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Gogoan-por una memoria digna

~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.

Gogoan-por una memoria digna

Archivos de etiqueta: agresiones

José María Aldaya

03 lunes Ene 2022

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Foto Diario Vasco

José María Aldaya nos ha dejado para siempre. Como si hubiera podido elegir la fecha, murió el día de los inocentes porque Aldaya fue inocente. ¡Cuántas pintadas de ‘Aldaya, paga y calla’ tuvimos que leer por las paredes de nuestros pueblos! ¡Cuántas justificaciones de la vileza que ETA estaba cometiendo contra aquel “empresario”¡ ¡Ah, malditos empresarios opresores de los derechos de los trabajadores! Y mucha gente tragó y se comió ese sapo de que los empresarios “se lo merecían”. Sin embargo, las cosas ya había empezado a ser muy diferentes desde el secuestro de Julio Iglesias Zamora, cuando los trabajadores de la empresa Ikusi salieron a la calle a pedir su libertad. Los de Alditrans también lo hicieron, pero tuvieron peor suerte.

Recuerdo perfectamente el 8 de mayo de 1995 cuando, mientras comía en una bocatería de Bilbao, me hizo saber Ana Rosa que habían secuestrado a una persona en Oiartzun. A partir de ese momento, desde Gesto por la Paz pusimos en marcha todo un engranaje de movilización social que ya habíamos llevado a cabo con muy buen resultado durante el secuestro de Iglesias Zamora.

Nadie se podía imaginar que aquel ‘ON’ no tendría su ‘OFF’ hasta dos años y dos meses más tarde y tampoco se podía imaginar que, al esfuerzo de estar permanentemente reivindicando la libertad de un ser humano, tendríamos que añadir la heroicidad de soportar los insultos, las amenazas, las agresiones, las calumnias, el desprecio… que tuvimos que soportar por parte de la izquierda abertzale.

al esfuerzo de estar permanentemente reivindicando la libertad de un ser humano, tendríamos que añadir la heroicidad de soportar los insultos, las amenazas, las agresiones, las calumnias, el desprecio… que tuvimos que soportar por parte de la izquierda abertzale.

Jamás nos planteamos abandonar y dejar de movilizarnos. Jamás renunciamos a llevar el lazo azul aunque en determinados lugares peligrara nuestra integridad física. Exigíamos la libertad de José María Aldaya y defendíamos la nuestra propia, la libertad de toda la sociedad, aunque gran parte de la ciudadanía prefiriera pensar que era una cabezonería de los pacifistas o, incluso, que nosotros mismos estábamos alargando el secuestro del pobre Aldaya. ¡Qué injusto fue todo aquello!

Pero si algo fue especialmente injusto, fue lo que cada lunes ocurría en La Paloma primero y en el Buen Pastor después. Sí, los de Alditrans tuvieron que cambiar el lugar de convocatoria para tratar de reducir las agresiones de que eran objeto. Aquello fue muy injusto para los trabajadores de Alditrans porque prácticamente nada más salir con su humilde pancarta a pedir la libertad “de su jefe” que era su padre, su tío, su primo, su amigo, etc. la izquierda abertzale también los empezó a acosar, a hostigar, a perseguir como si fueran culpables de algo, como si fueran apestados, como si no tuvieran derecho a pedir que José María volviera a casa, a la empresa, que recuperara la libertad. Fue especialmente injusto porque aquella estrategia de extender “el sufrimiento” recientemente estrenada, Oldartzen, les dio directamente en la cara a unos jóvenes Oskar e Idoia -Txetxo estaba fuera y acudía muy de vez en cuando-, los hijos de Aldaya. Nunca se había escenificado una tortura pública tan cruel como la que los matones de la izquierda abertzale sometieron a esta familia y eso los hizo especiales. Y, mientras, Loli, la esposa y la madre, se quedaba en casa sufriendo también esa crueldad; no solo por lo que le contaban sus hijos o veía en la televisión, sino porque recibía llamadas telefónicas brutales como aquella de “Ya hemos soltado a Aldaya. Está colgado del puente de…”

Fue especialmente injusto porque aquella estrategia de extender “el sufrimiento” recientemente estrenada, Oldartzen, les dio directamente en la cara a unos jóvenes Oskar e Idoia, los hijos de Aldaya

Recuerdo las primeras concentraciones que convocaron los sábados ante el Ayuntamiento de San Sebastián: tres horas de concentración (luego, bajaron a una hora). Todo el tiempo era poco para exigir la libertad de su padre y de su compañero. Y reconozco que ellos, los hijos, me motivaron aún más si cabe para mantener mi compromiso por la libertad de aquel hombre que nunca conocí personalmente. La tenacidad, valentía, compromiso público y descarado de esos jóvenes debería haber arrastrado a toda la ciudadanía a la calle, pero, una vez más, se miró para otro lado. Yo les admiraba y me emocionaba verles allí, con aquella dignidad, exigiendo lo que era justo: que su padre recuperara la libertad. 341 días sin abandonar la calle. Se dice pronto. Se colocaron en primera línea y asieron la bandera de la libertad no solo de su padre, sino de todos nosotrxs.

Desde que el 14 de abril de 1996 que Aldaya fue liberado, poco supe de Oskar, de Idoia y de Txetxo. Se dedicaron a curar las profundas heridas que la violencia y el odio les habían causado. Sí recuerdo que escribieron a Gesto por la Paz una felicitación de Navidad. Era su manera de decirnos que nos llevaban en el corazón o, al menos, así lo entendimos.

Me da mucha pena la muerte de aquel hombre por el que recorrimos kilómetros por las calles de Euskal Herria, guardamos miles de minutos de silencio entre gritos e insultos, subimos a montes, construimos lazos en playas, lanzamos globos de libertad, colgamos pancartas gigantes… porque con cada uno de esos gestos, convertimos a José María en parte de cada una de nosotras y nosotros y ya nunca dejó de ser ‘nuestro’, ya nunca sería una persona más. Era José María Aldaya.

Allá donde estés, que sepas que sigues en el corazón de muchísimas personas que en aquellos años “te conocimos” y te hicimos nuestro.

 

Foto Diario Vasco

No sería justo, si en este escrito sobre José María Aldaya, su secuestro y el cruelísimo trato que recibió su familia, no mencionara a Enrique Cercadillo que en esos 341 escribió unos comunicados y manifiestos de una calidad humana y social inmensa.

