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Gogoan-por una memoria digna

~ Por una memoria digna como derecho de las víctimas y de la sociedad vasca en general. Una memoria que deslegitime la violencia y que sea pedagógica para prevenir situaciones como las vividas en Euskal Herria los últimos 50 años.

Gogoan-por una memoria digna

Archivos de etiqueta: justicia restaurativa

«La asunción de mi responsabilidad» por Luis Carrasco

19 viernes May 2023

Posted by gogoanmemoria in Justifica restaurativa

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arrepentimiento, ciudadanía, culpa, daño injusto e irreparable, derecho a la vida, diálogo, ETA, fanatismo, Juan Mari Jauregui, justicia restaurativa, libertad, Luis Carrasco, Maixabel Lasa, mediación, odio, Olvido, perdón, sociedad, Universidad Francisco de Vitoria, Víctimas, verdad

Buenas tardes. Soy Luis Carrasco y fui miembro de la organización terrorista ETA.

Voy a leer lo que quiero decir con motivo de esta ocasión porque pienso que de esta manera seré capaz de plasmar con algo más de acierto y coherencia, todo lo que quiero comunicar en este momento a través de mis palabras.

Para empezar, y aunque sin duda no descubriré nada nuevo, me gustaría hacer brevemente algunas consideraciones relacionadas con la justicia restaurativa como herramienta de mediación, como espacio de justicia y de ventana a la verdad.

Quisiera señalarlas y significarlas para poner de relieve su alcance y su fuerza, y para destacar su potencial para facilitar el diálogo y por supuesto como eficaz herramienta de comunicación interpersonal, como instrumento sanador y pacificador. Valorar por ello sus bondades, sus propósitos y su finalidad.

Desde una perspectiva social, creo que este potencial para facilitar la comunicación, tiene además una importante proyección y papel resolutivo cuando va dirigido hacia las sociedades que han resultado gravemente dañadas como consecuencia de algún conflicto o violencia en cualquiera de sus posibles formas. Por ejemplo, cuando han sido objeto de ataques de índole terrorista como en el caso que nos ocupa y puedan idénticamente también, haber padecido enfrentamientos de carácter social y en consecuencia hayan visto quebrantadas, cuando no corrompidas sus más fundamentales normas de convivencia.

sociedades que se muestran en apariencia ajenas, de espaldas o instaladas en la indiferencia o en la desmemoria y que parecen haber dejado bajo un espeso manto de olvido las amenazas, las persecuciones, los asesinatos y un largo etcétera de sufrimientos padecidos por sus convecinos

Estas, así mismo, por distintas causas y de distinta complejidad suelen ser con frecuencia sociedades que se muestran en apariencia ajenas, de espaldas o instaladas en la indiferencia o en la desmemoria y que parecen haber dejado bajo un espeso manto de olvido las amenazas, las persecuciones, los asesinatos y un largo etcétera de sufrimientos padecidos por sus convecinos, siendo por lo tanto un escenario en el que cabría pensar que quedaría una reparación pendiente, un ámbito de actuación para la justicia restaurativa.

Son sociedades que, en su devenir, arrastran un daño latente, y que subyacen en ellas también a menudo un sinfín de heridas sin curar, lesiones y daños de carácter sociológico, con un prolongado y soterrado recorrido temporal, que atenazan y dificultan el diálogo

Son sociedades igualmente, en las que no resulta difícil advertir que en su devenir arrastran un daño latente, y que subyacen en ellas también a menudo un sinfín de heridas sin curar, lesiones y daños de carácter sociológico, con un prolongado y soterrado recorrido temporal, que atenazan y dificultan el diálogo; pero a los que en todo caso es necesario dirigir la mirada, prestar atención e invertir el esfuerzo de todas aquellas iniciativas que con carácter reparador puedan darle alguna respuesta dirigida a su sanación.

a la luz de la justicia y la verdad puedan contribuir a construir y apuntalar un relato de su pasado atendiendo a unos principios humanistas y éticos

Que libre de prejuicios y sin ambigüedades, a la luz de la justicia y la verdad puedan contribuir a construir y apuntalar un relato de su pasado atendiendo a unos principios humanistas y éticos desde los que esta misma sociedad pueda contemplar su historia y sobre los que pueda permitirse cimentar un futuro desde su propio seno, más sensible y amable hacia sí misma, pero sobre todo mas solidaria y empática hacia aquellas personas que sufrieron de manera directa los embates inmisericordes de quienes, como yo, se valieron de la barbarie y la violencia terrorista para ocasionar un daño injusto e irreparable.

