~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.
Dentro de la programación del cine de Amurrio del mes de mayo, se va a proyectar el documental ‘GESTO’ sobre el trabajo que realizó Gesto por la Paz durante 23 años de trabajo en defensa de los Derechos Humanos, en especial, del derecho a la vida. Amurrio es uno de los primeros ayuntamientos que ha dado el paso de incluirlo en la programación de su agenda cultural, lo cual es de agradecer porque estamos convencidos de que servirá de referencia a otros municipios vascos y navarros.
El acto consistirá en la proyección del documental y, posteriormente, habrá un coloquio con los miembros de Gesto por la Paz de la localidad y con alguna de las personas protagonistas del documental. Recordemos que este documental es una herramienta de memoria tremendamente útil para reflexionar sobre la actitud de la sociedad vasca ante la violencia y el trabajo por la paz que desarrolló la organización pacifista.
La proyección será el viernes, 19 de mayo, a las 20’00 h. en el cine Amurrio-Antzokia y la entrada será gratuita.
El documental ‘GESTO’ se presenta en la Azoka de Durango el próximo domingo 11 de diciembre a las 16:00 h. en Irudienea – Zugaza.
Así mismo, se presenta en Bilbao desde el lunes 12 al jueves 15 de diciembre a las 19:30 en los cines Golem Alhóndiga en Azkuna Zentroa.
‘GESTO’ ha sido dirigida por Xuban Intxausti y cuenta con música original del compositor Fernando Velázquez. El documental ha sido promovido por la asociación Gogoan-Por una Memoria Digna.
‘GESTO’ es un viaje por la memoria del pacifismo vasco que durante 28 años trabajó por la paz y en contra de la violencia en Euskal Herria. Este viaje, que emprenden algunas de las personas protagonistas de Gesto por la Paz a través de la visualización de imágenes del pasado, invita al espectador a descubrir los fundamentos, las acciones y los principios éticos de la organización pacifista y cómo algunos de ellos continúan vigentes hoy en día.
La película quiere ser un elemento de memoria que ponga en valor la respuesta de la ciudadanía que, a través del cauce de expresión que fue Gesto por la Paz, se manifestó de forma pacífica en contra de la violencia y que defendió el respeto de los Derechos Humanos de todas las personas. Toda la actividad de Gesto por la Paz estuvo dirigida a la deslegitimación de la violencia.
El documental muestra como uno de los pilares fundamentales del discurso de Gesto por la Paz fue la creciente centralidad de las víctimas. Se trataba de que la ciudadanía asumiera que las víctimas eran las trágicas destinatarias de un ataque que iba dirigido contra una sociedad que en demasiadas ocasiones no quiso ser consciente de ello.
‘GESTO’ quiere ser una herramienta pedagógica, especialmente dirigida a las generaciones más jóvenes, para que conozcan de primera mano lo que hicieron un grupo de ciudadanos y ciudadanas, muchos de ellos también muy jóvenes, ante el problema de la violencia terrorista que nos afectaba directamente.
Si desean más información o la realización de entrevistas pueden contactar con: gogoan.memoria@gmail.com
(euskera)
“GESTO” dokumentala Durangoko Azokan aurkezten da igande honetan, abenduak 11, arratsaldeko 4etan, Irudienea – Zugazan.
Era berean Bilbon ere aurkeztuko da hurrengo astelehenean, hilak 12, arratsaldeko 19:30etan, Azkuna Zentroko Golem Alhóndiga Zinemetan, eta abenduaren 12tik 15era egongo da ikusgai.
“GESTO”Xuban Intxaustiren zuzendaritzapean egin da eta Fernando Velázquez musikagileak jarri dio jatorrizko musika. Gogoan-Por una Memoria Digna elkarteak sustatutako dokumentala da.
“GESTO” euskal bakezaletasunaren memoriaren inguruan egiten den bidaia da, 28 urtetan zehar Euskal Herriko bakearen alde eta indarkeriaren aurka lan egin zuena. Gesto-Bakearen Aldeko Koordinakundeko protagonista izan ziren kide batzuk iraganeko irudiak ikusiz ekiten diote bidaiari, eta aldi berean ikusleak elkarte bakezalearen oinarri etikoak eta ekintzak ezagutzera gonbidatzen dituzte, hauetariko asko gaur egun ere indarrean daudenak.
Pelikulak hiritarrek indarkeriari eman zioten erantzunaren garrantzia erakusteko memoria-baliabidea izan nahi du; Gesto-Bakearen Aldeko Koordinakundeak eskaini zuen adierazpen-bidearen bitartez indarkeriaren aurka era baketsuan nabarmendu ziren hiritarrak, gizaki guztien Giza Eskubideen errespetua aldarrikatuz. Bakearen Aldeko Koordinakundearen jarduera guztia indarkeriari zilegitasuna kentzeko helburuarekin egin zen.
