~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.
Aquí podéis ver el coloquio que hubo después de la proyección del capítulo Zubiak de la serie «ETA, el final del silencio» en la charla que organizamos desde Gogoan en el Lizeo Antzokia de Gernika Lumo con la colaboración de la Kultur Etxea de la localidad.
Pedimos disculpas por la calidad de la imagen y el sonido, pero el contenido es realmente bueno.
«De la batalla del relato a una narrativa ética compartida»
El pasado 17 de febrero, en nombre del Foro Sozial, Taxio Arrizabalaga y Teresa Toda publicaron un artículo («Relato, memoria? Una aportación más a la reflexión«) con una serie de consideraciones sobre la memoria, sobre la forma de recordar las numerosas tragedias provocadas en la historia reciente de la sociedad vasca.
En su artículo mencionaban a nuestra organización, Gogoan por una Memoria Digna, por haber cuestionado el planteamiento del Foro de que “todos lo relatos se sientan confortablemente representados”.
Consideramos que merece la pena aprovechar la ocasión para intercambiar y contrastar algunas ideas sobre nuestra memoria democrática, diferenciando cuatro planos: lo legal/ilegal, la verdad histórica de los hechos, una necesaria narrativa ética compartida y la diversidad de relatos individuales y colectivos.
Lo legal y lo ilegal
Primeramente el Foro plantea en su escrito el plano legal “todos los relatos tienen derecho a poder expresarse”. Esto nos llevaría a debatir sobre el sentido y contenido de delitos como el de apología del terrorismo, del franquismo, delitos de odio, humillación a las víctimas… Pensamos que éste no es el dilema fundamental en nuestra sociedad. Y, en todo caso, ante problemas como los sistemáticos homenajes a presos de ETA, debe primar el rechazo ético y social. Preservando la libertad de expresión, con ciertos límites del derecho penal garantista solo para tratar barbaridades extremas.
RTVE
debe primar el rechazo ético y social. Preservando la libertad de expresión, con ciertos límites del derecho penal garantista solo para tratar barbaridades extremas
La verdad histórica
En segundo lugar está el plano de la verdad histórica, a la que se llega aplicando un método riguroso, para conocer los hechos tal y como sucedieron, y deslindarlos de los errores, mitos y/o mentiras. Sirva como ejemplo el debate historiográfico sobre la autoría en 1960 del asesinato en Donostia de la niña Begoña Urroz (el DRIL, y no ETA). O sirvan también las controvertidas bases de datos “militantes” de Euskal Memoria y Egiari Zor, que mezclan/suman víctimas reales y verdugos muertos en accidentes de tráfico (ejemplo, el dirigente de ETA muerto en Argel, Txomin Iturbe) o incluso muertes cometiendo atentados (ejemplo, Hodei Galarraga, al que le explotó la bomba que transportaba, y que, por cierto, fue nombrado hijo predilecto de su pueblo).
¿Hablamos de reconocer víctimas o se pretende una mezcolanza de caídos por la causa?
Diario Vasco. Txomin Iturbe funeral
¿Hablamos de reconocer víctimas o se pretende una mezcolanza de caídos por la causa?. Convendría revisar con el rigor mínimo de la criminología y victimología lo que realmente ocurrió, es decir, con respeto básico hacia la verdad histórica de los hechos.
Una narrativa ética común
En tercer lugar proponemos situar una narrativa ética común sobre la que construir nuestra convivencia, lo que se pretendía con el hoy disputado “suelo ético compartido” de las distintas ponencias parlamentarias de paz, o con el decálogo de demandas del colectivo plural de víctimas Eraikiz. A veces se ha identificado de manera demasiado simplista con el “matar estuvo mal”, o lo que es más preocupante, con derivadas distorsionadoras como el “aquí todos hemos sufrido”, o “todos hemos sido un poco malos”.