Cuáles fueron las causas por las que termino dando un giro de 180º en mi trayectoria

Con frecuencia me suelen preguntar cuáles fueron las causas por las que termino dando un giro de 180º en mi trayectoria. Cuáles fueron las razones por las que termino desvinculándome de la organización terrorista ETA. Qué lo desencadena y de qué manera se fue fraguando todo ello en mi fuero interno. También me suelen preguntar por qué necesitaba encontrarme con Maixabel, pero lo cierto es que todas estas cuestiones van juntas, van hiladas y conforman un todo.

El encuentro restaurativo en el que participo con Maixabel me brinda la oportunidad de evaluar y asumir el alcance de mi responsabilidad, así como la de valorar la figura que cada cual encarna

El encuentro restaurativo en el que participo con Maixabel me brinda la oportunidad de evaluar y asumir el alcance de mi responsabilidad, así como la de valorar a través de su testimonio y a la luz de esta realidad incontrovertible la figura que cada cual encarna: por un lado, la de la víctima inocente objeto del delito, Juan Mari Jauregui, y todas las demás inocencias heridas, la de los familiares, la de los amigos… y, por otro, la del victimario autor del asesinato, quien quebranta, quien atropella derechos; es decir, la mía propia. Es pues un momento en el que cada cual queda fielmente retratado, ocupando en el relato de lo acontecido, aquel que la verdad reclama, su correspondiente lugar.

El encuentro con Maixabel es también para mí un momento de autoafirmación en relación a mi nuevo rumbo y, por lo tanto, también de alguna manera lo sella. Me permite caminar sobre estas certezas y consolidarlas.

había generado un dolor atroz y que en el transcurso de mi trayectoria criminal había sido responsable de injusticias de muy distinto orden

Al principio he de decir, que fundamentalmente se trataba de la necesidad de reconciliarme y de sentirme en paz conmigo mismo, de darme la oportunidad de vivir en coherencia con todos aquellos sentimientos que en aquellos momentos necesitaba canalizar, que iban abriéndose camino y cobrando forma en mi conciencia, porque cada día estaba más convencido y este era un sentimiento, una percepción que iba creciendo y adquiriendo cada vez más peso, de que había generado un dolor atroz y que en el transcurso de mi trayectoria criminal había sido responsable de injusticias de muy distinto orden. Pero que, en todo caso y en cualquiera de sus distintas variables, habían llegado muy lejos, porque fueron injusticias que generaron incontables daños y una multiplicidad de horribles heridas y desgarros que marcaron muchas vidas para siempre.

había destruido y lesionado no solo aquellas vidas, sino que también me había llevado por delante todas las relaciones humanas, todos los afectos que convergían en torno a aquellas

A la par, sentía que había destruido y lesionado no solo aquellas vidas, sino que también me había llevado por delante todas las relaciones humanas, todos los afectos que convergían en torno a aquellas, con el incalculable valor que a todo ello le era propio y que estas en sí mismas encerraban, y que lamentablemente lo había hecho de manera irreversible e irrecuperable.

el derecho a la vida es por definición el más esencial de los derechos, afín e inherente a la naturaleza de los seres humanos

Fueron injusticias que afectaron primero y en concreto a las personas a las que asesiné o que resultaron heridas en los atentados, por lo que se constituiría por así decirlo, en el peor y más injusto de los ataques, ya que el derecho a la vida es por definición el más esencial de los derechos, afín e inherente a la naturaleza de los seres humanos.

