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Gogoan-por una memoria digna

~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.

Gogoan-por una memoria digna

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Sobre la nueva versión de ‘Herenegun’

19 jueves Dic 2019

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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acercamiento de presos, astilleros Euskalduna, atentados, Conferencia de Aiete, Coordinadora Lurraldea, Diario Vasco, elkarri, ETA, euskera, franquismo, Gesto por la Paz, Glencree, HB, Herenegun, insumisión, izquierda abertzale, Koldo Mitxelena, movilización social, Pilar Zubiarrain, ponencia Oldartzen, reinserción de presos, secuestros, separación de conflictos, vía Nanclares, violencia de persecución, yihadismo

En relación a los materiales didácticos Herenegun, tras la modificación realizada ante las distintas quejas de diversos colectivos, desde Gogoan por una memoria digna deseamos manifestar que el material presentado supone una mejora sustancial con respecto a la primera versión.

Sin embargo, al margen de algunas afirmaciones tan precisas como inexactas (ni Koldo Mitxelena presentó en Arantzazu “las bases de un nuevo euskera”, ni es cierto tampoco, dicho con esa rotundidad, que “el euskera estaba prohibido”) queremos hacer algunas observaciones que pensamos pueden contribuir a mejorar el material presentado.

[Aquí puedes ver los nuevos vídeos de Herenegun: «Así son los nuevos videos de Herenegun» Diario Vasco]

 

 

 

Ausencia del papel de la izquierda abertzale

La primera y fundamental es la ausencia del papel de la izquierda abertzale en toda esta historia de violencia. Es verdad que los partidos políticos no tienen un papel protagonista en los vídeos, pero en el caso de la izquierda abertzale, ocultar su papel protagonista es desvirtuar la realidad.

A ETA le hubiera sido complicado subsistir sin el apoyo de una parte de la población, la aglutinada en torno a la autodenominada izquierda abertzale. El apoyo de esa parte de la población, citado en los vídeos, pero sin añadir más explicaciones, diluye por completo responsabilidades de actores centrales que han condicionado por completo esta historia. ETA secuestraba y mataba, sí, pero era alentada por estos sectores que organizaban manifestaciones, jaleaban sus acciones y extendían el sufrimiento atacando comercios, quemando autobuses y amenazando de forma directa a quien no comulgase con ellos: “Hoy tú de negro, mañana tu familia”; manifestación frente a la familia del secuestrado Ibarra… En los documentos NO se informa suficientemente sobre este apoyo.

De modo sorprendente, no se habla de HB ni de las organizaciones de la izquierda abertzale con su nombre propio. Es como si no existieran. Parece que se trata de un apoyo indefinido y poco estructurado, cuando lo cierto es que fue un apoyo organizado hasta en los últimos detalles. Con actividad incansable en la calle, y apoyando a los terroristas tanto en los momentos de activismo como cuando el militante es detenido, está en la cárcel condenado, y regresa a su origen una vez cumplida la pena. HB como tal (al margen de referencias muy de pasada -imágenes de titulares de periódicos, por ejemplo) no aparece hasta el año 1996, con el mitin de Anoeta y la estrategia Oldartzen. Esto nos parece incomprensible. No se puede explicar la historia de ETA si al mismo tiempo no se indica con claridad que gran parte de su trayectoria la recorrió de la mano de las organizaciones de la llamada izquierda abertzale. Hubo una complicidad directa con el terrorismo, algo que todos hemos visto durante años.

 

El papel de los movimientos sociales

También conviene apuntar algunas cuestiones sobre el papel de los movimientos sociales.

  • Resulta llamativo que no exista ninguna referencia a la coordinadora Lurraldea, dado que es fundamental para comprender el sentido que tuvo posteriormente Elkarri.