Ideas así no parecen raíces suficientes para sembrar los mínimos de una convivencia democrática sana. Debería ser posible compartir una narrativa ética común que explique a las nuevas generaciones que en nuestra sociedad hay diferentes identidades nacionales y que durante décadas se amenazó, se persiguió y se mató por pensar distinto sobre la articulación y coexistencia de dichas identidades. En muchas sociedades conviven en un mismo territorio varios proyectos nacionales, lo particular del pueblo vasco ha sido que en medio de la Europa moderna se recurriera al asesinato político para afrontarlo. Integremos eso en nuestra narrativa ética común como país. Y que valga de antídoto para la no repetición de la violencia y que, asimismo, nos sirva para que los proyectos de futuro se asienten en el pluralismo, en el respeto profundo a nuestra pluralidad.
en nuestra sociedad hay diferentes identidades nacionales y, durante décadas, se amenazó, se persiguió y se mató por pensar distinto sobre la articulación y coexistencia de dichas identidades
En esta narrativa ética sobre una violencia terrorista, en la que el 95% de las víctimas lo fueron con Franco ya muerto, también debería quedar grabada otra enseñanza fundamental: la línea infranqueable de los Derechos Humanos en la lucha contra el terrorismo. Y es que las decenas de víctimas del terrorismo de Estado y los cientos de víctimas de torturas son testimonio del conocido “todo vale contra el terrorismo”. Guardemos en la memoria colectiva aquella denuncia del movimiento pacifista vasco “si la democracia mata, la democracia muere”.
las decenas de víctimas del terrorismo de Estado y los cientos de víctimas de torturas son testimonio del conocido “todo vale contra el terrorismo”
Y, como complemento inseparable del valor ético de los testimonios de tantas injusticias contra las víctimas, debe acompañarse la asunción de responsabilidad por parte de sus victimarios y su deslegitimación. Y es que, si apostamos por una convivencia positiva, un gran modelo sería el de los encuentros restaurativos (principalmente los de Nanclares).
La diversidad de relatos individuales y colectivos
Y, finalmente, un cuarto plano se situaría en los relatos particulares. Cada persona/grupo ha tenido sus vivencias, tamizadas por sus emociones, y eso da como resultado puntos de vista singulares, insustituibles. Eso es lo natural, ahora aquí y en cualquier época y lugar, así transcurren las experiencias de todos los seres humanos. Evidentemente cada cual aportará sus matices, subrayados diferentes, intensidades distintas…. Esos puntos de vista convivirán de manera armoniosa, conflictiva o dialéctica, según cada caso. Así es la vida. Pero con todo, lo importante es que esos relatos respeten la verdad de los hechos y compartan unos valores éticos básicos, la narrativa ética compartida, que proponemos.
lo importante es que esos relatos respeten la verdad de los hechos y compartan unos valores éticos básicos
Esperamos que los intercambios de ideas enriquezcan nuestras posturas iniciales. Con ese ánimo compartimos estas líneas.
Esta mañana, se ha presentado en Tabakalera (Donostia-San Sebastián) los 14 proyectos que este año forman parte de la iniciativa «Metacultura2019«. Como bien ha manifestado el diputado de Cultura, Denis Itxaso, este método de ayuda, de colaboración es muy democrático porque es la propia ciudadanía la que decide la ayuda que prestará a cada proyecto.
Entre los proyectos seleccionados, se encuentra el que ha presentado Gogoan, por una memoria digna titulado «Memoria pacifista de Gipuzkoa«. Esta ha sido la presentación:
Antes de nada, queremos agradecer tanto al Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa, como a la Fundación Goteo, haber elegido nuestro proyecto para formar parte de ‘MetaCultura2019‘
¿Qué es Gogoan?
Gogoan, por una memoria digna es una asociación que oficialmente se creó en octubre de 2016, pero que prácticamente hasta 2018 tuvo una actividad de baja intensidad.
Gogoan está compuesta por personas procedentes de organizaciones que han trabajado por los derechos humanos y la paz en Euskadi, personas que trabajan en temas relacionados con la memoria histórica, etc.
Nuestra preocupación es la memoria que se construya sobre lo ocurrido en los 50 años de terrorismo y violencia. Los objetivos que nos hemos marcado son fundamentalmente dos:
Que se construya una memoria deslegitimadora de la violencia
Y que se construya una memoria digna. Entendemos por memoria digna que se conozca el máximo de verdad como un derecho que asiste a las víctimas de lo ocurrido y a toda la sociedad; que la memoria sea una lectura crítica del pasado y que se identifiquen y asuman las responsabilidades de lo ocurrido.
