; manifestación frente a la familia del secuestrado Ibarra… En los documentos NO se informa suficientemente sobre este apoyo.

De modo sorprendente, no se habla de HB ni de las organizaciones de la izquierda abertzale con su nombre propio. Es como si no existieran. Parece que se trata de un apoyo indefinido y poco estructurado, cuando lo cierto es que fue un apoyo organizado hasta en los últimos detalles. Con actividad incansable en la calle, y apoyando a los terroristas tanto en los momentos de activismo como cuando el militante es detenido, está en la cárcel condenado, y regresa a su origen una vez cumplida la pena. HB como tal (al margen de referencias muy de pasada -imágenes de titulares de periódicos, por ejemplo) no aparece hasta el año 1996, con el mitin de Anoeta y la estrategia Oldartzen. Esto nos parece incomprensible. No se puede explicar la historia de ETA si al mismo tiempo no se indica con claridad que gran parte de su trayectoria la recorrió de la mano de las organizaciones de la llamada izquierda abertzale. Hubo una complicidad directa con el terrorismo, algo que todos hemos visto durante años.

 

El papel de los movimientos sociales

También conviene apuntar algunas cuestiones sobre el papel de los movimientos sociales.

  • Resulta llamativo que no exista ninguna referencia a la coordinadora Lurraldea, dado que es fundamental para comprender el sentido que tuvo posteriormente Elkarri.

En el vídeo 3 se silencia por completo, de forma sospechosa, la actividad de Lurraldea para “solucionar” el problema del trazado de la autovía de Leitzaran. Lo de Lurraldea sí que es, a diferencia de otros muchos hechos que aparecen en los vídeos, una cuestión periférica, pero directamente relacionada con la actividad de ETA. Basta con echar un vistazo a la prensa de la época: aquello acabó porque una coordinadora que se presentaba como ecologista, dirigida por personas directamente vinculadas a HB, presionó en la Diputación de Gipuzkoa para que esta adoptase un acuerdo en la línea que ETA propugnaba. Ese es un ejemplo claro e ilustrativo de apoyo social, como lo demuestra la famosa foto del brindis con champán.

[Un poco de memoria con la hemeroteca: El País, 10 de agosto de 1991]

 

  • También resulta llamativo el papel residual concedido a Gesto por la Paz.

Es llamativo no solo porque lo que se recoge de la entrevista es testimonial y personal, sino porque su actividad se incluye en los 80 obviando, por una parte, que continuó trabajando hasta 2013 y, sobre todo, obviando todas las singulares aportaciones que realizó esta organización en temas como la reinserción (Vía Nanclares), el acercamiento de presxs (familiares en el bus), la violencia de persecución, la separación de conflictos, etc.

Resulta hasta doloroso que se oculten los dos años de movilización social pidiendo la libertad de las personas secuestradas y las contramanifestaciones, sin valorar la enorme violencia y tensión que supuso en la sociedad y sin crítica alguna de la pasividad de fuerzas policiales y judiciales frente a esa conculcación de derechos básicos.

El Correo, 1995

 

Respecto al modo de realizar el relato

Es una realidad que en los años del franquismo y durante los primeros años de la democracia, las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado fueron escandalosamente reprobables. Y de esa manera se refleja en los vídeos; sin embargo, a lo largo del resto de las décadas, se queda una especie de tic, una insistencia constante de toda la descripción histórica de los hechos como de dos bandos, con una de cal y otra de arena: atentados de ETA / torturas y asesinatos por parte del Estado. Ese relato introduce una enorme nebulosa que tiende, si no a ocultar la actividad de ETA, sí a debilitar su protagonismo.