había atentado contra el derecho de las personas a vivir su ciudadanía en libertad

Y, en segundo lugar, pero también muy grave, que había atentado contra el derecho de las personas a vivir su ciudadanía en libertad, privando a muchas de ellas de este derecho entendido en su integridad, tan básico y tan fundamental en democracia, ya que también participé de la persecución, la coacción y la amenaza ejercida sobre el conjunto de todas ellas.

comencé a abrirme honestamente a la asunción de las responsabilidades … a fijarme en todo aquel tremendo sufrimiento que hasta entonces había permanecido velado por el odio y por un fanatismo revestido de gloria

Desde aquí y quizás como matriz o punto de partida, comencé a abrirme honestamente a la asunción de las responsabilidades que tal reflexión conllevaba, a contemplar desde aquella nueva mirada las heridas y el dolor de los otros, el de las víctimas, a fijarme en todo aquel tremendo sufrimiento que hasta entonces había permanecido velado por el odio y por un fanatismo revestido de gloria. Dejé sitio también a la culpa y al arrepentimiento, que no eran ni nada más, ni nada menos, que la íntima, sincera y profunda reflexión que me condujo al convencimiento de que lo que hice estuvo mal y de que fue a todas luces nefasto e injusto.

lo que hice estuvo mal y fue a todas luces nefasto e injusto

Me abracé también a la esperanza y la compasión en relación a todo ese dolor, que a partir de ese momento y de alguna manera también hice mío. Me propuse hallar en mí algún resto, algún vestigio de la persona que algún día fui, traté de encontrar y descubrir en mí, resortes que me sirvieran para delimitar desde aquellos momentos un antes y un después. Me atreví a pensar que podía dejar atrás el alineamiento a la doctrina sectaria que hasta entonces había asumido ciegamente como propia y por la que me había dejado asimilar hasta convertirme en aquella oscura y desdibujada versión de mí, en una sombra de lo que pude haber sido.

comenzar a desmontar todo mi argumentarío de subterfugios, falsas coartadas y pretextos de los que me había servido hasta aquellos momentos

Me propuse mirar a la verdad de frente. Y comenzar a desmontar todo mi argumentarío de subterfugios, falsas coartadas y pretextos de los que me había servido hasta aquellos momentos para poder sortear la asunción de mi intransferible responsabilidad personal y sus letales consecuencias. Dejar de lado aquellas burdas fábulas en las que me había escudado para no reconocerme como transgresor de derechos fundamentales, como perpetrador de injusticias y asesinatos. Me propuse cuestionarme todo el andamiaje ideológico que había levantado y que había sostenido durante largos años mis más fanáticos ideales. Decidí, por fin, enfrentar la crudeza de las consecuencias que de aquella trayectoria se derivaban.

Consecuentemente, se trataba de desandar el largo camino del odio que hube transitado hasta entonces, pues necesitaba escapar y dejar atrás la lógica de la violencia en la que había permanecido sumergido durante una larguísima parte de mi vida, y en la que huelga decir que ya desde un principio yo mismo fui quedando atrapado.

Estas fueron fundamentalmente las reflexiones que estaban tras esta profunda catarsis personal en la que entonces me debatía, tras este rotundo cambio en mi manera de pensar, de observarme y de mirar la realidad que hasta aquí me trajo; introspecciones que fueron fraguándose durante años y que la propiciaron, y en las que anidaban también las esperanzas de un volver a resurgir desde las cenizas, de un volver a reconstruir alguna certidumbre desde los deshechos de una vida a la que tiempo atrás yo mismo di fuego. De alumbrar alguna esperanza, desde aquel sumidero de sueños y desde aquella montaña de escombros en la que me hallaba y en la que finalmente sentía que se había convertido mi existencia.

entregados fanáticamente y con obstinación al absurdo de pensar que las vidas y los derechos de los otros tienen una categoría distinta, inferior y devaluada en relación a la de los nuestros olvidándose de que el valor de una vida no es cuantificable y que solo cabe decir que es intrínsecamente enorme y único