 

Gracias a todxs, queridos amigxs.

 

Isabel Urkijo Azkarate

«Herenegun»

18 domingo Nov 2018

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actuaciones desproporcionadas de las fuerzas de seguridad, Acuerdo de Aiete, Acuerdo de Lizarra-Garazi, agresiones, asesinato, autovía de Leizarán, BVE, concentraciones pacifistas, Coodinadora Lurraldea, deslegitimación de la violencia, Diputación Foral de Gipuzkoa, dolor generado, El Correo, El País, elkarri, ETA, Euskalduna, Fabio Moreno, Fernando Mugica, funerales, GAL, Gesto por la Paz, Gregorio Ordoñez, Herenegun, Herri 2000 Eliza, Herri Batasuna, iglesia vasca. José María Setién, insumisión, izquierda abertzale, José Edmundo Casañ, José María Aldaya, Joseba Eceolaza, Juan Mari Jauregi, Julio Iglesias Zamora, la mili con los milis, La SER, lazo azul, manifestaciones, mediadores internacionales, Memoria, Noticias de Navarra, Ortega Lara, Pacto de Ajuria Enea, respuesta social a la violencia, secuestros, T-4, tregua, Víctimas

Aportaciones de Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun elaborado por el Gobierno Vasco

 

Presentamos las aportaciones que ha realizado Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun en la confianza de que sirvan para mejorar dicho programa.

Antes de presentar las reflexiones, queremos comentar un aspecto que nos parece importante: no cuestionamos los hechos expuestos -ocurrieron, sí-; sin embargo, a nadie se le escapa que su ubicación en el relato, la intensidad de unos frente a otros, las deliberadas ausencias, los tiempos, etc. son determinantes para crear un relato con una mirada determinada o justo con la contraria. Por este motivo, consideramos que es necesario pulir gran parte de ese tratamiento añadido.

Comentarios sobre el programa educativo Herenegun

Nuestros comentarios se van a centrar fundamentalmente en el material audiovisual. Consideramos que precisan cambios sustanciales:

  • El papel de la Iglesia ha sido mucho más importante que el que transmiten los videos. Si bien es verdad que mucha gente de iglesia ha trabajado duramente por la paz en Euskadi, se debe reflejar que ha habido bastantes curas profundamente implicados en la actividad de ETA y muchos que se han identificado de forma pública (cartas, artículos de opinión, sermones, manifestaciones, etc.) con la izquierda abertzale que han apoyado el terrorismo. Su peso ha ido disminuyendo de forma pareja a la secularización de la sociedad, más que por un abandono consciente de posturas identificadas con quienes estaban causando un grave daño a la sociedad.

  • El papel de la universidad, desde un doble punto de vista: en los 60 y 70, la universidad fue un hervidero de ideas y movilizaciones, al tiempo que grandes sectores pedían la creación de una universidad pública (hubo que esperar hasta 1968); más tarde muchos universitarios alzaron con fuerza su voz contra las actividades de ETA, a la par que otros apoyaron el terrorismo.

 

Comentarios más concretos sobre diferentes cuestiones planteadas en los capítulos del audiovisual

 

  • Hay un enfoque erróneo de lo que fue el Acuerdo de Ajuria Enea, ya que no se le da la importancia y carga institucional que tuvo y lo que supuso de marginación a ETA y Batasuna. No se explica bien. Además, se firmó en enero de 1988; esto es, en la década anterior.

Transcurridos casi once años desde las primeras elecciones democráticas, el terrorismo es un fenómeno que persiste entre nosotros. Su erradicación sigue siendo hoy, por tanto, un objetivo común fundamental de la acción de todas las instituciones y fuerzas democráticas.

El combate contra el terrorismo es, por encima de todo, el combate de la razón frente a la sinrazón, de la vida frente a la muerte, de la libertad frente a la imposición. Es, en consecuencia, el esfuerzo por hacer prevalecer los principios éticos en que se asienta la convivencia en una sociedad civilizada ante quienes lo niegan.

Pacto de Ajuria Enea, 1998. El Mundo

  • Elkarri no fue una organización por un acuerdo por la paz, sino «por el diálogo y el acuerdo«; esto es, trabajaba en la búsqueda de un acuerdo político que pudiera satisfacer los deseos de ETA y así obtener la paz. Se supedita la política a las reivindicaciones de la violencia y se ofrece en el envoltorio democrático del referéndum o consulta.
Elkarri, 1994
Elkarri, 1995. Paul Rios
Elkarri, 1995
Elkarri 2012. Gorka Espiau
Elkarri 2012

Por otro lado, esta organización aparece con un protagonismo excesivo. No se dice cuál fue su origen: un movimiento ecologista (Coordinadora Lurraldea) que quería influir el trazado de la Autovía de Leitzaran, cercano a HB y dirigido por un concejal de esa formación que nunca condenó ningún ataque de ETA, aunque hubiera asesinados en su mismo municipio, Tolosa. Ni siquiera cuando ETA intervino directamente en la autovía. [José Edmundo Casañ fue asesinado por ETA el 4 de marzo de 1991]

La firma del acuerdo con el presidente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, que atentaba de forma directa contra las reglas del juego democrático (pues fue el resultado de una imposición desde fuera de las instituciones elegidas) se presentó como un éxito y un ensayo general. En efecto, lo fue… para HB y quienes dirigían la Coordinadora.

Manifestación en defensa de las instituciones democráticas sobre la autovía de Leizarán.

Ese origen es muy importante para entender el papel que la organización jugó en años posteriores. Nada de esto aparece en los documentos.

  • Manifestación Gesto por la Paz, 1993

    Se presenta a Elkarri como otro movimiento para la paz, cosa que no es cierta, similar en cierto modo a Gesto por la Paz, y la importancia de esta organización queda absolutamente diluida en el único video en el que aparece -1’18»-, cuando Gesto por la Paz, a diferencia de Elkarri, fue un movimiento desprovisto de connotaciones políticas, y que aglutinó a todos quienes estuviesen en contra de acciones terroristas. Todo esto debería de quedar muy claro si queremos ofrecer a los jóvenes una información ajustada a la realidad.