En el vídeo 3 se silencia por completo, de forma sospechosa, la actividad de Lurraldea para “solucionar” el problema del trazado de la autovía de Leitzaran. Lo de Lurraldea sí que es, a diferencia de otros muchos hechos que aparecen en los vídeos, una cuestión periférica, pero directamente relacionada con la actividad de ETA. Basta con echar un vistazo a la prensa de la época: aquello acabó porque una coordinadora que se presentaba como ecologista, dirigida por personas directamente vinculadas a HB, presionó en la Diputación de Gipuzkoa para que esta adoptase un acuerdo en la línea que ETA propugnaba. Ese es un ejemplo claro e ilustrativo de apoyo social, como lo demuestra la famosa foto del brindis con champán.

[Un poco de memoria con la hemeroteca: El País, 10 de agosto de 1991]

 

  • También resulta llamativo el papel residual concedido a Gesto por la Paz.

Es llamativo no solo porque lo que se recoge de la entrevista es testimonial y personal, sino porque su actividad se incluye en los 80 obviando, por una parte, que continuó trabajando hasta 2013 y, sobre todo, obviando todas las singulares aportaciones que realizó esta organización en temas como la reinserción (Vía Nanclares), el acercamiento de presxs (familiares en el bus), la violencia de persecución, la separación de conflictos, etc.

Resulta hasta doloroso que se oculten los dos años de movilización social pidiendo la libertad de las personas secuestradas y las contramanifestaciones, sin valorar la enorme violencia y tensión que supuso en la sociedad y sin crítica alguna de la pasividad de fuerzas policiales y judiciales frente a esa conculcación de derechos básicos.

El Correo, 1995

 

Respecto al modo de realizar el relato

Es una realidad que en los años del franquismo y durante los primeros años de la democracia, las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado fueron escandalosamente reprobables. Y de esa manera se refleja en los vídeos; sin embargo, a lo largo del resto de las décadas, se queda una especie de tic, una insistencia constante de toda la descripción histórica de los hechos como de dos bandos, con una de cal y otra de arena: atentados de ETA / torturas y asesinatos por parte del Estado. Ese relato introduce una enorme nebulosa que tiende, si no a ocultar la actividad de ETA, sí a debilitar su protagonismo.

 

Otras observaciones de menor calado

Además, hay algunas observaciones de menor calado, pero que deberían tenerse en cuenta:

  • En todos los capítulos se sitúa lo sucedido (básicamente, la acción terrorista de ETA atacando a la sociedad, y los abusos policiales y de grupos de extrema derecha) en un contexto demasiado amplio de hechos, que tienden a confundir y a diluir la acción de los principales causantes de la violencia.
  • Hay “cuestiones ajenas” cuya referencia es absolutamente prescindible en el tema que nos ocupa, porque poco tuvieron que ver con la historia de la violencia motivo de análisis:
      • el movimiento de la insumisión,
      • el atentado yihadista de Madrid -más allá de la repercusión negativa que tuvo en ETA-,
      • o, por ejemplo, la lucha en los astilleros de Euskalduna que proyecta un contexto muy conflictivo que contribuye a dar una imagen de violencia de respuesta. Eso se complementa con la falta de referencias a la normalidad y la indiferencia con la que ha vivido durante décadas una buena parte de la sociedad vasca.
  • La referencia a Glencree está cogida ‘por los pelos’ y es muy posible que más allá de las personas interesadas, nadie pueda llegar a saber en qué consistió esa iniciativa, de dónde partió, cuáles fueron sus principales aportaciones…
https://euskalpmdeushd-vh.akamaihd.net/multimediahd/videos/2013/01/09/1013240/20130109_16005620_0005595344_001_001_PROMO_GLENCR.mp4
  • Todo el tema “Vía Nanclares” está tratado más desde el sentimiento (necesario) que como una vía política que daba en la línea de flotación de ETA. No se explica qué fue, cuántos tomaron parte en la iniciativa y su importancia en la organización, por qué se impulsó, por qué no tuvo más éxito, cómo se acogió el posicionamiento dentro de ETA y por los comités de apoyo a presos (cuya actividad queda, por cierto, absolutamente diluida en los materiales presentados), etc. En definitiva, nadie que vea los vídeos sabrá qué fue aquello de la “Vía Nanclares”. Sería deseable incluir el testimonio conjunto de Maixabel Lasa e Ibon Etxezarreta.
  • Se dan muchos datos estadísticos de lo ocurrido. Imprescindibles para conocer la dimensión del terror. Pero faltan testimonios de víctimas anónimas y ocultas: testimonios de quienes llevaron el cuerpo de su hijo asesinado a un pueblo pequeño y quedaron sepultados en el olvido durante años o testimonios como el de la abogada Pilar Zubiarrain. A veces eso es mucho más esclarecedor que un listado frío de datos.