Todo ello me enfrentaba a los que hasta entonces habían sido mis compañeros: un entorno cercano y tóxico, que estaba por entonces lejos de simpatizar con estos postulados, con esta visión crítica y de condena de nuestro recorrido en común; personas que, al igual que yo hasta aquel momento, seguían asumiendo su papel de manera sectaria sin cuestionárselo, pero que, a diferencia de mí lo seguirían haciendo durante largo tiempo y quién sabe hasta cuándo. Que continuarían sine die dejándose arrastrar por las negruras ideológicas de su propia mentalidad, ante la indiferencia y abandono, por extraño que pueda parecer, incluso de sí mismos, entregados fanáticamente y con obstinación al absurdo de pensar que las vidas y los derechos de los otros tienen una categoría distinta, inferior y devaluada en relación a la de los nuestros, olvidándose de que el valor de una vida no es cuantificable y que solo cabe decir que es intrínsecamente enorme y único.

Necesitaba pedir perdón a Maixabel

Hay algo que sí que me gustaría también subrayar y recalcar en estas últimas palabras, pues me parecen también especialmente significativas, acerca de la razón por la que necesitaba pedir perdón a Maixabel. En primer lugar, porque participé en el asesinato de Juan Mari Jáuregui, la que fue su pareja, y en segundo lugar porque entendía que era de gran importancia pedir perdón, porque pensaba que en este gesto de desagravio como tal había una asunción explícita de mi responsabilidad sobre las causas de su sufrimiento, así como por el padecido por toda su familia. Un reconocimiento como causante del mismo, y un gesto también de carácter empático hacia todos ellos.

era de gran importancia pedir perdón, porque pensaba que en este gesto de desagravio como tal había una asunción explícita de mi responsabilidad sobre las causas de su sufrimiento

Luis Carrasco exmiembro de ETA. Participó, entre  otros, en el asesinato  de Juan Mari Jauregui


Intervención en las jornadas  sobre Justicia Restaurativa organizada por la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid) el 15 de marzo de 2023

Dos ciabogas en la política penitenciaria

30 miércoles Dic 2020

Posted by gogoanmemoria in presos

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acercamiento, Acuerdo de Lizarra, alejamiento, convivencia, Deia, derechos humanos, deslegitimación de la violencia, EPPK, ETA, homenajes, izquierda abertzale, Josu Zabaleta, justicia restaurativa, Koldo Mediavilla, manifestación, Miguel Ángel Blanco, Ortega Lara, perdón, pluralismo democrático, política penitenciaria, presos enfermos, presos y presas, reinserción, secuestro, vía Nanclares, Víctimas

Algo de perspectiva sobre las dos recientes ciabogas en la política penitenciaria (en recuerdo de Josu Zabaleta)

 

Tras el lento final de ETA (cese la violencia en 2011, desarme en 2017 y disolución en 2018), y cuando los presos y presas de ETA han pasado de 700 a 227, por fin están virando las dos políticas penitenciarias que se han aplicado durante décadas:

Por una parte, la política penitenciaria de alejamiento de los distintos Ministerios de Interior desde 1989, que ha supuesto una injusta carga para familiares y amistades, obligados a recorrer durante años largas distancias innecesarias. Desde 2018, se vienen produciendo numerosos acercamientos de manera individualizada que deberían generalizarse para el conjunto de presos, sin condicionantes añadidos.

EPPK, presos oficialistas de ETA, y la Izquierda Abertzale hasta finales de 2017 se negaban a emplear las vías y beneficios que contempla la legalidad penitenciaria. Lo que ha supuesto un alargamiento de penas en condiciones evitables

Por la otra, la política del EPPK, presos oficialistas de ETA, y la Izquierda Abertzale, que hasta finales de 2017 se negaban a emplear las vías y beneficios que contempla la legalidad penitenciaria. Y marginaban a las decenas de disidentes que durante años las han recorrido con mucha dignidad y riesgo para sus propias vidas e incomodidad para su entorno. Esto ha supuesto un lamentable alargamiento de penas en condiciones evitables. A este tardío y todavía parcial cambio de estrategia se han sumado, según Instituciones penitenciarias, el 60% de los presos de ETA (75% según el Foro Social).