  • Firmantes Acuerdo de Lizarra. 1998

    Hay un salto abrupto entre la detención de la cúpula de HB y el Acuerdo de Lizarra, que se describe como un acuerdo de paz: “Los participantes de Lizarra Garazi querían abrir un proceso de Paz en Euskadi”. Que se sepa, se trataba de un acuerdo político, con un objetivo político: obrando de esa manera se confiaba en que ETA dejaría de “tener sentido”. De hecho, la clave de bóveda del acuerdo de Lizarra es la vinculación entre violencia y política. De esto no se dice nada.

Acuerdo firmado el 12 de septiembre de 1998 en la localidad de Lizarra, ratificado posteriormente en Donibane Garazi, por fuerzas políticas sindicales y sociales que reconocían Euskal Herria como marco de decisión, para delinear un proceso de solución política al conflicto vasco-español-francés.

Por Iñaki Egaña

  • Manifestación Julio Iglesias Zamora, 11 de septiembre de 1993

    Se echa de menos, y mucho, un tratamiento específico de los secuestros. En los 90 hubo cuatro secuestros muy largos y con una contestación ciudadana como nunca antes se había conocido, con manifestaciones multitudinarias, artículos en prensa, concentraciones, implicación coordinada de la élite social y de ciudadanía anónima, tomas de posición… El secuestro de Ortega Lara merece 16 segundos, frente a 1’50» la primera manifestación de Elkarri. En estas campañas contra los secuestros, el papel desempañado por Gesto por la Paz fue fundamental ya que lideró todo el movimiento ciudadano. Pero todo eso se olvida: como ya habían sacado a esos pacifistas en el capítulo anterior, en este no había que hacerlo.

    Concentraciones José María Aldaya, 1995

Por cierto, el secuestro de Aldaya que aparece sin que la actitud agresiva de los contramanifestantes merezca comentario alguno, sucedió en la década de los 90.

 

  • Aparece la socialización del sufrimiento, pero sin la fuerza necesaria. Unas imágenes de archivo no penetran en lo que aquello significó para amplios sectores de la sociedad. Aquella estrategia fue un ataque directo a la gente (o a propiedades públicas que usaba la ciudadanía). Eso no se puede transmitir solo con la imagen de un autobús ardiendo. Afectó a miles de personas, muchas de ellas corrieron grave peligro. Había zonas a las que daba miedo ir; verdaderos territorios prohibidos por peligrosos para muchas personas. En ellos, durante años, unos pocos -la izquierda abertzale-, decidían lo que se podía o no se podía hacer. Nada de eso aparece.

Campaña contra el lazo azul

La izquierda abertzale actuó siempre como un entorno opositor, al margen de que su partido, Herri Batasuna, gobernara en determinados lugares. Y esta izquierda abertzale apoyó el ataque sistemático contra el que pensase diferente, se enfrentó con manifestantes pacifistas impidiendo concentraciones o agrediendo directamente a los manifestantes… Nada, no aparece nada de todo esto.

 

  • La actividad de ETA queda reflejada en frías estadísticas: tantos muertos aquel año, tantos heridos, fotos de periódicos…, como si fuesen accidentes de tráfico. Necesaria, pero fría, incapaz de transmitir lo que muchas víctimas vivieron. No se habla con un mínimo de garra de los enormes sufrimientos de las víctimas: los funerales en soledad, casi en la clandestinidad; persecución de familias que han perdido un miembro (negando el saludo, haciendo manifestaciones en la puerta, pintadas…); ataques hasta en las tumbas o en los monolitos de recuerdo a la víctima; familias de guardias civiles que vuelven al pueblo en absoluta soledad… Por otra parte, los chivatos no existen; tampoco las bienvenidas como héroes a los que salen de la cárcel… No hay sentimiento alguno. Tampoco hay estadística capaz de reflejar eso.
Monolito Fernando Mugica
Monolito Juan Marí Jauregi
Lápida Gregorio Ordoñez

  • Tornillo arrojado contra pacifistas, 1995

    Tampoco aparece el papel que durante años han jugado la Ertzaintza y los jueces, salvo que sea para detener a manifestantes de la izquierda abertzale, o cuando son atacados en fiestas. Pero nada se dice sobre su papel separando manifestaciones: una autorizada y la otra convocada con el objetivo de impedir que los primeros se manifestasen. Esto ocurrió durante algún tiempo: las directrices que recibía la Ertzaintza parecían no distinguir entre «buenos» y «malos» y, mientras, los jueces miraron hacia otro lado. Nada de esto aparece.

 

  • Aparecen varias víctimas en los videos. Casi todas ellas han dado pasos para acercarse de algún modo a los asesinos, protagonizando los llamados encuentros restaurativos o participando en encuentros con víctimas causadas por otros terrorismos, acudiendo a centros educativos, etc. Se trata de una actitud ejemplar en el camino hacia la paz que reconocemos, admiramos y consideramos que tiene que ser referente, pero debe decirse que estamos hablando de una minoría absoluta, de una excepción. Hay miles de otras víctimas que no han tomado ese camino y a las que tampoco podemos pedir que lo hagan. El respeto debe ser absoluto. Pero su elección les ha llevado a una vida más solitaria, más oscura, más apartada, seguramente mucho más traumática. Estas víctimas no existen, no aparecen para nada en los documentales. Pero ahí están. Y son muchos miles.
1976 funeral atentado ETA
1980 funeral atentado BVE
1991 funeral atentado ETA

  • Aparece el movimiento de los insumisos en contra del servicio militar (nada menos 2’30»). Fue importante, y está bien que se cite en un material de este tipo. Pero se le concede una importancia excesiva. Además, ¿qué tenía que ver aquello con el tema central, más allá de que muchas personas fueran insumisas y de la izquierda abertzale al mismo tiempo y pintaban «la mili con los milis»?

 

  • Se ensalza el papel de los enviados internacionales, como si el cerco al que la policía y jueces habían sometido al entorno etarra no hubiera existido o como si el mundo de la política y gran parte de la sociedad no les hubiera democráticamente acorralado. Esto no se refleja ni se explica, y fue, en nuestra opinión, la clave de la renuncia a seguir pegando tiros: estaban moral y materialmente exhaustos, muertos. En realidad, el montaje de Aiete se organizó, con ETA ya casi desaparecida, para que ese mundo no se sintiese “ofendido”, pero la realidad es que habrían seguido con su actitud si no les hubieran detenido tres cúpulas en un solo año. De hecho, la tregua de la T-4 se vino abajo porque esta gente seguía convencida del acuerdo político para dejar las armas.

