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Hoy, 1 de junio de 2013, Gesto por la Paz realizó su último gesto en el mismo lugar donde inició sus concentraciones silenciosas, la Plaza Circular de Bilbao, hacía 28 años.
Mikel Mancisidor: «es una alegría que Gesto se disuelva porque se ha alcanzado su fin último: el fin de la violencia como medio de acción política en Euskadi.»
Lourdes Pérez: «Fue un gesto revolucionario porque aquellos dos centenares de vascos fueron los primeros que se atrevieron a decir que el rey estaba desnudo, que un asesinato no era solo un asesinato y que no cabía buscarle justificaciones.»
Iñaki García Arrizabalaga: «Gracias, gentes de Gesto por la Paz, porque vuestro compromiso pionero también os impulsó a no perder la sensibilidad ante el dolor y el sufrimiento humanos y a empezar a trabajar por las víctimas del terrorismo y de la violencia antes, mucho antes, que muchas otras instituciones y organizaciones.»
Iñigo Lamarka: «Gesto por la Paz ha ido sembrando la semilla de la paz, del respeto a los derechos humanos, de la convivencia«.
Lourdes Pérez: «Sin la resistencia pacífica de unos pocos, difícilmente habría prendido en el conjunto de la sociedad la llama contraria al uso de las armas»
Iñaki García Arrizabalaga: «Para las víctimas del terrorismo que creemos en la normalización de la convivencia y que afirmamos que el odio no es cimiento para nada bueno, Gesto por la Paz ha sido una muleta moral en la que hemos podido apoyarnos cuando más falta nos hacía»
Lourdes Pérez: «demostraron que el silencio cargado de dignidad detrás de una rudimentaria pancarta podía erigirse en la repulsa más sonora y elocuente del terror»
Iñaki García Arrizabalaga: «Gracias, Gesto por la Paz, por no haber permanecido equidistante entre quien causaba el sufrimiento y entre quien lo padecía»
Mikel Mancisidor: «Otras sociedades en el mundo necesitan de la experiencia y del ejemplo de Gesto«
Iñigo Lamarka: «Ya aunque Gesto desaparezca, perdurarán su testimonio, su compromiso, sus valores y sus gestos»
Iñaki García Arrizabalaga: «Gracias, Gesto por la Paz, por haber trabajado también para que socialmente no caigamos en la trampa del olvido»
Lourdes Pérez: «la paz cargada de consciencia nunca podrá ser obra de quienes han dejado de empuñar las pistolas. Y sí de quienes opusieron, de cara, su silencio comprometido y desarmado al ruido insoportable de las armas»
Aquí tenéis el discurso completo de Gesto por la Paz: BH87
José Luis Zubizarreta definió a Gesto por la Paz como «la organización de resistencia al terrorismo más digna que Euskadi ha producido«. Sí, fueron 28 años de trabajo por la paz que conformaron un ejemplo de dignidad y cuya recompensa disfruta ahora toda la ciudadanía.
A todas aquellas personas que formasteis Gesto por la Paz, valientes, comprometidas, coherentes, solidarias, generosas… GRACIAS.
No cabéis todas en este vídeo, pero seguro que os identificáis con cualquiera de estas caras. Gracias, gracias, gracias.
Un Gesto en el que la sociedad vasca lúcida, integra y valiente pudo reconocerse superando a la espiral de silencio y de ceguera frente a la agresión de la violencia
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Las flores más hermosas surgen del lodo… Al entrar en la dinámica de Gesto por la Paz, cada vez que alguien era asesinado sentías de cerca el dolor de sus familiares y amigos, te acercabas al calvario que sufrían las personas secuestradas y sus familias, valorabas «el privilegio» de hacer las cosas cotidianas en libertad, algo que los perseguidos y escoltadas no podían hacer, te oponías a la la espiral de la violencia y lamentabas también la muerte de aquellas personas que morían cuando iban a matar a un semejante, porque no había motivo para matar ni para morir por una idea, salías de la lógica de la venganza y reivindicabas los derechos humanos para todas las personas…
Y de todo este lodo surgió el más bello Gesto, el que nos humanizó hasta el infinito, el que nos hizo empatizar con el dolor de las personas que sufrieron de primera mano las consecuencias de tanta violencia, el que nos educó en el respeto y la tolerancia, el que nos enseñó a ser libres y a luchar por nuestra libertad.