Foto extraída del blog de Koldo MediavillaAsí las cosas, puede aportar cierta perspectiva recuperar una antigua carta del ya fallecido claretiano Josu M. Zabaleta. Esta persona recorrió muchas cárceles visitando a presos de ETA y fue un importante apoyo para el colectivo de la ‘vía Nanclares’, un camino pionero de reinserción social y de justicia restaurativa a favor de la convivencia, frente a tanto dolor injusto. La llamada ‘vía Nanclares’ es un ejemplo del que sería importante que aprendieran los presos ETA y quienes social y políticamente les apoyaron.

La coherencia en la defensa de los Derechos Humanos es clave. Convendría no llamar un día a apoyar un trato humanitario hacia los presos de ETA y, al siguiente, homenajearles como si fueran mártires, porque es una manera de legitimar su pasado de ataques contra el pluralismo democrático, y porque muestra una nula empatía hacia sus víctimas, o vetar y marginar gestos de petición de perdón ante tanto dolor injusto e injustificado. ¿Promovemos los Derechos Humanos o un victimismo autojustificador de tantas violaciones de los mismos? Para reflexionar, os invitamos a leer el escrito de Josu M. Zabaleta (Deia, 10 de enero de 2013).

 

¿Por qué no voy a la manifestación del 12-E?

Estoy totalmente de acuerdo con los dos objetivos de la manifestación: el acercamiento de los presos a Euskadi y la liberación inmediata de los presos gravemente enfermos. Pero no voy a la manifestación principalmente por estos dos motivos:

1. El grupo de presos de ETA de la Vía Nanclares ha sido ninguneado, calumniado y vilipendiado por parte de algunos -no todos- de los organizadores de la manifestación y por parte de varios de los habituales participantes a dichas manifestaciones. Y para los miembros del Grupo de Nanclares todavía ha sido mucho más doloroso el hecho de que muchos de sus familiares han sido despreciados y abandonados por muchos del mundo de la IA.

Sin embargo, a mí esos presos disidentes de la Vía Nanclares me llaman positivamente la atención desde hace ya varios años por el camino que han tomado desde la revisión crítica del pasado. Para ello se basan en una ética humanista -no marxista donde el fin justifica los medios- desde la afirmación del valor supremo de todo ser humano, desde el reconocimiento del daño causado, reparación y reconciliación con las víctimas. Esto sí que es, desde mi punto de vista, avanzar en la construcción del Pueblo Vasco.

Foto extraída del blog de Koldo Mediavilla

2. Desde mi punto de vista, muy limitado e imperfecto, estas manifestaciones, ayunos, encierros, etc. valen muy poco o nada para conseguir los objetivos que se marcan. Pueden servir para tranquilizar -dicho de una manera suave- a algunos de los organizadores que quieren hacer ver al colectivo y a sus familiares que les tienen muy presentes en sus vidas. ¿De verdad creen que el pueblo les va a sacar de la cárcel? Sin querer herir a nadie, pero algunos me recuerdan a esos amigos de los presos que desde Tailandia o las Bahamas, gozando de unas estupendas vacaciones, les envían cálidos recuerdos y muxus. ¡Qué paradoja! Pero no tengo dudas de la sinceridad y buena voluntad de muchos de los organizadores y manifestantes.

ETA, la IA y el Colectivo de Presos conoce perfectamente cuáles son los caminos para conseguir los objetivos para con los presos. Acepto también que la postura del Gobierno en muchos casos es inaceptable.

En los últimos 30 años cuántas manifestaciones, encierros, ayunos…. Que no han servido para nada. Recordemos con el Acuerdo de Lizarra-Garazi las decenas de miles de carteles en los balcones de nuestras casas de nuestros pueblos con el lema: Euskal Presoak, Euskal Herrira… ¿cuántos quedan ahora?