Mediadores internacionales. Aiete, 2011

En resumen, es fundamental para quien no lo ha vivido de cerca que se refleje que ETA abandonó las armas por cuasi-rendición. Habría que usar esa palabra, rendición, porque es la que con más fidelidad refleja lo ocurrido, pero si aún no nos atrevemos a decirlo, el documental, al menos, debería reflejar con claridad que ETA entregó las armas; no dijo nada ni solicitó nada a cambio (porque tampoco tenía fuerza alguna para hacerlo); dio publicidad a unas excusas muy light, pero excusas en definitiva, y echó la persiana sin nada en su haber, salvo todo el sufrimiento causado. Esto hay que contarlo. Porque en el documental se da a entender que con la escenificación de Aiete, los facilitadores convencieron a los etarras de que eso de matar ya no se llevaba y estos, bonachones y campechanos, decidieron hacerles caso. Las cosas no fueron así.

 

  • La sociedad vasca tiene una deuda con todas las personas que lucharon democráticamente contra el entramado etarra y se la jugaron deteniendo comandos y poniéndoles contra las cuerdas.

 

En general, visto el material, se constata lo siguiente:

Faltan testimonios de personas del colectivo más acribillado por ETA: familiares de guardias civiles, policías y militares asesinados por ETA. Son el colectivo más numeroso de muertos (506 personas) y no se ve a nadie decir nada. La balanza siempre es injusta, pero en este caso es brutalmente desequilibrada. Eso sí, una persona que se traslada en bus a ver a su familiar etarra preso muy lejos habla de su sufrimiento. ¿Por qué no se ha entrevistado al guardia civil Antonio Moreno, padre del niño Fabio, y sí a cuatro mujeres de trabajadores de Euskalduna -2’43»-?

Creemos que los documentos no reflejan ni de cerca que el dolor generado en esta tierra ha sido tremendamente cruel e injusto para con las víctimas de ETA, del GAL y de los grupos organizados por la extrema derecha; igualmente, para las víctimas de actuaciones policiales indebidas, desproporcionadas e injustas. Y todo ese dolor (el de los asesinatos) no es comparable con el de una novia que tiene que hacer cada mes 2.000 kilómetros para ver a su novio etarra. No es lo mismo. Y es muy importante no frivolizar sobre lo que son violaciones de derechos humanos, porque es distinto quedarte sin micrófono a quedarte sin padre. Lo primero tiene remedio y lo segundo, no. Y esto no se refleja de ninguna manera en los materiales didácticos.

Toda actuación policial que aparece en los documentales se reduce a mera brutalidad policial.

Nos parece un material excesivo en duración: hay que ser más claro, directo y objetivo: datos (Historia) y testimonios (Memoria), pero con la graduación e intensidad del tamaño de las violencias vividas, de los dolores sufridos y de las aportaciones para la paz realizadas.

Queda muy corta la parte dedicada a la respuesta social y pacífica a la violencia, que fue muy meritoria creando sensibilidad y conciencia pacifista. Además, los miembros de esos grupos aguantaron desplantes, humillaciones y ataques de la izquierda abertzale en numerosas concentraciones ¿De eso, es decir, de la intransigencia y de la imposición por la fuerza no hay que hablarles a los jóvenes?

Sugerencias

Para terminar, aportamos algunas sugerencias que se nos ocurren como mejor manera de abordar este material y sería siguiendo estas claves:

  1. Deslegitimación total de la violencia
  2. No ha existido ninguna justificación para esa violencia
  3. El único logro de la violencia ha sido el daño irreparable generado a sus víctimas

Por esta razón,  el enfoque se debería centrar en:

  • Mostrar la realidad de todas las víctimas.
  • No realizar interpretaciones de la historia

 

___________________________________

Nota final: Se señala la duración de algunas escenas. Solo a título orientativo. Unos segundos de una imagen hablan a veces con más claridad que unos minutos de explicaciones. Pero los que hemos señalado revelan también algo sobre la filosofía en la que estos documentales se asientan.

15 de noviembre de 2018


 

Estas han sido las aportaciones realizadas por Gogoan, por una memoria digna al programa educativo Herenegun. No queremos finalizar esta aportación, sin incluir uno de los artículos más sensatos que, según nuestro parecer, se han publicado sobre este tema:

«Paisaje moral» de Joseba Eceolaza publicado el 17 de noviembre en Noticias de Navarra.

 

 

25 años de Maroño

14 lunes May 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria, Pacifismo, Sin categoría

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agresiones, Conversaciones de Maroño, diálogo, El Correo, El diario.es, El Mundo, elkarri, Foro Social Permanente, Gesto por la Paz. pacifistas, Gestoras pro Amnistía, Imanol Zubero, Jesus Herrero, lazo azul, Paloma de la Paz, secuestros, separación de conflictos, violencia

¡Cómo pasa el tiempo! Mañana, 15 de mayo, se cumplirán los 25 años desde que se inició a propuesta de elkarri un proceso de conversaciones que terminaron denominandose «Conversaciones de Maroño«.

Maroño, 16 de enero de 1994. Itziar Aspuru, Imanol Zubero, Jesús Herrero y Txema Urkijo, miembros de Gesto por la Paz

Gesto por la Paz aceptó la invitación, igual que la mayoría de los grupos ‘pacifistas’ y los del entorno de la izquierda abertzale, como se puede ver en esta noticia de El Mundo: «Todos los grupos pacifistas se reunirán por primera vez para buscar una salida a la violencia«,

En la web de Gesto por la Paz se puede seguir cronológicamente todo el proceso de las conversaciones, pero aquí queremos destacar algunos aspectos que nos parecen especialmente relevantes. Por ejemplo, algunos de los documentos que elaboró y defendió Gesto por la Paz en aquellas conversaciones.