  • En el capítulo 5 se intenta hacer un resumen de la década prodigiosa que antecedió a la Conferencia de Aiete y a la actividad de los organizadores de Conferencias de Paz. Se ha preferido concentrar el tema en Aiete. Pero, ¿cómo se llegó ahí? En la descripción (cierta) de los hechos se silencian de forma cuidadosa cuestiones que explican, más que cualquier otro argumento, el cese de la actividad de ETA. Bastaría con haber incluido una frase de este estilo: “La población vasca había llegado a tal nivel de hartazgo insoportable con la actividad de ETA, que se manifestó de forma continua contra la banda en movilizaciones sociales de todo tipo. Por otro lado, la acción eficaz y continuada de policías y jueces llevó a la organización a una situación insostenible y de difícil salida. No cupo otra opción que el abandono de la actividad. Máxime hasta cuando sus referentes políticos habían decidido tomar caminos que ellos mismos habían vetado durante decenas de años a los miembros de la banda encarcelados: aceptación del marco constitucional, acuerdos con fiscales y jueces, beneficios penitenciarios, etc.”. Nada de eso aparece. Pero una frase de ese tipo, leída con un poco de convicción, acaba siendo más ilustrativa que un listado de asesinatos.

Aun siendo conscientes de la dificultad de realizar un retrato que satisfaga a todas las personas, confiamos en que estas aportaciones sean tenidas en cuenta porque están elaboradas pensado exclusivamente en el bien común y en la necesidad de crear una memoria basada en la verdad y en el análisis crítico del pasado.

 

 

«Herenegun»

18 domingo Nov 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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actuaciones desproporcionadas de las fuerzas de seguridad, Acuerdo de Aiete, Acuerdo de Lizarra-Garazi, agresiones, asesinato, autovía de Leizarán, BVE, concentraciones pacifistas, Coodinadora Lurraldea, deslegitimación de la violencia, Diputación Foral de Gipuzkoa, dolor generado, El Correo, El País, elkarri, ETA, Euskalduna, Fabio Moreno, Fernando Mugica, funerales, GAL, Gesto por la Paz, Gregorio Ordoñez, Herenegun, Herri 2000 Eliza, Herri Batasuna, iglesia vasca. José María Setién, insumisión, izquierda abertzale, José Edmundo Casañ, José María Aldaya, Joseba Eceolaza, Juan Mari Jauregi, Julio Iglesias Zamora, la mili con los milis, La SER, lazo azul, manifestaciones, mediadores internacionales, Memoria, Noticias de Navarra, Ortega Lara, Pacto de Ajuria Enea, respuesta social a la violencia, secuestros, T-4, tregua, Víctimas

Aportaciones de Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun elaborado por el Gobierno Vasco

 

Presentamos las aportaciones que ha realizado Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun en la confianza de que sirvan para mejorar dicho programa.

Antes de presentar las reflexiones, queremos comentar un aspecto que nos parece importante: no cuestionamos los hechos expuestos -ocurrieron, sí-; sin embargo, a nadie se le escapa que su ubicación en el relato, la intensidad de unos frente a otros, las deliberadas ausencias, los tiempos, etc. son determinantes para crear un relato con una mirada determinada o justo con la contraria. Por este motivo, consideramos que es necesario pulir gran parte de ese tratamiento añadido.