Si el abominable secuestro de Ortega Lara, el asesinato de Miguel Ángel Blanco -por cierto, tan jaleados y aplaudidos por muchos de la IA- y tantas otras ekintzas no sirvieron para nada, sino todo lo contrario, para mejorar la situación de los presos, ahora con el cambio estratégico de la correlación de fuerzas, ¿se puede creer que con estas manifestaciones se pueden conseguir esos objetivos?

Ojalá estuviera equivocado y se acierte en los medios para conseguir esos objetivos que muchos anhelamos para todos los presos de ETA.

Sobre la reinserción restaurativa

30 lunes Dic 2019

Posted by gogoanmemoria in presos

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acercamiento de presos, alejamiento, ATA, AVT, beneficios penitenciarios, cárcel, derechos humanos, deslegitimar la violencia, EPPK, Etxerat, Foro Social, Grande Marlasca, izquierda abertzale, justicia restaurativa, Memoria, Ministerio de Interior, ongi etorri, política penitenciaria, presos de ETA, presos gravemente enfermos, progresión de grado, reinserción restaurativa, SARE, vía Nanclares

Reflexiones actualizadas sobre la política penitenciaria y sobre la reinserción restaurativa de los presos de ETA (diciembre 2019)

 

Una vez más este enero se acerca la cita anual de apoyo a los presos del EPPK, grupo donde no solo se han venido organizando los condenados por pertenencia a ETA, sino que también se han integrado presos de organizaciones políticas afines. En estos días, se vuelve a dar un cruce de diferentes datos y opiniones sobre la política penitenciaria con este colectivo. Por ello volvemos a compartir unas notas actualizadas con ánimo aclaratorio.

Datos aproximativos

Algunos datos aproximativos, contrastando distintas fuentes:

  • Quedan unos 257 presos de ETA (había 700 en 2011, cuando ETA abandonó la violencia). La mayoría son del EPPK, en torno a media docena de ATA, y ya solo uno de la vía Nanclares [Fuentes: Wikipedia, AVT, Foro Social].

AVT

  • A los 37 presos que están en cárceles francesas se les ha dejado de aplicar casi completamente la política de alejamiento y de vigilancia especial por peligrosidad (DPS) [EITB, 2019].
  • De los 220 presos en cárceles españolas, cerca del 72% (160) está utilizando la legalidad penitenciaria para progresar de grado y acceder a beneficios penitenciarios. Por el contrario, 60 presos han decidido no emplear los cauces ordinarios de reinserción y mejora penitenciaria [Foro Social, 2019].
  • El 74% de los presos en cárceles españolas, cumple pena en grados o en módulos ordinarios. El resto (58), se encuentran en primer grado puro.

Heraldo de Aragon

  • A principios del 2019 el Ministerio de Interior derogó la instrucción penitenciaria que restringía la excarcelación de presos gravemente enfermos solo a casos terminales. Durante el año ha habido varias excarcelaciones por este motivo.

 

Tres ideas

1. La política penitenciaria ya está cambiando. En Francia de manera completa, y en las cárceles españolas a un ritmo más lento, aparentemente debido a la interinidad gubernamental. Pero el cambio en la política penitenciaria de grados y con los presos gravemente enfermos es claro, y también se han concedido permisos de salida, mientras que los acercamientos hasta ahora se han producido muy parcialmente, manteniendo situaciones de alejamiento injustificables.

2. Lo que se mantiene es la negativa de los presos del EPPK y de la izquierda abertzale (con la tímida excepción de Etxerat) a avanzar con gestos reparadores hacia sus víctimas, a dar pasos en la justicia restaurativa. Algo que, tal y como nos ha mostrado la vía Nanclares y sus encuentros restaurativos, es capital para paliar y deslegitimar tanto dolor injusto, y para la recuperación de la convivencia.

3. Además, el colectivo Sare de apoyo a los presos oficialistas del EPPK, sigue manteniendo un enfoque sesgado, que junto a reivindicaciones parciales compartibles, ampara tratar a los presos de ETA como si fueran mártires, incluso justificando los ongi etorris/omenaldis. Y con esa falta de empatía difícilmente se podrá construir una convivencia basada en la memoria y en los Derechos Humanos universales.