Zoriontsua naiz Gesto desagertu delako, baina faltan botatzen dut talde hura, bertan militatzea oso zaila eta gogorra izan zen arren pertsona bezala ikaragarri hazten lagundu zigulako eta erreferente izan zelako, gure bizitzako erreferenterik garrantzitsuenetakoa. Lokatza guzti hartatik gizarte honetako lorerik ederrenetakoa sortu zen: Gesto por la Paz.
Besarkada bat, lagunok.
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Felicidades por tanto bienhacer y por esa lucha por la dignidad. Gesto fué la gran avanzadilla de la lucha por la paz y de la respuesta social. Gracias, gracias.
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Al ver de nuevo los videos adjuntos a esta entrada me resurge una reflexión que, pese a no ser nueva, quisiera compartir con vosotros.
Lo he dicho alguna vez, pero no me canso de insistir en ello, porque me parece de justicia.
Lo que más me molesta de lo que se dice sobre Gesto por la Paz no es que algunos «minimicen» lo que hicimos o el efecto de nuestras acciones, no es que algunos traten de obviar u ocultar la propia existencia de Gesto por la Paz de Euskalerria, no es que algunos nos acusen de «equidistancia», … No, no es esto ni cosas parecidas, ni tan siquiera las intenciones con las que esos algunos pudieran estar haciéndolo. No, no es esto. No.
Lo que más me molesta es que los que pretendiendo reconocer y valorar positivamente la existencia, la presencia y lo que significó la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskalerria, hablan de nosotros como “un grupo de personas anónimas”…
Porque nada más lejos de la realidad, nada más lejos del espíritu y nada más lejos de la forma de actuar de Gesto.
Los miembros de Gesto por la Paz nunca fuimos “personas anónimas», nunca fuimos parte de una «masa» ni «un elemento indiferenciado» de la misma, nunca nos «escondimos» en el interior de una «gran manifestación», …
Otra cosa es que no buscáramos «protagonismo individual», ni hacernos «propaganda», ni obtener un reconocimiento social a nuestras humildes personas.
La esencia de Gesto por la Paz, y de ahí su valor como “referente social”, es que cada uno de nosotros éramos personas individuales, perfectamente conocidas y que no nos diluimos (ni como individuos, ni como personalidad) en un «colectivo».
Nuestro ámbito de actuación era nuestro entorno social más próximo (colegio, barrio, facultad, parroquia, etc.) donde todo el mundo nos conocía (con nuestro nombre, nuestra dirección, nuestra ideología, nuestras virtudes y nuestros defectos, …). De ahí que fuéramos un referente social en nuestro propio entorno: porque nos conocían y sabían quién y cómo éramos.
Pero también a nivel interno manteníamos nuestra propia personalidad, sin diluirnos en el grupo. De ahí la riqueza de nuestros debates. Recuerdo con especial cariño las largas deliberaciones de los grupos de trabajo, de los Foros de debate y de las Coordinadoras, donde la mayor parte de las veces eran necesarias varias sesiones para poder llegar a conclusiones compartidas.
Por eso, nada más lejos de la realidad la afirmación de que Gesto por la Paz era «un grupo de personas anónimas».
Lo que en Gesto por la Paz de Euskalerria éramos, era un «grupo de PERSONAS».
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Egia da, Xabier, ederto azaldu duzu eta horrela izan zen. Ez geunden ez ezkutatuta, onerako eta txarrerako. Batzutan besteen irainen helburu ginen, batek baino gehiagok ukatu zigun agurra edo gutxietsi gintuen… Baina egon zen baita ere gure eskua hartu eta isiluneetara etortzen hasi zenik, edo lazo urdinarekin ikusten gintuztenean guregana etortzen zirenak bahiketen aurka zeudela adierazteko. Pertsona askorengan izan genuen eragina; lagun askok hartu zuten indarkeriari zilegitasuna kentzeko bidea.
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Es cierto, Xabier, lo has explicado de maravilla. No estábamos escondidos, para bien y para mal. A menudo nos insultaban, nos dejaban de saludar y nos despreciaban… pero también hubo gente que de nuestra mano empezó a venir a las concentraciones silenciosas, o que aprovechando que portábamos el lazo azul se nos acercaban para manifestar que estaban en contra de los secuestros. Creo que llegamos a mucha gente y muchas personas comenzaron a andar con nosotros y con nosotras el camino de la deslegitimación de la violencia.
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