 

Otras observaciones de menor calado

Además, hay algunas observaciones de menor calado, pero que deberían tenerse en cuenta:

  • En todos los capítulos se sitúa lo sucedido (básicamente, la acción terrorista de ETA atacando a la sociedad, y los abusos policiales y de grupos de extrema derecha) en un contexto demasiado amplio de hechos, que tienden a confundir y a diluir la acción de los principales causantes de la violencia.
  • Hay “cuestiones ajenas” cuya referencia es absolutamente prescindible en el tema que nos ocupa, porque poco tuvieron que ver con la historia de la violencia motivo de análisis:
      • el movimiento de la insumisión,
      • el atentado yihadista de Madrid -más allá de la repercusión negativa que tuvo en ETA-,
      • o, por ejemplo, la lucha en los astilleros de Euskalduna que proyecta un contexto muy conflictivo que contribuye a dar una imagen de violencia de respuesta. Eso se complementa con la falta de referencias a la normalidad y la indiferencia con la que ha vivido durante décadas una buena parte de la sociedad vasca.
  • La referencia a Glencree está cogida ‘por los pelos’ y es muy posible que más allá de las personas interesadas, nadie pueda llegar a saber en qué consistió esa iniciativa, de dónde partió, cuáles fueron sus principales aportaciones…
https://euskalpmdeushd-vh.akamaihd.net/multimediahd/videos/2013/01/09/1013240/20130109_16005620_0005595344_001_001_PROMO_GLENCR.mp4
  • Todo el tema “Vía Nanclares” está tratado más desde el sentimiento (necesario) que como una vía política que daba en la línea de flotación de ETA. No se explica qué fue, cuántos tomaron parte en la iniciativa y su importancia en la organización, por qué se impulsó, por qué no tuvo más éxito, cómo se acogió el posicionamiento dentro de ETA y por los comités de apoyo a presos (cuya actividad queda, por cierto, absolutamente diluida en los materiales presentados), etc. En definitiva, nadie que vea los vídeos sabrá qué fue aquello de la “Vía Nanclares”. Sería deseable incluir el testimonio conjunto de Maixabel Lasa e Ibon Etxezarreta.
  • Se dan muchos datos estadísticos de lo ocurrido. Imprescindibles para conocer la dimensión del terror. Pero faltan testimonios de víctimas anónimas y ocultas: testimonios de quienes llevaron el cuerpo de su hijo asesinado a un pueblo pequeño y quedaron sepultados en el olvido durante años o testimonios como el de la abogada Pilar Zubiarrain. A veces eso es mucho más esclarecedor que un listado frío de datos.

  • En el capítulo 5 se intenta hacer un resumen de la década prodigiosa que antecedió a la Conferencia de Aiete y a la actividad de los organizadores de Conferencias de Paz. Se ha preferido concentrar el tema en Aiete. Pero, ¿cómo se llegó ahí? En la descripción (cierta) de los hechos se silencian de forma cuidadosa cuestiones que explican, más que cualquier otro argumento, el cese de la actividad de ETA. Bastaría con haber incluido una frase de este estilo: “La población vasca había llegado a tal nivel de hartazgo insoportable con la actividad de ETA, que se manifestó de forma continua contra la banda en movilizaciones sociales de todo tipo. Por otro lado, la acción eficaz y continuada de policías y jueces llevó a la organización a una situación insostenible y de difícil salida. No cupo otra opción que el abandono de la actividad. Máxime hasta cuando sus referentes políticos habían decidido tomar caminos que ellos mismos habían vetado durante decenas de años a los miembros de la banda encarcelados: aceptación del marco constitucional, acuerdos con fiscales y jueces, beneficios penitenciarios, etc.”. Nada de eso aparece. Pero una frase de ese tipo, leída con un poco de convicción, acaba siendo más ilustrativa que un listado de asesinatos.

Aun siendo conscientes de la dificultad de realizar un retrato que satisfaga a todas las personas, confiamos en que estas aportaciones sean tenidas en cuenta porque están elaboradas pensado exclusivamente en el bien común y en la necesidad de crear una memoria basada en la verdad y en el análisis crítico del pasado.