Nuestras referencias en el pasado son aquellas iniciativas que han supuesto aportaciones especialmente positivas para nuestra sociedad como el movimiento pacifista vasco, especialmente Gesto por la Paz, la iniciativa conocida como la Vía Nanclares, el mensaje del colectivo de víctimas Eraikiz y los encuentros restaurativos celebrados en su día entre víctimas y victimarios.
Proyecto “Memoria pacifista de Gipuzkoa”
El objetivo de este proyecto es recuperar para la memoria los testimonios de las personas que trabajaron por la paz en este territorio histórico: qué les motivó para dar ese paso, cómo consiguieron mantener ese compromiso durante tantos años, qué recuerdos tienen de aquella época, qué anécdotas, cuál es su valoración de tantos años de trabajo por la paz, etc. todo ello con un enfoque fundamentalmente humano.
No queremos que queden en el olvido los testimonios de estas personas que realizaron una firme apuesta por la paz, al margen de cuál fuera el precio que muchos tuvieran que pagar, y que contribuyeron de manera decisiva a transformar la sociedad.
Con este proyecto, recogeremos con grabaciones audiovisuales, al menos los testimonios de algunas de ellas.
Aquí podéis ver el vídeo de parte de la presentación del diputado de Cultura, Denis Itxaso, y de la representante de Gogoan, Isabel Urkijo.
Gogoan, por una memoria digna lo conformamos un grupo de hombres y mujeres de la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral Navarra que compartimos una inquietud por las graves vulneraciones de los derechos humanos acaecidas en los últimos 50 años y por el relato que se construya sobre este periodo de la historia.
Rueda de prensa de Gogoan en Bilbao
[Más abajo está la versión en euskera y un video de la rueda de prensa de Bilbao]
Qué objetivos nos hemos marcado
Nuestro compromiso vital nos lleva a marcarnos unos objetivos en este contexto de post-violencia en el que necesariamente hay que elaborar un relato sobre lo ocurrido y construir una memoria sanadora para nuestra sociedad.
Nuestros objetivos son:
Deslegitimar la violencia
ETA no supuso una violencia de respuesta ante la dictadura: de hecho, la mayor parte de sus víctimas, el 94%, fueron asesinadas en democracia. Que ETA naciera en un contexto concreto como la dictadura, no justifica su trayectoria.
La existencia de ETA y la responsabilidad de sus actuaciones solo competen a sus miembros, quienes libremente decidieron optar por el uso de la violencia.
La violencia de ETA generó un embrutecimiento entre quienes la defendieron, generando una cultura de la violencia y del odio muy intensa.
Así pues, es imprescindible realizar un profundo trabajo de deslegitimación de la violencia que, por una parte, reafirme de manera definitiva que la violencia ejercida, además de un error, fue injusta. Sus víctimas no eran merecedoras de semejante castigo. No existía ninguna justificación para ello. Y, por otra parte y no menos importante, es ineludible contrarrestar los dañinos efectos que esa cultura de violencia ha generado en un importante sector de la sociedad. Esta parte de la sociedad que, en muchos lugares, ha justificado y empleado la amenaza de la violencia y una crueldad insufrible contra sus propios vecinos, debe realizar el tránsito hacia el funcionamiento democrático y asumir las actitudes y los valores de respeto y tolerancia que son propios de esa forma de organizarnos. Eso implica no idealizar a quienes ocasionaron ese dolor.
El Mundo
Por esa razón resultan inaceptables los recibimientos públicos a los miembros de ETA. Estos actos públicos no solo humillan a las víctimas; sino que para todos nosotros y nosotras significan el reconocimiento a unas personas por su actividad terrorista, no por otra causa. Y esto solo se puede interpretar como un aplauso a la violencia que es absolutamente inaceptable.
La actitud positiva que esperamos de quienes han apoyado la violencia es que cesen este tipo de actos públicos y, de los presos de ETA, que realicen una autocrítica sin peros, no condicionada, sin más matices que la cercanía al dolor generado.
Partiendo de que toda práctica terrorista es absolutamente ilegítima y condenable, consideramos que existe una diferencia nítida entre el terrorismo de ETA y el terrorismo de otros grupos como el GAL, el BVE, la Triple A, etc. Hacia estos últimos, no hubo un apoyo público significativo a sus criminales actuaciones. Más bien, lo contrario. La inmensa mayoría de sus asesinatos tuvo una respuesta de condena en la calle. Lo mismo ocurrió con los excesos que cometieron las fuerzas de seguridad especialmente en los años de la Transición.