  • «Análisis de la situación del conflicto«, Gernika el 30 de octubre de 1993. En él se critica el vínculo de necesidad entre el conflicto político y el conflicto violento. Se afirmaba: «No podemos caer en posturas historicistas y olvidar que hoy vivimos
    una situación política radicalmente distinta a la de hace 15 años. Insistir en el
    mensaje de que «nada ha cambiado» supone una total falta de análisis político». (atención al penúltimo comunicado de ETA). Se defendía que el «pueblo vasco» y el «Estado» estaban representados en las instituciones democráticas y no en otros «agentes» como se proponía desde otras instancias. Y se terminaba afirmando que la verdadera razón de la situación de violencia era la no asunción por parte de la izquierda abertzale del principio democrático.
  • «Para salir de la situación de violencia«, Maroño el 15 de enero de 1994. De él queremos destacar lo siguiente: «ETA debe abandonar definitiva e incondicionalmente las armas sencillamente porque así se lo demanda la sociedad vasca. Tal abandono no puede plantearse en términos de armisticio (porque no estamos en guerra) ni de tregua (porque no es aceptable la amenaza de una vuelta a las armas). Tampoco puede plantearse en términos de victoria de unos o derrota de otros. Del mismo modo que es toda la sociedad la que está perdiendo con la violencia (aunque especialmente las víctimas) toda la sociedad ganará con su cese definitivo.«

Ese mismo 15 de enero de 1994, todos los asistentes firmaron un documento final que decía: «… los puntos de partida en el análisis del conflicto son dispares, como lo son también las propuestas de solución del mismo. Ello no ha sido óbice para que podamos resaltar con satisfacción el siguiente punto de encuentro y coincidencia: el llamamiento a sustituir todas las expresiones de violencia por mecanismos de diálogo como mejor camino para la paz«.

A pesar de las duras críticas que Gesto por la Paz recibió por parte de determinados sectores de la sociedad como se puede ver en el artículo que Jesús Herrero, responsable de medios de comunicación de Gesto por la Paz escribió en El Correo: «La incomprensión de Maroño«, la organización pacifista acudió a la segunda parte de aquellas conversaciones.

De esta manera, el 25 de febrero de 1995 en Gernika, Gesto por la Paz presentó el documento «Diálogo y construcción de la paz» y el 1 de abril en Alsasua  presentó otro documento, ambos manifestaciones valientes sobre el diálogo ubicándolo siempre en la cara opuesta a la violencia. Sin embargo, Gesto por la Paz no pudo firmar el documento final en el que se igualaban los derechos individuales como el derecho a la vida, con los derechos colectivos y así lo explicó en la nota de prensa que hizo público al respecto.

En aquella nota, Gesto por la Paz decía: «Valoramos de forma positiva el encuentro de ayer, en cuanto contribuye al fomento de una cultura de diálogo, tan necesaria para generar espacios de entendimiento y pluralidad en nuestra sociedad.» La respuesta a este diálogo vino de manos de Gestoras Pro Amnistía poco más tarde. Concretamente, el 2 de junio de 1995 Gestoras pro Amnistía convocaba concentraciones frente a las de Gesto por la Paz que pedían la libertad de Aldaya, como se puede leer en esta noticia de El Correo.

Pamplona, 1995

Bilbao, 1995

Después de ver estas imágenes y de saber todo lo que ocurrió durante dos largos años de secuestros, todas las agresiones que sufrieron los pacifistas por pedir la libertad de las personas secuestradas, por llevar un lazo azul en la solapa… habrá quien dude de si aquellas conversaciones fueron realmente positivas. Gesto lo tenía claro. Sabía cuál era la herramienta válida -el diálogo- y cuál la absolutamente estéril y dañina -la violencia.

Gestoras Pro Amnistía fue la que convocó las agresivas y no silenciosas contraconcentraciones, pero el resto de participantes en aquellas conversaciones permanecieron callados mientras los pacifistas eran insultados, escupidos, recibían pedradas, les tiraban huevos, les amenazaban… Eran agredidos de todas las maneras posibles, pero nadie salió a recordar aquello que se había firmado en Maroño.

Si hubo un grupo de los participantes en aquellas conversaciones de Maroño que creyó en el diálogo y lo puso en práctica con una sinceridad digna de admiración, fue Gesto por la Paz. Los grupos de la izquierda abertzale, como los acontecimientos lo demostraron, no lo hicieron y quienes más enarbolaron la bandera del diálogo quedaron mudos ante la violencia contra los pacifistas. 

Ahora resulta que 25 años más tarde, el Foro Social Permanente se acuerda de las conversaciones de Maroño para «poner en valor el diálogo multilateral para contribuir a la construcción de un escenario de paz«. ¿Poner en valor el diálogo? ¡Lo que hay que ver!

¡No tergiversemos la historia! Los hechos reclaman la verdad. Y, por cierto, sería interesante saber en qué lado de la Paloma de la Paz estuvieron en 1995 y 1996 estas personas que ahora reivindican las conversaciones de Maroño.

Aprovechamos la ocasión para recomendar la lectura del artículo de Imanol Zubero escrito en 2014 en eldiario.es «La paz era esto«.

Al final, Gesto por la Paz tenía razón.

1997, urte gogorra (un año duro)

31 sábado Mar 2018

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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[Abajo en castellano]

1997, URTE GOGORRA

1997. urtea gogor hasi zen. ETAk hiltzen jarraitzen zuen; sei gizon akabatu zituen urteko lehenengo bi hilabeteetan eta bi gizaseme zituen bahituta –aske bizi behar zuten bi pertsona zeuzkan zulo malapartatu baten sartuta, bakoitza berean-, bortxaz harrapatu zituen, piztiak sarean harrapatzen diren bezala eta han zeuden, hotzetan, hezetasunean, eguzkiaren argia nolakoa zen ahazteko zorian, ia zutik jartzeko lekurik gabe, lau pausu jarraian egiteko toki barik, biharamunean hilda ala bizirik argituko ziren jakin gabe, zulo beldurgarri hartan zenbat egun emango zituzten ez zekitela, euren etxeko eta lagunengandik urruti. Jose Antonio Ortega Larak 532 egun egin zituen katigutasunean; espetxe-funtzionarioa zen eta preso guztiak Euskal Herrira ekartzea eskatzen zuen ETAk bera aske uzteko; Cosme Delclaux aldiz 232 egun eduki zuten bahituta, eta dirua eskatzen zuten bere buruarengatik. Euskal Herriko Bakearen Aldeko Koordinakundekoak astero biltzen ginen, astelehenero, bi persona hauen askatasuna eskatzeko, eta astelehenero izaten genituen parean gu izutzeko asmoarekin kontramanifestazioa egiten zutenak. Konzentrazio batzuetan euren aurpegiak ia gureak ukitzen jartzen zituzten eta “nazkagarriak” eta antzerako irainak oihukatzen zizkiguten.