 

 

 

Sobre la política penitenciaria

03 jueves Ene 2019

Posted by gogoanmemoria in presos

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acercamiento, convivencia, derechos humanos, EPPK, Etxerat, Joseba Azkarraga, justicia restaurativa, Kalera, Kubati, ongi etorri, perdón, política antiterrorsita, política de alejamiento, política penitenciaria, presos de ETA, primer grado, progresión de grado, reconciliación, reinserción, SARE, vía Nanclares, vía restaurativa, Yoyes

Por una política penitenciaria humanitaria orientada a la reinserción de los presos de ETA


 

Se acerca este enero la cita anual de apoyo a los presos del EPPK, grupo donde no solo se organizan los condenados por pertenencia a ETA, sino que también se integran presos de organizaciones políticas afines. En estos días, se vuelve a dar un cruce confuso y contradictorio de datos y opiniones sobre la política penitenciaria con este colectivo. Por ello compartimos unas notas con ánimo aclaratorio.

Datos aproximativos

Algunos datos aproximativos, contrastando distintas fuentes periodísticas::

  • Desde que ETA abandonó la violencia, el número de sus presos ha disminuido de 700 a 270 (un 62%, excarcelaciones por cumplimiento de penas) [El País, 2018 y Wikipedia].

  • De los 220 presos en cárceles españolas, en torno a la mitad (110) está utilizando la legalidad penitenciaria para progresar de grado y acceder a beneficios penitenciarios [El País, 2018]. Según Berria (2018), unos 30 presos están a punto de pasar a segundo grado y unirse a los 20 que ya están en segundo y tercer grado.
  • El 12% de ellos, cumple pena en primer grado puro, separados en módulos especiales. El resto de los presos de primer grado -175- están en módulos ordinarios [Naiz, 2018], pero con alguna hora menos de patio y con celda individual.

Diario Información

  • De los 47 presos que están en cárceles francesas [Gara, 2018] se mantiene la política de alejamiento y de vigilancia especial (DPS) para un 20% de ellos; esto es, cerca de 10.

 

Tres ideas

1// Tras muchos años de una política penitenciaria atravesada por la política antiterrorista y de una parte mayoritaria de los presos de ETA contrarios a usar los beneficios penitenciarios, se están dando cambios que deberían promover de manera ordinaria, sin excepcionalidades y vetos excluyentes, la progresión de grado hacia la reinserción social, como vía restaurativa de la convivencia y del injusto daño causado a las víctimas (vía Nanclares).

Centro Penitenciario Zaballa. foto El Correo

2// Asimismo se debería practicar una política humanitaria de manera incondicional, acabar con la pena añadida que supone la política de alejamiento, y dar un tratamiento humanitario a los presos enfermos graves [El País, 2012], adecuado a sus enfermedades, sin esperar al riesgo inminente de muerte [El País, 2017] [teinteresa.es 2017]

3 // Los colectivos Sare, Etxerat y Kalera de apoyo a los presos oficialistas del EPPK (esto es, no a los de Nanclares, ni a los de ATA), mantienen un enfoque sesgado, que junto a reivindicaciones parciales compartibles, ampara tratar a los presos como si fueran mártires (los “ongi etorris” como máxima expresión), y pretende vetar los pasos hacia experiencias de justicia restaurativa, de perdón y reconciliación. Así consta en declaraciones de Kubati, asesino de Yoyes, e incluso de Joseba Azkarraga:

cada preso debe actuar de manera individual en la búsqueda de avanzar y mejorar su propia situación con las líneas infranqueables de no arrepentimiento y no delación

la vía Nanclares es un modelo que se terminó sin haber avanzado prácticamente nada

Deia, 2018

Podría hacerse una mejor contribución a la defensa coherente de los Derechos Humanos y de la convivencia.

Ongi etorri en Lekeitio, foto El Mundo

 


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