Comentarios sobre el programa educativo Herenegun

Nuestros comentarios se van a centrar fundamentalmente en el material audiovisual. Consideramos que precisan cambios sustanciales:

  • El papel de la Iglesia ha sido mucho más importante que el que transmiten los videos. Si bien es verdad que mucha gente de iglesia ha trabajado duramente por la paz en Euskadi, se debe reflejar que ha habido bastantes curas profundamente implicados en la actividad de ETA y muchos que se han identificado de forma pública (cartas, artículos de opinión, sermones, manifestaciones, etc.) con la izquierda abertzale que han apoyado el terrorismo. Su peso ha ido disminuyendo de forma pareja a la secularización de la sociedad, más que por un abandono consciente de posturas identificadas con quienes estaban causando un grave daño a la sociedad.

  • El papel de la universidad, desde un doble punto de vista: en los 60 y 70, la universidad fue un hervidero de ideas y movilizaciones, al tiempo que grandes sectores pedían la creación de una universidad pública (hubo que esperar hasta 1968); más tarde muchos universitarios alzaron con fuerza su voz contra las actividades de ETA, a la par que otros apoyaron el terrorismo.

 

Comentarios más concretos sobre diferentes cuestiones planteadas en los capítulos del audiovisual

 

  • Hay un enfoque erróneo de lo que fue el Acuerdo de Ajuria Enea, ya que no se le da la importancia y carga institucional que tuvo y lo que supuso de marginación a ETA y Batasuna. No se explica bien. Además, se firmó en enero de 1988; esto es, en la década anterior.

Transcurridos casi once años desde las primeras elecciones democráticas, el terrorismo es un fenómeno que persiste entre nosotros. Su erradicación sigue siendo hoy, por tanto, un objetivo común fundamental de la acción de todas las instituciones y fuerzas democráticas.

El combate contra el terrorismo es, por encima de todo, el combate de la razón frente a la sinrazón, de la vida frente a la muerte, de la libertad frente a la imposición. Es, en consecuencia, el esfuerzo por hacer prevalecer los principios éticos en que se asienta la convivencia en una sociedad civilizada ante quienes lo niegan.

Pacto de Ajuria Enea, 1998. El Mundo

  • Elkarri no fue una organización por un acuerdo por la paz, sino «por el diálogo y el acuerdo«; esto es, trabajaba en la búsqueda de un acuerdo político que pudiera satisfacer los deseos de ETA y así obtener la paz. Se supedita la política a las reivindicaciones de la violencia y se ofrece en el envoltorio democrático del referéndum o consulta.
Elkarri, 1994
Elkarri, 1995. Paul Rios
Elkarri, 1995
Elkarri 2012. Gorka Espiau
Elkarri 2012

Por otro lado, esta organización aparece con un protagonismo excesivo. No se dice cuál fue su origen: un movimiento ecologista (Coordinadora Lurraldea) que quería influir el trazado de la Autovía de Leitzaran, cercano a HB y dirigido por un concejal de esa formación que nunca condenó ningún ataque de ETA, aunque hubiera asesinados en su mismo municipio, Tolosa. Ni siquiera cuando ETA intervino directamente en la autovía. [José Edmundo Casañ fue asesinado por ETA el 4 de marzo de 1991]

La firma del acuerdo con el presidente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, que atentaba de forma directa contra las reglas del juego democrático (pues fue el resultado de una imposición desde fuera de las instituciones elegidas) se presentó como un éxito y un ensayo general. En efecto, lo fue… para HB y quienes dirigían la Coordinadora.

Manifestación en defensa de las instituciones democráticas sobre la autovía de Leizarán.