Hecha esta apreciación, queremos señalar que otra forma de deslegitimar la violencia es persiguiéndola, investigando los crímenes, y condenando a los culpables. Por desgracia, hay carencias muy llamativas en lo que se refiere a los casos de esta violencia ejercida por otros grupos terroristas y a las actuaciones ilegitimas y desproporcionadas de las fuerzas de seguridad. Paradójicamente, muchas de sus víctimas no tuvieron nada que ver con el terrorismo de ETA. En este sentido, consideramos que es necesario que haya un cambio de actitud y que, desde el Estado, se cumpla con las obligaciones y se aplique la justicia obligatoria y, sobre todo, la justicia que necesitan las víctimas.
Reivindicar una memoria digna
Como se ha visto, el final de ETA ha significado el final de la violencia asesina y de la amenaza, pero ahora queda elaborar una memoria digna. Y con “memoria digna” nos referimos a que se conozca el máximo de verdad posible de lo ocurrido como un derecho que asiste a las víctimas y a toda la sociedad. Como dice Reyes Mate “la memoria es la lectura moral del pasado guiada por la búsqueda de la verdad y la justicia”. Pero no se trata solo de conocer datos y agolparlos en volúmenes de libros y listados interminables, sino que es imprescindible hacer una lectura crítica de lo ocurrido porque corremos el riesgo de no aprender de nuestros errores y continuar arrastrándolos.
Creemos que es elemental desnudar a la violencia de cualquier lectura épica con la que a menudo se ha tratado de revestirla. Por eso decimos no a un relato que justifica, bajo el eufemismo del conflicto, tanto dolor.
Hay que marcar nítidamente un antes y un después. Y a ese después, solo hay que llevar la dignidad de las víctimas, la firme convicción de que la violencia solo aporta dolor y más dolor y que es inválida para construir nada positivo porque siempre parte de una injusticia contra un ser humano.
En esta reivindicación de una memoria digna es imprescindible identificar y distinguir claramente las responsabilidades. De la misma manera que es imprescindible definir quién es y quién no es una víctima. Esta violencia, fundamentalmente la violencia terrorista de ETA, ha generado mucho sufrimiento, pero siempre debemos diferenciar nítidamente la figura de la víctima porque pone en evidencia la injusticia de todo lo ocurrido. Las víctimas son las trágicas destinatarias de la más grave vulneración de los Derechos Humanos, el asesinato. Tratar de equiparar sufrimientos secundarios con el asesinato de un ser humano denota una perversión moral inasumible. Solo a partir del reconocimiento, sin matices, sin compensaciones, de la gravedad de los injustos asesinatos, podremos identificar y reconocer otros sufrimientos que generó esta violencia.
Cuáles son nuestras referencias
Para Gogoan, por una memoria digna hay unas referencias claras por la importancia y actualidad de su mensaje y por la validez del mismo para el futuro:
La asociación de víctimas Eraikiz. El mensaje que lanza a la sociedad es extremadamente valioso. En él pide que no olvidemos el pasado como antídoto para evitar un futuro con violencia, reclama una autocrítica del pasado, rechaza cualquier justificación de la violencia, pide respeto a la pluralidad de la sociedad, exige que reconozcamos la pluralidad de las víctimas y que eliminemos estereotipos equivocados, que nos acerquemos a las víctimas con respeto y afecto, que dialoguemos y nos impliquemos en la construcción de la convivencia.
La reflexión de los presos y presas de la llamada Vía Nanclares. Como llevamos repitiendo desde el inicio, es necesaria una reconstrucción de la convivencia dañada por la perversidad de 50 años de violencia. En este sentido, la recuperación para la sociedad de los ejecutores -que no únicos responsables- de esa violencia, la recuperación social de quienes han asesinado, es un gran éxito y un paso definitivo hacia esa convivencia recompuesta.
Los miembros de la Vía Nanclares realizaron una revisión crítica de su actuación y, desde Gogoan, aplaudimos esa actitud constructiva y positiva para toda la sociedad y criticamos a quienes pusieron trabas a aquella iniciativa y a quienes hoy en día marginan estas actitudes.