 

 

Cosas de la campaña II

09 domingo Jun 2019

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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Arantza Gonzalez Egaña, crowdfunding, Diario Vasco, documental, Dori Monasterio, El Independiente, ETA, ETB, Gesto por la Paz, GestoMemoria, Gogoan por una memoria digna, Goteo, Isabel Urkijo, izquierda abertzale, Jesus Herrero, Joseba Eceolaza, Juanan Urkijo, Lourdes Oñederra, Memoria, Mikel Segovia, movilización ciudadana, pacifismo vasco, Plataforma Goteo, silencio, víctimas del terrorismo, Xabier Lapiiz

Desde que comenzamos la campaña, algunos medios de comunicación han recogido con interés la iniciativa. Os invitamos a conocer algunas de las entrevistas concedidas:

Joseba Eceolaza

«Gesto por la Paz se enfrentó a la violencia cuando casi nadie lo hacía» (7 de junio). Joseba Eceolaza concede una entrevista a Xabier Lapitz para su programa de ETB, Jake.

 

Jesus Herrero«La izquierda abertzale debe asumir su responsabilidad específica al justificar a ETA» (8 de junio). Jesus Herrero es entrevistado por Arantza González Egaña para El Diario Vasco.

 

 

Isabel Urkijo Azkarate «El olvidado silencio que incomodó a ETA» (9 de junio). Isabel Urkijo es entrevistada por Mikel Segovia para el periódico El Independiente.

 

 

Y, sí, ya hemos recorrido la primera semana de campaña de crowdfunding con la Plataforma Goteo y los resultados están siendo positivos: 147 confinanciadores han aportado 12.560 €. Ha sido un buen comienzo, pero, como se puede ver en el gráfico, debemos mantener la tensión porque el ritmo de donaciones está decayendo y, si bien es verdad que el óptimo lo colocamos en 15.000€, el coste real del documental es mayor y cuantos más recursos obtengamos, mejor será el resultado final.

 

También os dejamos los últimos tres vídeos de apoyo a la campaña, de Lourdes Oñederra, miembro de Gogoan por una memoria digna; Juanan Urkijo, ex miembro de Gesto por la Paz y Dori Monasterio, hija de una víctima del terrorismo.

 

 

 


[todos estos videos se pueden ver en el canal de youtube de Gogoan, por una memoria digna]


 

Ya sabes, si quieres colaborar con esta campaña, lo puedes hacer aquí:

http://goteo.cc/gestoporlapaz

Y si tienes algún problema, ponte en contacto con nosotrxs en gogoan.memoria@gmail.com

Hablar de víctimas

20 miércoles Mar 2019

Posted by gogoanmemoria in Víctimas

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asesinato, ética, Badajoz, Carlos M. Beristain, cárcel, Diario Vasco, dolor, El Español, Gora ETA, Gregorio Ordoñez, guardia civil, Isaias Carrasco, José Luis De Lacalle, Joseba Eceolaza, Juan Manuel García, Kepa Del Hoyo, Memoria, Mikel Zabalza, sufrimiento, víctimas de la violencia, víctimas del Estado, víctimas del terrorismo

Pintadas JLLCCuando mataron a Juan Manuel García en San Sebastián, la viuda juntó en una mesa a todos sus hijos y les formuló la siguiente pregunta ¿queréis que nos vayamos?, porque en los 80 el miedo era tan libre que a veces era mejor viajar. Después de que ETA asesinara a López de Lacalle, alguien pintó en su calle “Lacalle jódete”; no debían de tener suficiente con el tiro en la nuca. La familia de Mikel Zabalza acudió días después de su detención al cuartel de la Guardia Civil a preguntar por su paradero, “búsquelo en objetos perdidos” le contestaron. En la tumba de Ordoñez, alguien escribió “devuélvenos la bala”. A Ainara Carrasco alguien en fiestas de Arrasate se le acercó y le susurró un Gora ETA humillante, sólo hace diez años.