Ese origen es muy importante para entender el papel que la organización jugó en años posteriores. Nada de esto aparece en los documentos.

  • Manifestación Gesto por la Paz, 1993

    Se presenta a Elkarri como otro movimiento para la paz, cosa que no es cierta, similar en cierto modo a Gesto por la Paz, y la importancia de esta organización queda absolutamente diluida en el único video en el que aparece -1’18»-, cuando Gesto por la Paz, a diferencia de Elkarri, fue un movimiento desprovisto de connotaciones políticas, y que aglutinó a todos quienes estuviesen en contra de acciones terroristas. Todo esto debería de quedar muy claro si queremos ofrecer a los jóvenes una información ajustada a la realidad.

  • Firmantes Acuerdo de Lizarra. 1998

    Hay un salto abrupto entre la detención de la cúpula de HB y el Acuerdo de Lizarra, que se describe como un acuerdo de paz: “Los participantes de Lizarra Garazi querían abrir un proceso de Paz en Euskadi”. Que se sepa, se trataba de un acuerdo político, con un objetivo político: obrando de esa manera se confiaba en que ETA dejaría de “tener sentido”. De hecho, la clave de bóveda del acuerdo de Lizarra es la vinculación entre violencia y política. De esto no se dice nada.

Acuerdo firmado el 12 de septiembre de 1998 en la localidad de Lizarra, ratificado posteriormente en Donibane Garazi, por fuerzas políticas sindicales y sociales que reconocían Euskal Herria como marco de decisión, para delinear un proceso de solución política al conflicto vasco-español-francés.

Por Iñaki Egaña

  • Manifestación Julio Iglesias Zamora, 11 de septiembre de 1993

    Se echa de menos, y mucho, un tratamiento específico de los secuestros. En los 90 hubo cuatro secuestros muy largos y con una contestación ciudadana como nunca antes se había conocido, con manifestaciones multitudinarias, artículos en prensa, concentraciones, implicación coordinada de la élite social y de ciudadanía anónima, tomas de posición… El secuestro de Ortega Lara merece 16 segundos, frente a 1’50» la primera manifestación de Elkarri. En estas campañas contra los secuestros, el papel desempañado por Gesto por la Paz fue fundamental ya que lideró todo el movimiento ciudadano. Pero todo eso se olvida: como ya habían sacado a esos pacifistas en el capítulo anterior, en este no había que hacerlo.

    Concentraciones José María Aldaya, 1995

Por cierto, el secuestro de Aldaya que aparece sin que la actitud agresiva de los contramanifestantes merezca comentario alguno, sucedió en la década de los 90.

 

  • Aparece la socialización del sufrimiento, pero sin la fuerza necesaria. Unas imágenes de archivo no penetran en lo que aquello significó para amplios sectores de la sociedad. Aquella estrategia fue un ataque directo a la gente (o a propiedades públicas que usaba la ciudadanía). Eso no se puede transmitir solo con la imagen de un autobús ardiendo. Afectó a miles de personas, muchas de ellas corrieron grave peligro. Había zonas a las que daba miedo ir; verdaderos territorios prohibidos por peligrosos para muchas personas. En ellos, durante años, unos pocos -la izquierda abertzale-, decidían lo que se podía o no se podía hacer. Nada de eso aparece.

Campaña contra el lazo azul

La izquierda abertzale actuó siempre como un entorno opositor, al margen de que su partido, Herri Batasuna, gobernara en determinados lugares. Y esta izquierda abertzale apoyó el ataque sistemático contra el que pensase diferente, se enfrentó con manifestantes pacifistas impidiendo concentraciones o agrediendo directamente a los manifestantes… Nada, no aparece nada de todo esto.