Dokumentalean ikus daiteke Bakearen Aldeko Koordinakundearen diskurtsoan biktimek gero eta garrantzi handiago lortuz joan zirela. Hiritarrek ulertu behar zuten biktimak gizarte osoari zuzendutako zoritxarreko erasoaren hartzaileak zirela, baina gizarteak neurri handi baten ez zuen hori onartu nahi.
‘GESTO’ dokumentalak gazteei zuzendutako tresna pedagogikoa izan nahi du, hauek ezagutu dezaten hiritar multzo batek -asko oso gazteak- egin zuena zuzenean eragiten zien indarkeria terroristaren arazoaren aurrean.
Informazio gehiago beharko bazenu edo elkarrizketaren bat egiteko jarri gurekin harremanetan: gogoan.memoria@gmail.com
A pesar de la pandemia, de los escasos recursos, de las limitaciones de todo tipo, después de tantos años preparándolo, conseguimos hacer el documental ‘GESTO‘.
Agradecimiento
Lo primero que queremos trasmitir con este post es agradecimiento a los cientos de personas que hicieron posible este proyecto. Nos referimos a quienes fueron las auténticas protagonistas del documental, las personas que formaron parte de Gesto por la Paz. Y nos referimos a quienes colaboraron con sus donativos en la campaña de crowdfunding que desarrollamos en 2019 (y que hemos tenido que volver a abrir en este link para sufragar los gastos adicionales).
Sólo gracias a su ayuda conseguimos iniciar ‘GESTO‘ y ahora conseguiremos terminarlo.
No ha sido fácil, pero ha sido un producto «muy de Gesto»: con pocos recursos, pero con el convencimiento de que era imprescindible hacer este documental, nos hemos entregado en cuerpo y alma al trabajo. Mucha ilusión, sí, pero no podemos negar que, en ocasiones, también sentimos vértigo, mucho vértigo. ¿Sería el resultado final el que nos gustaría?
Como dice Xuban Intxausti, el director de ‘GESTO‘, un documental no termina hasta que lo dejas. Efectivamente, siempre hay algo que se puede cambiar, que se puede matizar, que se puede añadir o quitar, que… pero para el 17 de septiembre de 2022 estuvo preparado el documental que presentamos al mundo en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Mejor entorno, imposible.
Xuban Intxausti e Isabel Urkijo
Es justo reconocer el trabajo de este equipo que, durante meses, se coordinó y conjuntó perfectamente, pero es especialmente reseñable la profesionalidad del director. Xuban no perteneció a Gesto por la Paz y, en cuanto se le presentó el encargo, actuó como esponja. Se empapó de todo lo que había sido la asociación pacifista y, como dice Isabel Urkijo, se enamoró, quedó cautivado de la labor de Gesto por la Paz. Esto sólo puede ocurrir si nos acercamos a ‘GESTO‘ abandonando todos los prejuicios que atan nuestra mente y secuestran nuestra libertad de pensamiento.
Uno de los elementos más relevantes del documental fue la banda sonora de Fernando Velázquez, un exitoso compositor musical que fue de Gesto por la Paz y quiso preparar la banda sonora de ‘GESTO‘. Todo un honor.
Imprescindible
Efectivamente, desde que en 2016 creamos ‘Gogoan, por una memoria digna‘, uno de los proyectos estrella que teníamos en mente era realizar un documental sobre Gesto por la Paz. El documental, un audiovisual, era y es la herramienta perfecta para llegar a donde queríamos llegar.
En muchas ocasiones se ha dicho que este documental es un reconocimiento a quienes hicieron posible Gesto por la Paz. Es posible que lo sea pero, en primer lugar, no olvidemos que quienes formaron esta organización lo hicieron, porque era lo que pensaban que tenían que hacer; era su compromiso con la sociedad, con el futuro, con la convivencia, con el respeto al derecho a la vida, con la defensa de la pluralidad, un compromiso ético admirable. No eran víctimas. Eran una parte de la ciudadanía que se atrevió a denunciar que el rey iba desnudo, que matar estaba mal, que ni ETA ni el GAL… nos representaban, que quienes asesinaban lo hacían por su voluntad, no obligados por nada ni por nadie y que sólo generaban dolor y sufrimiento.
Y, en segundo lugar, nos gustaría manifestar por qué pensamos que ‘GESTO’ es una herramienta imprescindible. Un documental así es una valiosa herramienta de memoria, pero siguiendo a Manuel Reyes Mate -«el deber de memoria»-, afirmamos que la memoria no es un elemento del pasado, sino una herramienta fundamental para construir el futuro.