Relatar los detalles que explotaron antes del tiro, o durante o después resulta necesario. Porque sólo así lograremos ser conscientes del impacto que ha tenido la violencia en nuestras vidas. Incluso haciéndolo bien, planteando una transición post-ETA llena de honestidad y valores, habrá damnificados que jamás lograrán superar el haber estado dentro una diana. Es algo común: quienes han sufrido el golpe del terrorismo no terminan de ser los mismos, normal, porque el ser víctima también implica una serie de sufrimientos añadidos, que no sólo tienen que ver con el golpe directo de la violencia. Tras una amenaza hay un entorno familiar, profesional o político que pasa miedo. Y precisamente ese fue el objetivo ventajista de ETA, atemorizar a quienes tenían unas determinadas ideas.

Gesto Zumarraga 2.jpg

Diario Vasco. Acto de Gesto por la Paz en Zumarraga, 2004

Ante tanto dolor, que en algunos sectores políticos y profesionales fue cotidiano, conviene que los relatos que aparezcan sean contrastables con el pasado y que estén orientados hacia la reconstrucción del tejido ético dañado por la cultura del odio que hizo posible justificar y ejecutar tantos asesinatos. El relato nunca puede estar supeditado a la autojustificación, o a salvar un pasado que, se empeñe quien se empeñe, ya no es salvable, porque nos hirió en lo más profundo.

El relato tampoco puede mezclar situaciones de dolor o, en el ánimo de dar la sensación de que aquí hay una especie de empate de tragedias, tampoco puede plantear una especie de inflación victimaria, que lo mismo cuenta el caso de una persona asesinada a sangre fría con un tiro en la nuca por pensar diferente que el fallecimiento de un preso, responsable de dos asesinatos,  que ha muerto de un infarto en la cárcel.

Kepa del Hoyo

El Español, 2017

Hay muertes y circunstancias que nunca deberían haberse producido y hay ausencias que duelen, sin duda, pero eso no les convierte en víctimas de la violencia política. Esa equiparación supone tanto como viciar la consideración ética hacia la muerte violenta.

[Muere Kepa del Hoyo en la cárcel de Badajoz mientras hacía deporte]

Detrás de ese esquema hay algo de crueldad, porque rebaja a la víctima a una sucesión de hechos notariales, sin advertir que la seriedad moral ante la definición de qué implica ser víctima, supone muchas veces hilar fino. El discurso de la empatía ante el dolor del otro es válido, siempre y cuando no esté al servicio de la exculpación de responsabilidades.

Enfrentarnos a la verdad, implica cierto grado de desnudez porque las víctimas de la violencia no sólo nos hablan de un drama, sino que también nos descubren en nuestros vacíos, en nuestros silencios, en nuestra lejanía moral. balanzaPor eso conviene no tener la tentación de la equiparación, o aun peor, de la compensación del dolor, de ahí que sea necesario fijar con nitidez la frontera que separa a una víctima de la violencia de alguien que ha sufrido por la violencia. Y no sólo es una cuestión de preposiciones. Porque contar víctimas sin ese rigor, en realidad, es la mejor forma de despreciar un caudal sufriente que todavía está a flor de piel. Generar espacios de empatía entre víctimas exige ese paso previo.

Poner el relato al servicio de una historia exculpatoria, en lugar de utilizar el relato como herramienta para fortalecernos éticamente es empeñarse en el error de la ocultación. Porque tratar de escenificar un tiempo y lugar en el que todos sufrimos, en el que todos fuimos responsables es tanto como decir que en realidad nadie fue responsable de aquello. Porque, con esa pretensión, el relato siempre será esclavo de los horrores del pasado. Y no, no todos elegimos estar entre quienes agredían.

Aquí no han existido violencias cruzadas, ni dos ejércitos legítimos que se han enfrentado, ni mucho menos un enfrentamiento entre dos pueblos, ni tampoco una responsabilidad diluida en que “todos cometimos errores”. Que haya sufrimiento y víctimas de la violencia policial, no supone que tengamos que hacer un relato igualador, porque las víctimas no se compensan, en todo caso se suman. Como dice Carlos M. Beristain “el reconocimiento de la pluralidad del sufrimiento de violaciones de derechos humanos cometidas y el asumir la responsabilidad del estado en ello no tiene por qué suponer igualar los mecanismos de victimización ni aceptar simetrías o decir que todo ha sido igual.”