 

  • La actividad de ETA queda reflejada en frías estadísticas: tantos muertos aquel año, tantos heridos, fotos de periódicos…, como si fuesen accidentes de tráfico. Necesaria, pero fría, incapaz de transmitir lo que muchas víctimas vivieron. No se habla con un mínimo de garra de los enormes sufrimientos de las víctimas: los funerales en soledad, casi en la clandestinidad; persecución de familias que han perdido un miembro (negando el saludo, haciendo manifestaciones en la puerta, pintadas…); ataques hasta en las tumbas o en los monolitos de recuerdo a la víctima; familias de guardias civiles que vuelven al pueblo en absoluta soledad… Por otra parte, los chivatos no existen; tampoco las bienvenidas como héroes a los que salen de la cárcel… No hay sentimiento alguno. Tampoco hay estadística capaz de reflejar eso.
Monolito Fernando Mugica
Monolito Juan Marí Jauregi
Lápida Gregorio Ordoñez

  • Tornillo arrojado contra pacifistas, 1995

    Tampoco aparece el papel que durante años han jugado la Ertzaintza y los jueces, salvo que sea para detener a manifestantes de la izquierda abertzale, o cuando son atacados en fiestas. Pero nada se dice sobre su papel separando manifestaciones: una autorizada y la otra convocada con el objetivo de impedir que los primeros se manifestasen. Esto ocurrió durante algún tiempo: las directrices que recibía la Ertzaintza parecían no distinguir entre «buenos» y «malos» y, mientras, los jueces miraron hacia otro lado. Nada de esto aparece.

 

  • Aparecen varias víctimas en los videos. Casi todas ellas han dado pasos para acercarse de algún modo a los asesinos, protagonizando los llamados encuentros restaurativos o participando en encuentros con víctimas causadas por otros terrorismos, acudiendo a centros educativos, etc. Se trata de una actitud ejemplar en el camino hacia la paz que reconocemos, admiramos y consideramos que tiene que ser referente, pero debe decirse que estamos hablando de una minoría absoluta, de una excepción. Hay miles de otras víctimas que no han tomado ese camino y a las que tampoco podemos pedir que lo hagan. El respeto debe ser absoluto. Pero su elección les ha llevado a una vida más solitaria, más oscura, más apartada, seguramente mucho más traumática. Estas víctimas no existen, no aparecen para nada en los documentales. Pero ahí están. Y son muchos miles.
1976 funeral atentado ETA
1980 funeral atentado BVE
1991 funeral atentado ETA

  • Aparece el movimiento de los insumisos en contra del servicio militar (nada menos 2’30»). Fue importante, y está bien que se cite en un material de este tipo. Pero se le concede una importancia excesiva. Además, ¿qué tenía que ver aquello con el tema central, más allá de que muchas personas fueran insumisas y de la izquierda abertzale al mismo tiempo y pintaban «la mili con los milis»?

 

  • Se ensalza el papel de los enviados internacionales, como si el cerco al que la policía y jueces habían sometido al entorno etarra no hubiera existido o como si el mundo de la política y gran parte de la sociedad no les hubiera democráticamente acorralado. Esto no se refleja ni se explica, y fue, en nuestra opinión, la clave de la renuncia a seguir pegando tiros: estaban moral y materialmente exhaustos, muertos. En realidad, el montaje de Aiete se organizó, con ETA ya casi desaparecida, para que ese mundo no se sintiese “ofendido”, pero la realidad es que habrían seguido con su actitud si no les hubieran detenido tres cúpulas en un solo año. De hecho, la tregua de la T-4 se vino abajo porque esta gente seguía convencida del acuerdo político para dejar las armas.

Mediadores internacionales. Aiete, 2011

En resumen, es fundamental para quien no lo ha vivido de cerca que se refleje que ETA abandonó las armas por cuasi-rendición. Habría que usar esa palabra, rendición, porque es la que con más fidelidad refleja lo ocurrido, pero si aún no nos atrevemos a decirlo, el documental, al menos, debería reflejar con claridad que ETA entregó las armas; no dijo nada ni solicitó nada a cambio (porque tampoco tenía fuerza alguna para hacerlo); dio publicidad a unas excusas muy light, pero excusas en definitiva, y echó la persiana sin nada en su haber, salvo todo el sufrimiento causado. Esto hay que contarlo. Porque en el documental se da a entender que con la escenificación de Aiete, los facilitadores convencieron a los etarras de que eso de matar ya no se llevaba y estos, bonachones y campechanos, decidieron hacerles caso. Las cosas no fueron así.