En este sentido, creamos ‘GESTO‘ para que las generaciones venideras, las que no han conocido nada de lo ocurrido, las que se han sumado al rápido pasar página que pretende dejar tapado todo en el cajón de la historia -que, luego, ya se verá quién y cómo se escribe- para que esa juventud tome como referencia este movimiento pacifista absolutamente genuino y rompedor que fue capaz de cambiar la mirada de la sociedad vasca hacia la violencia. Un movimiento del que se puede aprender que hay otra forma de mejorar la sociedad y que se puede hacer renunciando a la violencia y agarrándose a la tolerancia, al respeto por el diferente, a la obediencia a los derechos de las personas, a la veneración por el diálogo. Se pudo, se consiguió y se puede.
Nos gustaría que Gesto por la Paz fuera un referente para el futuro de nuestra sociedad.
Zinemaldia
Cuando aún estábamos trabajando la post-producción, y no precisamente los últimos pasos, uno de los primeros objetivos que nos marcamos fue presentar el documental en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. No era fácil porque trabajábamos a contrarreloj y no era fácil porque sabíamos que «el tema» nunca había sido «cómodo». Sí, Gesto por la Paz no fue una organización cómoda ni para quienes sujetaban la pancarta porque ya quedaban señalados para siempre en una sociedad que no se atrevía a cuestionar la violencia, no fuera a ser que se cuestionaran también algunas ideas (nacionalistas, de izquierdas…). Error. Y no fue nada cómoda para quienes pasaban sin siquiera mirar a quienes se manifestaban contra la violencia. ¿Por qué no les miraban? ¿Era indiferencia? Es posible que, en parte, fuera indiferencia, sí, pero también había mucho de esa incomodidad de quien sabe que también debería estar tras esa pancarta que pedía paz y libertad.
Han pasado nueve años desde que Gesto por la Paz se despidió de la sociedad vasca y las miradas a esta organización van cambiando: lo que hace 20 años despreciaban, hoy tienen en consideración, cuando no en estima. El hecho es que el Festival de Cine de San Sebastián no sólo aceptó el documental ‘GESTO‘ en la sección de Cine Vasco, sino que fue elegido para concurso.
El trato que hemos recibido del Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián ha sido exquisito.
Finalmente, ‘GESTO‘ no ha recibido ningún premio, pero el simple hecho de haber podido estar en el festival e incluso de «haber competido» ya es un privilegio. Gracias #70SSIFF por haber reconocido, no sólo el trabajo de Xuban Intxausti que ha sido muy bueno, sino, sobre todo, los casi 30 años de lucha por la paz de ‘GESTO‘. Y, además, la participación en Zinemaldia ha sido un altavoz para el documental. La presencia en medios de comunicación ha sido abundante.
Aquí os dejamos algunas de las entrevistas que han realizado el director y las personas protagonistas del documental:
Nos gustaría terminar insistiendo en dos cuestiones:
Quienes tengan la oportunidad de ver ‘GESTO‘ que, por favor, dejan en la puerta del cine todos los prejuicios que nos han contaminado y nos siguen contaminando aún. Solo con un corazón y una mente libre de ellos podremos apreciar el valor de las cosas.
Que nos ayudéis a difundir el documental. Presentarlo en el Zinemaldi no significa necesariamente que las distribuidoras nos lo quiten de las manos. No ha sido así. Por ello, tendremos que ofrecerlo en cada pueblo, en cada ciudad, en cada rincón para que todo el mundo tenga oportunidad de conocer ese trabajo. Aquí tienes el link de la campaña de crowdfundig que estamos haciendo con la Fundación Goteo.
El 17 de septiembre se proyectará por primera vez el documental ‘Gesto’ en el Festival de Cine de San Sebastián.
El 26 de agosto, se presentó en Tabakalera (Donostia-San Sebastián) las películas y documentales que concursan o se exhiben en el apartado Zinemira del Festival de Cine de San Sebastián. Una de las películas que concursa es ‘Gesto‘, documental producido porGogoan, por una memoria digna, dirigido por Xuban Intxaustiy con música original de Fernando Velázquez.
¿Qué es ‘Gesto’?
‘Gesto‘ es un viaje por la memoria del pacifismo vasco que durante 30 años trabajó por la paz y en contra de la violencia en Euskal Herria. Entendemos la memoria no solo como un ejercicio de acercamiento a la verdad, sino como una valoración, en este caso positiva, del papel que realizó Gesto por la Paz en un momento realmente difícil. La memoria es también aprendizaje y, en este sentido, consideramos que recuperar la esencia de Gesto por la Paz es, además de un gesto de agradecimiento a quienes lo hicieron posible, una herramienta enormemente útil para las generaciones posteriores.
En el documental ‘Gesto’ se recogen los principios y actuaciones que dieron forma a esa genuina construcción colectiva que fue Gesto por la Paz, que no se creó ni se desarrolló con patrones preestablecidos, todo fue el resultado del análisis, las motivaciones y las inquietudes de las personas que lo hicieron posible. Muchos de sus principios y actuaciones conservan plena vigencia, pero es necesario destacar que el gran valor de Gesto es lo que hizo en el momento que lo hizo, en esas circunstancias y con esos condicionantes.