La memoria, el recuerdo, los miedos individuales y colectivos, el legado, la participación en asesinatos, los derechos de las víctimas que a su vez han sido victimarios… todo este tipo de cosas son áreas delicadas pero que requieren un consenso mayoritario. Por eso, este debate no se puede reducir a una batalla de relatos, es decir, no puede ser principalmente un debate entre una memoria idealizada y sin problematizar (casi siempre exculpatoria con los victimarios), y una visión en la que los malos siempre han sido los otros, no. Creemos que el debate ha de partir de la visión crítica para con el pasado, que trata de bucear también entre lo que no nos gusta, como única forma, en realidad, de construir un buen futuro y de quitarnos el baldón de la violencia que todavía (aunque algunos se tapen los ojos) arrastramos.

No caigamos en el error de lo difuso otra vez, porque eso supondría humillar a gente a la que durante demasiado tiempo le dimos la espalda mientras sufría.

 

Joseba Eceolaza, miembro de Gogoan-por una memoria digna

Los pasos de la Memoria

08 jueves Nov 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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Alfonso Alonso, Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, CCAA, Diario Vasco, Eneko Goia, ETA, GAL, Gesto por la Paz, Los Pasos de la Memoria, Memoria, Pacifismo, Partido Popular, PNV, PP, silencio, víctimas de abusos de las fuerzas de seguridad, víctimas de la violencia, víctimas del terrorismo

Eneko Goia, alcalde de Donostia-San Sebastián por el PNV, ha anunciado que recordará a las 128 víctimas del terrorismo y de los abusos policiales (107 asesinadas por ETA y CCAA, cuatro por el GAL, 11 por la violencia policial y seis de autoría desconocida) que se produjeron en esta capital durante los años de violencia y terror, a través de unas placas que se pondrán en los lugares donde fueron asesinadas.

Sin duda alguna, quiere ser escrupulosamente cuidadoso. Ha adelantado que consultará cada placa con la familia de cada víctima y que solo se colocará con su consentimiento. Añade que la iniciativa «no tiene caducidad» ya que «los allegados pueden cambiar de opinión, de forma que si ahora no quieren ningún recuerdo y en el futuro sí, tengan la posibilidad de que se coloque la placa más tarde». Más en El Diario Vasco 

No es una iniciativa novedosa porque ya el 12 de marzo de 2007, Alfonso Alonso, alcalde de Vitoria-Gasteiz por el Partido Popular, hizo pública la decisión de colocar unas placas incrustadas en el suelo con el nombre de las personas asesinadas entre el 5 de marzo de 1978 y el 22 de octubre del 2000. En estas placas, solo aparece el nombre de la víctima, la fecha en la que fue asesinada y una cita de un pensador como Gandhi, Octavio Paz, Camus, Asimov…

Hasta hoy, no había cundido el ejemplo de Alonso en los ayuntamientos de las otras capitales. Sin embargo, la ciudadanía sí dio pasos firmes hacia la memoria. Este fue el caso de la organización pacifista Gesto por la Paz que en 2010 realizó un emotivo acto en Bilbao, Los Pasos de la Memoria, al que los medios llamaron «La ruta del dolor en Bilbao», «La huella de la bala y la bomba en Bilbao», «Pintadas contra el olvido»… [Dossier de prensa de aquel acto]

Desde diferentes puntos de Bilbao, grupos de pacifistas recorrieron los distintos lugares donde el terrorismo había usurpado la vida de vecin@s de la localidad; vecin@s de toda condición social, laboral…


En cada lugar donde se pintaba el nombre y la fecha de su asesinato, le leían las circunstancias en las que se habían producido aquel horror que nunca tenía que haber ocurrido y se guardaba un minuto de silencio.