 

  • La sociedad vasca tiene una deuda con todas las personas que lucharon democráticamente contra el entramado etarra y se la jugaron deteniendo comandos y poniéndoles contra las cuerdas.

 

En general, visto el material, se constata lo siguiente:

Faltan testimonios de personas del colectivo más acribillado por ETA: familiares de guardias civiles, policías y militares asesinados por ETA. Son el colectivo más numeroso de muertos (506 personas) y no se ve a nadie decir nada. La balanza siempre es injusta, pero en este caso es brutalmente desequilibrada. Eso sí, una persona que se traslada en bus a ver a su familiar etarra preso muy lejos habla de su sufrimiento. ¿Por qué no se ha entrevistado al guardia civil Antonio Moreno, padre del niño Fabio, y sí a cuatro mujeres de trabajadores de Euskalduna -2’43»-?

Creemos que los documentos no reflejan ni de cerca que el dolor generado en esta tierra ha sido tremendamente cruel e injusto para con las víctimas de ETA, del GAL y de los grupos organizados por la extrema derecha; igualmente, para las víctimas de actuaciones policiales indebidas, desproporcionadas e injustas. Y todo ese dolor (el de los asesinatos) no es comparable con el de una novia que tiene que hacer cada mes 2.000 kilómetros para ver a su novio etarra. No es lo mismo. Y es muy importante no frivolizar sobre lo que son violaciones de derechos humanos, porque es distinto quedarte sin micrófono a quedarte sin padre. Lo primero tiene remedio y lo segundo, no. Y esto no se refleja de ninguna manera en los materiales didácticos.

Toda actuación policial que aparece en los documentales se reduce a mera brutalidad policial.

Nos parece un material excesivo en duración: hay que ser más claro, directo y objetivo: datos (Historia) y testimonios (Memoria), pero con la graduación e intensidad del tamaño de las violencias vividas, de los dolores sufridos y de las aportaciones para la paz realizadas.

Queda muy corta la parte dedicada a la respuesta social y pacífica a la violencia, que fue muy meritoria creando sensibilidad y conciencia pacifista. Además, los miembros de esos grupos aguantaron desplantes, humillaciones y ataques de la izquierda abertzale en numerosas concentraciones ¿De eso, es decir, de la intransigencia y de la imposición por la fuerza no hay que hablarles a los jóvenes?

Sugerencias

Para terminar, aportamos algunas sugerencias que se nos ocurren como mejor manera de abordar este material y sería siguiendo estas claves:

  1. Deslegitimación total de la violencia
  2. No ha existido ninguna justificación para esa violencia
  3. El único logro de la violencia ha sido el daño irreparable generado a sus víctimas

Por esta razón,  el enfoque se debería centrar en:

  • Mostrar la realidad de todas las víctimas.
  • No realizar interpretaciones de la historia

 

___________________________________

Nota final: Se señala la duración de algunas escenas. Solo a título orientativo. Unos segundos de una imagen hablan a veces con más claridad que unos minutos de explicaciones. Pero los que hemos señalado revelan también algo sobre la filosofía en la que estos documentales se asientan.

15 de noviembre de 2018


 

Estas han sido las aportaciones realizadas por Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun. No queremos finalizar esta aportación, sin incluir uno de los artículos más sensatos que, según nuestro parecer, se han publicado sobre este tema:

«Paisaje moral» de Joseba Eceolaza publicado el 17 de noviembre en Noticias de Navarra.

 

 

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