En ‘Gesto’ algunos miembros de la organización pacifista nos van relatando ese trabajo a través de imágenes del pasado y de intervenciones que dan paso a esos principios y actuaciones mencionadas De esta manera, se invita al espectador a descubrir lo que fue Gesto por la Paz y la vigencia de su esencia.
Los derechos humanos
Gesto por la Paz fue una organización que trabajó por la paz y el respeto de los derechos humanos para todas las personas desde 1985 hasta 2013 en el ámbito de la violencia específica generada en Euskal Herria.
La movilización social como cauce de expresión y sensibilización
Desde el inicio, la labor fundamental fue la concienciación y sensibilización sobre la gravedad de la violencia que inundaba nuestra sociedad y lo hizo a través de la movilización social desde un planteamiento unitario y plural. Ahí se enmarcan los “gestos por la paz”, las concentraciones silenciosas que se realizaron en numerosos pueblos, barrios, colegios o campus universitarios después de cada muerte relacionada con la violencia específica generada en Euskal Herria. Estas concentraciones silenciosas de 15 minutos fueron la seña de identidad más genuina de la organización.
El conflicto violento y el conflicto político
De forma paralela, Gesto por la Paz desarrolló un discurso genuino basado en el respeto a los Derechos Humanos de todas las personas y en la defensa de un ámbito unitario pre-partidista para afrontar el grave problema de la violencia. En este sentido, uno de los pilares fundamentales de este discurso fue la separación del conflicto violento del conflicto político. Gesto por la Paz defendió que no existió ninguna relación necesaria entre el conflicto político identitario -uno de tantos conflictos políticos que se dan en una sociedad plural- y el uso de la violencia. Consecuentemente, el terrorismo fue el resultado de una decisión voluntaria, libremente tomada, injusta y errónea que no tuvo ninguna justificación. Desde ahí, Gesto por la Paz siempre defendió que se debía llegar al final de la violencia desde el puro desistimiento de quienes mantuvieron y defendieron esa estrategia, sin pagar ningún precio político por la paz, como afortunadamente así ha ocurrido.
Gesto por la Paz defendió que no existió ninguna relación necesaria entre el conflicto político identitario -uno de tantos conflictos políticos que se dan en una sociedad plural- y el uso de la violencia.
Las víctimas de la violencia
El cimiento más significativo del discurso de Gesto por la Paz fueron las víctimas que originó esta violencia. De esta manera, es destacable la creciente centralidad de las víctimas. Las víctimas eran la razón fundamental para realizar un posicionamiento contrario al uso de la violencia. Una sola víctima ya deslegitimaba el uso de la violencia.
Se trataba de que la ciudadanía comprendiera que las víctimas eran las trágicas destinatarias de un ataque que iba dirigido contra toda la sociedad.
Se trataba de que la ciudadanía comprendiera que las víctimas eran las trágicas destinatarias de un ataque que iba dirigido contra toda la sociedad. La asunción de este principio posibilitaba los imprescindibles mecanismos de reconocimiento y solidaridad hacia todas ellas, cada una desde su especificidad. En este ámbito, el primero de los pasos que se dio fue humanizar a las víctimas, “descubrir” que, bajo aquellos uniformes o cargos, había seres humanos con una vida que quedaba truncada para siempre. El segundo paso y fundamental fue dar voz a las víctimas. Su testimonio directo nunca deja indiferente a quien se atreve a escucharlo.
Ante el acoso que sufrieron miles de ciudadanos y ciudadanas, Gesto por la Paz creó el concepto “violencia de persecución” (2000) con el que se pretendió denunciar la falta de libertad de una parte importante de la población por su condición de representante de la ciudadanía o por el libre ejercicio de su profesión. Estas personas padecieron la utilización sistemática de la amenaza, el acoso, la agresión y hasta el asesinato por el hecho de defender públicamente unos planteamientos ideológicos no coincidentes con los de quienes apoyaban y ejercían la violencia.
Las personas presas y detenidas
Desde la defensa de los Derechos Humanos para todas las personas, Gesto por la Paz también abordó la situación de las personas presas y detenidas relacionadas con los delitos de terrorismo. En este sentido, desde el inicio de la organización se denunciaron casos de tortura como el de Tomás Linaza en 1987 y otros que, desgraciadamente, le sucedieron a lo largo de los años.
Por otra parte, en 1994, Gesto por la Paz junto a Denon Artean, ya planteó y defendió el principio democrático de la reinserción y lanzó los criterios que consideraba que se debían aplicar, criterios que mantienen toda su vigencia en la actualidad (Criterios: 1. Desvinculación de la estrategia terrorista, 2. Acatamiento de las reglas y principios democráticos, 3. Reconocimiento del daño causado).