Y aquellas columnas de pacifistas convergieron en el Parque de Doña Casilda donde leyeron los nombres de cada una de las personas asesinadas y pusieron una flor sobre sus nombres.


Quienes tuvieron la oportunidad de vivir aquel acto -pacifistas y víctimas que componían las columnas- lo recordarán. De nuevo, Gesto por la Paz fue pionera en el trabajo por la memoria.

«Matar estaba mal»

07 lunes May 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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Ana Rosa Gómez Moral, ciudadanía, convivencia, Deia. El Correo, Diario Vasco, Diputación Foral de Gipuzkoa, El último vals, ETA, Fabián Laespada, Gesto por la Paz, homenajes a etarras, Hoy te escribo a tí, Itziar Aspuru Soloaga, Iván Orio, Lourdes Pérez Rebollar, Maixabel Lasa Iturrioz, silencio, Txema Urkijo Azkarate

En estos días de mayo en los que un sector de la sociedad se ha empeñado en volver a dar voz a ETA -difunta ya desde el 20 de octubre de 2011- y otro sector ha accedido a hacerle de coro, de nuevo, han surgido notas discordantes que se resisten a aceptar lo inaceptable y a participar de esta «no fiesta» a la que nos quieren empujar.

En Gogoan, por una memoria digna queremos recoger algunas noticias y reflexiones que han aparecido estos días en la prensa y en actos públicos en los que se recuerda la labor que hizo una parte de la sociedad que, como dice Ana Rosa Gómez Moral, «fuimos pocos, pero fuimos los suficientes«.

2 de febrero de 1992
1998, gesto por la muerte de Inazia Zeberio
6 de junio de 1998
25 de septiembre de 2000

22 de octubre de 2011

«ETA lo deja forzada por la resistencia heroica del puñado de lúcidos que, cuando podía costarte desde el ostracismo a la propia vida, se atrevieron a salir a la calle a reivindicar que el rey no era un gudari, sino que estaba desnudo: que matar a un ser humano era, simple y llanamente, matar a un ser humano. Lo deja porque la denuncia solitaria, silenciosa y valiente de la inhumanidad, en aquellos años en los que las víctimas apenas merecían unas líneas en los periódicos y en los que los homenajes a etarras prestigiaban la maldad, acabó permeando a la gran mayoría de los vascos por indiferentes que fueran, por muy a salvo que se sintieran o por miedo que tuvieran» artículo de Lourdes Pérez Rebollar «Hoy te escribo a tí» publicado en Diario Vasco el 4 de mayo de 2018

“Espero que este final tan rimbombante de ETA no sea un tapón para que no se produzcan avances en una materia tan básica como la convivencia tras largos años de violencia” Itziar Aspuru Soloaga en la entrevista de Deia, 5 de mayo de 2018

«Se acabó. Suena el último vals mientras se cierra el telón. No los abroncaré. No tendrán aplauso tampoco. Mi veredicto es sencillo. Les brindaré lo mejor que puedo ofrecerles en este momento postrero: mi más absoluta indiferencia.» artículo «El último vals» de Txema Urkijo Azkarate publicado en El Correo, 5 de mayo de 2018

«Si no hubiera sido por ellos, por esos ciudadanos responsables, por los que no se callaron, por los que denunciaron, por los que vivieron señalados y, en muchos casos, murieron ignorados, hoy probablemente no tendríamos motivo de celebración.» Dicurso de Maixabel Lasa Iturrioz para el acto organizado por la Diputación Foral de Gizpuzkoa el 5 de mayor de 2018.

«Gesto por la Paz enseñó a la sociedad vasca que matar estaba mal» entrevista de Ivan Orio a seis miembros de Gesto por la Paz en El Correo, 7 de mayo de 2018.

 

No está todo lo que ha salido en prensa escrita y no hemos podido recoger todas las intervenciones en radios de personas como Fabián Laespada. Por esta razón, os invitamos a que en «comentarios» vayais ampliando reflexiones de este tipo que hayan aparecido en prensa.

Muchas gracias.

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