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El profesor Manuel Reyes Mate siempre nos recuerda la importancia de la memoria. En su artículo publicado en El Periódico en 2017, “El deber de memoria”, explica que el deber de memoria no es acordarse de lo mal que lo pasaron los judíos en los campos de exterminio, sino en la obligación de reflexionar sobre la historia política europea que llevó a la catástrofe. Esto es, la memoria claramente tiene un sentido de pedagogía social. Aportar a su enriquecimiento está en manos de cualquier persona que tenga capacidad y voluntad de contribuir a reflexionar, en este caso, sobre lo que aquí ocurrió.
el deber de memoria no es acordarse de lo mal que lo pasaron los judíos en los campos de exterminio, sino en la obligación de reflexionar sobre la historia política europea que llevó a la catástrofe.
El 20 de octubre pasado, en una de las salas que la UPV tiene en Abandoibarra (Bilbao) la periodista Lourdes Pérez presentó su libro “Déjame que te cuente. Memorias para el futuro en el décimo aniversario del final de ETA”.
La sala estaba llena de gente entregada y encantada de escuchar a uno de los invitados por la Fundación Rubial, el Lehendakari Patxi López, a Juan Luis Ibarra, autor del prólogo del libro, y a la autora, la periodista. El acto estuvo muy bien; muy ajustado en tiempo y forma a lo que era, pero ¿y el libro? El libro es un gesto imprescindible de Memoria.
Quien quiso saber, supo
Esta semana he leído el libro y, con pena, lo he terminado. Me gustaría compartir con todas las personas que están leyendo este post, las distintas citas, referencias, expresiones, reflexiones… que me han encantado, pero no sabría cuáles elegir. Bueno, sí. Hay una que aparece en la página 71 y la vuelve a repetir en la 154: “Quien quiso saber, supo”. Creo que yo habría elegido éste como Título del libro. Otra referencia que me gustó por diferentes motivos fueron las palabras de Rafaela Romero sobre el funcionamiento del terrorismo: Opera un engranaje asimilable al que despliega la violencia machista para anular la autoestima de las mujeres: El maltratador primero te aísla y luego te golpea. Así hizo ETA.
La periodista relata con agilidad y frescura de muy alta calidad muchos de los episodios que le tocó vivir como trabajadora de El Correo y El Diario Vasco. Recoge los testimonios de varios familiares de víctimas de ETA y de supervivientes y los va tejiendo a lo largo de las 173 páginas con una maestría admirable, tratando cuestiones que están ahí engarzadas en cada historia: la vía Nanclares, el perdón, la reacción de la sociedad, el abandono de las víctimas, el valor de quienes defendieron la democracia, etc. He de reconocer que el relato de Manuel Zamarreño hace enmudecer.
El libro engancha y no te suelta hasta el final y, precisamente esa continua invitación a reflexionar sobre cada pequeño detalle, es la que lo convierte en el mejor regalo que yo haría a cualquier persona que estuviera mínimamente interesada en la Memoria de las consecuencias de la actividad de ETA. Lourdes Pérez, la periodista, nos ofrece estas páginas donde ha esculpido un ejemplo de nuestro “deber de memoria”. Os animo a que lo leáis.
Lourdes Pérez nos ofrece estas páginas donde ha esculpido un ejemplo del “deber de memoria”.
Y termino agradeciendo muy sinceramente a la periodista el fabuloso trabajo que ha hecho, así como a las personas que nos ofrecen su testimonio bien a través de entrevistas (Nuria Imaña, Estanis Amutxastegi, Edurne Albizu y Rafaela Romero), bien a través de las diversas referencias a las que recurre la autora. De todas aprendemos.
Isabel Urkijo Azkarate
[Fotos: Socialistas vascos]