También en 1994, se lanzó a la opinión pública el concepto del acercamiento para las personas presas relacionadas con el terrorismo; un posicionamiento planteado desde una perspectiva ética y humanitaria. Dicha reivindicación se diferenció claramente de la reivindicación que desde la izquierda abertzale se hacía en aquel momento del reagrupamiento de presos.
Por una memoria deslegitimadora de la violencia
Toda la actividad de Gesto por la Paz ha ido claramente dirigida a la deslegitimación de la violencia. Todo relato que se construya debe partir de la defensa de los derechos humanos para todas las personas y debe poner en primer lugar a las víctimas, como el trágico e irreparable logro que ha generado la violencia. Se debe construir una memoria claramente deslegitimadora de la violencia.
Trailer del documental
El 17 de septiembre se proyectará por primera vez el documental ‘Gesto’ en el Festival de Cine de San Sebastián a las 22’15 h. También habrá pases por la tarde los días 18 y el 19 de septiembre.
Con motivo del cumplimiento de los 25 años del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco Garrido, se han escrito muchos artículos sobre lo ocurrido aquellos días, días que permanecen en mi memoria y lo harán el resto de mi vida. Comparto con los escritos que fue una reacción sin igual contra la amenaza que ETA lanzó contra toda la sociedad; sin embargo, no veo claro el enfoque positivo que algunas personas tienen sobre el antes y el después de aquel terrible hecho.
Efectivamente, yo no veo tan positivas las secuelas sociales y políticas de aquel asesinato. La mayoría de titulares y artículos sobre ellos hablan de que hubo “un antes y un después”. ¿Y fue positivo? Lo dudo y me explico.
El secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco no fue una ejecución sin precedentes. Ya hubo un asesinato de muy similar crueldad: en 1981, ETA secuestró y asesinó de idéntica manera a José María Ryan y la reacción que generó en Euskadi también fue grande -muy grande diría yo- para ser 1981. De hecho, muy posiblemente se habría convertido en ‘el hito de la crueldad y la perversión etarra’, si José María Arregui no hubiera sido asesinado por tortura una semana más tarde. Este asesinato desactivó la acumulación de indignación que se había generado contra ETA.
En 1997, con Miguel Ángel Blanco, se desató una respuesta social inmensa sin duda alguna, pero no surgió de la nada.
En 1997, con Miguel Ángel Blanco, se desató una respuesta social inmensa sin duda alguna, pero no surgió de la nada. Si quienes analizan, comentan, hacen historia… no tienen en cuenta el trabajo previo de las organizaciones pacifistas desde 1985 y, especialmente, el nivel de movilización social desarrollado con los secuestros concatenados de José María Aldaya, José Antonio Ortega Lara y Cosme Delclaux para explicar lo sucedido, se equivocan. La manifestación del 12 de julio en Bilbao donde una multitud exigimos la libertad de Miguel Ángel Blanco solo pudo ocurrir después de una respuesta en la calle también sin precedentes al terror de ETA durante más de dos años. La de Bilbao, Ermua y cientos de localidades en todo el País Vasco y de fuera, fueron una eclosión del hartazgo social acumulado tras meses y meses de protesta contra los ataques que ETA estaba haciendo a todxs nosotrxs, a toda la sociedad vasca y… efectivamente, estalló.
Daniel Villar Enciso. Mapa del terrorSin embargo, estos días que se quieren interpretar como un hito positivo, “un antes y un después”, arrastraron una cola negativa. Ante la amenaza de ETA, lxs pacifistas volvimos a salir esta vez acompañadxs por muchísima gente que, hasta entonces, había estado en su casa con resignación o con indiferencia y, quizás, salieron con la idea de que conseguirían el objetivo de la convocatoria, lo que pudo suponer una importante frustración posterior. No eran corredores de fondo y prueba de ello es que, cuando algo más de un mes más tarde, ETA asesinó, también en Bizkaia, al policía nacional Daniel Villar Enciso, aquella multitud se volvió a quedar en casa quizás pensando que no merecía la pena protestar públicamente contra aquel nuevo asesinato o quizás continuando con su vida y mirando hacia otro lado, sin más.
El trabajo por la paz era una carrera larga donde primaba la tenacidad y la convicción en una transformación lenta, pero verdadera, y, sin duda alguna, era mucho más difícil e incómoda que acudir a una manifestación durante unas horas. Aquel trabajo suponía un compromiso ético y cívico con la sociedad que queríamos y queremos. Quizás era demasiado esfuerzo para una población “demasiado acomodada” para implicarse en esta tarea. Considero que la movilización social no salió especialmente ganando con aquellos días de julio.