Bahituen askatasunaren alde egiten genituen isilune eta ekintzetaz gain eta bortxazko heriotzak salatzeko ohiko isiluneetaz aparte, Gestok giza eskubide guztien alde lanean jarraitzen zuen; esate baterako urte honen hasieran bertan tortura salaketak ikertu, epaitu eta tratu txarrei aurrea hartzeko neurriak eskatzen genituen, eta GAL talde terroristaren trama argitzeko “Demokraziak hiltzen badu demokrazia bera hiltzen da” kanpaina indarrean geneukan.

Hatan-horretan otsailaren 10a iritsi zen, egun beltza. ETAk Domingo Puente Marín eta Rafael Martínez Emperador hil zituen. Domingo Granadako Armilla base militarreko ile-apaintzailea zen eta furgoi militar batean zihoala hil zuten bonba-kotxe bat estanda arazi zutenean. Rafael Auzitegi Goreneko Magistratua zen eta kokotean egin zioten tiro etxeko atera deitzen ari zenean.

Egun horretan bertan Eugenio Aranburu “Txo” herrikideak bere buruaz beste egin zuen Mallabian, gurasoen baserrian. Eugenio Aranburu Herri Batasunakoa zen, Mallabiko zinegotzia eta Mahai Nazionaleko kidea, eta LAB sindikatuko liberatua ere bazen. Auzitegi Gorenaren aurrean deklaratzera joateko deituta zegoen. Heriotza guztiak latzak badira suizidioa ez da gozoa inondik inora, lehenengo eta behin pausu hori ematen duenarentzat, argi bait dago ikaragarri sufritzen ari dela, eta bigarren bizirik geratzen diren senitarteko eta lagunentzat. Oso gai delikatua dela deritzot, eta arrazoi bat bilatzeko joera badaukagu ere, azken finean nork daki zein den arrazoia edo zeintzuk diren motiboak norbaitek bere buruaz beste egiteko. Eta sarritan pausu bat gehiago emateko tentazioa ere izaten dugu eta erantzuleak bilatzeri ekiten diogu, eta hor bai jokatu behar dela zuhur.

Hala ere badirudi guztiok ez dugula berdin pentsatzen, eta Mallabian gertakari triste hau jazo eta berehala gure herrikide mordoxka batek argi zeukan norena zen errua: Bakearen aldeko Koordinakundeko kideok ginen Txoren heriotzaren erantzule. Heriotza hau gertatu zen astelehenean bertan pankartak jarri zituzten herrian lazo urdina paparrean generamanon aurka, “dónde están, no se ven los de Gesto por la Paz” oihukatzen zuten kalean, hiltzaile deitzen gintuzten… Hainbeste gaiztotu zuten giroa astelehenero bahituen askatasuna eskatzeko egiten genuen bilkura bertan behera uztea erabaki genuela.

Biharamuna Inauteri asteartea zen, eta Patxi Arratibel enpresaria asesinatu zuen ETAk Tolosako Karnabaletan bere semearen aurrean. Egun horretan bertan Mallabian guztia prest zegoen Eugenio Aranbururi azken agurra egiteko. Gure herri txikia jendez gainezka zegoen eta pentsaezina zen Mallabian Euskal Herriko Bakearen Aldeko Koordinakundeak astelehenean ETAk hil zituen bi pertsonen oroimenez 15 minutuko isilunea egitea. Eta egoera hartan ez zen erraza guretzat Txoren heriotzagatik inolako dolumin edo elkartasunik agertzea, nahiz eta gertakari horrek asko atsekabetu gintuen, bai ni eta baita taldeko kideak ere.

Hurrengo egunean berriro ere kalera atera beharra geneukan, Patxi Arratibelen hilketa deitoratzera. Ordurako bailarako hainbat HBko kide itxialdia egiten ari ziren udaletxean Txoren heriotzagatik protestatzeko. Lehen esan dudan bezala protestak astelehenean bertan hasi ziren, gure aurkako pankarta eta oihuekin, eta asteartean jarraitu zuten: kaputxadun batzuk Radio Euskadiren kotxea irauli zuten herrian, beste kaputxadun batzuk autobus bat erre zuten Elorrion, Telefonikako furgoneta Hernanin eta Santurtziko Batzokia ere erasotua izan zen.

Giroa gaiztotuta zegoen, egonezin handia geneukan, urduri geunden eta aput bat bildurtuta, baina gure isilunea egiteko beharra sentitzen genuen. Eta han atera ginen, betikoak: dozena bat inguru ikasle, geure amak, aita batzuk eta herriko beste dozena erdi bat andra-gizon. Parean herriko eta bailarako HBko kide multzo handia, oihuka, mehatxuka, guri hiltzaile deituz… egun horretan Eibarko Ertzain-etxea hustuta geratu zen eta hainbat furgoi etorri ziren gure segurtasuna babestera, eskerrak…

Lau gizaseme gehiago garbitu zituen ETAk uztailaren 1ean Jose Antonio Ortega Lara eta Cosme Delclaux aske geratu ziren arte. Egun gutxitara, uztailaren 10ean Ermuko Miguel Angel Blanco Alderdi Popularreko zinegotzia bahitu zuen, eta uztailaren 13an hil zen terroristek jaurti zioten tiroen ondorioz. Intentsitate, kezka eta pena handiz bizi izan genituen egun horiek Ermua-Mallabiko Gestoko kideok; bahiketaren egunean kalera atera eta ia ez ginen etxera bueltatu Miguel Angel Blancori azken agurra eman genion arte.

Tristuraz eta nostalgiaz gogoratzen ditut 1997ko gertakari horiek.