Los encuentros restaurativos entre víctimas y victimarios, partiendo siempre de la total libertad individual para participar en ellos. Este diálogo, siempre duro para sus protagonistas, ha permitido a los victimarios poner en práctica el reconocimiento del daño causado, no en genérico, sino expresado personalmente a quienes directamente lo sufrieron.
La actuación de los grupos pacifistas, entre los que destacamos a la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria. Su mensaje, basado en principios éticos y pre-partidistas, de deslegitimación de la violencia y de construcción de la memoria siguen teniendo plena vigencia en la actualidad.
Probablemente, las referencias mencionadas sean lo más positivo que se pueda extraer de todo este periodo de violencia y algo de lo que podemos seguir aprendiendo. Y esa precisamente quiere ser hoy nuestra aportación social: revisar de manera crítica nuestro pasado reciente es la única forma de poder cerrar este capítulo de la historia.
Reivindicamos una memoria digna.
GOGOAN, por una memoria digna elkartearen AURKEZPENerako PRENTSAURREA
Nor garen
Gogoan, oroimen duinaren alde, Euskal Autonomia Erkidegoko eta Nafarroako Foru Erkidegoko gizon-emakume talde batek osatzen dugu. Aldez edo moldez, Giza Eskubideen defentsaren alde, euskal gizartearen aniztasuna balioetsiz, helburu politikoak lortzeko bide baketsu eta demokratikoaren defentsan eta biktimenganako elkartasunaren alde aritu gara aspaldidanik. Horrez guztiaz gain eta aurrera begira, gure izenak dioen bezala, indarkeria politikoaren ondoren oroimen duinari eutsi nahi diogu.
Zeintzuk diren gure helburuak
Indarkeria-ondoko garai honetan ezinbestekoa gertatzen zaigu helburu batzuk azpimarratzea, gertatutakoaz kontakizun zintzoa egin eta gure gizartearentzako sendagarria izan daitekeen oroimena landu behar baita.
Hona hemen zein diren gure helburuak:
Indarkeria deslegitimatzea
ETA ez zen diktadurari emandako erantzun bortitza izan: bere biktima gehienak, %94 hain zuzen, frankismoa amaitu ondoren egin zituen. ETA diktadurapean sortu izanak ez du bere ibilbidea justifikatzen. ETA existitzea eta bere ekintzen erantzukizuna bere kideei baino ez dagozkie , beraiek erabaki baitzuten indarkeriaren bidea hartzea, ez beste inork. Gainera, ETAren indarkeria horrek jende askoren gogortze eta muturreratzea ekarri zuen, batez ere bere defendatzaileena eta, hartara, gorroto eta bortizkeriaren kultura gorpuztuz joan zen eurengan.
Beraz, ezinbestekoa zaigu indarkeriaren deslegitimazioan lan handia egitea, erabili zuten indarkeria hori bidegabea izateaz gain, huts galanta ere izan zela aitortzen hasiz. Biktima haiek ez zuten horrelako zigorrik merezi izan, ez baitzegoen inolako justifikaziorik. Beste alde batetik, indarkeriaren kultura honek gure gizartearen kolektibo batean zer-nolako kalteak eragin dituen ere aztertu eta baliogabetu beharra dago. Gizarte zati horrek, askotan, euren auzokoen kontra mehatxua eta krudelkeria erabili eta justifikatu ditu gogotik. Beraz, gure ustez indarkerian ibilitako pertsona horiek demokraziarako bidean jarri behar dira, baita demokraziaren errespetu eta tolerantziazko balore zein jarrerak jaso ere. Jakina, horrek eskutik
El Mundo
dakar min hura eragin zutenen aldeko inolako idealizaziorik ez egitea. Orobat, ETAkideei ongietorri publikoak egiteari guztiz onartezina deritzogu. Ekitaldi publiko hauek biktimei kalte eta oinazea eragiten die, eta guri geuri ere mingarria egiten zaigu, omendutako horien ekintza terroristak ontzat ematen direlako. Hori guztia, azken batean, indarkeriaren aldeko txaloa baizik ez da eta, hartara, guztiz onartezina gertatzen zaigu.
Jendaurreko ekitaldi hauek lehenbailehen desagertzea espero dugu, baita ETAko presoek ezbairik gabeko autokritika egitea ere, sortu duten mina benetan eta sakonki aitortuz.