El trabajo por la paz era una carrera larga donde primaba la tenacidad y la convicción en una transformación lenta, pero verdadera, y, sin duda alguna, era mucho más difícil e incómoda que acudir a una manifestación durante unas horas. Aquel trabajo suponía un compromiso ético y cívico con la sociedad que queríamos y queremos
Por desgracia, si marcaron un antes y un después fue en algo que califico de dramático para nuestra convivencia: la ruptura de la unidad de los partidos políticos frente al uso de la violencia. Se rompió el Pacto de Ajuria Enea y la división que creó la clase política afectó de manera directa a la convivencia ciudadana. De la noche a la mañana, personas que habían compartido el objetivo de buscar la paz, se veían discutiendo malhumoradas sobre estrategias cortoplacistas que no nos llevaban a ningún lado.
Se rompió el Pacto de Ajuria Enea y la división que creó la clase política afectó de manera directa a la convivencia ciudadana.
Hubo un antes y un después, sí. El antes de la unidad y el después de la discordia, el enfrentamiento, la tensión y la desconfianza… francamente, un asco. Posiblemente, se dio paso a unos de los peores años de la convivencia en Euskal Herria porque, a los asesinatos de ETA, hubo que sumar la brecha que se creó entre nacionalismos, vascos y españoles, marginando del debate político a quienes no amamos ese “ismo”.
Hubo un antes y un después, sí. El antes de la unidad y el después de la discordia
Y termino. ETA generó demasiadas víctimas (la primera ya fue un exceso imperdonable). Todos los asesinatos fueron injustos porque ni ETA ni nadie tenía ningún derecho ni obligación de ejecutar a nadie, al margen de lo que hubieran hecho en su vida o representaran en la sociedad. La voluntad de unos pocos se pretendía imponer a toda la sociedad vasca a través del asesinato. Desde que nació ETA, fue una vergüenza para toda la ciudadanía vasca porque lo hicieron en nuestro nombre y la mayoría calló. Gran parte de las personas asesinadas fueron seres sin especial relevancia social o política, como fueron Miguel Ángel o Daniel y, de aquellas personas que tuvieron una vida ejemplar de la que aprender, es importante y necesario reivindicar su palabra, su pensamiento y su vida. En cualquier caso, todas merecen nuestro recuerdo porque representan la evidencia del mal causado, de lo que no tenía que haber ocurrido nunca. Todas y cada una de ellas deben estar en nuestra memoria si la queremos digna. Del asesinato de Miguel Ángel Blanco me queda un imborrable recuerdo lleno de tristeza por aquella amenaza y cruel ejecución y porque, sin saberlo, su asesinato abrió una puerta que debería haber permanecido siempre cerrada.
todas merecen nuestro recuerdo porque representan la evidencia del mal causado, de lo que no tenía que haber ocurrido nunca. Todas y cada una de ellas deben estar en nuestra memoria si la queremos digna
Isabel Urkijo Azkarate, miembro de ‘Gogoan, por una memoria digna’
[Este artículo ha sido publicado en varios periódicos del grupo Noticias]
Nos encontramos en los últimos días de la campaña que iniciamos en septiembre con objeto de conseguir financiación para el proyecto «Memoria pacifista de Gipuzkoa«. Como sabéis, con este proyecto queremos recopilar testimonios de personas que en Gipuzkoa salieron a la calle para pedir la paz, para denunciar el uso de la violencia -de la de ETA, de la ilegítima del Estado, de la de otras organizaciones terroristas como GAL, Batallón Vasco Español, etc.-, para detener la barbarie que convulsionó nuestro país, la convivencia, nuestras vidas… incluso aunque hubiera gente que prefiriera mirar hacia otro lado.
Proiektu honekin, Gipuzkoan kalera bakea eskatzeko atera zirenen lekukotasunak bildu nahi ditugu
ETA ha desaparecido y ahora nos toca mirar hacia atrás a analizar lo que fueron aquellos 50 años de terrorismo y violencia, de crueldad y dolor infinitos. Sí, estamos en tiempo de memoria. Es necesario no olvidar, tener muy presente lo ocurrido, mirar el pasado con ojos críticos y aprender de él y, sobre todo, enseñar de él a quienes nos sucedan.
La memoria es una herramienta de aprendizaje. Jamás se debería utilizar como un arma arrojadiza «contra el otro», no. Pero no nos engañemos, la memoria de lo ocurrido, la construcción de la memoria colectiva de lo vivido estos 50 años de terrorismo y violencia, debe escocernos porque sólo será válida si es una revisión crítica de lo que hicimos personal y colectivamente.
Oroimena azkura emateko moduko irakas-tresna izan behar da; izan ere, egindakoaren berrikuste kritikoa gauzatzeko baino ez du balioko
Con este proyecto, queremos recopilar los testimonios de estas personas de Tolosa, de Beasain, de Ataun y de otros muchos pueblos que abandonaron la «comodidad» del anonimato y salieron a la calle, antes sus vecinxs, para pedir la paz.