Maite Leanizbarrutia Biritxinaga


1997, UN AÑO DURO

ETA seguía matando; asesinó a seis personas los dos primeros meses del año y mantenía a dos hombres secuestrados –tenía metidos en un zulo a dos personas que nunca debieron haber perdido la libertad, cada una en su agujero-, los atrapó de manera violenta, como se caza a las alimañas. Pasaban frío, soportaban muchísima humedad, estuvieron a punto de olvidarse de cómo era la luz del sol, casi no podían ponerse de pie, apenas podían dar cuatro pasos, no sabían si al día siguiente amanecerían vivos o muertos y desconocían cuánto tiempo iban a permanecer en aquella horrible situación. Además estaban lejos de sus familiares y amigos. José Antonio Ortega Lara pasó 532 días en cautividad; era funcionario de prisiones y ETA exigía que todos sus presos vinieran a Euskal Herria a cambio de su libertad; Cosme Delclaux estuvo 232 días secuestrado, y pedían dinero a cambio de su vida. La Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria se concentraba todos los lunes para pedir la libertad de estas dos personas, y a raíz de esta campaña en favor de los secuestrados tuvimos que padecer las contramanifestaciones que la autodenominada izquierda abertzale comenzó a hacer con el ánimo de intimidarnos; en algunos casos se ponían a un palmo de nuestras narices y teníamos que soportar sus gritos e insultos.

Aparte de las concentraciones y actos que realizábamos para exigir la libertad de los secuestrados, y además de las habituales concentraciones silenciosas para lamentar y denunciar las muertes violentas, Gesto seguía trabajando en favor de todos los derechos humanos, y en esos dos primeros meses del año salió en prensa pidiendo que se investigaran las torturas y se tomaran las medidas necesarias para evitar los malos tratos y además continuó con su campaña “Si la democracia mata, la democracia muere” que tenía como objetivo denunciar y pedir el esclarecimiento del terrorismo del GAL.

Llegó el 10 de febrero, día en el que ETA asesinó a Domingo Puente Marín y a Rafael Martínez Emperador. Domingo era peluquero en la base granadina de Armilla e iba en un furgón militar cuando a su paso hicieron estallar un coche bomba. Rafael era magistrado del Tribunal Supremo y le dieron un tiro en la nuca cuando estaba llamando al portero automático de su casa.

Ese mismo día Eugenio Aranburu “Txo” se suicidó en nuestro pueblo, en el caserío familiar. Eugenio era concejal de Herri Batasuna en Mallabia y miembro de la Mesa Nacional, y era también liberado del sindicato LAB. Había sido citado a declarar ante el Tribunal Supremo. Si todas las muertes son duras y difíciles de asimilar considero que el suicidio es terrible, primeramente para la persona que da ese paso, ya que está claro que está sufriendo un montón, y después para toda su familia y amigos. En estos casos suele ser normal que busquemos una causa, pero en realidad quién sabe cuál ha sido el motivo o los motivos que han llevado a una persona a quitarse la vida. Además en ocasiones tenemos la tentación de dar un paso más y buscamos al responsable, y esto sí que es delicado; soy de la opinión de que en esto hay que en actuar con mucha cautela.

De cualquier manera parece que no todos pensamos igual y en Mallabia, nada más ocurrir este desgraciado suceso un buen grupo de paisanos tenía claro quién era el culpable: los miembros de Gesto por la Paz. Ese mismo lunes colocaron varias pancartas en contra de las personas que portábamos en nuestro pecho el lazo azul, gritaban “dónde están, no se ven, los de Gesto por la Paz” y nos llamaban asesinos. Tanto caldearon el ambiente que decidimos suspender la concentración silenciosa que todos los lunes hacíamos en favor de los secuestrados.

Al día siguiente era martes de Carnaval y ETA volvió a matar, en este caso lo hicieron en pleno Carnaval de Tolosa y le arrebataron la vida al empresario Patxi Arratibel en presencia de su hijo. Ese mismo día en Mallabia todo estaba preparado para darle el último adiós a Eugenio Aranburu. Nuestro pequeño pueblo estaba a rebosar de gente, y era absolutamente impensable que los de Gesto nos concentráramos para condenar los asesinatos del día anterior. Y tal y como estaban las cosas en el pueblo tampoco era fácil mostrar ninguna condolencia o solidaridad por la muerte de Eugenio, aunque fue un hecho que nos apenó mucho.

El miércoles nos tocaba volver a salir a la calle, en esta ocasión por Patxi Arratibel. Muchos miembros de la izquierda abertzale de la comarca estaban encerrados en el ayuntamiento para protestar por la muerte de Txo. Como he comentado previamente las protestas comenzaron el mismo lunes cuando un grupo de vecinos desplegaron pancartas y gritaban por la calle que éramos unos asesinos. El martes varios encapuchados volcaron un coche de Radio Euskadi en Mallabia y otros encapuchados quemaron un autobús en Elorrio, hicieron lo mismo con una furgoneta de Telefónica en Hernani y atacaron el Batzoki de Santurtzi.

El ambiente estaba muy enrarecido, estábamos intranquilos, nerviosos y un poco asustados, pero sentíamos la obligación de hacer la concentración. Y salimos los de siempre, las de siempre; alrededor de una docena de estudiantes, con nuestras madres, algunos padres y cerca de media docena más de vecinos y vecinas. Enfrente teníamos a un gran grupo de gente de HB del pueblo y de los alrededores; nos gritaban, nos amenazaban, nos señalaban con el dedo y nos llamaban asesinos… ese día la comisaría de la Ertzaintza de Eibar se quedó vacía para proteger nuestra integridad, enviaron un buen número de agentes, y menos mal…

ETA asesinó a 4 personas más antes de que el 1 de julio se liberara Jose Antonio Ortega Lara y a Cosme Delclaux. A los pocos días, el 10 de julio, ETA secuestró en Ermua al concejal del Partido Popular Miguel Angel Blanco, y el día 13 murió como consecuencia de los disparos que le propinaron los terroristas. Los miembros de Gesto de Ermua y Mallabia vivimos esos días con gran intensidad, preocupación y dolor. Como la mayoría de la gente de Ermua y mucha gente de Mallabia, salimos a la calle el día del secuestro y casi no volvimos a casa hasta que le dimos el último adiós a Miguel Angel.

Recuerdo con tristeza y nostalgia esos acontecimientos de 1997.

Maite Leanizbarrutia Biritxinaga

¿Violencia de persecución?