Jarduera terrorista oro guztiz arbuiagarria eta legez kanpokoa dela oinarritzat hartuta, ETAren eta beste talde batzuen terrorismoa (GAL, BVE, TRIPLE A, etabar) desberdina dela uste dugu. Azken hauek ez zuten inolako onespen herritarrik izan; alderantziz, herritarren gaitzespen borobila baizik ez zuten lortu. Terrorismo mota horrek eragindako erailketek erreakzio nabarmenak izan zituzten kalean. Trantsizio garaian segurtasun indarrek eragindako gehiegikeriekin ere gauza bera gertatu zen.
Gauzak honela, indarkeria deslegitimatzeko beste modu batzuk ere badirela oroitarazi nahi dugu: erailketak ikertu, indarkeria bera jazarri eta errudunak kondenatu, besteak beste. Zoritxarrez, aipatu ditugun bigarren multzoko talde horiek eragindako neurriz eta legez kanpoko indarkeriaz egin diren ikerketetan hutsune nabarmenak daude oraindik. Kontrakoa badirudi ere, honelako biktima askok ez zeukaten zerikusirik ETAren indarkeriarekin. Hori dela eta, Estatuak aldatu beharko luke bere ikuspuntua, eta bere eginkizuna bete beharko luke justiziarekin lankidetzan eta, batez ere, biktima horien erreparazioa sustatuz
Oroimen duina aldarri gisa
Denok ikusi dugu ETAren amaierak indarkeria hiltzailearen eta mehatxuaren amaiera ekarri dituela; beraz, oroimen duina gauzatzeko garaia da. Eta zera adierazi nahi dugu zorioneko «oroimen duin» horrekin: gertatutakoaren egia guztioi ezagutarazi, gure eskubidea baita. Reyes Materen hitzekin bat gatoz: «oroimena gertatu zaigunaren irakurraldi morala da, egia eta justizia abiapuntutzat hartuta». Baina kontua ez da bakarrik datuak ezagutu, zerrendatu eta liburuetan gorde, ez; beharrezkoa da irakurraldi kritiko bat egitea eta geure egitea. Hori egin ezean, agian berriz egin genitzake errakuntza horiek
Indarkeria biluztu egin behar dugu, behinola jantzitako epika hori erantzi. Hortaz, gure ezetza ematen diogu, gatazkaren eufemismoaz mozorroturik, hori guztia justifikatu nahi duen kontakizunari.
Argi eta garbi bereizi behar ditugu lehena eta geroa. Geroaldi horretara biktimen duintasuna baino ez dugu eraman behar. Gainera, uste osoa dugu indarkeria oinazea baino ez dela izan, eta ez duela balio etorkizuna eraikitzeko, gizakiari eragindako bidegabekeria batetik abiatzen baita.
Oroimen duina aldarrikatzean, erantzukizunak zuzen identifikatu eta diskriminatu behar ditugu. Era berean, ondo baino hobeto definituko dugu nor den biktima eta nor ez. Indarkeria horrek, ETArenak gehienbat, sekulako sufrimendua sortu du. Hartara, zuzen bereizi behar dugu biktimaren figura, horrek argi erakusten baitu gertatutakoaren bidegabekeria. Biktimok Giza Eskubideen urraketarik latzenaren eramaileak dira: erailketarenak. Bigarren mailako pairamenak eta gizaki baten erailketaren parean jartzea perbertsio onartezina da. Hilketa horiek guztiz bidegabeak izan zirela irmo eta ñabardurarik gabe adierazi behar da; horren ondoren letorke biolentziak eragindako beste sufrimenduak finkatu eta aitortu ahal izatea
Zeintzuk diren gure erreferenteak
Gogoan, oroimen duinaren alde elkarteak talde eta ekimen batzuk ditu eredu, euren mezuagatik edota etorkizunari begirako balioagatik:
Eraikiz izeneko biktimen elkartea. Gizartera helarazitako mezua guztiz baliotsua da. Berton esaten dute indarkeriarik gabeko etorkizuna eraikiko badugu, lehenaldia ezin dugula ahaztu; lehenaldiaren autokritika eskatzen dute; indarkeriaren aldeko ezein aitzakia arbuiatu egiten dute; gizartearen aniztasuna onartu eta okerreko estereotipoak baztertu eta biktimen aniztasuna aitortu behar dugula,. Biktimenganako begirunezko hurbilketa eskatzen dute eta elkarbizitzan inplika gaitezen.