Tolosa
Beasain
Ataun
GRACIAS a todas estas personas que permitieron que hoy disfrutemos de esta paz.
ESKERRIK ASKO gaur bakeaz gozatzeko aukera eman diguten pertsona guztiei.
Gracias a quienes habéis hecho una aportación para que este proyecto salga adelante y a hagáis vuestra aportación en estos últimos días y permitáis que alcancemos el óptimo.
Gracias a quienes con vuestros vídeos habéis permitido que difundamos el proyecto por las redes sociales (Maixabel Lasa, Alberto Muñagorri, Eider Huertas, Pello Azpiazu, Itziar Zubia, Patxi Elola, Gorka Landaburu, Lourdes Oñederra, Joxan Rekondo, Eugenio Ariztimuño y Alberto Garín)
Ya quedan pocos días de la campaña de crowdfunding de «MetaCultura2019» para poder conseguir los recursos que necesitamos para llevar a cabo el proyecto «Memoria pacifista de Gipuzkoa«.
Mañana martes, 29 de octubre, a partir de las 10’00 h. y hasta el jueves, 31 de octubre a las 10’00 h. de manera absolutamente extraordinaria, el Departamento de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa, volverá a activar el mecanismo por el cuál cada NUEVA aportación que recibamos, se multiplicará POR TRES.
Y para animaros, os invitamos a ver estos vídeos de pacifistas gipuzkoanos:
La intervención del pacifismo durante aquellos años de terrorismo y violencia era como una suave lluvia que, gota a gota, lo iba calando todo. Eran diminutas gotas, todas ellas imprescindibles, las que fueron empapando el paisaje moral de nuestra sociedad.
El pacifismo no fue un movimiento de masas. Surgió en un momento muy delicado y difícil. Poco a poco, fue ocupando plazas y calles, pero… no éramos ‘la mayoría’. Aun así, fuimos capaces de abrir la brecha que permitió que todo cambiara.
Concentración silenciosa por la muerte de un ser humano. Ordizia, 1995
El valor no consistía solo en potentes manifiestos leídos en grandes manifestaciones, sino, sobre todo, en el compromiso de aquellas personas que salieron a la calle ante sus vecinos y dijeron NO A LA VIOLENCIA. Ese compromiso, ese valor, esa constancia, esa generosidad, esa coherencia fue lo que permitió que todo empezara a cambiar.
Ahora, esa violencia específica que marcó nuestras vidas durante 50 años, ha desaparecido. Nosotros, en Gogoan, por una memoria digna, queremos recuperar para la memoria los testimonios de pacifistas de Gipuzkoa: cómo fue todo aquello, por qué lo hicieron, qué les impulsó a estar tantos años en la calle, cuál fue el coste personal que tuvieron que pagar… qué valoración hacen hoy de todo aquello.
Concentración silenciosa en Donostia, 1998
Nuestro proyecto ha sido uno de los seleccionados en la iniciativa “MetaCultura2019”; así pues, estamos inmersos en una campaña de crowdfunding (donaciones a través de Goteo.org). Actualmente, nos faltan 5.690€ para conseguir los recursos suficientes para realizar el proyecto; así que EL PROYECTO ESTA EN TUS MANOS.
Lo fundamental es que, entre todxs, consigamos realizar este proyecto. Pero, además, no debéis olvidar que todos los donativos desgravan y que, cada donativo, tiene su recompensa.
Buscamos muchas personas que participen, que colaboren con este proyecto con una cantidad simbólica: 10€. Nada más. Todos los donativos desgravan y si nos das 10€, nosotrxs recibimos 20€ ya que la DIputación Foral de Gipuzkoa pone ‘otro tanto’.
No fuimos una mayoría, pero sí los suficientes como para lograr aquel reto y este. Aquellas gotas fueron imprescindibles. Hoy, son imprescindibles también estas gotas que permitirán que el olvido no se lleve todo lo que fueron capaces de hacer aquellxs pacifistas.
Dentro de la iniciativa del Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa y la Fundación Goteo.org, ‘MetaCultura2019’, la asociación Gogoan, por una memoria dignaha presentado un proyecto titulado “Memoria pacifista de Gipuzkoa”.
Dicho proyecto tiene como finalidad recuperar para la memoria el trabajo y el compromiso de las personas luchadoras por la paz. Efectivamente, se trata de recuperar los testimonios de quienes salieron a la calle a reclamar la paz en Gipuzkoa, que se conozcan por qué dieron ese paso, qué les motivó a mantener ese duro posicionamiento durante tanto tiempo; recuperar los relatos de estas personas que de manera anónima y de forma desinteresada, abandonaron la comodidad de sus vidas para implicarse en una lucha que transformó la sociedad y que, en muchísimos casos, tuvo un coste personal muy elevado.