20 sábado May 2017

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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Aberriberri Bloga, agresiones, Alditrans, campaña de sensibilización, charla, Elkarbizi, ETA, Fabián Laespada, Gesto por la Paz, Hernani, izquierda abertzale, José María Aldaya, Joxan Rekondo, marcha, Pacifismo, ponencia Oldartzen, presos y presas de ETA, secuestro, socializar el sufrimiento, Víctimas, violencia de persecución

20170510_charlaVP03El grupo Elkarbizi está organizando una serie de jornadas sobre diversos temas relacionados con los años de violencia que se ha vivido en Euskal Herria estos años atrás: terrorismo, pres@s, víctimas…

Precisamente hace unos días, este grupo organizó en Hernani una jornada sobre la violencia de persecución. La charla principal la ofreció Fabián Laespada, miembro de la desaparecida Gesto por la Paz, quien relató el trabajo que había hecho esta asociación pacifista sobre el tema en cuestión desde finales de los noventa hasta prácticamente su desaparición.

Fue una campaña de respuesta a la ‘peculiar’ estrategia aprobada por la izquierda abertzale en 1995 en su ponencia Oldartzen: socializar el sufrimiento. Durante 15 años, Gesto por la Paz desarrolló una campaña de sensibilización utilizando la movilización ciudadana, la denuncia en medios de comunicación, una campaña publicitaria, etc. Todo lo que fuera necesario para que la sociedad viera una terrorífica violencia que estaba en unos casos quebrando voluntades y, en la mayoría, convirtiendo en héroes a miles de ciudadan@s vasc@s.

En un momento, la charla fue una sobrecogedora vuelta al pasado. Se revivieron situaciones pasadas muy dolorosas; situaciones que a cualquier oyente ajeno le permitirían entender lo ocurrido en Europa a mediados de los años 30 y años 40 del siglo pasado.VP

Una persona asistente comentó que era la primera vez que estaba en Hernani. La anterior vez que quiso entrar fue en julio de 1995 durante una marcha organizada por Gesto por la Paz desde el monte Aldaya en Alava hasta Oyartzun donde estaba la empresa Alditrans propiedad de José María Aldaia, secuestrado por ETA. En aquella ocasión, unos 400 vecinos de Hernani a empujones, patadas, golpes, insultos, amenazas… impidieron que la marcha entrara en Hernani.

Uno de los miembros de Elkarbizi presente en la sala fue Joxan Rekondo, ex alcalde de Hernani, entre otras cosas. En el coloquio, denunció que en los esfuerzos que se estaban haciendo por hacer visibles todas las formas de victimización y agresión sufridas en los años de violencia vividos, se estuviera obviando la violencia de persecución. Recomendamos la lectura de su artículo La socialización del sufrimiento escrito en el blog Aberriberri Bloga en el que amplia esta cuestión. Muy interesante.

Aquella jornada sirvió para recordar la dureza de lo vivido hace poco tiempo en Euskadi y fue la constatación de la necesidad de un profundo cambio en las actitudes y forma de pensar de la izquierda abertzale. Allí en la ‘Euskadi profunda’ aún no se percibe ningún cambio en aquell@s que poco antes gritaban ‘Gora ETA militarra’ o ‘ETA mátalos’.

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El desarme

15 sábado Abr 2017

Posted by gogoanmemoria in Memoria

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agresiones, alejamiento, Artesanos por la Paz, Bayona, BVE, cese de la violencia, conflicto vasco, construcción de paz, desarme, ETA, GAL, Gesto por la Paz, Guerra sucia, movilización ciudadana, PCE-EPK, personas presas, personas refugiadas, PNV, Semana Santa, Sergio Campo, sociedad civil, tortura, Trump, violencia

Sergio Campo

Sergio Campo Lladó

Desde antes incluso de que se produjera, se ha escrito mucho sobre el desarme de ETA; quizás demasiado para la pequeña repercusión que ha tenido en la ciudadanía vasca. Es muy posible que ésta estuviera más atenta a las locuras de Trump, a la situación de las personas refugiadas o a dónde y de qué manera consumir los días de Semana Santa.

Sin embargo, hay un análisis que nos ha gustado de manera especial por la referencia que hace al papel de la sociedad civil. Es el de Sergio Campo Lladó, Sobre desarmes y relatos publicado en Público. Y dice:

«Algunos han intentado vender este sábado que el proceso de construcción de paz poco menos que recomenzaba gracias a un nuevo gesto de ETA. Nada más lejos de la realidad y nada más alejado de la percepción mayoritaria de la sociedad vasca. El proceso de construcción de la paz no nació con la declaración de cese de la violencia, comenzó con la sociedad civil; comenzó cuando partidos como el PCE-EPK comenzaron a finales de los 70 a convocar movilizaciones ciudadanas ante cada atentado; comenzó cuando colectivos como Gesto por la Paz -y otros antes- se movilizaron ante cada atentado del GAL, del BVE, de ETA o contra la tortura y el alejamiento de las personas presas. (…)

Un proceso que no acabará con una entrega de armas, ni con la disolución ineludible de ETA, ni con un acercamiento de presos, aun siendo hitos sobresalientes. Finalizará cuando el conjunto de la sociedad vasca y cada rincón de nuestra tierra estén absolutamente empapados de una radical cultura de paz y de derechos humanos que haga impensable que la violencia sea concebida como un recurso para gestionar ningún conflicto, sea del tipo que sea y la ejerza quien la ejerza.»

Gracias Sergio.

Quizás sólo habría que puntualizar que también el PNV convocó en aquellos años manifestaciones contra la violencia, pero que, tanto las de uno como las de otro, eran esporádicas; y que antes de Gesto por la Paz sólo existieron los Artesanos por la Paz, pero sus actuaciones no se dirigían específicamente contra la violencia que se ejercía en Euskal Herria.

19960330-BAYONA

Acto en solidaridad con las víctimas del GAL organizado por Gesto por la Paz. Bayona, 1996

Por cierto, es curioso que hayan recuperado este nombre, Artesanos por la Paz y que, en su mayoría, sean vecinos de Iparralde. ¿Dónde estaban cuando ETA asesinaba? ¿Para dónde miraban cuando pro etarras insultaban, tiraban huevos y agredían a los miembros de Gesto por la Paz en Bayona? (ver más fotos en Gesto por la Paz – Guerra sucia) ¿Por qué…

 

 

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