Langraitzeko Bidea izeneko presoen hausnarketa. Hasieratik esan bezala, indarkeriaz jositako 50 urte igaro ondoren, elkarbizitza berreraiki behar dugu. Ildo honetan, hiltzaileen berreskuratze soziala arrakasta handia da, eta, hartara, elkarbizitzaranzko urrats sendoa. Langraitzeko kide hauek egindakoaren berrikuspen kritikoa egin zuten eta Gogoanekook gizarte osoarentzat ona den jarrera horrekiko atxikimendua erakutsi nahi dugu, baita ekimen horri eragozpenak jarri zizkienei kritika egin ere.
Jose Ignacio Pikabea Burunza
Biktima eta biktimagileen arteko topaketa eraikitzaileak. Askatasun osoz parte hartu bazuten ere, oso gogorrak izan ziren guztientzat. Alabaina, solasaldi horiek hiltzaileei ikusarazi diete zer-nolako kalte eta mina eragin zuten biktimengan eta, ondorioz, eurenganako errekonozimendua adierazi ahal izan diete.
Talde bakezaleen jarduerak, Bakearen aldeko Koordinakundea-Gesto por la Pazena bereziki aipatuz. Haien mezua, betiere printzipio etiko eta prepolitikoetan oinarritua, bortxakeria deslegitimatu eta memoria eraiki nahi duena, inoiz bezain indartsu ageri da gaur egun.
Ziur aski, goian aipatutako eredu horiek indarkeria sasoi horretako konturik positiboena dira eta beraiengandik ikasten jarraituko dugu. Horrexek, hain zuzen, izan nahi du gure ekarpen soziala; kapitulu hau behar bezala itxiko badugu, gertatu zaigunaren sustraietara joan beharko dugu, mingarria suertatu badaiteke ere. Ez da beste biderik
Bajo este título, Maixabel Lasa -ex Directora de Víctimas del Gobierno Vasco y viuda de Juan Mari Jauregui, víctima de ETA- y Joseba Urrosolo Sistiaga -ex miembro de ETA y ex preso y uno de los impulsores de la llamada ‘vía Nanclares’- intercambiaron impresiones sobre uno de los procesos de reinserción y reconciliación más interesantes y satisfactorios que se han producido en todos estos años de violencia: la llamada ‘Vía Nanclares’ y los encuentros restaurativos entre víctimas y victimarios.
Urrosolo Sistiaga: Había dos políticas penitenciarias: la del Gobierno que cada vez se endurecía más y más; y la que marcaba la propia izquierda abertzale que nos tenía doblemente cautivos y nos impedía ejercer nuestros derechos.
Moderó Gorka Landaburu, víctima de ETA y participante de los encuentros restaurativos que hizo referencia a lo que él sintió después de aquellas reuniones:
Gorka Landaburu: Cuando terminó la sesión, salí liberado. Me di cuenta de que había sido muy positivo para mí y, sobre todo, me di cuenta de que también fue muy positivo para ellos.
Maixabel Lasa valoró la ‘vía Nanclares’ por lo que suponía de reconocer el injusto daño causado. Además, hizo una interpretación muy similar de los encuentros restaurativos. Ella conversó con Luis Carrasco, uno de los miembros del comando que asesinó a su marido.
Maixabel Lasa: Estaba destrozado. Se consideraba una mala persona. Su vida era un fracaso. Casi no me miraba. Al final, yo le tuve que recordar que sí había hecho algo positivo porque había sido valiente al pasar de ser un héroe por asesinar, a ser un traidor por arrepentirse de ello.
Aqui ofrecemos el video de las intervenciones de Joseba Urrosolo Sistiaga y de Maixabel Lasa en la KM kulturgunea de Donostia-San Sebastián.
Posteriormente, se permitió al público hacer algunas preguntas a los protagonistas del acto.
La sala estaba repleta. Sin duda alguna, es un tema que interesa y que realiza aportaciones positivas a la convivencia en nuestra sociedad. Desde Gogoan, procuraremos repetir debates similares en otros lugares.
Hitzaldi hau, posible egin duzuenei, benetan, milla esker.