1990, concentración pacifista en Donostia-San Sebastián
Como se apuntó en otro post, se realizarán entre 20 y 30 grabaciones audiovisuales de estos testimonios que se recogerán por todo el territorio histórico. Para financiar este proyecto se ha iniciado una campaña de crowdfunding para que la ciudadanía que desee apoyarlo, haga su donativo en https://goteo.cc/pacifismogipuzkoa/. Desde Gogoan, atenderemos cualquier consulta en gogoan.memoria@gmail.com
Charla-coloquio “Gertatutakoa gogoan. Salvar la memoria” en la sala de actos de Koldo Mitxelena Kulturunea. Lunes, 30 de septiembre, a las 19’00 h.
Dentro de esta campaña, hemos organizado una charla-coloquio sobre la importancia de la memoria. Tras un periodo histórico conflictivo y violento, se reclama hacer un análisis crítico de lo ocurrido. Contaremos con la participación de Joxan Rekondo, miembro de Elkarbizi, ex alcalde de Hernani y víctima de la violencia de persecución durante muchos años; Lourdes Pérez, periodista y subdirectora de El Diario Vasco; y Joseba Eceolaza, escritor y persona implicada en iniciativas de memoria histórica y, además, miembro de Gogoan. El coloquio será presentado y moderado por la escritora Lourdes Oñederra, miembro de Gogoan.
A todos ellos les pediremos respuestas a preguntas como por qué es importante construir la memoria de lo ocurrido, si la sociedad en general tiene interés en construir una memoria de lo ocurrido o prefiere pasar página cuanto ante, si existe algún riesgo por pasar página cuanto antes, dejar el pasado donde está y mirar hacia el futuro exclusivamente o si el pasado forma parte de nuestro presente y de nuestro futuro.
La entrada será gratuita hasta completar el aforo.
NOTA: en la sala de la charla-coloquio habrá varios miembros de Gogoan, por una memoria digna que ayudarán a realizar los donativos a través de Goteo para quienes lo deseen.
Esta mañana, se ha presentado en Tabakalera (Donostia-San Sebastián) los 14 proyectos que este año forman parte de la iniciativa «Metacultura2019«. Como bien ha manifestado el diputado de Cultura, Denis Itxaso, este método de ayuda, de colaboración es muy democrático porque es la propia ciudadanía la que decide la ayuda que prestará a cada proyecto.
Entre los proyectos seleccionados, se encuentra el que ha presentado Gogoan, por una memoria digna titulado «Memoria pacifista de Gipuzkoa«. Esta ha sido la presentación:
Antes de nada, queremos agradecer tanto al Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa, como a la Fundación Goteo, haber elegido nuestro proyecto para formar parte de ‘MetaCultura2019‘
¿Qué es Gogoan?
Gogoan, por una memoria digna es una asociación que oficialmente se creó en octubre de 2016, pero que prácticamente hasta 2018 tuvo una actividad de baja intensidad.
Gogoan está compuesta por personas procedentes de organizaciones que han trabajado por los derechos humanos y la paz en Euskadi, personas que trabajan en temas relacionados con la memoria histórica, etc.
Nuestra preocupación es la memoria que se construya sobre lo ocurrido en los 50 años de terrorismo y violencia. Los objetivos que nos hemos marcado son fundamentalmente dos:
Que se construya una memoria deslegitimadora de la violencia
Y que se construya una memoria digna. Entendemos por memoria digna que se conozca el máximo de verdad como un derecho que asiste a las víctimas de lo ocurrido y a toda la sociedad; que la memoria sea una lectura crítica del pasado y que se identifiquen y asuman las responsabilidades de lo ocurrido.
Nuestras referencias en el pasado son aquellas iniciativas que han supuesto aportaciones especialmente positivas para nuestra sociedad como el movimiento pacifista vasco, especialmente Gesto por la Paz, la iniciativa conocida como la Vía Nanclares, el mensaje del colectivo de víctimas Eraikiz y los encuentros restaurativos celebrados en su día entre víctimas y victimarios.
Proyecto “Memoria pacifista de Gipuzkoa”
El objetivo de este proyecto es recuperar para la memoria los testimonios de las personas que trabajaron por la paz en este territorio histórico: qué les motivó para dar ese paso, cómo consiguieron mantener ese compromiso durante tantos años, qué recuerdos tienen de aquella época, qué anécdotas, cuál es su valoración de tantos años de trabajo por la paz, etc. todo ello con un enfoque fundamentalmente humano.
No queremos que queden en el olvido los testimonios de estas personas que realizaron una firme apuesta por la paz, al margen de cuál fuera el precio que muchos tuvieran que pagar, y que contribuyeron de manera decisiva a transformar la sociedad.
Con este proyecto, recogeremos con grabaciones audiovisuales, al menos los testimonios de algunas de ellas.
Aquí podéis ver el vídeo de parte de la presentación del diputado de Cultura, Denis Itxaso, y de la representante de Gogoan, Isabel Urkijo.